MONTSALVATGE

Xavier Montsalvatge (1912-2002) nació en Girona el 11 de marzo de 1912, donde recibió las primeras lecciones de violín. La muerte de su padre en 1921 hizo que se trasladara a Barcelona para vivir en la casa de su abuelo materno.

Estudió en la Escola Municipal de Música, violín con Francesc Costa, solfeo con Lluis Millet y composición con Enric Morera y Jaume Pahissa. Pronto se interesa en la composición con un estilo opuesto al recibido de influencia alemana. Una de sus primeras obras que se han conservado  son los "Tres Impromptus per a piano", compuestos en 1933. Una música de influencia francesa, totalmente alejada del wagnerismo de sus maestros. Desde un principio definía sus gustos estéticos de maneras sencillas, alejadas de las grandes estructuras alemanas.

Dicha obra recibió el premio del XII Concurso de Composición Concepció Rabell i Cibils, otorgado por la Fundació Patxot. Con este premio pudo realizar su primer viaje a París, donde pudo escuchar sus obras preferidas de músicos como Satie, Ravel, Milhaud o Poulenc.

En 1936 gana el Premi Felip Pedrell de la Generalitat de Catalunya por su obra "Petita Suite Burlesca" para violín y cuarteto de viento. Trabaja como crítico musical para el periódico de Barcelona El Matí y a partir del mes de diciembre de 1939, una vez terminada la Guerra Civil para el semanario Destino.

Una de las obras de influencia francesa son los "Tres Divertimentos sobre temas de autores olvidados" compuesta en 1940 para piano. Inspirada en temas interpretados por músicos callejeros, contiene un xotis, una habanera que es su primera aproximación a la música de su período antillano y un vals-jota.

"Ritmes" para piano compuesta en 1942 conteniendo ritmos latino-americanos fue la primera obra que el compositor pudo escuchar interpretada por María Canals el 10 de noviembre de 1942 en el Palau de la Música.

Montsalvatge era un gran amante de la música coreográfica, asistiendo a representaciones en el Gran Teatro del Liceo y escribiendo desde su juventud música para el ballet. La actuación en dicho teatro en 1933 de los Ballets Rusos de Diaghilev le ocasionó un gran impacto.

Su amistad con miembros del Ballet de Montecarlo, como Yvonne Alexander, y con el empresario Joan Magriñá le ayudó en la interpretación de sus trabajos. Se estrenaron obras con su música en el Teatro Coliseum. Entre esta música coreográfica se encuentra "Havanera", compuesta en 1943.

Las habaneras eran cantadas por los pescadores y marineros de la Costa Brava, un recuerdo de la última etapa comercial de Catalunya con las Antillas. Una danza originaria de la isla de Cuba e importada a España.

“Manfred" es una partitura de ballet, una adaptación del drama de Lord Byron, realizada por Jacqueline Alexander, hermana de la bailarina Yvonne, que se estrenó el 18 de abril de 1945. Música de carácter romántico con alguna influencia de Stravinski.

Perteneciente a la primera época del compositor es una obra de características totalmente tonales, asimilable a la música de ballet romántica. Pecados de juventud, como dirá el compositor durante su madurez.

Las "Variaciones sobre un tema de 'La Spagnoletta' de Giles Farnaby" para violín y piano compuesta en 1945 fueron estrenadas por el violinista Rafael Ferrer y el pianista Rafael Gálvez. Una interesante composición de música de cámara.

La obra que le daría fama internacional fue las "Cinco Canciones Negras" compuesta en 1945 para soprano y piano. Pieza importante de su etapa antillanista, una alternativa escogida por el compositor frente al neo nacionalismo imperante en España en aquella época. En 1949 realizaría una versión para soprano y orquesta.

La primera canción que compuso de este ciclo fue la famosa Canción de cuna para dormir a un negrito, sobre un texto del uruguayo Ildefonso Pereda Valdés, que pronto se convirtió en un éxito tan grande que lo animó a continuar el ciclo. Para ello compuso Chévere y Canto negro sobre textos de Nicolás Guillén y seguidamente Punto de Habanera con texto de Nestor Luján y Cuba dentro de un piano de Rafael Alberti.

A través de las hermanas Alexander conoció a la bailarina Elena Pérez d'Olaguer con quién se casó en el año 1947. Fruto de este matrimonio son sus dos hijos Xavier e Yvette. Mientras da clases de teoría de la música en la Academia Marshall de Barcelona, que continuaba la escuela pianística que fundó Enric Granados. Entre sus alumnas destaca Alicia de Larrocha que estrenó alguna de sus obras.

En el 10 de enero de 1948 se estrena en el Gran Teatro del Liceo su primera ópera "El gato con botas" dirigida por Carles Suriñac. Escrita en 1946 está basada en el famoso cuento de Charles Perrault, sobre un libreto de Néstor Luján, tratándolo como una fantasía. Utiliza una música de carácter melódico, característica de su primera época, con recitativos acompañados por el piano.

Montsalvatge no era un destructor de la música del pasado, sino un reformador que deseaba darle un nuevo aspecto sin renunciar del pasado. Para ello utilizaría todas las técnicas más modernistas como la música atonal y la dodecafónica, pero integradas en su propio estilo.

La “Sinfonia Mediterránea" fue compuesta en 1948, después de la primera representación de su ópera, ganando el Premio Extraordinario de Composición del Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona. Se estrenó al año siguiente interpretada por la Orquesta Municipal de Barcelona dirigida por Eduard Toldrà, en el Palau de la Música Catalana.

El primer movimiento, andante sostenuto, es el que guarda una estructura más tradicional, en forma de sonata. Empieza con un tema lento soñador, hasta que después de unos compases de transición presenta un tema melódico con acompañamiento rítmico. Sigue con una sección de desarrollo llegando a su clímax mediante el tema lírico. El tema inicial cierra el movimiento.

El segundo movimiento, adagio espressivo, tiene un carácter rapsódico. Después de un primer tema plácido de influencia folclórica, aparece un segundo de carácter marcadamente melódico. Continúa con un desarrollo de estructura libre, pero con gran expresividad melódica.

