La “Sinfonía Nº 2” fue realizada sobre un pedido de la Brooklyn Academy of Music, estrenándose allí el 15 de octubre de 1994, interpretada por la Brooklyn Philharmonic Orchestra dirigida por Dennis Russell Davies, un gran defensor de la música de Glass. Es una obra abstracta de música pura, sin que sus tres movimientos lleven ningún título informativo ni de indicación de tempo.
El primer movimiento, nos presenta mediante el clarinete un tema dramático, acompañado por insistentes repetidos acordes. El tema crece en intensidad y dramatismo, con su repetitivo acompañamiento. La sección central posee un aumento del tempo de la figura de acompañamiento, mientras que el desarrollo del tema se vuelve intensamente dramático. El ritmo aumenta presentando las típicas oscilaciones de la cuerda de la música de Glass. La música se vuelve más áspera. Luego el ritmo mecanicista se impone, hasta que se tranquiliza en la parte final, apareciendo la melodía con un carácter más triste y desolado.
El segundo movimiento, empieza en el mismo punto en que ha terminado el anterior movimiento. La música continúa sumergida en la oscuridad. El tema principal expresa desesperación. Renacen las figuras rítmicas características, que van cambiando como un calidoscopio con su naturaleza repetitiva. Después de un silencio, el tema sombrío vuelve a surgir. Repetitivos compases aumentan la tensión, con diversos cambios de ritmo. En la parte final se repite la melodía de modo persistente, terminando con una coda en la que se va desvaneciendo.
El último movimiento, cambia el carácter de la obra. Una figura rítmica repetitiva con cambios de tempo nos presenta un tema más positivo. La música se hace más luminosa. En la parte central. una larga sección de carácter repetitivo, nos conduce a una serie de cortas intervenciones melódicas de la madera. La música se agita en forma de torbellino en la parte final, acompañada por la percusión, hasta conducirnos a la coda.
Una típica sinfonía de tipo minimalista, empleando formas melódicas, divididas en pequeños fragmentos, que se sumergen en un mar de ritmos repetitivos. Usa la politonalidad o sea que la música se encuentra en más de una tonalidad simultáneamente, pero de un modo que no se producen disonancias. Compositores como Honegger o Milhaud hacen uso de la politonalidad, superponiendo las tonalidades de manera que la armonía se resiente produciendo disonancias. Glass trabaja con un lenguaje más acústico, con cambios que engañan en cierta manera al oído, como si escuchara diferentes cosas, según al foco de atención en que se concentra.