TIPPETT

Autor de cuatro sinfonías de difícil interpretación, no ha logrado una posición popular debido a sus pocas concesiones al auditorio. Las ideas sobre sus problemas fundamentales, la religión, la política y el sexo, se han reflejado de un modo abstracto en su producción musical. Sin abandonar la tonalidad y siguiendo los principios del clasicismo ha elaborado una música que partiendo de ideas barrocas se complica mediante el uso de la politonalidad y de la poliritmia, además de integrar en alguna de sus obras ideas procedentes del jazz.

Michael Tippett (1905-1998) nació en Londres, el 2 de enero de 1905. Su padre, un abogado retirado, era natural de Cornualles. Racionalista y de ideas liberales, se casó con Isabel Kemp, una novelista, miembro del Partido Laborista y defensora del voto para la mujer. El niño pasó su infancia en Suffolk con poco contacto con la música. La Primera Guerra Mundial fue un periodo difícil para la familia. Vivieron en Francia, Italia y Córcega, generalmente en hoteles. A pesar de ser un niño empezó a conocer los horrores de la guerra.

Sus tendencias homosexuales nacieron durante su época escolar, entrando en relaciones con uno de sus compañeros. Terminó sus estudios en la Stamford Grammar School en Lincolnshire. Entró tarde en el mundo de la música, impresionado cuando a sus 18 años pudo escuchar el ciclo completo de las sinfonías de Beethoven.

En 1923 empezó sus estudios en el Royal College of Music, teniendo como profesor de composición a Charles Wood y a Vauhan-Williams, de piano a Aubin Raymar y de dirección de orquesta a Malcolm Sargent y Adrian Boult. Consiguió su título en 1928 viviendo luego en Oxted, Surrey. Durante sus estudios tiene un romance amoroso con un hermoso joven músico de la iglesia, Herbert Sumsion. Pero al ser heterosexual la relación no continúa.

Dio clases de francés en una escuela privada y dirigió una sociedad de conciertos y ópera. Con ello ganaba lo suficiente para poder dedicarse a la composición. Sus primeras obras fueron presentadas en el mes de abril de 1930 en un concierto celebrado en Oxted. Pero más adelante las retiró de toda interpretación pública. Finalmente destruyó todas sus obras de juventud. Durante este primer período formativo entre otras obras no publicadas escribe una “Sinfonía en si bemol mayor” entre 1933 y 1934.

A través de su primo y amigo Phylliss Kemp conoce a la directora coral Francesca Allinson, que se convierte en uno de sus más íntimos amigos durante los años 1930. Durante un tiempo pensó en el matrimonio con Allinson, que también en parte era homosexual. Tanto que habían pensado en tener hijos mediante inseminación artificial.

Pero en 1932 Tippett tiene un intenso amor con el pintor Wilfred Franks, un seguidor de la Bauhaus. Sin embargo la relación sentimental fue complicada a causa de las propias reservas de Franks sobre la homosexualidad, quien había estado casado previamente. Tippett en cambio aceptaba la homosexualidad sin reservas, como algo totalmente instintivo y sobre todo natural. Este intenso enamoramiento se refleja en el primer movimiento de su “Cuarteto de cuerda Nº 1” de 1935.

Sus estudios de contrapunto y fuga con Reginald Owen Morris lo llevan a la composición de sus primeras obras publicadas, entre ellas se encuentra la “Sonata Nº1 para piano” 1936-37 estrenada en Londres en el mes de noviembre de 1937.

El “Concierto para doble orquesta de cuerda” fue compuesto durante los años 1938 y 1939, estrenándose en el mes de abril de 1940 por la South London Orchestra, formada por músicos en paro. Tippett se había interesado desde su época de estudiante por los problemas sociales. Se manifestó durante la época de la Gran Depresión contra el desempleo masivo y los niños que pasan hambre. Militó en el radicalismo político, organizó la orquesta de desempleados, la South London Orchestra y dirigió dos coros patrocinados por la Royal Arsenal Co-operative Society.

Fiel a sus principios escribe el oratorio “A Child of Our Time” entre 1939 y 1941. Una obra de protesta contra la persecución y la tiranía, nacida de la situación de Europa al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Es su obra más famosa y más interpretada. “Un niño de nuestro tiempo” expresa el drama que sufría el mundo en aquellos tormentosos momentos de opresión y de barbarie. En ella se incluyen canciones espirituales americanas.

