BRUCKNER 9

La “Sinfonía Nº 9 en re menor” fue comenzada en el verano del año 1887. Trabajó en ella hasta el día de su muerte sin poder terminarla. El 11 de octubre de 1896 después de un paseo matinal Bruckner regresó a su casa y murió tranquilamente, dejando su obra sin acabar. Dejó finalizados los tres primeros movimientos que fueron publicados por Ferdinand Löwe en 1903, edición con algunas variaciones sobre el único original de Bruckner. La versión original fue publicada por Alfred Orel en 1932 y Nowak en 1951. También existe una edición de Schoenzeler. Estas versiones son idénticas. La sinfonía fue estrenada en Viena el 11 de febrero de 1903 por el director Ferdinand Löwe que reorquestó los movimientos terminados, abandonando el último movimiento. Lo sustituyó por la interpretación del Te Deum, aun no publicado del propio Bruckner. Se publicó en 1962 sin ninguna referencia con la sinfonía.

Imagen relacionadaBruckner terminó el primer movimiento el 14 de octubre de 1892. Trabajó en el scherzo desde el 27 de febrero de 1893 hasta el 15 de febrero de 1894. Anteriormente había escrito dos versiones distintas del trio, una en 1889 y la otra en 1893. Entre el 31 de octubre de 1894 y el 30 de noviembre de 1894 compone el adagio. En el mes de mayo de 1895 confiesa a Richter, “no creo que me quede suficiente tiempo para acabarlo”. Así fue, la doble fuga final solo queda como borrador, a pesar de trabajar en ello hasta el fin de su vida.

Sobre el borrador dejado por Bruckner de casi el último movimiento entero, varios compositores han trabajado en su terminación. Las mas conocidos son las versiones de Carragan de 1981-83, revisada en 2002-03, de Nicola Samale y Giuseppe Mazzuca en 1987 y la conjunta de Samale, Phillips, Mazzuca y Cohrs de 1992. Esta versión se estrenó en Linz el 3 de diciembre de 1992.

La versión completa que comentamos a continuación corresponde a la última conjunta de 1992 con los tres movimientos terminados de la edición de Nowak.

El primer movimiento feierlich, misterioso empieza de la manera anunciada por su título, con una atmósfera de misterio durante una larga introducción que termina con un fortissimo, anunciando el tema principal. Un tema grandioso dominado por los metales, como representando al Dios omnipotente. El segundo tema es de tipo lírico presentado por los violines. Es el Gesangsperiode o tema de canción. El tercero se divide en dos partes diferentes, la primera de gran fuerza con intervención de las trompas y la segunda de naturaleza lírica. El desarrollo se inicia con la repetición alterada de la introducción y se basa en las diferentes partes del tercer tema y del segundo. La reexposición empieza como es lógico repitiendo el tema principal y luego, después de un periodo de transición, el segundo y las dos partes del tercero. La coda empieza misteriosamente con la introducción a la que se le une el tema principal, que va aumentando su fuerza hasta terminar con un impresionante fortissimo.

El scherzo presenta un ritmo obsesivo, una especie de martilleo, que se mezcla con temas ácidos, introduciéndonos en una atmósfera trágica e imparable, como una llamada de la muerte inevitable. El trio en contraste es mas dulce, con una suave orquestación y una parte central más lírica. Como es natural, el scherzo vuelve a repetirse.

El tercer movimiento es un adagio. Los temas son trascendentes y poco contrastados, como si quisiera evadirse de este mundo. El complejo temático es presentado en la exposición y está formado por varios temas. El primer tema es de claro carácter wagneriano, casi expresionista, culminando en una grandiosa fanfarria del metal. Sigue una sección en forma de coral, solemnemente interpretado por las tubas y que Bruckner titula como “Abschied von Leben” (Despedida de la vida). Al finalizar enlaza con el Gesangsperiode o sea el tema melódico que se desarrolla presentando diversas variaciones. La recapitulación no está separada completamente del desarrollo, uniéndose ambas secciones. Empieza con el tema principal que lleva a un nuevo crescendo y desarrollo hasta culminar en la fanfarria. Luego desarrolla las secciones del tema lírico. Finalmente empieza un crescendo al que se le suman los trombones acompañados por un trémolo en los violines, que termina con un fuerte acorde disonante, el cual suena como un grito de rebeldía. Después de una pausa, se vuelve al principio del movimiento, hasta llegar a la fanfarria del primer tema, que se escucha como en la lejanía. Durante este complejo desarrollo se citan fragmentos de otras sinfonías de Bruckner, como queriendo presentar su obra a la manera de una despedida de este mundo. Termina con una larga y estática coda. El final posee una paz que parece ser de otra dimensión, como si entrara en otro universo.

El movimiento final reconstruido lleva el título misterioso, nicht schnell. El primer tema es potente y presentado por la fuerza de los metales. El segundo tema, el habitual tema lírico, es derivado del primero renunciando a su aspecto cantable. El tercer tema es la repetición en forma resplandeciente del tema coral del adagio, el conocido como despedida de la vida. En el desarrollo usa el primer tema de su Te Deum, junto con los otros temas. La recapitulación se convierte en una gran fuga basada en elementos del tema principal. Termina con la repetición del tema coral, combinándolo con las figuraciones del Te Deum en las cuerdas. Un crescendo acaba con la presentación del tema principal del primer movimiento. Después de un silencio empieza la impresionante coda, formada por elementos de todos los movimientos, que termina bruscamente con un fortissimo. Después de un nuevo silencio, empieza la interpretación por parte de la cuerda de fragmentos del coral, a la que se une el resto de la orquesta como un canto de alabanza.

Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya

Robert Trevino  20-21/10/2018

Artículo sobre Bruckner