SHOSTAKOVICH 2ª PARTE

SHOSTAKOVICH 14

Sinfonías 10 a 15

La “Sinfonía Nº 10 en mi menor”  Op.93 fue compuesta en 1953 después de la muerte del dictador. Se estrenó en Leningrado el 17 de diciembre de 1953. Se trata de una obra casi autobiográfica, simbolizando la libertad conseguida después del fallecimiento de Stalin, que representa grotescamente en la obra.

El primer movimiento, moderato, empieza con las cuerdas graves anunciando el primer motivo temático. El clarinete añade un nuevo elemento y más tarde la flauta interpreta en su registro bajo un tercer tema, acompañada por violines y violas. Estos elementos se emplean en un extenso desarrollo con un ambiente depresivo y sombrío. La música crece hasta llegar a un dramático climax. Unos fuertes acordes realzados por la percusión magnifican esta atmósfera opresiva. La recapitulación empieza de un modo tranquilo sin abandonar su carácter oscuro. Las notas del piccolo terminan la coda con gran tranquilidad.

El segundo movimiento, allegro, es un violento scherzo, realizando un grotesco retrato de Stalin. Esto lo representa con la ferocidad de su música. El tema principal está formado por tres notas ascendentes. La sección de percusión aumenta el vivo ritmo de este breve fragmento.

El tercer movimiento, allegretto, tiene como segundo tema el basado en el famoso motivo DSCH, el lema que representa al propio compositor. Para ello traduce su nombre al alemán como Dmitri Schostakowitsch, tomando luego la primera letra de su nombre, la D, y las tres primeras del apellido, SCH. Luego transforma estas letras en notas según el alfabeto musical alemán, D, S = Es, C, H. Algo parecido habían realizado anteriormente Bach y Liszt con sus propios nombres. Traducido a nuestras notas musicales nos queda, re, mi bemol, do, si. Consultando la sección de teoría de la música, en el Tomo 1 página 24, veremos que estas notas pertenecen a la tonalidad do menor armónica que aumenta un semitono en la séptima, de este modo el si bemol nos pasa a si.

Después de la presentación del primer tema de manera tranquila mediante la cuerda, aparece el tema DSCH interpretado por las flautas. Luego es repetido por los violines. Finalmente pasa a las trompas que lo llevan a un tranquilo final. Una frase de la trompa interrumpe el retorno del primer tema, llevándonos a una sección de desarrollo en forma de nocturno. El primer tema es interpretado con fuerza al principio de la recapitulación. El segundo tema aparece de modo obsesivo. En la parte final solamente quedan fragmentos temáticos que nos conducen a la tranquila coda.

El último movimiento, andante, empieza con la opresiva línea en los bajos. El oboe nos presenta un nostálgico tema reflejando una gran tristeza, que luego es tomado por la flauta y el fagot. Es interrumpido por los cantos de las flautas, como sonidos de pájaros. Esto se transmite a la orquesta que empieza una sección en forma de allegro. Sigue una parte contrapuntística en que cada grupo instrumental interpreta su tema. Una sección lírica nos indica una renovada esperanza para Shostakovich. La sinfonía se dirige hacia un triunfal final pero antes es interrumpido por una reaparición del tema de Shostakovich, DSCH.

En las memorias editadas por Solomon Volkov, Shostakovich refiriéndose a esta sinfonía declara lo siguiente. No podía componer una obra a la gloria de Stalin, realmente no podía hacerlo. Pero debía describir a Stalin en mi sinfonía. La compuse exactamente después de la muerte de Stalin y nadie ha acertado cual es el tema. Trata de Stalin y los años de su mandato. Naturalmente contiene otras muchas cosas, pero su base es esta.

Una obra de alto contenido trágico que no fue demasiado bien recibida en su patria recriminándole su pesimismo. El primer movimiento está relacionado directamente con los opresivos años del estalinismo. El segundo nos presenta al propio dictador como una caricatura destacando su carácter violento y grotesco. En el tercer movimiento se retrata el propio compositor. En el último nos muestra la victoria del compositor sobre las circunstancias adversas, con su triunfal final interrumpido por el propio tema de Shostakovich.

La mujer de Shostakovich, Nina Varzar muere repentinamente en 1954. A pesar de mantener el servicio doméstico, el hogar pronto se convirtió en un caos. El compositor se preocupaba tanto de sus hijos, entonces Galina de 17 años y Maxim de 14, que se habían convertido en unos niños mimados y sin disciplina. En un intento de poner un poco de orden a su familia, en el mes de julio de 1956 contraerá matrimonio con Margarita Kainova. Este segundo matrimonio tuvo muchos problemas. El servicio no la aceptaba como dueña de la casa y los niños no la querían. Además no apreciaba la importancia de la obra de su marido. La relación terminó con su divorcio tres años después.

Durante su matrimonio con Nina, Shostakovich se había relacionado con dos de sus alumnas. La compositora Galina Ulstvolskaya, nacida en 1919, había recibido clases del compositor en Leningrado entre 1937 y 1947. Su amistad se convirtió pronto en cariño. El matrimonio con Nina había sido siempre muy abierto y sus relaciones eran secretos abiertos. Al parecer el compositor estaba insatisfecho en su matrimonio y necesitaba mantener una intensa relación con sus alumnas. En una entrevista de Galina para la revista Tempo, realizada en el mes de julio de 1995, cuenta que a mediados de los años 1950 Shostakovich le propuso que lo dejara. El resultado provocó una reacción de odio de la mujer, rompiéndose definitivamente una larga relación al parecer mas que amistosa.

Su segunda relación fue con otra de sus alumnas, Elmira Nazhirova, entre los años 1953 y 1956, según consta en un extenso epistolario. Posiblemente esta relación nació de la ruptura con Galina. Pero la verdadera historia nunca la sabremos realmente. Al parecer durante el estreno de su primer concierto para violín en el mes de octubre de 1955 Galina se encontraba con el compositor, lo cual colocaría la fecha de su ruptura poco antes de su nuevo matrimonio. Lo verdadero es que todas estas relaciones terminaron cuando el compositor se casó con Margarita Kainova.

En 1955 escribe la banda sonora para el film “El Tábano” Op.97. Los tiempos han cambiado y no encontramos rastros de propaganda política. Para ilustrar una historia de amor, Shostakovich escribe una partitura romántica con ternura lírica.

Shostakovich también estaba fascinado por el exotismo y la pasión reflejada en la música española. En 1956 escribe un ciclo de canciones para soprano y piano titulado “Canciones Españolas” Op.100, consistiendo en seis baladas traducidas al ruso.

Otra obra de aquel año es el “Cuarteto de cuerda Nº 6 en sol mayor” Op.101 que es visto como una sátira de la burguesía estalinista que se aferraba a sus privilegios después del deshielo iniciado por Khruschev. Veamos cual era la situación política que se vivía en aquella época en la URSS.

Después de la muerte de Stalin el poder pasó a su colaborador Malenkov. Pero pronto será apartado por Nikita Kruschev. Durante el XX Congreso del PCUS celebrado en 1956 Kruschev denuncia los crímenes cometidos por Stalin en su famoso informe secreto, iniciando el proceso de la desestalinización y dando por acabado el culto a la personalidad.

El “Concierto para piano y orquesta Nº 2 en fa mayor” Op.102 fue compuesto en 1957 para su hijo Maxim, un dotado pianista que debía pasar las pruebas de admisión al Conservatorio de Moscú. Sin embargo fue estrenado con el propio compositor al piano durante el invierno de 1957. Debido a estar destinada a un joven debutante, escribe una partitura relativamente sencilla.

La “Sinfonía Nº 11 en sol menor”  Op.103 (El año 1905) empezada a finales de 1956, fue terminada en 1957 para la celebración del 40º aniversario de la Revolución de Octubre. Se estrenó el 30 de octubre de 1957 en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida por Nikolai Rachline. El acto fue un gran éxito para el compositor, que así se redimía de sus anteriores fracasos al presentar obras políticas. En 1958 recibió el Premio Lenin.

Con ocasión de su 50º aniversario Shostakovich escribe en 1956 un artículo para el periódico “Sovetskaya Muzyka” del cual sacamos las siguientes frases: Actualmente estoy trabajando en mi Onceava Sinfonía. El tema de esta sinfonía es la Revolución de 1905. Amo este periodo de la historia de nuestra Patria, de la cual encuentro una clara expresión en las canciones revolucionarias de los trabajadores. No se si realizaré extensas citas de estas canciones en mi sinfonía, pero su lenguaje musical, sin ninguna duda, será cercano en su carácter a la canción revolucionaria rusa.

Se trata de una obra programática relatando los acontecimientos revolucionarios del año 1905, en particular el domingo rojo, 9 de enero, cuando las tropas del Zar abrieron fuego sobre una muchedumbre de manifestantes desarmados delante del Palacio de Invierno en San Petersburgo. La fecha del 9 de enero corresponde al calendario Juliano vigente en Rusia en aquella época. Según nuestra notación sería el 22 de enero de 1905.

El primer movimiento, adagio, lleva el subtítulo La plaza del palacio. Introduce mediante los bajos de la cuerda uno de los temas principales de la obra, reflejando un ambiente amargo, pronto aumentado mediante la adición de siniestros motivos de los timbales. Llamadas de las trompetas lo interrumpen momentáneamente. Luego en la parte central emplea dos canciones patrióticas del siglo XIX, ¡Escuchad! y El Prisionero. Termina con una recapitulación presentando nuevamente el tema inicial y las llamadas de las trompetas, enlazando directamente con la parte siguiente.

El pueblo después de la desastrosa derrota contra el Japón combinada con los grandes problemas económicos, intenta expresar abiertamente su descontento al Zar Nicolás II. Los trabajadores junto a sus familias se concentran en la plaza situada enfrente al Palacio de Invierno en San Petersburgo. La música nos describe la plaza cubierta por la nieve en medio del invierno con los miles de manifestantes protestando pacíficamente y desarmados. En la parte central escuchamos el canto del pueblo. Las llamadas de las trompetas y los golpes de la percusión recuerdan el poder de los dictadores.