El origen de esta obra sinfónico coral fue el asesinato en 1938 de un diplomático alemán en París por un joven judío y el terrible decreto contra los judíos, pogrom, que realizaron los invasores nazis. Este hecho acaecido el 9 de noviembre se conoce como la Kristallnacht.

Se trata de una pasión civil moderna, un oratorio que puede ser representado escénicamente, con alusiones bíblicas y al holocausto. El uso de espirituales negros en la obra puede verse como una crítica al colonialismo occidental, en defensa de la esclavitud negra.

En una representación de la English National Opera, aludiendo claramente a la propia homosexualidad de Tippett, se ve al tenor meciendo la desnuda imagen del niño, en una escena de intenso homo erotismo.

Tippett es nombrado Director de Música del Morley College en 1940, un cargo ocupado anteriormente por Gustav Holst, puesto que ocupará hasta 1951. Bajo su mano el centro se convertirá en uno de los más importantes de Londres, dirige su coro y organiza conciertos en los que recupera obras olvidadas de Tallis y Purcell, sin relegar las nuevas producciones de Stravinsky, Hindemith o Britten.

Desarrolló una gran amistad con Benjamin Britten y con el famoso tenor Peter Pears, el cual tuvo un ataque de celos, cuando en 1942 Tippett se acostó con Britten, a pesar de que no tuvieron sexo entre ellos.

Miembro desde 1940 de la organización pacifista Peace Pledge Union, se inscribe como objetor de conciencia para eludir sus deberes militares. En 1943 fue condenado a tres meses de cárcel al negarse como pacifista, a los deberes que se exigían a los militares no combatientes. Alegó que ya estaba sirviendo a la comunidad como músico.

La “Sinfonía  Nº 1” fue empezada en el año 1943, realizando su diseño durante sus meses de cárcel y empezando su escritura al ser liberado. La obra se terminó en 1945 siendo estrenada el 10 de noviembre del mismo año, interpretada por la Liverpool Philharmonic Orchestra dirigida por Malcolm Sargent.

Está orquestada para tres flautas doblando en piccolos, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión y una sección de cuerda reducida a 8 violines, 4 violas, 4 violoncelos y dos contrabajos.

El primer movimiento, allegro vigoroso, quasi alla breve, está escrito en forma sonata, pero como las ideas musicales son múltiples y se entrecruzan resulta difícil reconocer los dos temas principales. Su construcción sigue la forma clásica empleada por Beethoven, como se observa en el clímax de la sección de desarrollo y su retorno al motivo inicial empezando la recapitulación. El complicado contrapunto del movimiento nos impide darnos cuenta del empleo de seis grupos temáticos. El último se puede observar más claramente en la parte postrera, al detenerse el movimiento contrapuntístico, calmándose la música, lo cual nos lleva a su cadencia final.

El segundo movimiento, adagio, está formado por un tema seguido por once variaciones. El tema es presentado por la cuerda baja acompañada de los fagots. La melodía se hace más expresiva. En la segunda variación se llega a un clímax con el clarinete presentando una nueva melodía.

En las siguientes variaciones pueden escucharse toda una serie de ideas temáticas en contrapunto, algunas expresadas por instrumentos solistas, especialmente en la variación interpretada por las tres flautas, mientras que otras se reservan al tutti orquestal. En la parte final se recapitula el tema del clarinete y el tutti orquestal. Es uno de los movimientos líricos más logrados de su autor.

El tercer movimiento, presto, constituye el scherzo de la obra. Empleando el contraste entre grupos de viento y cuerda, presenta un tema rápido y rítmico. El trío contrastante está interpretado por la cuerda en un estilo parecido al de Hindemith. Luego regresa el scherzo caracterizado por las llamadas empleando tres trompetas.

El último movimiento, allegro moderato ma con brio e più tarde con delicatezza, nos ofrece una síntesis de los movimientos anteriores en forma de una doble fuga. Los enérgicos ritmos del principio acompañados por sonidos de fanfarria se detienen al aparecer una sección más tranquila, que nos recuerda el lirismo del movimiento lento. Cuando reaparece el ritmo y las fanfarrias, que parece que nos conducirán a la apoteosis final, la fuga es interrumpida repetidamente por los sonidos graves de los timbales y el bombo, que cada vez se hacen más insistentes y nos conducen a un misterioso e inesperado final.

Después de su sinfonía, Tippett empleó sus energías en la composición de su primera ópera “The Midsummer Marriage” estrenada en 1955 en el Covent Garden. Desde 1951 se había retirado de la enseñanza para dedicarse a la composición, aumentando sus ingresos mediante sus intervenciones radiofónicas a través de la BBC.

