La “Sinfonía Nº 2 en re mayor” Op.36 se terminó de escribir en 1802 y se estrenó el 5 de abril del año 1803 en el Theater an der Wien. A pesar de su estructura clásica, derivada de las sinfonías de Haydn, Beethoven se libera del estilo, apareciendo sus propias estructuras, instrumentación y rítmica.
Esto se puede observar al escuchar el brillante primer movimiento, adagio molto, allegro con brio, que termina con una coda que no hubiera escrito ninguno de sus predecesores. Su adagio inicial posee un tema parecido al que usará en su última sinfonía.
El larghetto contiene una de las más geniales melodías de Beethoven. Esta música no nace espontáneamente, sino que se logra después de meses de trabajo. Su método ya no es el intuitivo, como en Haydn y Mozart. Es el fruto de un largo trabajo lleno de correcciones, como lo demuestran sus cuadernos de apuntes.
El tercer movimiento ya no tiene el nombre de menuetto sino el de scherzo. Posee rápidos contrastes dinámicos.
La sinfonía termina con un allegro molto de carácter alegre y triunfal. En Beethoven no puede observarse una relación entre su estado personal y su obra. Existe una total separación entre el hombre que sufre y la mente que crea. Como decía Goethe ‘el clásico es sano, el romántico se queja’. Al llegar el romanticismo cambiaría el concepto y de los sufrimientos nacerían grandes obras.
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya
Víctor Pablo Pérez 09/10/11-03-2018
Beethoven "Concierto Nº 1 para piano" Enrique Bagaría, piano