El tercer movimiento, allegretto espressivo, no presenta la estructura clásica que le correspondería como scherzo. Está escrito también en forma rapsódica, presentando mediante la flauta un tema ligeramente rítmico. Es de muy corta duración.

El cuarto movimiento, andante vigoroso, tampoco tiene una estructura tradicional. Después de una introducción aparece un tema rítmico vigoroso seguido por una sección de carácter más melódico. Intervenciones solistas de la madera alternan con secciones melódicas que nos conducen a una concluyente coda.

Una sinfonía que emplea temas de naturaleza claramente popular, pero de un modo podríamos decir conservador, sin incluir ninguna tendencia modernista. Sin tener una estructura realmente formal aparece como un conjunto de escenas de carácter impresionista.

El “Poema concertante para violín y orquesta" compuesto en 1951 está dedicado al violinista Henryk Szeryng.  Es interesante saber lo que pensaba el compositor sobre las obras de su primera época, como lo expuso en el programa de mano del concierto del 18 de enero de 1986, cuando Henryk Szeryng interpretó esta obra con la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Ronald Zollman.

En el año 1949 la Orquesta Municipal de Barcelona estrenó la "Sinfonía Mediterránea", una de mis partituras para orquesta, que ignoro donde ha ido a parar actualmente, sin que me haya preocupado de rescatarla, porque debo confesar que prefiero saber que ha estado olvidada. 

En aquel concierto asistió Henryk Szeryng, que tuvo la atención de interesarse en mi música y me propuso que le escribiera una obra que tuviera alguna equivalencia formal con el "Poème" de Ernest Chausson, que parece incrustado en el repertorio de muchos violinistas deseosos de tocar con orquesta algo que no sea un concierto más o menos convencional. 

Naturalmente la propuesta me halagó y un año después envié el Poema concertant al admirado violinista, que el 22 de mayo de 1953 lo estrenó con la misma Orquesta Municipal dirigida por el maestro Eduard Toldrà.

Después de más de treinta años, el Poema concertant responde a una estética neorromántica muy alejada de la que configura mi producción más actual. Por este motivo, la considero un pecado de juventud y asumo la condición pensando que se cometen a menudo pecados bastante seductores, y tengo la esperanza que la obra admita de quedar incluida entre estos.

Después de una breve introducción empieza con una extensa cadenza bastante difícil de interpretar por el violín. Seguidamente se presentan los dos temas de la obra, el primero de carácter lírico y el segundo con una ligera influencia antillana, característica de la primera época del compositor. Durante todo el desarrollo el violín es el protagonista indiscutible acompañado íntimamente por la orquesta. Una coda realzada por el empleo de la percusión cierra la obra.

Una de sus obras fundamentales también fue compuesta en el mismo año. Se trata de su "Cuarteto indiano" de estilo antillano, premiado en Barcelona en 1952.

El “Concerto Breve" compuesto en 1953 está dedicado a la pianista Alicia de Larrocha, quién la estrenaría en Barcelona el 2 de diciembre de 1953 con la Orquesta Filarmónica de Barcelona dirigida por Louis de Froment con gran éxito. Su título es anterior a la partitura, por lo cual su duración no se corresponde a la brevedad expresada, siendo la normal de un concierto.

El primer movimiento, allegro, energico, empieza con el piano presentando un tema rítmico de carácter brioso. La respuesta de la orquesta es más melódica, con una transición que nos lleva a un tema vivo del piano. Los temas se van alternando con influencias de la música de jazz y de Stravinski. Una enérgica coda cierra el movimiento.

El segundo movimiento, andante, dolce, nos muestra la influencia de la llamada música antillana en la obra y de la música francesa. Un delicado tema lírico inicia el movimiento seguido por un recitativo del piano. La parte central es más enérgica para regresar nuevamente al recitativo pianístico, que sin pausa enlaza con el último movimiento.

El tercer movimiento, allegro, vivo, está presidido por una larga cadenza, añadida posteriormente a petición de Alicia de Larrocha. Un tema rítmico con cierta característica burlona se convierte en el tema principal del movimiento. Un segundo tema con ciertas características melódicas sirve de contraste.

Una obra que a pesar de utilizar un lenguaje tonal lo realiza de un modo totalmente libre dentro de la forma, con influencias de Ravel, de Stravinski y de su etapa antillana. Se convierte en una de sus obras más populares.

“Calidoscopi simfònic" Op.61, es una música de ballet, otra obra de este período de influencia cubana, compuesta en 1955 y que obtuvo el Premio Extraordinario de Composición del Conservatorio Municipal de Música de Barcelona. Diferentes temas rítmicos se van sucediendo, alternando con secciones más líricas, adoptando diferentes estilos, entre ellos el de la música popular caribeña como la guajira.

“Recóndita Armonía" compuesta en 1955 está basada en un quinteto de cuerda compuesto durante su juventud mientras estudiaba en el Conservatorio de Barcelona. La obra nunca se estrenó y Montsalvatge realizó en 1995 varias versiones del mismo, una para cuarteto con piano, otra para quinteto con piano y finalmente para piano y orquesta de cuerda. Está dividida en cuatro movimientos.

El primer movimiento, allegro con brio, empieza con un enérgico tema rítmico conducido por el piano que actúa como solista. La parte central está dominada por un tema lírico que será la tónica de la obra. El tema inicial cierra el movimiento.

El segundo movimiento, andante sostenuto, nos presenta un tema lírico, una amplia melodía de estilo romántico, introducida por el violoncelo, pasando luego a la orquesta y desarrollada por el piano solista.

El tercer movimiento, allegro con brio, es muy breve en forma de scherzo mediante un tema rítmico, un esbozo de trío y la repetición del misterioso tema rítmico.

El cuarto movimiento, moderato, empieza con la entrada del violoncelo mediante una música más inestable y sinuosa. Sigue con la entrada del piano que adoptará una forma más concertante que solista.  Continúa con un lirismo más contenido. En la sección final aparece un ritmo de tarantella que nos conduce a una enérgica coda.

