VIVES

Amadeu Vives (1871-1932) nació en Collbató el 18 de noviembre de 1871. Hijo de una familia humilde inició sus estudios de mano de su hermano Camil que seguiría la carrera eclesiástica. Sufrió un ataque de poliomielitis en 1877 que le dejaría lesiones permanentes en el brazo y pierna izquierdas.

Amadeu Vives

Debido a su estado de salud fue ingresado en un centro en Barcelona hasta que se trasladó su familia. Ingresa en la escolanía de la iglesia de Santa Ana donde empieza sus estudios musicales más seriamente.

Se trasladó en 1886 a Málaga y luego a Madrid donde actúa como director de banda empezando su carrera como compositor. Regresa a Barcelona iniciando una vida bohemia en la que conocerá a Lluís Millet con el cual fundará el Orfeó Català en 1891.

“Somnis" es una suite para orquesta compuesta en 1893. Entre sus composiciones para coro destacan "L'Emigrant" compuesta en 1893 sobre un texto de Jacint Verdaguer y "La Balanguera" además de sus armonizaciones de "La Filadora" y "Els Segadors".

En Barcelona estrena sus primeras óperas, "Arnis" de 1897, estrenada en el Teatre Novedades y "Euda d'Uriac" sobre un texto de Àngel Guimerà también estrenada en el Teatre Novedades el 17 de octubre de 1900.

El “Ballet de les bruixes" pertenece al principio del segundo acto de la ópera Euda d'Uriac. Una breve pieza orquestal que está formada por dos temas, el primero de carácter triste presentado por la viola. El segundo tema es encomendado a la madera, que contrastando con el anterior presenta la alegría de los brujos bailando en torno al cadáver del conde. La tensión aumenta hasta llegar al paroxismo final.

Casado en Barcelona con Montserrat Giner empieza la composición de zarzuelas destinadas al público de Madrid, donde alcanza su primer triunfo con "La balada de la luz" de 1900. Por este motivo se traslada con su familia a la capital española.

Debido a esta dualidad entre el Orfeó Català y sus zarzuelas madrileñas será recriminado por los círculos catalanistas. El Orfeó Català apoyado por la Lliga de Catalunya se había convertido en una institución nacional catalana.

El propio compositor respondió a estos reproches con las siguientes frases. Jo us asseguro que tota la meva música es pensada i escrita en català; els d'ara no se'n poden adonar, però algun dia, quan seré mort, ho descubriran els que estudiïn sense prevencions i per damunt de l'ambient del nostre temps... 

(Os aseguro que toda mi música está pensada y escrita en catalán; los de ahora no se pueden dar cuenta, pero algún día, cuando estaré muerto, lo descubrirán los que estudien sin prevenciones y por encima del ambiente de nuestro tiempo...)

En el ambiente madrileño más calmado y receptivo a la sencillez de la zarzuela, estrena sus obras más aplaudidas como "Bohemios" en 1904 o "La Generala" en 1912. La más apreciada de sus óperas "Maruxa" ambientada en Galicia, se estrena en 1914 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y al año siguiente es presentada en el Teatro Real.

“Bohemios" (Intermedio) es la parte sinfónica más conocida de la obra, una zarzuela sobre la cual Conrado del Campo en 1920 realizó una versión en forma de ópera, estrenada en el Teatro Real de Madrid el 26 de febrero de 1920.

Bohemios

El intermedio nos presenta el primer tema acompañado por el pizzicato de la cuerda. El segundo tema de carácter melódico es el más conocido por su expresión sentimental. Finalmente se reanuda de forma abreviada el tema inicial, terminando la obra mediante una poderosa coda.

En 1921 Vives es nombrado presidente de la sección de música del Ateneo de Madrid y en 1922 catedrático de composición del Conservatorio de Madrid. Pero su obra más estimada llegará en 1923, la zarzuela "Doña Francisquita" que pronto se convierte en una pieza de repertorio internacional.

Después de una gira internacional con su propia compañía de zarzuela y una breve estancia en Barcelona, en la que en 1926 escribe varias sardanas para cobla y vuelve a colaborar con el Orfeó Català, retorna a Madrid donde morirá el 2 de diciembre de 1932 de una miocarditis.

Con este compositor acabamos la parte correspondiente al Siglo XIX, penetrando en el siguiente, durante el cual se han producido las obras más notables en el campo sinfónico catalán.