Francesca Allinson incapaz de llevar adelante su relación amorosa con Tippett  y físicamente convertida en una inválida se suicida en 1945. El compositor escribe el ciclo de canciones “The Heart’s Assurance” a su memoria en 1951, con el subtítulo de “Amor bajo la sombra de la muerte”.

Tippett trabaja durante seis años en su ópera “The Midsummer Marriage”, terminada en 1952

La “Sinfonía  Nº 2” fue compuesta entre los años 1956 y 1957. Se estrenó el 5 de febrero de 1958 en el Royal Festival Hall de Londres, interpretada por la BBC Symphony Orchestra dirigida por Sir Adrian Boult. Escrita por una petición de la BBC. Como en su anterior sinfonía las grandes dificultades técnicas para su interpretación dejaron descontento al compositor. A pesar de todo muestra una mayor claridad de pensamiento que la primera.

Está orquestada para una pequeña orquesta de 36 músicos, compuesta por dos flautas doblando piccolos, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, percusión, piano o celesta ad lib, arpa, seis violines, tres violas, tres violoncelos y dos contrabajos.

El primer movimiento, allegro vigoroso, escrito en forma sonata posee una gran fuerza motriz. En su inicio los bajos de la cuerda tocan notas do repetidamente, en forma de un bajo continuo, recordando como dice su autor a uno de los conciertos de Vivaldi. Entonces aparecen dos grupos temáticos en tonalidades diferentes, marcando un conflicto tonal, expresado como una lucha entre tonalidades. Este conflicto llega a su clímax en el desarrollo central y continúa durante la recapitulación. Termina con una coda de aire beethoveniano.

El segundo movimiento, adagio molto e tranquillo, está escrito en forma lied libre. Empieza con un solo de trompeta seguido por un dúo para violoncelos. La celesta y el arpa adornan los motivos. En la parte central aparece un tema lírico más amplio interpretado por la cuerda. En la recapitulación el tema de la trompeta es interpretado por los trombones y el de los violoncelos por los violines. La intervención de las trompas en la parte final rompe el esquema formal del movimiento, terminando con un pasaje evocador.

El tercer movimiento, presto veloce, corresponde al scherzo. Empieza de un modo bastante tranquilo y frío. Luego mediante una forma bastante experimental, realiza una mezcla de ritmos largos y cortos que producen una fuerte interacción en su clímax. Finalmente se regresa a la calma y frialdad de su comienzo, con intervenciones del arpa y la celesta.

El último movimiento, allegro moderato, presenta nuevamente la lucha de tonalidades inicial. Reaparecen las notas do en los bajos. Su tema principal parte de un motivo presentado por el bajo continuo después de la introducción. Su desarrollo se realiza de un modo muy personal. Las llamadas del metal tienen cierta influencia de Stravinsky. Una amplia melodía se inicia en los violines y va descendiendo gradualmente, acompañada por adornos del metal y de la percusión. La trompeta termina el movimiento resolviendo el conflicto tonal.

Según Tippett, la inspiración para el inicio de esta sinfonía le llegó cuando estaba escuchando una grabación de un “Concierto para cuerda en do mayor” de Vivaldi, mientras contemplaba el lago Lugano. Aunque el recuerdo de Vivaldi aparece en el inicio de la obra y su esquema de movimientos sigue la línea trazada por Beethoven, la sinfonía no tiene casi nada de música neoclásica. El tratamiento armónico se hace complicado y sus temas en general son de difícil reconocimiento.

En 1957 Tippett renovó los contactos con Karl Hawker, un pintor que había conocido antes de la guerra. Se había casado y tenía hijos, pero cuando su matrimonio se rompió, volvió a vivir con Tippett, actuando en parte como su secretario y asistente. Sus relaciones fueron complicadas al no reconocer nunca el pintor si era realmente gay.

A mediados de los años 1960, como contrapartida a su difícil relación con Hawker, mantiene una nueva relación con un idealista joven estudiante de música, Meirion Bowen, conocido como Bill. Además de sentirse un auténtico gay, el joven Bill era un perfecto confidente musical y sus relaciones tanto en el campo sexual como en el musical se mantuvieron durante el resto de su vida.