Una obra que adopta la forma de un concierto para piano, nos aporta sus inquietudes de la época juvenil partiendo de un romanticismo, pero nos indican la dirección que seguiría en su madurez.

"Barcelona Blues" para piano escrita en 1956 es su primer acercamiento a la música de jazz.

El “Cant espiritual" compuesto en 1957 para coro mixto y orquesta, sobre el poema de Joan Maragall, recibió el Premi Lluis Millet. El Orfeo Català lo estrenó el 9 de abril de 1960 con la Orquesta Sinfónica de Barcelona dirigida por Lluís Maria Millet.

Una obra de lenta gestación según explico el propio compositor en sus Papers autobiogràfics. La primera noción de su estructura la había ideado cuando empezaron a resonar en Barcelona los primeros disparos de la Guerra Civil, la mañana del 19 de julio de 1936. A partir de aquel momento el Cant espiritual se fue configurando en mi interior y de vez en cuando volvía a pensar en la obra. Antes de darle forma, procuré imbuirme de su significado íntimo.

El Orfeo Català creó en 1958 el Premio Lluís Millet, concedido a una obra coral sinfónica. Esto me incitó a realizar una idea que acariciaba desde los primeros años de mi vida como compositor. Todavía estudiante del Conservatorio de Barcelona, profundamente impresionado por el célebre poema de Joan Maragall, imaginaba un canto de un panteísmo iluminado por su luminosa y sublime espiritualidad, que parecía llamar las voces de un conjunto polifónico y la fuerza de una orquesta para valorar su potente expresividad. 

Quizás esta idea se hubiera quedado como una secreta obsesión sin la institución del Premio Millet, al cual presenté, con éxito, mi versión de la oda de Maragall.

Su inicio mediante trágicos acordes orquestales nos anticipa el carácter enigmático del texto. La entrada del coro nos reflejará la mezcla de sumisión y rebeldía del hombre frente a la divinidad.

Se produce una expectante pausa antes de la aparición de la palabra muerte, en la frase siguiente, para después seguir con una intervención orquestal.

que s'hi mou sempre... i temo tant la mort!    que se mueve siempre... y ¡temo tanto la muerte!

En el siguiente verso, que empieza con fuerza para caer luego en un piano, nos muestra una mezcla de impaciencia, esperanza y miedo

deu-me en aquests sentits l'eterna pau     dadme en estos sentidos la paz eterna

Después de unos versos en que la música se serena, expresando sentimientos de sumisión y de nostalgia, aparece una manifestación de rebeldía expresada por la orquesta antes del siguiente verso

Tant se val! Aquest món, sia com sia,         ¡Tanto importa! Este mundo, sea como sea

Un momento impresionante es el crescendo que se produce después del verso siguiente, terminando con un golpe del timbal y un patético silencio.

per què aclucà'ls cercant un altre "com"?      ¿para qué cerrarlos buscando otro "como"?

Con las palabras siguientes se llega a una resplandeciente coda, que se desvanece en una meditación orquestal.

Sia'm la mort una major naixença!     ¡Sea con la muerte un mayor nacimiento!

Con esta música Montsalvatge nos demuestra sus sentimientos frente a las palabras de Joan Maragall, mediante una emotiva partitura, dramática e imaginativa.

La “Partita 1958" compuesta en 1956 para orquesta, recibió el Premio Oscar Esplá de Alicante en 1958. Se estrenó en la ciudad levantina en dicho año, interpretada por la Orquesta Municipal de Barcelona dirigida por Eduard Toldrà. Al año siguiente se interpretó en Barcelona.

Una partitura que alude a la música del Siglo XVIII, pero sir ser una imitación, por ello le cambió el título añadiéndole el año del premio, para mostrar que se trataba de una música modernista. Está dividida en cuatro movimientos.

El primer movimiento, Fanfarria, actúa a modo de preludio mediante una música dominada por el metal y la percusión que actúa con fuerza rítmica.

El segundo movimiento, Zarabanda, por contraste es de carácter reposado interpretando un motivo de carácter arcaico. Un tema mórbido que en la parte central crece con acordes cadenciales del arpa, piano y los crótalos. Termina con la calma inicial.

El tercer movimiento, Intermedio, recitativo, se basa en una reminiscencia de un tema popular. Se trata de una canción hispano árabe que se presenta de un modo desdibujado. También emplea una forma tripartita con una sección central más viva.

El cuarto movimiento, Final, es una fuga de carácter libre, que se desarrolla en un trepidante clima rítmico, sin que el motivo establezca una tonalidad concreta.

Escuché la obra en el concierto ofrecido el 15 de noviembre de 1964 en el Palau de la Música, interpretado por la Orquesta Municipal de Barcelona bajo la dirección de José María Franco Gil. En la crónica aparecida en el diario La Vanguardia sobre este concierto firmada por el propio Montsalvatge, que en aquella época ejercía de crítico musical del citado diario, no escribe sobre su obra, agradeciendo solamente al director el haberla programado, pero añade un contundente comentario a otra de las obras del concierto, una observación interesante para conocer los ideales estéticos del compositor.

La segunda parte del concierto estuvo dedicada a la "Quinta sinfonía" de Shostakovich a la que nuestro compositor le dedica las siguientes frases. Un interminable mamotreto...La obra desciende hasta las mayores vulgaridades populistas con evidente desorientación para el oyente... ¿Por qué la desestalinización no se llevó a fondo hasta hacer desaparecer esta Quinta Sinfonía de la producción del compositor?

En 1961 compone la "Sonatine pour Yvette" para el pianista Gonzalo Soriano. Su título alude a la hija de Montsalvatge, Yvette, que entonces tenía cinco años, añadiendo una cita de una canción infantil que la niña cantaba.

La segunda ópera compuesta por Montsalvatge "Una voce in off" nace de un encargo del empresario del Teatro del Liceo de una ópera corta, para ser estrenada junto a "El Giravolt de Maig" del maestro Eduard Toldrà recientemente fallecido, el 31 de mayo de 1962, para organizarle un homenaje. Emplea un lenguaje musical que incluye tanto el bel canto como elementos modernistas.