El segundo movimiento, allegro, lleva el subtítulo, 9 de enero. Los bajos de la cuerda presentan un tema popular proveniente de la obra “Diez poemas corales sobre textos Revolucionarios” Op.88 de 1951. El tema se repite insistentemente  hasta que una llamada de la trompeta, similar a la del primer movimiento nos lleva hasta un dramático climax, subrayado por la llamadas de la trompeta. Continúa con una sección que muestra una angustiosa calma, repitiendo nuevamente el tema popular. Después de presentar un segundo violento climax, llegamos a una sección representando una glacial calma. La flauta y el piccolo presentan diversas melodías, escuchándose sonidos lejanos de la percusión.

De repente escuchamos el sonido de la caja como si fueran disparos, apareciendo violentos motivos fugados en la cuerda, marcando el momento en que las tropas irrumpen en la plaza. Continúa con una violenta escena con la cuerda lanzada infatigable, con glissandos de los trombones y tuba, representando el terror del pueblo ante el avance de las tropas. La caja, el bombo, los timbales y el tam-tam martillean repetidamente un ritmo mecánico. El metal presenta un tema reflejando la brutalidad de la acción militar. De repente la percusión se detiene continuando con una especie de recapitulación del primer movimiento con las llamadas de la trompeta y el amargo tema principal.

Este movimiento nos presenta la masacre del Domingo sangriento. El Zar está ausente y sus tropas disparan sobre el pueblo desarmado, matando a centenares de hombres, mujeres y niños. El movimiento puede considerarse dividido en dos partes. En la primera nos describe la manifestación dentro de un ambiente que se va enrareciendo. La segunda presenta de forma clara el ataque de las tropas zaristas, terminando con el trágico final con la plaza cubierta de cadáveres.

El tercer movimiento, adagio, lleva el subtítulo In Memoriam, el recuerdo eterno. Enlazando con el anterior movimiento empieza con un lento pizzicato de la cuerda. Las violas introducen una amplia melodía en forma de una dignificada elegía. En la parte central aparece el himno revolucionario Habéis caído como víctimas. Esto nos lleva hasta un contrastado climax, lleno de solemnidad remarcado por la percusión. El sonido se apaga llevándonos a la recapitulación del primer tema que se encadena con el siguiente movimiento.

Describe una especie de funeral por las víctimas de la masacre. El himno citado Habéis caído como víctimas, es el que acompañó al propio Lenin durante su entierro en 1924.

El último movimiento, allegro non troppo, lleva el subtítulo Alarma. Nos presenta una especie de marcha en forma de moto perpetuo. El tema principal está basado en otra canción revolucionaria, Enfureceros, tiranos. Un motivo más esperanzador nos muestra que el camino está abierto a la victoria final. Después de llegar a un grandioso climax, en la sección central nos llega una sección de descanso. Un lento interludio donde el corno inglés presenta un lamento basado en el tema principal. La parte final consiste en un gran climax donde el tutti orquestal nos conduce a una triunfal coda con los golpes de la caja y las campanas.

En el último movimiento Shostakovich nos presenta la victoria final alcanzada por los revolucionarios. En las canciones citadas anuncia el castigo de los culpables y el triunfo del pueblo.

La crítica occidental acusó a la obra de ser demasiado cinematográfica y menos concentrada que su anterior sinfonía. Entre los soviéticos constituyó un gran éxito recibiendo por ella un Premio Lenin. Se trata de una obra que emplea sencillas melodía y en sus diferentes tiempos cita nueve canciones revolucionarias. Según escribe su autor poco tiempo después de terminar la obra, muestra su intención de dirigirse a las masas, enviándoles un mensaje escondido en la historia narrada. Reproducimos seguidamente sus frases.

La actividad creadora es infructuosa si el escritor, el artista o el compositor no posee una estrecha relación con la vida del pueblo. Únicamente quien siente los latidos de su corazón y el espíritu de la época puede expresar realmente los pensamientos del pueblo. Ninguna gran obra del realismo es posible en otras condiciones.

En el mes de febrero de 1956, el famoso discurso secreto de Nikita Kruschev contra Stalin despertó nuevas esperanzas en el movimiento mundial comunista, viendo muchos indicios de una posible era democrática. En Hungría veían la nueva subida al poder de Imre Nagy como una premisa de los cambios. En el otoño de 1956 estaba emergiendo en Hungría un movimiento democrático de masas. En la noche del 23 de octubre estalla una revuelta popular en las calles de Budapest que acabó derribando al estado estalinista. El 28 de octubre Imre Nagy decreta el alto el fuego, aceptando gran parte de las reindivicaciones revolucionarias. Se inician una serie de decretos como la retirada de las fuerzas de ocupación soviéticas, un sistema pluripartidista, intentando crear un sistema socialista de tipo democrático. El 1 de noviembre de 1956 se retira del Pacto de Varsovia, declarando a su país neutral entre los dos grandes grupos en que se dividía el mundo en aquellos años dominados por la llamada guerra fría.

Aquella situación disgustaba a los estalinistas húngaros, entre ellos su máximo dirigente János Kádár que se dirige a Moscú para negociar. La cúpula soviética que no podía aceptar las decisiones tomadas en Budapest da su máximo apoyo a János Kádár que asume el poder el 4 de noviembre, con la fuerza del ejército soviético que lanza un masivo ataque contra Budapest. La lucha heroica de la resistencia contra los carros de combate enviados por Moscú duro tres días con miles de víctimas. La revolución húngara como la rusa del año 1905 había sido derrotada.

Como siempre en la obra de Shostakovich se esconde una oculta interpretación. No se trata solamente de una obra apoteósica, relatando la primera revolución comunista. Poco antes de escribir esta obra, como se ha comentado en los anteriores párrafos, Nikita Kruschev, reafirmaba brutalmente el poder soviético sobre el intento de democracia popular que había aparecido en Hungría. Irina, la viuda de Shostakovich relata que su marido tenía en mente la masacre de Budapest en 1956 mientras componía esta obra. Por todo ello la obra trasciende los límites de la historia contada, convirtiéndose en un lienzo más abstracto, donde refleja la brutalidad de las dictaduras y el esfuerzo del pueblo para liberarse de los tiranos.

Terminamos citando las palabras que Boris Schwarz escribe sobre esta obra. La undécima sinfonía de Shostakovich es mas una reflexión sobre un tema que la descripción de un tema.

En 1958 Shostakovich compone una opereta en tres actos titulada “Moscú, Cheryomushki” Op.105. Escrita en la época llamada de deshielo del tiempo de Kruschev, una breve época de alrededor media docena de años, en que las artes aparentemente gozaban de una mayor libertad donde se podía realizar una limitada crítica política. Pronto terminaría al ser destituido Kruschev ocupando su puesto Breznev.

La obra trata de los problemas de la vida cuotidiana en la capital. El tema tratado se basa en la campaña iniciada por Kruschev para vaciar los barrios sobre poblados y decrépitos del centro de Moscú y enviar a su población a las nuevas zonas residenciales construidas en el extrarradio. Cheryomushki es realmente uno de ellos, una zona donde construyeron enormes bloques de pisos. La trama de la comedia musical se basa en la corrupción ejercida durante el reparto de llaves. Como es natural los malos son desenmascarados terminando felizmente la obra, todo ello teñido por la ironía tan peculiar en el estilo de Shostakovich.

Se estrenó el 24 de enero de 1959 en el Teatro de Opereta de Moscú. Mas tarde se realizó una versión filmada de la misma, añadiendo nuevas partes musicales que se estrenó en 1962, un éxito que se repitió numerosos años a través de la televisión.

El “Concierto Nº 1 en mi bemol mayor para violoncello y orquesta” Op.107 fue escrito durante el verano de 1959 para Mstislav Rostropovich. Lo estrenó el 4 de octubre de 1959 con la Orquesta Filarmónica de Leningrado dirigida por Evgeny Mravinsky. En su primer movimiento contiene una variante de su personal tema DSCH comentado anteriormente en su décima sinfonía.

En 1960 compone su “Cuarteto de cuerda Nº 7 en fa sostenido menor” Op.108, el mas corto de toda su producción. Está dedicado a la memoria de la primera esposa del compositor, Nina, fallecida en 1954. Se trata de una obra eminentemente rítmica.

La “Sinfonía de cámara en do menor”  Op.110a es una orquestación del “Cuarteto Nº 8 en do menor” Op.110 realizada por su amigo Rudolf Barshai. Shostakovich escribió el cuarteto en el mes de julio de 1960, durante una visita a Dresde, devastada por los bombardeos británicos y americanos a petición de Rusia.  Los soviéticos lo habían enviado a la República Democrática Alemana para que pusiera música al film “Cinco días, cinco noches”. El cuarteto llevaba el subtítulo “A la memoria de las víctimas del fascimo”, algo que sin duda complació a las autoridades soviéticas. Su hijo Maxim lo interpretó como un homenaje a todas las víctimas del totalitarismo.

La versión para orquesta de cuerda es una de las primeras realizadas por Barshai bajo la dirección del compositor y con su completa aprobación, lo cual garantiza su integridad artística. La obra se divide en cinco movimientos que se interpretan sin interrupción.

El primer movimiento, largo, empieza en forma canónica presentando el famoso tema familiar de Shostakovich, DSCH, en los bajos. Continúa con una cita en modo muy lento del principio de la primera sinfonía. Luego aparece una escala descendente y un tema relacionado con su quinta sinfonía. Los temas parcialmente son recapitulados en orden inverso, enlazando sin pausa con la parte siguiente.

El segundo movimiento, allegro molto, empieza con un violento tema combinado con las notas DSCH. El segundo tema es una Danza de la muerte que proviene de su Trío para piano. Se trata de una melodía fácilmente reconocible de origen judío. Se escucha nuevamente el tema DSCH. Estos elementos se desarrollan en forma de una abreviada forma sonata.

El tercer movimiento, allegretto, empieza con el tema DSCH en los violines seguido por un siniestro vals, también de origen judío. El segundo tema es otro grotesco vals. El ritmo cambia de ternario a binario, apareciendo una referencia a su Concierto para violoncello. El material es recapitulado sin el tema del concierto, que es sustituido por una amplia frase de los violines.