En 1970 termina su tercera ópera “The Knot Garden”, en la cual aparecen por primera vez en la escena inglesa personajes homosexuales. Dov, un compositor blanco, mantiene relaciones con Mel, un escritor negro. La reforma de la ley contra la homosexualidad y la abolición de la censura teatral en Gran Bretaña lo permitieron. El director de escena Peter Hall ordenó a una de las cantantes que se despojara del top, siendo históricamente la primera vez que en el escenario de la Royal Opera se veía tal exhibicionismo. Gente mal pensada dijo que era la forma de atraer al público de un director desesperado.

A lo largo de su carrera Tippett recibió diversos honores, entre ellos su nombramiento de caballero, Sir, en 1966 y la Orden del Mérito en 1983.

La “Sinfonía  Nº 3” fue compuesta entre los años 1970 y 1972 como respuesta a una petición de la London Symphony Orchestra. Se estrenó en el Royal Festival Hall de Londres el 22 de junio de 1972 interpretada por la London Symphony Orchestra dirigida por Sir Colin Davis, con la soprano Heather Harper.

Está orquestada para tres flautas, doblando dos piccolos, dos corno ingleses, dos clarinetes, clarinete bajo, dos contrafagots, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, una extensa sección de percusión que requiere siete instrumentistas, incluyendo dos cajas, bombo, platillos, platillo suspendido, bloques de madera, bloque metálico, castañuelas, tam-tam, xilófono, vibráfono, glockenspiel, crótalos, campanas tubulares, maracas, clave, arpa, celesta, piano y cuerda.

La obra está dividida en dos partes. La primera combina el primer movimiento con el movimiento lento. La segunda une el scherzo con el finale.

El primer movimiento, allegro non troppo e pesante, lo titula como Arrest, seguido por una segunda parte, allegro molto e con grande energia, titulada Movement. Estos títulos tienen su origen en una composición de Boulez que había escuchado en el Edinburgh Festival de 1965. La palabra Arrest significa aquí, una compresión de energía. La obra empieza de un modo agresivo mediante fuertes acordes. Se basa en dos temas, cada uno poseyendo su propio carácter. Las dos ideas musicales son repetidas y desarrolladas, hasta que se mezclan. Se trata de un movimiento que muestra una gran tensión con intervenciones aisladas de la percusión. La trompeta nos presenta un tema más melódico en su parte final, el Movement, donde se produce la explosión de energía. Un golpe de la percusión nos lleva al siguiente movimiento.

El segundo movimiento, lento, contrasta completamente con el anterior, especialmente al interpretarse sin interrupción. Está compuesto por dos motivos temáticos. El primero incluye figuras repetidas en la cuerda, un motivo para la viola y otro más distante como una especie de fanfarria para dos oboes. El segundo grupo temático emerge de las cuerdas bajas y clarinetes. No existe un verdadero desarrollo de los temas. La intervención de la percusión colorea la obra. La cuerda nos lleva hasta un clímax.  El tema de la viola y la fanfarria lejana de los oboes reaparecen dos veces en la parte final. Una fuerte explosión de la percusión nos lleva al final del movimiento con las últimas notas dadas por el xilófono.

La segunda parte de la obra empieza con el tercer movimiento, allegro molto, que corresponde al scherzo de la sinfonía. Su complejidad se basa en cinco grupos temáticos. El primero es un extenso motivo interpretado por las cuatro trompas. El segundo un tema rítmico para violoncelos y contrabajos, el tercero unas notas rápidas de los violines, el cuarto un motivo para las maderas y finalmente el quinto corresponde a un motivo brillante para el piano.

Se desarrolla como una sección libre de jazz, similar a una jam-session. Esta impresionante mezcla de sonidos es interrumpida por una cita de la novena sinfonía de Beethoven, la correspondiente al comienzo del último movimiento, la cual da paso al siguiente movimiento sin interrupción.

El último movimiento, slow blues, andante, fast blues, allegro, requiere la intervención de la soprano. Similarmente a Beethoven, introduce la voz en el movimiento final de la sinfonía. Pero los tiempos han cambiado y en vez de un canto a la amistad, recuerda los pavores de las guerras, los horrores de los campos de concentración, los campos de trabajo para prisioneros en Siberia y la explosión nuclear de Hiroshima. Para ello utiliza el estilo triste del blues en una secuencia que comprende tres canciones separadas por intermedios orquestales.