Las “Tres danzas concertantes para orquesta de cuerda" fueron compuestas en 1960 La tercera lleva el título A la española y es la única que se ha grabado. Una obra de estilo neoclásico. Como indica su título la tercera danza se inspira en la música hispánica.

La “Desintegración morfológica de la Chacona de Bach" compuesta en 1962 empieza una nueva etapa en la que emplea métodos atonales en su composición. Se estrenó en el otoño de 1963 interpretada por la Orquesta Municipal de Barcelona dirigida por Rafael Ferrer. Luego la partitura fue revisada y en su versión definitiva se estrenó en 1965 en Madrid, interpretada por la Orquesta Nacional de España dirigida por Rafael Frühbeck, en ocasión del Festival Internacional de Música Contemporánea, SIMC.

Su autor habla de su obra con los siguientes términos. Me propongo en esta obra, de unos doce minutos de duración, crear una reestructuración de la famosa ciaccona de la Segunda Partita en re menor de Bach, previo un desquiciamiento armónico, tonal y rítmico de la partitura en busca de inéditas imágenes sonoras derivadas siempre del sustrato de aquella música. No se trata pues de unas variaciones ni mucho menos de una simple instrumentación para gran orquesta del original para violín solo, sino de ir en busca del misterio vivo y actualísimo que parece palpitar en toda la música de Bach, ceñido en el rigor de las formas más estrictamente clásicas.

Empieza con los primeros acordes de la Chacona empleando una orquestación de su armonía original. Progresivamente se va alejando de esta armonía hasta llegar a una desintegración total. La música va aumentando su disonancia en cada repetición de la melodía hasta convertirse en una obra prácticamente atonal. En la última parte utiliza ampliamente la percusión. Después la melodía empieza a recuperarse hasta su interpretación armónica de forma solemne, que nos conduce a la coda.

Durante esta década compone su tercera ópera "Babel 46" en 1967, cantada en varias lenguas, entre ellas el francés, español, catalán e italiano empleando un estilo bastante ecléctico, pero respecto a sus anteriores obras escénicas, más alejado del bel canto y con aumento de sus disonancias e introduciendo recitados.

El argumento transcurre en un campo de refugiados donde cada uno se expresa en su idioma, lo que da origen a su título. Una obra que habla de las relaciones humanas. El incendio del Gran Teatro del Liceo impidió su estreno, que no pudo realizarse hasta el año 1994 en el Festival de Peralada en versión concertante.

"Viatge a la lluna" es un cuento en forma de narración musical compuesto en 1966 sobre un texto de Josep María Espinás. En formato familiar de comedia musical. Con ello comprobamos el gran eclecticismo del compositor.

Montsalvatge trabaja desde 1962 como crítico musical del diario de Barcelona La Vanguardia y es director del semanario Destino hasta 1975, una referencia intelectual de la época.

Las "Cinco invocaciones al Crucificado" para soprano, piano, celesta, arpa, tres flautas, contrabajo y cinco percusionistas, fue escrita para la Semana de Música Religiosa de Cuenca de 1969. Se estrenó el 6 de abril de 1969 en la iglesia románica de Arcas en Cuenca, interpretada por la soprano Ángeles Chamorro, con Elisa Ibáñez al piano y músicos de la Orquesta Filarmónica de Madrid, bajo la dirección de José María Franco Gil.

El nuevo estilo atonal del compositor culmina con esta obra. Cada parte está escrita en una lengua latina diferente y su lenguaje musical adopta estilos diferentes siguiendo el eclecticismo de su autor.

La primera, De passione Christi, sigue un texto, un himno procesional medieval, escrito en latín de Venancio Fortunatus del Siglo VI y según las palabras del compositor sigue un cierto rigor dodecafónico. Música atonal que nos ofrece todo el dramatismo que requieren los versos.

La segunda, Pianto della Madonna, escrita en italiano es una lauda de Jacopone da Todi, un poeta italiano del Siglo XIII. Es una deliciosa siciliana de armonías claramente tonales con cierto carácter arcaizante.

La tercera, La Vierge couronnée, utiliza un poema en francés de Albert Flory (1890-1978). La soprano está acompañado por las tres flautas y el arpa, que ofrecen un cristalino sonido. Música de carácter impresionista de influencias francesas.

La cuarta, Lamentatio, está escrita en español, usando un texto del Cancionero del poeta franciscano del Siglo XV Iñigo de Mendoza. Combina el uso de la serie dodecafónica con la evocación de los tambores y pifres, un instrumento germánico del Siglo XIV de la familia de las flautas traveseras, que se toca durante la Semana Santa en la ciudad natal del compositor, Girona.

El piano inicia el movimiento con una serie dodecafónica, a la que sigue la entrada de una marcha procesional interpretada por pífanos y tambores con acompañamiento de castañuelas. El patético canto de la soprano está acompañado por los redobles del tambor que nos sitúa en la Semana Santa. Una música descarnada que se adapta perfectamente al poema.

La quinta, D'oració de temps, emplea un texto en catalán de una de las Oracions del humanista del Siglo XIII Ramon Llull. La música está escrita en un lenguaje tonal.

En el programa de mano del día de su estreno el compositor comentaba su obra con las siguientes palabras. Me propuse que la música fuese como un eco de la intensidad dramática de los textos seleccionados e hice uso en cada momento de los recursos y de la técnica compositiva que me pareció más adecuada y afín a la significación de los poemas.

En las canciones afloran los recuerdos según cuenta el compositor. Recuerdos de los años de infancia, cuando los desfiles de Semana Santa por las estrechas calles del casco antiguo de Girona, mi ciudad, me producían un indecible pavor, la memoria de una impresionante procesión de gitanos en el Sacromonte granadino, unas convulsas y transidas saetas escuchadas en Murcia y la estampa de las típicas calles y templos de Cuenca en la semana de Pascua.

Una obra de carácter expresionista en la que logra una música descriptiva pero sin emplear citas directas. La música evocando las procesiones de Girona es un ejemplo destacado. La obra religiosa más importante de un compositor agnóstico declarado.