El cuarto movimiento, largo, empieza con salvajes acordes como si se trataran de disparos. Luego aparece el tema aumentado de su Concierto para violoncello, seguido por la canción Atormentado por una lastimosa cautividad. El tercer tema pertenece a su ópera Lady Macbeth. El tema del Concierto para violoncello se escucha nuevamente en una corta recapitulación, junto con los salvajes acordes y el famoso tema DSCH.

El último movimiento, largo, consiste en una fuga lenta que toma el tema  DSCH del principio de la sinfonía, en forma de una profunda reflexión con amargos rasgos. Esto nos conduce a un desolador final sin que aparezcan señales de redención. La música termina apagándose lentamente.

Como siempre la música de Shostakovich tiene sus dos interpretaciones. En la oficial describe la ciudad de Dresde devastada por la guerra. Los salvajes acordes del cuarto movimiento dijo que eran las bombas que caían sobre Dresde, terminando la obra con una visión apocalíptica de la destruida ciudad.

Pero la versión oculta nos parece mucho más real. El tema DSCH, que representa como hemos visto anteriormente al propio compositor, nos dice claramente que se trata de una confesión personal. Durante la época en que escribe el cuarteto confesó a sus amigos íntimos que había pensado en suicidarse. Quería escribir esta obra como una explicación a su trágica acción. Pensemos en dos hechos traumáticos que le habían ocurrido recientemente. El diagnóstico de una poliomielitis y especialmente su obligación de alistarse al partido comunista en 1960. Su hijo Maxim cuenta que su padre lloró cuando fue obligado a afiliarse al partido, como una derrota en su batalla contra el régimen. Debido a ello el compositor fue obligado a escribir en el periódico oficial Pravda, una serie de artículos condenando a la música burguesa occidental.

A lo largo de la obra realiza una serie de citas de temas que ha escrito en las diversas etapas de su vida, empezando por la de su primera sinfonía escrita a los 19 años. En el segundo movimiento la cita de la danza judía de la muerte representa que los dirigentes comunistas lo enviaban a la muerte, al forzarlo a inscribirse como miembro del Partido Comunista. En el tercer movimiento su nueva cita de música judía señala el antisemitismo soviético, que como le ocurría a él mismo sin serlo, se sentían perseguidos. Las autoridades soviéticas le habían obligado a rehabilitarse escribiendo obras como el citado concierto.

Los acordes salvajes del cuarto movimiento se pueden interpretar como los tres golpes dados en la puerta de su casa por los escuadrones de la muerte estalinistas. Desde la condena de su ópera, también citada en el cuarteto, siempre estaba espantado, durmiendo con una maleta al lado de su cama, en espera de las terroríficas llamadas.

La cita de la canción rusa Atormentado por una lastimosa cautividad, que es una canción fúnebre, nos muestra su dolor por la falta de libertad. También puede interpretarse como la contemplación de su propio funeral. En el último movimiento se reafirma en sus personales pensamientos, sin encontrar ninguna esperanza de un feliz desenlace. Solo la muerte podía terminar con aquella pesadilla. El cuarteto se interpretó en 1975 durante el funeral del compositor.

Como se ha comentado, el motivo del viaje de Shostakovich a Alemania, era producir la banda sonora del film “Cinco días, cinco noches” Op.111. Se trata de la primera co-producción germano oriental - soviética. Es un mediocre film sobre la salvación y restauración por las tropas soviéticas de los cuadros de la Galería de Dresde, arrasada por los bombardeos. Por suerte las obras de arte se mantuvieron ocultas en diversos sitios protegidos. Shostakovich realiza una música que es más importante que la obra para la cual estaba destinada. Su música se convierte en un himno a la cultura y a los valores morales de la humanidad y en un lamento por su permanente compromiso con los poderes de los bárbaros. En la parte dedicada a la liberación de Dresde utiliza el conocido tema de la novena sinfonía de Beethoven.

La “Sinfonía Nº 12 en re menor”  Op.112 (El año 1917) fue terminada en el mes de agosto de 1961. La obra está dedicada a la memoria de Vladimir Lenin. Escribe esta obra después de superar la grave crisis interna que casi le lleva al suicidio. Su primera idea es realizar una obra satírica contra Lenin. Un amigo íntimo Lev Lebedinski le aconseja que no lo haga, pues además de ser demasiado peligroso nadie lo entendería. Shostakovich le contestó con una de sus frases preferidas: quien tenga oídos para escuchar...

Empieza a componer la obra como una gran sátira del comunismo, usando textos poéticos, pero finalmente recapacita viendo los peligros que aquello podría representar, escribe una nueva versión menos comprometida. La sinfonía se estrenó el 1 de octubre de 1961 en Leningrado con su Orquesta Filarmónica dirigida por Yevgeny Mravinsky, siendo como es natural bien recibida, tanto por los políticos que la veían como una obra de una persona adicta al régimen, como por el público que podía comprender fácilmente la obra.

Está basada en la vida de Lenin, relacionándolo con los hechos ocurridos en el año 1917. Así el primer movimiento está dedicado a su juventud, el segundo lo presenta como el líder de la Revolución de Octubre, el tercero conmemora su muerte y finalmente el último presenta su triunfo y la vida después de Lenin.

Cuando se estrenó durante el Festival de Edimburgo del año 1962, la crítica occidental la criticó al ser considerada como pura propaganda comunista. Después de la muerte del compositor, occidente redescubrió a Shostakovich como un gran compositor que tuvo el coraje de enfrentarse desde dentro al régimen, mediante su satírico humor.

El primer movimiento, allegro moderato, lleva el subtítulo Petrogrado revolucionario. El primer tema es presentado por los bajos de la cuerda, en forma de una amplia melodía trágica, característica clásica de Rusia, que en su repetición llega hasta un crescendo desvaneciéndose abruptamente. Una sección de desarrollo está dominada por repetidas frases de dos notas. Aparece un segundo tema formado por tres notas también en los bajos de las cuerdas. Se desarrolla hasta llegar a un potente climax dominado en su parte final por unos acordes de dos notas.

El segundo tema representa al pueblo y los acordes de dos notas al propio Lenin. Shostakovich realiza de este modo su presentación. Este es el pueblo y éste es Lenin. Una en forma canónica en la cuerda. Escuchamos unas citas de la parte final de su onceava sinfonía, el coral Enfureceros, tiranos y la canción polaca La Marcha de Varsovia. Esto nos lleva hasta un poderoso climax con el tema de dos notas representando a Lenin. Termina con una recapitulación en la que aparece un tema ondulante proveniente de Lady Macbeth. En la coda los metales tocan el tema de Lenin, mientras la cuerda termina con las tres notas suplicantes que representan al pueblo.

El segundo movimiento, adagio, lleva el subtítulo Razliv. Se trata de un barrio en las afueras de San Petersburgo, donde se había retirado Lenin para planificar la revolución de Octubre. Un nuevo tema es presentado meditativamente por la trompa. Los violines empiezan una triste contemplación que se desarrolla en forma de elegía, presintiendo los trágicos acontecimientos. Una luz se abre paso en la oscuridad cuando la inspiración le llega a Lenin. El tema pasa del fagot al clarinete. Aparece una cita de la Marcha Fúnebre por las víctimas de la Revolución. Un solo de trombón representa los planes de Lenin, es el llamado tema de la inspiración. El tema de la elegía de su undécima sinfonía su sobrepone al de las tres notas representando al pueblo, sobre un profundo redoble del bombo.

El tercer movimiento, allegro, lleva el subtítulo Aurora. Es el nombre del barco que marcó el inicio de la revolución con sus disparos. Los timbales con las cuerdas en pizzicato presentan una variante del anterior tema de la inspiración. El plan de Lenin va a convertirse en realidad. La atmósfera se hace mas tensa hasta llegar a un glorioso crescendo con el tema representando al pueblo como el verdadero protagonista y víctima al mismo tiempo. El buque Aurora envía su primera salva contra el Palacio de Invierno. La batalla es breve, dominada por el sonido violento de la percusión y el metal. El tema de la inspiración reaparece en todo su esplendor.

El último movimiento, allegro, lleva el subtítulo, el alba de la humanidad. Las trompas interpretan de modo jubiloso el tema de la Marcha Fúnebre por las víctimas de la Revolución. El segundo tema es presentado por los violines, un motivo oscilante que se transforma en una especie de danza callejera, especialmente durante su desarrollo en el que aparece el tema de Lenin. La música toma un aire más marcial llevando a una confrontación de los temas del pueblo y el de Lenin. En la parte final los temas del pueblo y el de la marcha fúnebre de las víctimas se repiten de forma festiva, lo cual nos lleva hasta la victoriosa coda, con insistentes repeticiones del tema de tres notas por los metales, señalando al pueblo como el único y verdadero héroe.

La sátira presentada por Shostakovich llega hasta la elección de una marcha fúnebre como el tema triunfal de la victoria de Lenin. Un triunfo convertido en muerte. Con esta obra se burla de manera velada, no podía hacerlo de otra forma, de los principios sagrados sobre los que se apoyaban sus enemigos. Por suerte no acertaron a descubrirlo en su momento.

La “Sinfonía Nº 13 en si bemol menor”  Op.113 (Babi Yar) fue compuesta en 1962 sobre textos del poeta ucraniano Yevgeny Yevtushenko. La lectura de su poema Babi Yar, un ataque al antisemitismo, movió al compositor a escribir un oratorio en defensa de las minorías de los pueblos oprimidos, siendo los judíos su ejemplo más representativo. Una sugestión del propio poeta  convirtió la obra en una forma más extensa, añadiendo cuatro poemas, uno de ellos, Miedos, escrito expresamente para ello.

Se trata de una obra intermedia entre el oratorio y la sinfonía, en cinco movimientos, para bajo solista, coro masculino de bajos y orquesta. Se estrenó en Moscú el 18 de diciembre de 1962 dirigida por Kyril Kondrashin. Los textos empleados no fueron bien acogidos por la crítica política moscovita. Los estalinistas se manifestaron para prohibir su interpretación pero el gobierno no prohibió el acto vista la reputación internacional tanto del poeta como del compositor. La obra se repitió en dos ocasiones hasta que los censores de la época de Brezhnev la prohibieron. El estreno fuera de la URSS tuvo lugar en Philadelphia en 1970, en una interpretación de la Philadelphia Orchestra dirigida por Eugene Ormandy, presentándola como la obra prohibida por los soviéticos.