En la primera muestra el progreso humano a partir de sus etapas de nacimiento, inocencia y experiencia. Es una contradicción irónica a las afirmaciones alegres de Schiller. Después de una breve introducción orquestal de tinte sombrío, la soprano empieza el primer slow blues acompañada por las intervenciones jazzisticas de la trompeta. Comprende una intervención de la trompeta al estilo de Miles Davis en el primer interludio orquestal. La soprano continúa con un fast blues, apoyada por los motivos de jazz de la orquesta. Un nuevo interludio orquestal la separa del último slow blues cantado por la soprano. Comprende frases habladas para aumentar el dramatismo. Después de la narración de diversas escenas dramáticas, la soprano repite como una sentencia, tres veces la frase siguiente,

As I lay down beside my mate, body to body,  Cuando me acuesto con mi  pareja, cuerpo con cuerpo,

We did not heed the sorrow.        No reparamos en la tristeza.

La repetición del motivo de Beethoven abre la última canción de tipo dramático, después de un corto preludio. La cita de Beethoven aparece tres veces realzando el dramatismo de esta sección, donde reaparecen las tensiones del primer movimiento, llegando a su clímax con la palabra answered. Las frases siguientes son más tranquilas, para luego aumentar su tensión dramática. La sección final evoca al sueño de Martin Luther King de lograr un mundo mejor.

What though the dream break,               Aunque el sueño se rompa,

We shall remake it.                                Lo reharemos.

Staring with those startied eyes           Contemplando con ojos asustados

At what we are,                                     lo que somos,

Blood of my blood,                               sangre de mi sangre,

Bone of my bone,                                cuerpo de mi cuerpo,

We sense a huge compassionate power       sentimos un inmenso poder compasivo

To heal,                                               de sanar,

To love.                                               de amar.

Fuertes y fríos acordes cierran la obra, dejando el problema sin resolver. La tensión no ha sido solucionada, terminando de manera dramática, totalmente al contrario de la sinfonía de Beethoven.

Según nos relata el propio Sir Michael Tippett, la obra tiene como base una nueva versión de la “Oda a la Alegría” de Schiller puesta en música en la novena sinfonía de Beethoven. Pero la idea romántica de Schiller no se ha podido cumplir como nos muestra la historia. Según Colin Davis, cuando estrenó la sinfonía, dijo que para él la inspiración de la sinfonía provenía mas de Blake que de su contemporáneo Schiller.

                                                  William Blake

William Blake (1757-1827) fue un poeta, pintor y grabador inglés. Influenciado por la lectura de la Biblia, que fue una fuente de inspiración crucial durante su vida. Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial.

Sus creencias espirituales se evidencian en su obra “Songs of Experience”, 1794, donde Blake muestra su distinción entre el Dios del Antiguo Testamento, cuyas restricciones rechazaba y el del Nuevo Testamento o sea Jesucristo, que veía como una influencia positiva.

Condenó la absurda crueldad de la castidad y el matrimonio sin amor, defendiendo el derecho de la mujer a su completa autorrealización.

Los problemas presentados en las canciones de inocencia y de experiencia de Tippett, son los mismos planteados en las obras de Blake. Jefferson en el discurso de apertura de la Declaración Americana de Independencia en 1776, presentaba de modo grandilocuente la fe en la ley natural imperante en la época. Blake se hacía las siguientes preguntas al respecto, “¿Qué ley ecuánime puede ser promulgada por una naturaleza que ha creado a la vez al tigre y al cordero?.” “Una ley que sea válida por igual para el león y el buey, es opresiva por naturaleza”. A los creyentes en el dogma cristiano les planteó la pregunta siguiente: “¿Cómo podéis creer a la vez en un Jehová innombrable y en un todo misericordioso Jesús?”.

Tippett rechaza la idea de otra época expresada por Schiller, como una noción romántica de la humanidad en que todos se aman como hermanos. Los fundamentos históricos le obligan a este rechazo, convirtiendo al hombre en un ser sin ilusión. La primera parte de la sinfonía es abstracta, con sus términos Arrest y Movement, como una comprensión y una explosión de la energía musical.

En la segunda parte pasamos de la abstracción del scherzo, como juegos malabares realizados simultáneamente con cinco objetos, a la cita directa de los siete compases de la novena sinfonía de Beethoven, que inicia la sección más dramática con la participación de la voz de la soprano.

La “Sinfonía  Nº 4” fue compuesta entre los años 1976 y 1977 debido a un encargo de la Chicago Symphony Orchestra. Se estrenó en Chicago el 6 de octubre de 1977, interpretada por la Chicago Symphony Orchestra dirigida por Sir Georg Solti.