Montsalvatge ingresa en 1970 como profesor de composición en el Conservatori Municipal de Barcelona, la antigua Escola Municipal de Música, donde había estudiado, del que sería nombrado catedrático en 1978.

"Laberinto" es una obra orquestal compuesta en 1971 para el 20º aniversario del Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Se estrenó en el Palacio de Carlos V de Granada el 23 de junio de 1971, interpretada por la Orquesta de la Radio y Televisión Española dirigida por Enrique García Asensio.

Para la música se inspira en los laberintos decorativos de las paredes de la Alhambra de Granada y los asocia con el mito griego de Ariadna, la cual fue salvada por Teseo de la furia del Minotauro, preso en el fabuloso Laberinto cretense. Pero no se trata en ningún caso de una obra de música descriptiva.

Una partitura en la que emplea los procedimientos seriales. La obra está dividida en tres partes. Se estrenó en Barcelona el 29 de abril de 1972, interpretada por la Orquesta Ciutat de Barcelona dirigida por Antoni Ros Marbà. También se realizaron varias versiones coreográficas utilizando su música.

El primer movimiento, moderato sostenuto, lleva por título Por el camino que no conduce a ninguna parte. Para ello utiliza una música de carácter atonal formada por dos series dodecafónicas. Con ello nos muestra la fuente literaria de su inspiración, además del camino evasivo de la tonalidad.

El segundo movimiento, moderato risoluto, se titula En el encuentro de Teseo y Ariadna. Emplea los instrumentos de viento y la percusión en un primer episodio que representa a Teseo con un fuerte carácter. La representación de Ariadna, más delicada, la realiza a través de la cuerda.

El tercer movimiento, allegro ma non troppo, lleva el título de Para la exaltación de Minotauro. En este movimiento aparece el ambiente hispánico mediante la utilización de un zapateado, danza andaluza marcada por el ritmo de los zapatos, con lo cual el mito del toro griego se traslada a Granada convirtiéndose en el toro ibérico. La danza que aparece desdibujada va tomando progresivamente la forma del zapateado.

La "Serenata a Lydia de Cadaqués" que también utiliza elementos atonales inicialmente fue compuesta para flauta y piano. Escrita en 1970 para el Festival Internacional de Música de Cadaqués, está dedicada al flautista Jean-Pierre Rampal que la estrenó el 7 de agosto de 1971 acompañado al piano por Àngel Soler.

El propio compositor realizó una nueva versión para flauta y orquesta en 1973. Esta versión se estrenó en el Palau de la Música Catalana el 27 de septiembre de 1973, interpretada por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Antoni Ros Marbà con Solita Cornelis como flautista.

Cadaqués, que podemos contemplar en la fotografía adjunta, es una peculiar población costera situada en la comarca ampurdanesa de Girona, sede de reunión de artistas e intelectuales. Se hizo famosa por ser durante unos años la residencia del pintor Salvador Dalí. La Lydia de Cadaqués a quién se rinde homenaje en la obra, era un personaje real, una mujer misteriosa, hija de bruja según rumores populares. Conoció al escritor Eugeni d'Ors identificándose con su personaje literario, la Ben Plantada. También conoció al pintor Dalí.

La cadenza inicial de la flauta tiene un carácter tenso y dramático buscando un diálogo con la orquesta, que entra con energía, la cual se va desvaneciendo mientras la flauta nos dibuja una imagen lánguida de Lydia, la mujer que recibe el homenaje a través de esta música.

El "Concert-Capriccio per a arpa" fue compuesto en 1975 para el arpista Nicanor Zabaleta y la Orquesta Nacional de España. Se estrenó el 18 de abril de 1975 en el Teatro Real de Madrid interpretado por los protagonistas citados dirigidos por Rafael Frühbeck de Burgos.

Es una obra de un marcado carácter rítmico con influencias impresionistas, que nos demuestra una vez más el carácter ecléctico del compositor. Según comentó el autor su composición fue particularmente laboriosa. Por la gran cantidad de trabajo que me supuso resolver los problemas que supone la escritura para arpa y su acoplamiento con una orquesta heterogénea. El trabajo fue interesantísimo... y agotador.

El primer movimiento, leggero, escrito en forma sonata, es iniciado mediante la percusión. Luego aparece un tema rítmico presentado por el arpa. Un segundo tema de carácter impresionista sirve de contraste, realzado mediante un solo de la flauta. Termina con la correspondiente reexposición.

El segundo movimiento, andante da camera, cadenza, es protagonizado casi exclusivamente por el arpa. Su diálogo con la orquesta se reduce a una versión camerística, que utiliza preferentemente la flauta. El tema es de carácter pensativo. El movimiento termina con una cadenza para el solista de arpa.

El tercer movimiento, allegretto, rondó guarani, está basado en la canción guaraní El pájaro campana, que popularmente se interpreta mediante el arpa criolla. El músico paraguayo Félix Pérez Cardozo, conocido como el Primer Gran Arpista de América, la difundió por todo el mundo.

El pájaro campana desde el año 2004 es el pájaro nacional del Paraguay. Llamado en guaraní Guyra campana, es un ave paseriforme, la especie Procnias nudicollis, que se encuentra en peligro de extinción.

El movimiento es una elaborada transposición de una galopa en forma de rondó. Una danza de los tupiguaraníes, un pueblo y una cultura originaria de la región comprendida entre Panamá y Paraguay. Las notas iniciales están basadas en el canto del citado pájaro. Como podemos comprobar una música étnica de origen naturalista ha pasado al campo de la música sinfónica.

El "Concertino 1+13" compuesto en 1975 fue encargado por el Festival Internacional de Música de Barcelona. Lo estrenó en Barcelona en el mismo año Gonzalo Comellas, como concertino solista con la Orquesta de Cámara de Londres dirigida por Adrián Sunshine. Está formado por tres movimientos escritos para violín solista acompañado por 13 instrumentistas de cuerda.