La sinfonía está orquestada para madera por triplicado, el metal normal, una percusión aumentada incluyendo pandereta, triángulo, bloques de madera, castañuelas, campanas, piano, dos arpas, la cuerda con un mínimo de 64 instrumentistas, un bajo solista y un coro masculino formado como mínimo por cuarenta voces bajas.

Yevgeny Yevtushenko, nacido el 18 de julio de 1933 en Irkutsk de una familia de emigrados ucranianos escribe en 1961 el poema Babi Yar, en el que ataca la indeferencia soviética ante la masacre de judíos cerca de Kiev en el mes de septiembre de 1941. Entre 1963 y 1965 le fue prohibido viajar fuera de la Unión Soviética por sus poemas considerados políticamente incorrectos. En el año 1970 estuvo asociado con el escritor disidente Alexander Solzhenitsyn. Actualmente trabaja como profesor de poesía en la Universidad de Tulsa en Oklahoma y en el Queens College of the City University of New York.

Para apreciar el talante del poeta, reproducimos una anécdota ocurrida durante un viaje a la selva amazónica. El poeta se encontraba una noche en Leticia (Colombia) en la ribera del Amazonas, cuando observó un incendio al otro lado del río. Entonces intentó convencer a sus hosteleros colombianos para ayudar a sofocar el fuego. Ellos se encogieron de hombros replicándole, No importa, es del lado peruano. El poeta ruso escribe entonces este pequeño poema en castellano:

No hay lado colombiano

No hay lado peruano

Solo hay lado humano

Después de esta pequeña historia que nos sirve, como pide el poeta, para humanizar la obra, continuamos con el verdadero tema en que se basa fundamentalmente la sinfonía de Shostakovich. Babi Yar es el nombre de un barranco situado cerca de la capital de Ucrania, Kiev. En la mañana del 28 de septiembre de 1941 los invasores nazis que habían ocupado Kiev reunieron a los judíos de la ciudad cerca del cementerio donde esperaban ser deportados. Pero los alemanes decidieron eliminarlos. Las ametralladoras abrieron fuego sobre la masa indefensa de hombres, mujeres y niños. Los cadáveres fueron arrojados al vecino barranco de Babi Yar. Mas de 33000 judíos fueron masacrados en pocas horas, convirtiéndose en una de las escenas más duras del holocausto. Luego en el mismo sitio fueron fusiladas mas de 60000 personas, incluyendo a gitanos y miembros del partido comunista. Lo más doloroso para los soviéticos fue la participación en la masacre de colaboradores ucranianos junto a los miembros de las SS.

El primer movimiento, adagio, lleva el título Babi Yar. Empieza con una breve introducción orquestal. Presenta una sombría melodía en los registros graves de la orquesta, junto a lúgubres intermitentes tañidos de una campana, que está influenciada por la música de Mussorgsky, del cual Shostakovich había orquestado las Canciones y Danzas de la Muerte. El coro de bajos nos dice que en Babi Yar no existe ningún monumento recordando la tragedia, mediante un tema melancólico parecido a una triste canción folclórica rusa. El bajo solista empieza un trágico recitativo realizando una histórica regresión, identificándose con todos los perseguidos, desde los judíos, a Jesucristo en la cruz, a Dreyfus. La tensión aumenta cuando recuerda el brutal asesinato de un muchacho en Bielostok por rusos borrachos, siendo comentado por el coro. El coro canta con rabia la frase,

¡Golpea a los judíos, salva a Rusia!

Retorna el tema del principio como un lamento por el antisemitismo ruso, que es tomado por las palabras del bajo. Recuerda que la culpa no hay que buscarla en el noble pueblo ruso sino en los infames que lo gobiernan, que orgullosamente proclaman, la unión del pueblo ruso como canta el coro.

La música presenta un tema más enérgico como para remarcar la última frase del coro. Sigue el bajo con un emocionado recuerdo del drama de la niña Ana Frank. Traducimos unas frases cantadas por el solista que nos producen una intensa emoción.

Las hojas, prohibido.

El cielo, prohibido.

Pero abrazarnos, en silencio,

Eso nos está todavía permitido.

La parte final del relato está interrumpida por frases del coro anunciando la llegada de los nazis. Son los golpes en la puerta, que el propio compositor había temido tanto. Un fuerte climax orquestal nos describe la tragedia, el asesinato de tantas víctimas inocentes. Esto nos lleva al canto fúnebre final, en forma de recapitulación, iniciada por el coro con su primer tema. Luego el bajo se identifica con cada persona mayor, con cada niño muerto en Babi Yar. Las últimas frases cantadas por el solista identifican al propio compositor,

No tengo sangre judía en las venas.

Pero me odian todos los antisemitas.

Con un odio feroz endurecido

Así me odian, como si fuera judío.

Termina uniéndosele el coro con la siguiente frase,

¡Por esta razón, soy un verdadero ruso!

La coda final realza con fuerza la contundente frase, mediante potentes acordes del tutti orquestal, terminando con una nota desafiante. En el año 1974, bajo el gobierno de Brezhnev, se colocó una escultura de bronce como mudo testimonio de la masacre.

Añadiré una personal vivencia en relación con esta parte de la sinfonía. En una de mis escapadas al entonces paraíso de Andorra, conseguí la primera versión grabada de la sinfonía, la de Eugeme Ormandy de 1970, un microsurco de la RCA, importado de Alemania, cuya carpeta decía Schallplatten-Uraufführung des in Rußland verbotenen, sensationellen Protest-Werkes, o sea primera grabación discográfica de la sensacional obra de protesta, prohibida en Rusia. Interesado por el poema que lleva el nombre de la obra realicé su traducción al castellano a partir de su versión alemana. Me impresionaron mucho las palabras de la historia de Ana Frank las cuales se han presentado anteriormente.

Pero lo curioso de la historia es que ahora, mas de 35 años después de mi descubrimiento, navegando por la red encuentro unos comentarios escritos en un blog, o sea una de estas páginas de Internet donde la gente puede poner sus propios comentarios, un escrito de un muchacho chileno que comenta los mismos versos del poema Babi Yar, resaltando las mismas frases que me habían emocionado tanto en mi juventud. Con estos párrafos solo intento demostrar que la calidad de una obra es imperecedera y que la juventud de nuestros días la puede apreciar del mismo modo que lo hicimos nosotros en una anterior generación.

El segundo movimiento, allegretto, lleva el título Yumor, que significa humor. Representa el scherzo de la sinfonía tomando el texto de otro de los poemas que lleva el mismo título. La atmósfera musical ha cambiado totalmente respecto al anterior movimiento. Una breve introducción musical nos lo demuestra con su música alegre, con cierto grado de ironía y de burla. El bajo recita un texto expresando que los grandes soberanos lo poseen todo, pero el humor no lo pueden tener. El coro subraya las frases del bajo. Luego intercambia una serie de frases con el coro en un tono más festivo,

Querían comprar el humor.

¡Pero es algo que por dinero no se puede conseguir!

Querían asesinar al humor.

¡Pero se les rió en sus narices!

Un solo de violín acompañado por la orquesta acompaña el final de las frases como una burla. Diversas frases entre el solista y el coro nos dicen que cuando intentan matar al humor vuelve a resucitar con mas fuerza todavía. La danza del scherzo aparece triunfante después de las palabras.

Continúa con la parte correspondiente al trio, con un aire más dramático, al presentar el humor político. La repetición de la danza nos lleva nuevamente al scherzo.  Solista y coro nos cuentan que al humor lo quisieron poner entre rejas, pero no se puede atrapar. Es inmortal, es astuto y listo. En la coda el solista y luego junto con el coro nos presentan las últimas frases como conclusión,

El humor avanzará a través de todo y de todos.

Así demos toda la gloria al humor.

Es un ser noble.

El tercer movimiento, adagio, lleva el título V Magazine, en la tienda. Se trata de un elogio a la sufrida mujer rusa. Empieza con una introducción dramática, mediante los violoncelos y contrabajos. La instrumentación es en su mayor parte bastante ligera. El poderoso tema lento pasa luego a las violas. Sugiere el lento movimiento de las mujeres haciendo cola delante de las tiendas. El bajo empieza un diálogo con el coro. Luego el coro repite las últimas frases cantadas por el bajo. Nos cuentan el sufrimiento de las mujeres haciendo largas colas, los golpes de la percusión representan sus pasos. Con el dinero que tanto les ha costado ganar compran géneros que han sido manipulados, para aumentar el capital de unos cuantos desaprensivos, que mezclan el cemento con la harina. La pobre mujer rusa tiene que seguir soportando sus engaños.

En la parte final la orquesta llega a un fuerte climax, realzando las palabras del solista y el coro, cuando declaran las inmorales acciones de los especuladores,

Es vergonzoso engañarlas,

Es una perversión hacer trampas en el peso de sus mercancías.

Un breve comentario del bajo nos lleva a la coda, que enlaza con el siguiente movimiento formando como una segunda parte lenta de la sinfonía.

El cuarto movimiento, largo, se titula Strachi, miedos. Un solo de la tuba añade sus profundos tonos a los de los violoncelos y contrabajos, junto con los apagados toques del gong, construyendo una represiva atmósfera que da paso a los bajos del coro. En una forma monótona nos dicen que el terror está muriendo en Rusia. Como fantasmas de tiempos pasados. El bajo solista nos recuerda el omnipresente y siniestro terror que nos gobernaba. Los informes secretos, el miedo a una anónima denuncia, los toques a la puerta de la policía secreta. Todo ahora ha quedado distante.

Una breve marcha es cantada por el coro declarando que se han soportado valientemente todas las penas físicas. Las violas en remolinos nos conducen hasta la verdadera situación. El bajo solista nos dice que nuevos miedos están apareciendo en el siguiente párrafo, que alcanza su climax,

Veo aparecer nuevos miedos,

el miedo a ser insincero con la patria,

el miedo de deshonrarse con falsas ideas

que son realmente verdades.