Está orquestada para dos flautas, dobladas con piccolos, dos corno ingleses, dos clarinetes bajos, dos contrafagots, seis trompas, tres trompetas, tres trombones, dos tubas, timbales, cuatro instrumentistas de percusión, comprendiendo bombo, dos cajas, tom-tom, platillos, platillo suspendido, bloque de madera, triángulo, xilófono, marimba, vibráfono, glockenspiel, campanas tubulares, maracas, clave, arpa, piano eléctrico (AKAI S1000) y cuerda.

Está compuesta en un solo movimiento combinando los elementos de la sonata clásica, en forma de exposición, movimiento lento, scherzo y recapitulación, pero introduciendo episodios de desarrollo temático a la manera de una fantasía barroca. Está dividida en siete secciones que se interpretan sin interrupción. En parte se puede comparar a los poemas sinfónicos de Richard Strauss, en especial a su Sinfonía Alpina, narrando un flujo continuo que nos lleva del nacimiento a la muerte.

La introducción relata la formación de un ser, de un modo abstracto. Una célula se divide en dos y luego en cuatro. La humanización se logra mediante la adición de tranquilos sonidos de respiración interpretados mediante la máquina de viento. Los temas presentados en la exposición están constituidos por una especie de fanfarria interpretada por las seis trompas, contestada por la madera, un solo de viola y arpa, acabando con un redoble de los timbales. Estos temas representan el poder, el vigor y la gracia lírica. La sección de desarrollo culmina con un clímax de gran violencia.

Después de una tranquila sección que corresponde al movimiento lento, que termina con nuevos sonidos de tranquila respiración realizados por la máquina de viento, llegamos al agitado scherzo, con un nuevo clímax de gran violencia sonora, representando la fuerza de la madurez. A modo de trío introduce una paráfrasis para cuerda sola de una fantasía barroca de Orlando Gibbons, un detalle para introducir el lirismo en la vida. Esto nos lleva a la sección de recapitulación en la cual la música se muestra fragmentada. Se escucha nuevamente el tema de las seis trompas y los motivos iniciales. Los sonidos de respiración nos llevan a la coda, terminando el ciclo de la vida con el único sonido de la respiración.

Se trata de una obra muy compleja repleta de disonancias, estilo polifónico y ritmos aditivos, difícil tanto de interpretar como de escuchar. Una obra que se acerca a la forma del poema sinfónico con una expresión abstracta.

Aunque durante toda su vida continuó su actividad como compositor y director, no volvió a interesarse por la sinfonía. En 1989 estrena su quinta ópera, “New Year” y en 1991 su “Cuarteto de cuerda Nº 5”.

En la celebración de su 90º aniversario dirige sus sinfonías segunda y cuarta con la BBC Symphony Orchestra. Posteriormente realiza una gira de dos meses por los Estados Unidos y Canadá, con la presentación de su obra “The Rose Lake” terminada en 1993. Una obra descrita como una canción sin palabras para orquesta.

En 1996 Tippett se muda de la casa aislada de Wiltshire en la que había vivido durante más de 25 años, trasladándose al sur de Londres. En el mes de noviembre de 1997 el auditorio de Estocolmo organizó una serie de conciertos con la música de Tippett. Al poco tiempo de llegar a Estocolmo, el compositor enfermó de neumonía. Pudo recuperarse lo suficiente para poder volver a su casa, muriendo en Londres el 8 de enero de 1998.

La música escrita por Tippett es interesante pero bastante difícil de comprender. Por ello nunca ha logrado una divulgación entre el gran público. En su catálogo no se encuentra ninguna concesión a la popularidad, todas sus obras poseen una gran densidad y seriedad.

Meirion Bowen relata en un libro sobre la biografía del músico, escrito en 1997, la relación de la sexualidad de Tippett con su música. Aunque en su producción más abstracta, como pueden ser sus sinfonías, encontrar tal relación es sumamente difícil, en sus obras escénicas se percibe más claramente, así como su orientación política izquierdista.

Autor de cuatro sinfonías de difícil interpretación, no ha logrado una posición popular debido a sus pocas concesiones al auditorio. Las ideas sobre sus problemas fundamentales, la religión, la política y el sexo se han reflejado de un modo abstracto en su producción musical. Sin abandonar la tonalidad y siguiendo los principios del clasicismo ha elaborado una música que partiendo de ideas barrocas se complica mediante el uso de la politonalidad y de la poliritmia, además de integrar en alguna de sus obras ideas procedentes del jazz.