El primer movimiento, allegretto, empieza de un modo áspero tanto rítmica como tonalmente, que se va suavizando hasta dar paso al 1, el violín solista, que se impone sobre los 13. Luego el conjunto se recupera mediante unas variaciones temáticas, terminando de un modo cíclico.

El segundo movimiento, moderato, empieza mediante un pizzicato del conjunto de cuerda al cual se opone la melodía expresiva del solista, que pronto se muestra como el protagonista absoluto.

El tercer movimiento, moderato energico, recupera el diálogo del primer movimiento entre el conjunto que inicia el movimiento y el violín solista, mediante un tema que muestra una acusada aspereza, similar a la inicial.

El "Hommage à Manolo Hugué" (Cinc poemes en forma de cantata) es una obra para soprano y orquesta, estrenada en Madrid en 1973 interpretada por Victoria de los Ángeles con la Orquesta de la Radio y Televisión Española.

En el programa de mano correspondiente a su presentación en Barcelona el 27 de octubre de 1973, durante el IX Festival Internacional de Música, interpretada por la Orquestra Ciutat de Barcelona con la soprano Victoria de los Ángeles bajo la dirección de Antoni Ros Marbà, el compositor escribe el siguiente comentario sobre su obra.

Manuel Martínez Hugué, el sensacional Manolo, además de haber sido un escultor y un extraordinario pintor y dibujante de trascendente y singular personalidad muy representativa de su tiempo (1872-1945), también escribió una serie de poemas breves en francés, castellano y catalán a los cuales daba solamente el mínimo valor de un pasatiempo y que, a pesar de ello, después hemos descubierto que revelan una impensable fuerza, tal vez la faceta más íntima y auténtica de su temperamento. Conocí entrañablemente y admiré sin límites la persona y la obra de Manolo, con la cual me siento en cierta manera vinculado. 

Al decidirme a poner música a cinco de sus poemas en lengua francesa, quise prescindir de cualquier planteamiento que no fuera el de escribir una partitura, que pienso hubiera gustado al inolvidable Manolo, dedicada a sus versos, que solamente es necesario leerlos una vez para sentirse fascinado, en ciertos momentos perturbado, tanta es la belleza clásica y la tensión lírica de las estrofas. 

Aunque no exista ninguna relación temática o formal entre cada uno de los cinco poemas, los reuní, dando a la composición la estructura de una pequeña cantata para soprano con la orquesta como elemento acompañante o ambientador de las palabras, formando un todo sinfónico vocal que discurre sin solución de continuidad. He querido, de este modo, rendir un fervoroso homenaje en recuerdo del incomparable artista y gran amigo.

El primer poema, Emphase, contiene una música de carácter épico que acompaña al recitativo de los versos de este poema escrito en París en 1901.

                            Claustro del monasterio de San Daniel en Girona

El segundo poema, Le couvent de Saint Daniel, en contraste con el primero contiene una música recogida que ambienta perfectamente los versos cantados por la soprano, describiendo la amarga tristeza del convento. Un poema escrito en Girona en 1914 inspirado por su conocido monasterio situado en la falda del monte San Daniel.

El tercer poema, L'Olivier, de carácter animado se remonta a la época griega para una descripción del olivo, que en la voz de la soprano llega a su identificación con la tragedia griega. El poema fue escrito en Céret en 1921.

El cuarto poema, Hier, fue escrito en París en 1907. De carácter onírico la orquesta ambienta los versos que nos hablan del sueño nocturno.

El quinto poema, A mon coeur, tiene un carácter eminentemente trágico realzado por la orquesta. El poema fue escrito en París en 1906. Por su propio interés literario a continuación insertamos el citado poema, y su traducción, pues creemos que tiene suficiente valor para interesar al lector.

  Aux arbres, la terre;          A los árboles, la tierra;

aux fleurs, la couleur;         a las flores, el color;

        à l'espoir, des voiles;          a la esperanza, las velas;

   au soir, des étoiles;          a la noche, las estrellas;

      et à mon coeur, du fer;          y a mi corazón, la mordaza;

          Du fer, pour le faire taire.          La mordaza, para hacerlo callar.

El "Concierto del Albayzin" empezado en 1976 y terminado en 1977 para clave y orquesta, fue escrito por un encargo del Festival Internacional de Música de Granada, para el clavicembalista colombiano Rafael Puyana, sin poseer ninguna referencia andaluza. En 1980 realizó una versión para piano y orquesta.

Se estrenó el 25 de junio de 1978 en Granada, en el marco del XXVII Festival Internacional de Música, interpretado al clave por Rafael Puyana con la Orquesta de la Radio y Televisión Española dirigida por García-Asensio. El autor lo comentó en el respectivo programa de mano con las siguientes palabras, que reproducimos a continuación.

La tímbrica del clavicémbalo, nombre que Puyana considera que correspondería al instrumento, tan incisiva como delicada, concreta y paradoxalmente evanescente, siempre me había resultado atractiva y llena de posibilidades aplicables a un lenguaje y a unos conceptos musicales distantes de cualquier afinidad con los estilos arcaicos y, sobre todo, opuesta a un eventual manierismo del repertorio propio del Siglo XVIII, tan frondoso para el clavecín. 

Con este punto de partida y sin recurrir a efectismos o desviaciones de mi línea compositiva libre, que la considero propia, escribí la partitura que, por otro lado, se adapta, sin un excesivo rigor, a la morfología característica del concerto a la italiana. 

El planteamiento inicial, con una orquestación ceñida a cinco o seis instrumentos, fue seguidamente abandonado, seducido por la aventura de conseguir el diálogo y la confrontación desigual, y difícil, soy consciente de esta realidad, del clave con la orquesta completa, aun que no sea numerosa. 

El título de Concierto del Albayzín no tiene otro significado que el de anotar de alguna manera, una sugerencia de Puyana, la circunstancia que su estreno tuviera lugar en Granada, al mismo tiempo que expresar, con una ortografía primigenia, el nombre del luminoso barrio de aquella ciudad andaluza, como un testimonio de la fascinación que su imagen siempre me ha ejercido.