El miedo a sobrevalorarse en exceso,

el miedo de repetir las palabras de alguien,

el miedo de deshonrar a los demás con sospechas,

Y creerse su propia verdad excesivamente.

El sonido de la campana nos conduce a la parte final, recapitulando el represivo principio del movimiento. El coro repite la frase diciendo que los miedos están muriendo en Rusia, siguiendo con los comentarios del bajo que reproducimos a continuación,

Mientras escribo estas líneas,

a veces inconscientemente precipitado,

las escribo con el único miedo,

de que no sea lo último que haga.

Un breve comentario orquestal sigue a estas palabras, terminando con amargura el movimiento que enlaza sin interrupción mediante una nota sostenida con el siguiente.

El último movimiento, allegretto, lleva por título Kariera, carrera profesional. Las dos flautas presentan su tema principal. Pronto se les une el oboe y otras maderas. Luego el tema pasa a la cuerda. Un solo del fagot da paso al bajo solista. Realiza una alabanza a la carrera profesional de Galileo, que se quedó solo defendiendo su verdad, mientras sus contemporáneos, aun sabiendo que decía la verdad, lo traicionaron por miedo a perder lo que poseían. El coro va subrayando las frases cantadas por el solista. Continúa con un intermedio orquestal presentando un nuevo tema mediante el pizzicato de la cuerda.

El coro reaparece diciendo que Galileo fue un verdadero profesional, igual que Shakespeare, Pasteur, Newton o Tolstoi. El bajo canta la siguiente estrofa, repitiendo el coro la última frase.

Están olvidados, aquellos que los maldicieron.

Pero son recordados aquellos que fueron maldecidos.

La orquesta interviene en un nuevo intermedio. El sonido de la campana nos conduce a la parte final con las frases siguientes cantadas solemnemente por el bajo,

Todos aquellos que han alcanzado la estratosfera,

Los médicos, que murieron de cólera,

¡Ellos fueron los únicos que hicieron una carrera profesional!

De sus carreras tomo el ejemplo.

La última frase es cantada junto con el coro. Finalmente el bajo presenta las últimas frases, como meditada conclusión, con un estilo de música religiosa.

Creo en su sagrada fe.

Su fe es mi hombría.

¡Hago mi propia carrera

aunque soy conciente de que no trabajo en ello!

La sinfonía termina con una recapitulación orquestal del material del principio del movimiento, mediante solos del violín y la viola acompañados por la cuerda. La celesta junto con las campanas y el arpa ponen el punto final sobre un acorde continuo de la cuerda.

Después del análisis detallado de la obra nos damos cuenta de que no podía ser vista con buenos ojos por la clase política. Es una feroz crítica del sistema presentando sus grandes defectos. El antisemitismo, el estraperlo permitido para ciertos adictos al partido, el antiguo miedo que se ha transformado en otra variante más sutil, pero no por ello menos peligrosa y finalmente la falta de reconocimiento a grandes personas mientras eran alabados vanos personajes y trabajos triviales.

Se trata de una obra amarga, con una música que casi siempre nos muestra una atmósfera sombría y pesimista. En ella se reflejan los mismos sentimientos que recorrían el alma del compositor, sus miedos, la falta de reconocimiento de sus obras más importantes. Muchas de las frases del poeta eran aplicables al propio Shostakovich.

La muerte de su primera mujer en 1954 parece que empujó a Shostakovich a la realización de una nueva versión de su prohibida ópera “Lady Macbeth”. Stalin había muerto pero cuando presentó la obra a la censura en 1956 con el nuevo título de “Katerina Izmailova” fue nuevamente rechazada. Realizó nuevos cambios y en 1962 se pudo representar finalmente, mediante una versión mas suavizada como “Katerina Izmailova” Op.114. Muchas compañías de ópera prefieren actualmente representar la primera versión de la misma, por poseer una mayor fuerza dramática y más espontaneidad que la revisada, influenciada por la férrea censura soviética. Una suite orquestal de fragmentos de la ópera fue realizada en 1963 por el propio compositor.

Shostakovich se casa por tercera vez en el verano de 1962, con Irina Supinskaya, hija de un disidente que había muerto durante las purgas estalinistas. El compositor la había conocido en 1958, cuando había publicado su opereta “Moscú, Cheryomushki”. La muchacha que entonces tenía 23 años, trabajaba como editor literario para la casa que realizó la publicación. Tenía casi 30 años menos que el compositor, pero la apreciaba por su inteligencia, buen gusto y atractivo físico. Este nuevo matrimonio llevó algo de orden a la tormentosa vida de Shostakovich. La nueva esposa fue bien aceptada por su familia y el compositor pudo volver a dedicarse tranquilamente a su trabajo. A partir de entonces tuvo a su lado a una persona que se ocuparía de él durante los últimos quince años de su vida, cuidándolo durante su larga enfermedad.

El régimen de Kruschev había sido más permisivo con las obras de Shostakovich, especialmente después de eliminar a los estalinistas residuales, pero sus problemas de carácter internacional lo llevarían a su destitución. Su último gran error fue la provocación conocida como la crisis de los mísiles en Cuba. La retirada de estos debido a la firme actitud de Kennedy fue uno de los factores que explican su destitución por el Comité Central del PCUS en 1964. La subida al poder del gobierno presidido por Brezhnev y Kosigin provocó una mayor represión que como se ha visto prohibieron la interpretación de la última sinfonía de Shostakovich.

El Kirgistán es un país situado en el Asia Central fronterizo con la China. En el año 1863 fue incorporado al Imperio Ruso. Para celebrar el centenario de este hecho Shostakovich escribe en 1963 la “Obertura sobre temas populares rusos y kirgueses” Op.115. Una obra de circunstancias escrita en su estilo ligero popular realizada para contentar al régimen. La República del Kirgistán se declaró independiente de la URSS el 31 de agosto de 1991.

En 1964 realiza la banda sonora para el film de Grigori Kozintsev “Hamlet” Op.116 sobre la obra de Shakespeare. Recordemos que en su juventud había realizado una música de escena para una representación vanguardista de la misma. Pero se trataba de otros tiempos con mayor libertad. En su nueva realización emplea alguno de los temas de su anterior sinfonía. Estaba tan satisfecho con su obra que planeó realizar un poema sinfónico del mismo nombre. Pero su trabajo componiendo su siguiente cuarteto de cuerdas se lo impidió.  Su amigo Lev Atovmian realizó una suite de ocho movimientos sobre la música de la banda sonora.

El “Cuarteto de cuerda Nº  9 en mi bemol mayor” Op.117 fue compuesto entre el 2 y el 28 de mayo de 1964, estando dedicado a su tercera esposa Irina. Recordemos que cuando murió su primera mujer se volvió a casar, pero esta relación fue un fracaso que terminó con su divorcio. Lo mismo ocurrió con la primera versión de este cuarteto escrita en 1961, que terminó siendo también destruida como su matrimonio. Ahora había recobrado la confianza escribiendo algo totalmente diferente. En su último movimiento aparece nuevamente su tema personal DSCH.

La “Sinfonía para cuerdas en la bemol mayor”  Op.118a es una orquestación del “Cuarteto de cuerdas Nº 10 en la bemol mayor” Op.118 realizada por Rudolf Barshai. El cuarteto fue compuesto en un periodo de diez días en el mes de julio de 1964 y dedicado al compositor Mosei Weinberg, que se había refugiado en la Unión Soviética desde su nativa Varsovia en 1939. Se estrenó en el Conservatorio de Moscú en el mes de noviembre, interpretado por el Cuarteto Beethoven.

El primer movimiento, andante, muestra un sentimiento de relajación y paz interior. Construido en forma de un amplio preludio, no posee un desarrollo propiamente dicho. Los violines presentan su tema principal, acompañados pronto por el resto de la cuerda, proporcionando una cálida figura rítmica, muy cromática con el uso de las doce notas de la octava. El segundo tema es presentado por los violoncelos conduciendo a una situación más dramática. Finalmente retorna el primer tema terminando placidamente.

El segundo movimiento, allegretto furioso, presenta un motivo rítmico insistente en una angustiosa atmósfera. La mezcla de tonalidades produce un ambiente dramático obsesivo en su segundo tema. No presenta ningún motivo lento contrastante. El tema inicial regresa con idéntica fuerza expresiva insistente, terminando deteniéndose bruscamente.

El tercer movimiento, adagio, consiste en una sentida passacaglia en la forma de tema y ocho variaciones. Los violoncelos presentan un amplio tema irregular. Las variaciones nos ofrecen distintas versiones del mismo, conservando siempre su atmósfera íntima. Una tranquila coda cierra el movimiento. Enlaza sin pausa con el siguiente mediante una nota sostenida.

El último movimiento, allegretto, está escrito en forma de rondó. Presenta un primer tema rítmico, un áspero motivo en las violas. El segundo tema también es presentado mediante las violas, un tema amplio más lírico con ciertas raíces orientales. Luego retorna el primer tema, apareciendo un nuevo tema algo más dramático, que nos lleva a un desarrollo de los mismos. La música llega hasta su climax antes de reaparecer el tema de la passacaglia acompañado por el ritmo del tema principal. Se produce luego un retorno de temas pertenecientes al primer movimiento. Mediante un acorde sostenido la música desaparece.

“La ejecución de Stepan Razin” Op.119 es una cantata para barítono, coro mixto y orquesta escrita en 1964. Se trata de una nueva colaboración con el poeta Yevgeny Yevtushenko, una nueva denuncia contra la opresión realizada por el poder público, expresada en la forma de un relato histórico sobre la ejecución de uno de los primeros luchadores contra la dictadura zarista.

El “Cuarteto Nº 11 en fa menor” Op.122 fue terminado en el mes de marzo de 1966, dedicado a la memoria de Vasily Shirinsky, uno de los miembros fundadores del Cuarteto Beethoven que falleció en 1965. Lo estrenaron en el mes de mayo en Leningrado. Dividido en siete movimientos de los cuales el sexto es una dolorosa marcha fúnebre.

