La “Sinfonía en do menor” fue comenzada en el año 1863 y terminada el 2 de mayo de 1864. Cuando la presentó a su maestro Gade, la aprobó con satisfacción. El 4 de mayo se pudieron escuchar los tres últimos movimientos en los jardines del Tívoli de Copenhague bajo la dirección de Lumbye. Mas tarde se escuchó la obra completa. Pero la última audición fue en Bergen el 28 de noviembre de 1867, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bergen. Pero Grieg retiró la obra de su editor con la advertencia de que no debía ser nunca interpretada. Grieg argumentaba que pertenecía a un periodo Schumann de su vida ya superado.
Durante mas de un siglo esta sinfonía, obedeciendo los deseos de su creador, ha permanecido oculta al público en los archivos de la Biblioteca Nacional de Bergen. Finalmente después de múltiples intentos, el Consejo de Administración de la Biblioteca consintió en dar el permiso para que fuera escuchada públicamente. Esto ocurrió el 30 de mayo de 1981, durante el Festival Internacional de Bergen, interpretada por la propia Orquesta Sinfónica bajo la dirección de Karsten Andersen.
Esta obra pertenece a un periodo anterior a su etapa nacionalista. Se nota la influencia ejercida por la música de Schumann y Mendelssohn, pero también anticipa la de Brahms y en algunos momentos a Tchaikovsky. En 1867 Svendsen estrenó su primera sinfonía y Grieg quedó deslumbrado. Quizás sea una de las causas que obligaron a Grieg el abandono de la música sinfónica, a pesar de poseer un buen arte en orquestación, como demostró mas tarde en otras obras.
El primer movimiento allegro molto empieza con una introducción con fuertes acordes del metal. Las violas y clarinetes presentan el tema principal. El segundo tema es de un gran lirismo, en un estilo próximo a Tchaikovsky y con algún elemento que nos anticipa la melancolía nórdica de Sibelius. Después de la sección de desarrollo con interesantes secuencias, los temas son nuevamente repetidos en la recapitulación, terminando con una brillante coda.
El segundo movimiento es un adagio espressivo en forma de rondó, A, B, A, C, A. El tema principal A es de un delicado lirismo, contrastando con los temas intermedios que son más dramáticos.
El tercer movimiento intermezzo, tiene forma de scherzo. El tema principal es rítmico con el sabor de una danza noruega. El trio lírico también posee el carácter de melodía folclórica, un rasgo que será típico en Grieg. Se repite el scherzo terminando con una enérgica coda.
El último movimiento allegro molto vivace posee una gran fuerza, derivada de su primer tema de gran energía puntuado por los metales. El segundo tema es de naturaleza elegíaca. El desarrollo se basa predominantemente en los elementos del tema principal. Después de la clásica recapitulación, la coda se inicia con el segundo tema, concluyendo de una forma triunfante que recuerda a Beethoven.