El primer movimiento, con spirito, es iniciado mediante un tema rítmico contrastando con otro de naturaleza más lírica bastante cromático. Escrito en forma sonata libre la recapitulación nos conduce a una tranquila coda.

El segundo movimiento, adagietto, nos presenta una música particularmente austera. Iniciado por el solista sigue con una enigmática entrada de la orquesta. Una música muy cromática acompaña los arpegios del solista en su parte central. Un tema poco definido es interrumpido por bruscas entradas de la percusión que nos conduce a la coda.

El tercer movimiento, moderato, allegretto, se inicia mediante arpegios del clave. La entrada orquestal acelera el ritmo, que sigue el solista mediante una sección rítmica que incluye una velada melodía orquestal. Después de un motivo tranquilo la recapitulación del tema rítmico nos conduce a la coda.

Un concierto que sin poseer ningún elemento folclórico nos muestra el estilo libre del compositor, que sabe unir perfectamente elementos tan dispares como el clave y la orquesta de un modo totalmente personal.

La "Metamorfosi de Concerto" compuesta en el año 1980 para guitarra y orquesta, es un encargo del guitarrista Narciso Yepes. Con esta obra Montsalvatge ganó el Premi Ciutat de Barcelona del año 1982. Una obra compleja, característica del periodo de madurez del maestro, que incluye una gran variedad estilística.

                                                                Narciso Yepes

Se estrenó en el Teatro Real de Madrid el 13 de febrero de 1981, interpretado por la Orquesta Nacional de España dirigida por Antoni Ros Marbà con Narciso Yepes como solista. Su presentación en Barcelona con el mismo solista acompañado por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Albert Argudo tuvo lugar el 22 de enero de 1983.

Reproducimos a continuación el comentario que escribió el propio compositor sobre su obra en el programa de mano. La composición de la Metamorfosi de Concerto, la realicé en dos etapas. Primeramente, durante el año 1975, por reiterada y amable invitación de Narciso Yepes, empecé el esbozo del que después sería el último movimiento de la obra que, por tener a la guitarra como protagonista, me pareció que podía representar una cierta despedida de la tendencia que configuró algunas de mis anteriores partituras calificadas de antillanistas. 

Por esta razón creí que quedaba justificado adoptar como esquema temático el ritmo y el índice melódico de un antiguo fandango de ultramar, concretamente de Colombia. Con estas premisas, me proponía elaborar una música a modo de Rapsodia o Fantasía. Había escrito inmediatamente antes el Concerto-Capriccio para arpa e interrumpí mi labor anteriormente proyectada para atender el encargo de otra obra similar, Concerto del Albayzin con clave solista en 1976, por dicho motivo me pareció oportuno evadirme entonces de esta clásica contextura formal. 

Al reemprender en 1977 la música para guitarra y orquesta, seguía, por tanto, con la idea de darle una intención rapsódica y vertebrarla en un solo movimiento, aunque no inflexible, y con esta intención inicié la tarea con un Molto moderato, seguido, después de algunas variantes dinámicas, de un Allegretto scherzando que sin solución de continuidad hice derivar a un Adagietto para enlazarlo con el Allegretto final, el episodio conclusivo ya compuesto anteriormente. Así quedó la realización, a la cual Yepes me convenció de intercalar dos largas cadenzas para la guitarra solista. 

Con esta nueva estructura la obra presentaba bastantes afinidades morfológicas con las propias de un Concerto planificado libremente, y por esto consideré que el título que se ajustaría mejor a su carácter era el de Metamorfosi de Concerto que decidí adoptar. La obra, sin más cambios, quedó definitivamente terminada el octubre de 1979.

El primer movimiento, molto moderato, que se encuentra bastante alejado de la estética guitarrística española, nos presenta unos temas poco definidos con diversas variantes dinámicas. Una cadenza de la guitarra de considerable extensión cierra el movimiento.

El segundo movimiento, allegretto scherzando, adagietto, empieza mediante un tema rítmico realzado con fuerza por la orquesta. Sin pausa la guitarra nos presenta un amplio tema lírico dando paso a una nueva cadenza, que enlazará directamente con el último movimiento.

El tercer movimiento, allegretto, toma como motivo principal el ritmo del fandango colombiano. La orquesta con el apoyo de la percusión marca el fuerte ritmo. Mediante un juego contrapuntístico interactúan solista y orquesta. Una coda basada en el fandango cierra la obra, pero cediendo el protagonismo de las últimas notas a la guitarra.

En 1983 le es otorgada la Creu de Sant Jordi reconociendo su trayectoria y en 1985 recibe el Premio Nacional de Música, además de ser investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Barcelona.

La “Sinfonia de Requiem" fue compuesta en 1985 para un encargo del Ministerio de Cultura con motivo del Año Europeo de la Música. Inspirada en la misa de difuntos el autor escoge seis partes del ordinario de una misa de Réquiem, expresando con la orquesta el sentimiento que le inspira cada una de ellas. Se estrenó el 19 de septiembre de 1986 en el Festival Internacional de Música de Alicante.

El primer movimiento, Introitus, andante moderato, poco piú sostenuto, tempo I, después de una calmada introducción las maderas realizan una alusión al canto gregoriano. Con un sentimiento de serenidad se termina el movimiento.

El segundo movimiento, Kyrie, andante doloroso, tiene el carácter de súplica mediante las líneas melódicas de maderas y cuerdas que se desarrollan lentamente. En la sección central aparecen ritmos irregulares. Finalmente se regresa a la calma inicial.

El tercer movimiento, Dies irae, allegretto con brio, poco meno mosso, moderato ritenuto, tempo I, es la parte más dramática de la obra. Emplea el conocido himno Dies irae, que presentan en primer lugar las trompas y trompetas. Emplea una escritura cromática para las cuerdas y maderas. En la última sección reaparecen las trompetas, terminando mediante un crescendo enlazando sin interrupción con el siguiente movimiento.

El cuarto movimiento, Agnus Dei, adagietto, empieza con un solo de la viola, contrastando con fuerza con el movimiento anterior. Emplea una melodía fluida con intervenciones del piano. Sugiere un sentimiento de contemplación y una oración para el perdón.