En esta época la salud de Shostakovich se deterioró notablemente siendo diagnosticado de poliomielitis. En el mes de mayo de 1966 sufre una grave crisis cardiaca que lo coloca a las puertas de la muerte. Superado el peligro inicia una lenta recuperación  que no será nunca completa.

Su música sufre un proceso de interiorización todavía más acusado en los últimos años. Escribe con un mayor pesimismo pero con resignación y conservando la ironía. Emplea las técnicas del dodecafonismo pero siempre desde el interior de la tonalidad.

En 1967 compone su “Segundo concierto para violoncello” Op.125, dedicado a Mstislav Rostropovich, empleando una orquestación muy sobria. En relación con sus sinfonías podemos observar la construcción de la coda final, que más tarde empleará también en el final de su última sinfonía. Son los llamados ruidos acompasados, una especie de música de las esferas que también habíamos observado en el final de su cuarta sinfonía. La percusión origina una serie de sonidos sobre un acorde sostenido de la cuerda.

Durante su estancia en el hospital recuperándose de su crisis cardiaca, había leído una serie de poemas de Blok. En 1967 escribe las “Siete Romanzas sobre versos de Alexander Blok” Op.127, una obra destinada a Rostropovich, para que pudiera ser cantada por su esposa Galina Visnevskaya con su acompañamiento. La obra está compuesta para soprano y trio con piano.

El compositor Venyamin Basner cuenta que durante una de sus visitas a Shostakovich, efectuada poco después de terminar sus canciones, le confesó que a causa de su enfermedad había sufrido un bloqueo creativo. Entonces le dijo que la manera que había encontrado para superar esta crisis era mediante una botella de brandy que su mujer Irina había olvidado esconder.

Durante una estancia en la casa de descanso para compositores de Repino en Carelia, durante la primavera de 1967 escribe su “Segundo Concierto para violín en do sostenido menor” Op.129. Una obra compuesta para su amigo David Oistrakh, un regalo para su sesenta aniversario. El gran violinista lo estrena el 18 de septiembre de 1967 en Bolshevo, a las afueras de Moscú. Le envió una grabación magnetofónica al compositor que no pudo asistir al estreno.

En el mes de octubre de 1967 se estrena su poema sinfónico “Octubre” Op.131, para celebrar el 50 aniversario de la Revolución. Una pequeña obra de circunstancias en la que emplea diversos temas de anteriores obras.

El “Cuarteto para cuerdas Nº 12 en re bemol mayor” Op.133 escrito en 1968, está dedicado a Dmitry Tsyganov, concertino del Cuarteto Beethoven. Se estrenó en Moscú el 14 de septiembre del mismo año.

La “Sinfonía Nº 14 en sol menor”  Op.135 fue compuesta en 1969. Benjamin Britten se había interesado en la música de Shostakovich desde el año 1936. Durante la visita que este último efectuó a Londres en 1960, en ocasión del estreno de su “Concierto para violoncello”, se encontró con Britten y establecieron una buena amistad que continuó con las visitas de Britten a Rusia. Esto motivó la dedicatoria de su nueva sinfonía a Benjamin Britten.

Esta obra no es una sinfonía en su sentido clásico. Es una colección de poemas que tratan sobre la muerte, al estilo de Mahler pero con las sombras de Mussorgsky. Está orquestada para un reducido conjunto, formado por diez violines, cuatro violas, tres violoncelos, dos contrabajos, con una sección de percusión ampliada con castañuelas, bloques de madera, tam-tam, látigo, campanas, vibráfono, xilófono y celesta. Las canciones son interpretadas por una soprano y un bajo.

Se estrenó en Leningrado el 29 de septiembre de 1969 dirigida por Rudolf Barshai. Utiliza textos de García Lorca, Apollinaire, Rilke y Wilhelm Küchelbecker. En la versión original son cantados en traducciones al ruso. Mas tarde el propio compositor autoriza una versión en alemán. En una tercera versión también aprobada por Shostakovich los textos se cantan en su lengua original excepto la tercera que se realiza en alemán. La primera audición fuera de la Unión Soviética fue realizada durante el Festival de Aldeburgh en 1970, dirigida por Benjamin Britten, que también compuso obras con una estructura parecida.

La obra está dividida en once partes, cada una de ellas dedicada a un poema, con un motivo temático común para todos, la muerte. Los dos primeros pertenecen al poeta español Federico García Lorca (1899-1936). Sin pertenecer a ningún partido político es asesinado por los falangistas a los pocos días de empezar la guerra civil. Era un artista cultivador de un lenguaje moderno, como dirían los fascistas en su concepto ampliado, realizaba un arte degenerado. Por ello se convertía en enemigo de los regímenes autoritarios. Los mismos que interrumpen el discurso del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, con los gritos de "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!".

Los dos poemas empleados por Shostakovich pertenecen a la obra "Poema del cante jondo". Dividido en varios ciclos, el primer poema, De profundis, pertenece al llamado Gráfico de la Petenera. El segundo Malagueña es el primero de los incluidos en Tres Ciudades.

La primera parte de la sinfonía lleva el título del poema, De profundis, siendo cantado por el bajo. Incluimos su texto a continuación. La línea errática de la cuerda sugiere el paisaje desolado del alma. El canto es silábico deteniéndose en una nota al final de las frases.

Los cien enamorados

duermen para siempre

bajo la tierra seca.

Andalucía tiene

largos caminos rojos.

Córdoba, olivos verdes

donde poner cien cruces,

que los recuerden.

Los cien enamorados

duermen para siempre.

La segunda parte lleva el título de Malagueña. Está cantada por la soprano en forma de un impetuoso allegro que expresa los macabros versos.

La muerte

entra y sale

de la taberna.

Pasan caballos negros

y gente siniestra

por los hondos caminos

de la guitarra.

Y hay un olor a sal

y a sangre de hembra,

en los nardos febriles

de la marina.

La muerte

entra y sale

y sale y entra

la muerte

de la taberna.

El uso de las castañuelas en la parte final le da el toque folclórico español, una música que siempre había admirado el compositor ruso.

Los siguientes poemas pertenecen al poeta francés Guillaume Apollinaire (1880-1918). Sus versos se caracterizan por la ausencia de puntuación y las experimentaciones formales con una tipografía de carácter pictórico muy característica suya. En su poesía se encuentran tanto una tendencia modernista seguidora de las nuevas corrientes, como un espíritu tradicional inclinado hacia lo elegíaco y lo popular.

La tercera parte de la sinfonía utiliza su poema Loreley como una dramática evocación. Está inspirado en la obra del poeta romántico alemán Clemens Brentano, Die Loreley, escrita en 1801, realizando su paráfrasis. La relación con Mahler aparece nuevamente, pues Brentano había colaborado en el texto de Des Knaben Wunderhorn. Se trata de una leyenda germánica que ha sido perpetuada por  Heinrich Heine en su poema escrito en 1823, sobre una hermosa mujer que lleva a los hombres a la muerte durante su navegación por el Rhin. La roca de Loreley se encuentra cerca de St. Goarshausen, a unos 120 metros de altura sobre el curso del río, entre Bingen y Koblenz. Es un sector peligroso para la navegación por sus salientes rocosos en aguas poco profundas, donde han perdido la vida muchos marineros desprevenidos. Estos hechos provocaron en las mentes populares la aparición de la leyenda.

El poema escrito por Apollinaire sobre este tema, nos cuenta como los hombres son hechizados por una hermosa bruja. La muchacha es apresada acusada de brujería. Después de ser azotada, es llevada frente al tribunal eclesiástico. Su cabellera rubia cae suelta hasta su cintura, sus ojos verdes lanzan seductores destellos. El obispo impresionado por la preciosa criatura, le pregunta de donde proviene su brujería, pero ella le responde que la deje morir, pues cuando sus ojos se posan sobre los hombres los arrastra a la muerte. Debe ser quemada en la estaca. Pero el obispo no puede condenarla, pues la belleza de la joven rubia lo tiene enloquecido, mientras ella continúa pidiendo que la sacrifiquen por ser una bruja. Su amante la ha dejado y ahora el mundo está vacío para ella. Incapaz de condenar a la hoguera a la fascinante muchacha, el obispo ordena a tres caballeros que la aten y la lleven a un convento. Allí podrá arrepentirse y buscar la paz mediante la oración.

Mientras la conducen hacía el santo lugar, la muchacha les implora que la dejen subir a lo alto de la roca, para ver una vez mas su castillo, para reflejarse en el río. Con sus ojos verdes suplicantes los cautiva y sueltan a la muchacha. En lo alto de la roca su larga cabellera dorada es movida por el viento. Los caballeros la llaman, ¡Loreley, vuelve!. Entonces ve un barco navegando por el Rhin, donde se encuentra su amado que le hace señales para que venga. La Loreley se lanza al río, donde se refleja su belleza. Sus ojos color del Rhin, sus cabellos color del sol.

Está interpretado por las voces de la soprano y el bajo. Empieza con dos secos golpes del látigo, sugiriendo que la muchacha es azotada antes de ser conducida al tribunal. Sus palabras corren frenéticamente sin objetivo, mediante frases cromáticas. Traducimos los primeros versos cantados por la soprano,

En Bacharach había una bruja rubia

Que dejaba morir de amor a todos los hombres de su entorno

Delante de su tribunal la hace conducir el obispo

Antes de juzgarla ya la absuelve a causa de su belleza

 Oh bella Loreley de ojos brillantes como piedras preciosas

De que mago proviene tu brujería

Los dos últimos versos son cantados con rapidez por el bajo, empezando el interrogatorio en forma dialogada. Sonidos de la percusión en forma de campanas acompañan sus intervenciones. La muchacha le dice que sus ojos son llamas y no preciosas piedras. Que arroje al fuego este embrujo, estas llamas. La respuesta del bajo es precipitada,

Me quemo en estas llamas oh bella Loreley

Que otro te condene tu me has embrujado

La soprano cuenta con amargura su triste historia de amor. La cuerda subraya con fuerza sus palabras. Luego continúa con su amargo relato. El bajo canta con energía la sentencia pronunciada por el obispo, ordenando a tres caballeros que sujeten a la bruja y la encierren en un convento. Un interludio musical describe el viaje de los tres hombres llevando atada a la muchacha en la grupa del caballo. La percusión mediante los bloques de madera imita el ruido de los cascos de los caballos, mientras la orquesta interpreta una breve marcha.

El bajo relata la súplica de la muchacha para que la liberen y la dejen subir a la roca. Los rápidos movimientos de los violoncelos sugieren la intensidad de su cautivadora mirada. La soprano expresa su súplica prometiendo que luego los acompañará al convento, donde se encierra a las vírgenes y a las viudas. El xilófono realiza un pequeño comentario, mientras la muchacha sube a la roca. El bajo repite las llamadas de los caballeros pidiendo que descienda. La cuerda agitada da comienzo a la trágica escena final. El sonido repetido de la campana atrae a la muchacha que mira hacia el río. Unos sonidos de campana que representan la llamada de la muerte. Se imagina que su amante la está llamando. Las notas del xilófono añaden su comentario. En la última parte el bajo nos relata el triste final mediante un dramático recitativo.

Entonces se inclina y cae en el Rhin

Por haber visto en el agua a la bella Loreley

Sus ojos color del Rhin sus cabellos color del sol

El violoncello interpreta una melodía cromática para expresar con amargura los últimos sentimientos, enlazando directamente con la siguiente parte.

La cuarta parte lleva por título El Suicida, otro poema de Apollinaire. Tres flores de lis cubren una modesta tumba sin cruz. Regadas solo por la lluvia, mostrando su belleza con el orgullo de un espectro real. Una sale de la herida, la otra del corazón solitario devorado por los gusanos, la tercera de la boca. Las tres flores de lis que reposan sobre la tumba, poseen su belleza maldecida, como la fatalidad que arrastró a la muerte una vida tan corta.

El violoncello solista introduce la voz de la soprano que recita sus versos expresando un sentimiento de una negra tristeza. Las notas se alargan al final de las frases, acompañadas solitariamente por el violoncello. La construcción está realizada en una forma de rondó con las secciones que muestran la herida, el corazón y la boca presentando un motivo mas exaltado. Están separadas por breves interludios musicales, con intervención de notas de la percusión. En el último interludio la cuerda es más expresiva. La campana toca a muerte.

La última parte recapitula la sección inicial, con la soprano cantando los versos que se traducen a continuación.

Sobre mi tumba solitaria se levantan las tres

Totalmente solas totalmente solas y malditas como yo creo

Tres grandes flores de lis Tres grandes flores de lis sobre mi tumba sin cruz

El sonido grave del violoncello y los tañidos de la campana tocando a muerte cierran el movimiento.

La quinta parte lleva por título en el poema original francés, Les Attentives I, que podríamos traducir aproximadamente como Las atenciones. Un nuevo poema de Apollinaire dividido en dos partes siendo esta la primera. Realiza una similitud entre el amor incestuoso y la muerte. Mientras un soldado muere en el frente, su hermana con la que mantiene relaciones incestuosas, desea ponerse hermosa, comparando el amor con la muerte.

El xilófono presenta un tema marcial que parece querer fijar la tonalidad, pero se trata de un tema dodecafónico sin tonalidad fija. Con ello provoca cierta sensación de malestar. La caja marca un ritmo militar acompañando las primeras estrofas cantadas por la soprano, relatando que el pequeño soldado morirá en las trincheras buscando la gloria. Se trata de su hermano que además se ha convertido en su amante. El xilófono cierra el párrafo, seguido por una intervención masiva de la cuerda, pasando luego la soprano a cantar las siguientes estrofas con mayor excitación,

Puesto que debe morir quiero ponerme hermosa

Quiero con mis pechos desnudos alumbrar llamas de deseo

Quiero con mis ojos grandes fundir el estanque helado

Y mis caderas quiero que se conviertan en tumbas

Puesto que debe morir quiero ponerme hermosa

En el incesto y en la muerte estos dos gestos tan bellos

El sonido del xilófono nos separa del siguiente párrafo. La soprano canta una frase citando el mugido de las vacas. La cuerda durante unos compases imita su sonido. Exaltadamente compara la hora del amor con la hora de la muerte. Nuevamente aparece el sonido del xilófono, antes de que la soprano cante las últimas estrofas delicadamente, en forma de recapitulación.

Quien debe morir como mueren las rosas

Es un pequeño soldado mi hermano y mi amante

Los fuertes redobles del tambor militar nos llevan a una breve coda, que cierra con brusquedad el movimiento.

La sexta parte lleva por título en el poema original francés, Les Attentives II, siendo la segunda parte del anterior poema. Está escrita para soprano y bajo, reflejando un sentimiento de amargura. Empieza mediante un acorde sostenido de la cuerda. El bajo con voz apagada interpreta al amante muerto, recordando a la mujer su pérdida en un corto recitativo. La soprano le responde reflexionando sobre su corazón, como nos indican las estrofas finales.

Lo he dado lo he recobrado

Estuvo allí en las trincheras

Está aquí yo me río yo me río

De los bellos amores que la muerte ha destruido

La soprano ríe con amargura acompañada por los sonidos del xilófono, terminando esta breve parte de la obra.

La séptima parte se titula originalmente según el poema de Apollinaire, A la santé, que se podría traducir por, En la cárcel, haciendo alusión a la célebre cárcel de París. Está interpretada por el bajo en un estilo contemplativo. Empieza lentamente con escalas ascendentes y descendentes de los violoncelos y contrabajos. El bajo relata que lo han condenado a la cárcel, sintiendo angustiosamente la soledad. La cuerda realza apasionadamente sus frases. Recuerda con nostalgia a sus amigos, sus canciones, a las muchachas de labios rojos. Continúa con un largo interludio interpretado por la cuerda en pizzicato, interrumpido por golpes de los bloques de madera. Expresa un sentimiento de soledad, pero se trata de una soledad  forzada, como nos dicen los golpes de las maderas.

La cuerda grave presenta un tema muy amargo. El bajo continúa su relato diciendo que se encuentra al contrario de Lázaro, entrando en la tumba, esperando solo la muerte. Aquí no es nadie, solamente un número, encerrado como un oso en un foso. Pide piedad a Dios en exaltadas frases. Solicita que no pierda la razón, cantando con amargura la parte final, introducida mediante un solo de las violas. Se trata de una recapitulación de la primera parte, pero más apagada, como si hubiera perdido toda esperanza. Seguidamente insertamos la traducción de las últimas estrofas.

Apiádate especialmente de mi débil razón

Y de este desespero que la invade

El día termina de modo que quema

Una lámpara en la cárcel

Estamos solos en mi célula

Hermosa claridad querida razón

Notas en pizzicato interpretadas por los bajos de la cuerda cierran tristemente el movimiento.

La octava parte lleva el título Réponse des cosaques zaropogues au Sultan de Constantinople, un nuevo poema de Apollinaire. Se trata de un acontecimiento de la antigua historia de Rusia. Zaporozhye es una región situada al sur de Ucrania. En el siglo XVII este territorio formaba frontera entre la católica Polonia y el Imperio turco. El origen del propio nombre de Ucrania es el de frontera. Los cosacos eran un pueblo libre que vivía de la guerra ofreciéndose como mercenarios. En el año 1675 Polonia estableció una colonia de cosacos en la región de Zaporozhye, a las orillas del Dnieper, para que vigilasen la frontera sur de su territorio. El Sultán de Turquía Mohammed IV envió una arrogante carta a los cosacos para que se rindieran entregando voluntariamente su territorio y cesaran sus ataques. La respuesta de los indomables cosacos no se hizo esperar. Escribieron una carta infamante contra el Sultán. El poeta Apollinaire se imagina como pudo ser, empleando Shostakovich para su música, el texto que traducimos a continuación. Como nota informativa diremos que Podolia, palabra que aparece en el texto, es una región de Ucrania que fue ocupada durante unos años por los otomanos, realizando crueles matanzas.

Estridentes acordes acompañan al bajo en su desafío al Sultán mediante una violenta y grotesca burla. El estilo es declamatorio expresando una furiosa rabia, con pausas al final de las frases, comentadas ciertas veces por la cuerda.

Más criminal que Barrabás

Cornudo como los ángeles del infierno

Allí eres como Belzebuth

Alimentado de inmundicia y de fango

No asistiremos a tus sabbats

Pescado podrido de Salónica

Largo collar de espantosos sueños

De ojos arrancados a golpe de pica

Tu madre hizo un furioso pedo

Y tu naciste de su cólico

Verdugo de Podolia amante

De las heridas de las úlceras de las costras

Morro de cerdo culo de yegua

Guárdate todas tus riquezas

Para pagar tus medicinas

Un epílogo orquestal es realizado mediante superposiciones de notas que cierran este corto pero vivo movimiento, expresando un sentimiento de rebelión.

La novena parte lleva el título O Delvig, Delvig!, siendo la única que pertenece a un poema ruso, escrito por Wilhelm Küchelbeker (1797-1846). Se trata de un amigo íntimo y seguidor de Pushkin. Tomó parte en el levantamiento de 1825 y fue exilado a Siberia. El Barón Anton Antonovich Delvig (1798-1831) también era un miembro del círculo de Pushkin.

La cuerda presenta un tema amplio de carácter contemplativo, dando entrada al bajo que se pregunta cual es la recompensa que puede esperar un artista, en un mundo dominado por los villanos y los locos. Un breve interludio orquestal medita sus frases. Termina haciendo una alabanza a la libertad artística, como podemos escuchar en la traducción de las siguientes frases que cierran el movimiento. Se puede observar que ahora ya usamos los signos de puntuación. El violoncello resalta las palabras Delvig

!Oh Delvig, Delvig¡ ¿Donde está la persecución?

La inmortalidad es la misma

para las acciones nobles y valientes,

para la dulzura de los cantos poéticos.

De este modo nuestra unión jamás morirá,

orgullosa, alegre, libre

y en la alegría y en la pena, firme

es la unión de los amantes de la eterna musa.

Un posludio es interpretado por la cuerda para que podamos meditar las últimas palabras.

La décima parte lleva el título en su original alemán, Der Tod des Dichters, la muerte del poeta. Los dos últimos poemas pertenecen a la obra de Rainer Marie Rilke (1875-1926).

Empieza con el violín en sordina tocando suavemente en su registro más agudo, dando luego entrada a la soprano que nos cuenta como observa al poeta muerto. Después de una pausa, la orquesta entra gravemente con un amplio tema. La soprano cuenta como era en realidad. La orquesta hundida en los graves comenta sus palabras. La soprano presenta las postreras frases, que traducimos a continuación, acompañada por el violoncello. En las últimas, sus notas sostenidas presentan un estado contemplativo.

Oh su cara en su total lejanía

 todavía quiere expresar un afectuoso sentimiento;

y su máscara, ahora turbada por la muerte

es tierna y abierta como el interior

de un fruto que se corrompe en el aire

Las notas del violoncello cierran el movimiento mediante una meditativa coda.

La última parte que lleva el título original Schluss-Stück, la pieza final, utiliza también un poema escrito por Rilke. La tristeza elegíaca con que termina la parte anterior, es rota bruscamente por el sonido de los bloques de madera y de las castañuelas. Los dos cantantes unen sus voces para cantar el poema que cierra el círculo.

Notas en pizzicato de la cuerda, junto con golpes de los bloques de madera, dan paso a los dos cantantes. Las primeras frases son breves, en recitativo. Luego aumenta la tensión hasta llegar al sostenido de la última nota.

La muerte es grande.

Nosotros le pertenecemos,

bocas sonrientes

Cuando nos creemos en el centro de la vida,

ella osa llorar

en nuestro seno.

La conclusión es breve, cáustica, con acordes repetidos, finalizando el breve movimiento y la sinfonía, mostrando que no admite ningún sentimiento pacífico o liberador frente a la muerte. Una obra que tiende en sus diversos movimiento a caer en la desolación o en una salvaje pasión. A pesar de su desesperación, nos muestra sentimientos de rebelión.

Citamos unas frases escritas por el compositor. No protesto contra la propia muerte, si no contra estos verdugos que ejecutan a la gente. Se puede y se debe, rebelarse contra la muerte violenta. Una obra que demuestra una vez mas el coraje de su autor, presentando los temas recurrentes a lo largo de su vida, defendiendo la libertad frente a todo tipo de dictaduras.

En 1970 realiza una nueva colaboración con Grigori Kozintsev, escribiendo la banda sonora de su film “El Rey Lear” Op.137 también sobre la obra de Shakespeare. En el mismo año compone su “Cuarteto de cuerda Nº 13 en si bemol menor” Op.138. Una obra que escribe en los momentos de descanso, durante un tratamiento ortopédico en una clínica de Kurgan, para recuperar temporalmente el uso de sus manos.

La “Sinfonía Nº 15 en la mayor”  Op.141 fue compuesta durante los meses de julio y agosto de 1971, en la casa de descanso para compositores de Repino en Carelia. Se estrenó el 8 de enero de 1972 en la Gran Sala de la Universidad de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión de la URSS, dirigida por el hijo del compositor Maxim Shostakovich.

Se trata de una obra sinfónica compuesta en la forma tradicional del género. En su orquestación emplea una amplia sección de percusión incluyendo campanas tubulares, xilófono, vibráfono y celesta.

El primer movimiento, allegretto, está escrito en la tradicional forma sonata. Empieza con un vivo solo de la flauta, una sencilla melodía, que luego pasa al fagot. Luego interviene la cuerda remarcando el tema. La trompeta introduce el segundo tema en forma de aria, de estructura dodecafónica, estando constituido por los doce semitonos de la escala cromática. De este tema parece nacer la cita de la Obertura de Guillermo Tell de Rossini. La intervención de la percusión nos conduce a la sección de desarrollo. Aparece una lucha entres las estructuras tonales y las atonales características del segundo tema. Llegamos a un potente climax. Un solo de violín nos conduce hacia la parte final de recapitulación. El tema de Rossini y los variados sonidos de la percusión cierran el movimiento.

El segundo movimiento, adagio, empieza con solemnes acordes del metal, interpretando una especie de amplio coral. El violoncello solista presenta una melodía elegíaca basada en el coral, pero utilizando otra serie de doce notas. Un ejemplo de utilización de las técnicas dodecafónicas dentro de la música tonal. La exposición se repite, con los acordes del metal y el solo del violoncello. Continúa con una sección de desarrollo durante la cual se mantiene la atmósfera de melancolía contemplativa, que empieza mediante una marcha fúnebre, con el trombón representando el juicio final. Contrasta con el solo de violín de carácter elegíaco. El trombón interpreta nuevamente la trágica marcha. Un nuevo solo del tema elegíaco del violín nos conduce a una gran explosión orquestal que lleva hasta su climax los motivos anteriores. Sigue una breve recapitulación con la interpretación por los contrabajos de la elegía. La celesta y el vibráfono añaden sus notas como una interrogación. El metal repite los acordes del coral inicial, terminando con una coda en forma de la trágica marcha fúnebre, marcada por los apagados golpes de los timbales, que nos conducen sin interrupción al siguiente movimiento.

El tercer movimiento, allegretto, corresponde al scherzo de la obra. El clarinete introduce su satírico tema, un tema anguloso ascendente. Luego el tema pasa a la cuerda. El segundo tema es recurrente en la obra del compositor, su tema personal DSCH, brevemente enunciado. En la sección que correspondería al clásico trio, la trompeta intenta por dos veces introducir un nuevo tema, pero la orquesta se lo impide. Una breve recapitulación variada nos traslada a una coda, donde aparecen los clásicos ruidos de la percusión que desarrollará en su movimiento final.

El último movimiento, adagio, empieza con el tema del destino, una cita del motivo que aparece en El Anillo de Wagner. Es seguido por el ritmo de la marcha fúnebre de Sigfrid. Luego aparece una graciosa melodía interpretada por el violín, tomada de la canción de Glinka, No me tientes en vano. Es como si presentase el triunfo del amor sobre la muerte. En la parte central una passacaglia distorsionada, está relacionada con el motivo del heroísmo del primer movimiento de su séptima sinfonía. Vuelve la cita de la marcha fúnebre. La passacaglia  nos conduce hasta un dramático climax, que termina en forma de fúnebre marcha. La última sección consiste en una recapitulación variada, recogiendo una serie de motivos. La marcha fúnebre wagneriana se escucha nuevamente, antes del retorno de la dulce melodía de Glinka. La coda está protagonizada por la percusión, que nos ofrece uno de los grandes momentos de Shostakovich, con su llamada música de las esferas. Una forma parecida había presentado en su cuarta sinfonía. Sobre una nota sostenida por la cuerda, un acorde en la mayor como nos indica su tonalidad, los sonidos de la percusión, compuesta por castañuelas, caja, bloques de madera y triángulo, cierran la obra sinfónica de Shostakovich, de un modo mas de interrogativa desesperación que de triunfo.

La última sinfonía de Shostakovich está considerada como una de sus obras más enigmáticas.  Su propio final nos indica que se trata de una obra interrogativa y misteriosa. Se aparta de las obras escritas para el gran público, recobrando la interioridad de sus cuartetos de cuerda. En el último movimiento podemos intuir como el amor triunfa sobre la muerte. Se puede especular mucho sobre el significado de la obra, pero nunca llegaremos a saberlo con certeza. Lo que es evidente es que se trata de una obra personal, el tema clásico DSCH nos lo dice.

Los comentarios públicos del compositor sobre esta obra son contradictorios. El primer movimiento lo explica como una tienda de juguetes durante la noche. También dijo que significaba el paso a través de la vida, del nacimiento a la muerte. Lo más ilógico fue la interpretación que realizaron las autoridades soviéticas, que la presentaron como una memoria a las víctimas de la guerra. La propia imaginación del lector puede encontrar su interpretación personal al escuchar esta obra, pero esto no impide que podamos gozar de una gran obra sinfónica.

Las obras del último período de la vida de Shostakovich pertenecen a su lado más íntimo. Entre ellas encontramos su “Cuarteto de cuerda Nº 14 en fa sostenido mayor” Op.142 que fue terminado en 1973 y dedicado al violonchelista del Cuarteto Beethoven, Sergey Shirinsky. Desgraciadamente murió durante los ensayos del último cuarteto de Shostakovich.

El último cuarteto escrito por Shostakovich fue el “Cuarteto de cuerda Nº 15 en mi bemol menor” Op.144, compuesto en 1974. Estrenado por el Cuarteto Taneiev el 15 de noviembre de 1974, debido como hemos dicho por la muerte del violonchelista. Una obra sombría, fiel reflejo de la enfermedad de su autor y de su soledad. Está formado por seis movimientos y todos son adagios. Una obra escrita en espera de la muerte.

Una de sus últimas obras es la “Suite sobre poemas de Miguel Angel” Op.145 compuesta en 1974 y dedicada a su esposa Irina. Estrenada en Leningrado el 23 de enero de 1975, es una obra intimista escrita para voz de bajo y piano. Una vez más hace alusión a otro hecho contra la libertad de expresión. Relacionando la reciente expulsión de la Unión Soviética de sus amigos Solzhenitsin y Rostropovitch con la de Dante de su Florencia natal. La última obra de su catálogo corresponde a la “Sonata para viola y piano” Op.147 terminada cerca de la fecha de su muerte.

Después de sufrir durante los últimos años de su vida de su enfermedad crónica, la poliomielitis y de varios problemas cardíacos, muere el 9 de agosto de 1975 de cáncer de pulmón. Su hijo Maxim Shostakovich, pianista y director, ha interpretado y estrenado diversas obras de su padre. Dirigió la Orquesta Sinfónica del Estado de Rusia entre 1971 y 1981. En el mes de abril de 1981, durante una gira por Alemania, pidió asilo político a los Estados Unidos. Después de dirigir algunas de las más prestigiosas orquestas del mundo, vuelve a San Petersburgo a la caída del comunismo. El nieto de Shostakovich, Dmitru también es pianista, continuando la tradición familiar.