El quinto movimiento, Lux aeterna, andante moderato, emplea la cuerda en melodías muy calmadas. El piano acompañado por una delicada percusión nos conduce a la coda, que enlaza con el último movimiento.

El sexto movimiento, Libera me, Domine, moderato solemne, molto tenuto, empieza con un solemne crescendo, hasta que una fanfarria del metal nos lleva a un solo de la soprano, con una oración de súplica para la paz. Termina con una nota sostenida de esperanza.

Montsalvatge no era un persona religiosa, declarándose agnóstico. En esta obra expresa una serie de sentimientos expresados mediante la música. Según dijo en una ocasión, Tenía la intención de ignorar el aspecto religioso ortodoxo y concentrarme en la expresión de su profundo mensaje, fuerte, a la vez triste y sublime, empleando únicamente la orquesta.

En realidad no se trata ni de una sinfonía ni de una misa. Es la expresión sinfónica de una serie de sentimientos relacionados con la idea de la muerte.

En las "Tres postals il-luminades" compuestas para orquesta de cuerda en 1991 vuelve a utilizar el ritmo de habanera y el jazz. Está dedicada a la Orquestra de Cambra de l'Empordà y nace por el encargo del Ayuntamiento de Figueres para la reinauguración del Teatre Municipal El Jardí de esta ciudad ampurdanesa.

Consta de tres piezas inspiradas en tres paisajes bien diferentes, según el compositor vistos a través de las anacrónicas tarjetas postales que antes de inventarse la policromía impresa se coloreaban, se iluminaban, como se decía antes, a mano.

La primera, Postal de la Provença, evoca dos bergerettes, unas canciones del Siglo XVIII inspiradas en la vida pastoral. La segunda es presentada mediante un pizzicato de la cuerda.

La segunda, Postal de l'Havana, está basada en la habanera que tanto enamoró al compositor. Introducida lentamente pronto va tomando forma, desdibujándose finalmente.

La tercera, Postal de Nova York, sigue el espíritu de la música norteamericana. Eminentemente rítmica incluye partes melódicas contrastantes. El motivo rítmico cierra la obra.

El "Madrigal sobre un tema popular" que fue terminado el 11 de octubre de 1991 está basado en la conocida canción catalana "El cant dels ocells", inmortalizada por Pau Casals. En esta versión emplea un conjunto de cuerda con violoncelo solista, homenaje a Casals y una soprano que canta las estrofas de dicho canto popular.

La obra se interpretó en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, con Victoria de los Ángeles, el violoncelista Lluís Claret acompañados por la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por García Navarro. Conserva en todo momento su carácter popular.

"Sortilegis" fue compuesta en 1992 como respuesta a un encargo del Centro para la Difusión de Música Contemporánea, que deseaba una obra nueva destinada a la final del Concurso Internacional de Directores de Orquesta.

El concurso tuvo lugar en el mes de agosto de 1992 en el marco del 21º Festival Internacional de Cadaqués. Una breve obra adaptada al concurso, que está compuesta por una serie de secciones variadas, para poder presentar a los candidatos un amplio abanico de dificultades técnicas.

Presenta una alternancia de las secciones técnicas con otras contrastantes, para que los candidatos puedan demostrar tanto sus cualidades técnicas como su talento interpretativo. Obra característica de su última etapa presenta una música más conservadora.

"Bric à Brac" compuesta en 1993 fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Tenerife el 30 de septiembre de 1993 dirigida por Víctor Pablo Pérez. Su título hace referencia al conjunto de elementos decorativos de bajo valor que a menudo se acumulan sobre muebles, cajoneras o estantes. Esta mezcla de baratijas, compuesta por tazas, plumas, cuencos, piedras, etc., se traduce musicalmente en cuatro movimientos sinfónicos contrastados presentando cuatro ambientes.

El primer movimiento, Evocador, nos presenta un tema popular canario que trata de modo libre. Con ello evoca el origen de la obra, usando un estilo eminentemente tonal, pero siempre matizado con sus características personales.

El segundo movimiento, Sesgado, es de carácter tranquilo iniciado por la madera y continuado por la cuerda mediante un tema lírico. Como expresa su título la intención de la música es ejercer una función decorativa, a pesar de sus propios valores intrínsecos.

El tercer movimiento, Tenso, en decidido contraste con el anterior contiene determinantes tensiones armónicas y rítmicas, que se manifiestan en su corto recorrido.

El cuarto movimiento, Lúdico, es muy breve, en forma de un divertimento festivo contiene frenéticos temas rítmicos que dificultan su interpretación.

La "Folia Daliniana" compuesta en 1996 está titulada como Sinfonietta para flauta, oboe, clarinete, fagot, orquesta de cuerda y percusión. Se trata más bien de un concertino construido en versión moderna y libre sobre las danzas de origen portugués conocidas como Folías de España, unas danzas renacentistas, que a partir del Siglo XVI empezaron a divulgarse por toda Europa hasta el Siglo XVIII, en que perdieron el estilo primitivo y derivaron hacia una música de estructura muy desigual. Se estrenó en el mes de julio de 1997 durante el Festival Internacional de Cadaqués.

Añadimos los comentarios del compositor extraídos del programa de mano del 16 de mayo de 1997, cuando fue interpretada en el Palau de la Música Catalana por la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya bajo la dirección de su entonces titular Lawrence Foster.

Con esta visión de la Folia, vinculada al recuerdo de Salvador Dalí, al cual sigo admirando tanto, he querido dar preponderancia esencial a los instrumentos de viento madera reunidos al principio de la partitura y al final, interviniendo antes, sucesivamente, la flauta, el oboe, el clarinete y el fagot como verdaderos solistas, acentuando además el virtuosismo. 

El conjunto de cuerda, subrayado por una percusión reducida, completa, sin perder su carácter acompañante, la estructura marcadamente sinfónica de la composición, encargo de la Orquestra de Cadaqués, que la estrenó el 27 de julio de 1996, dirigida por Sir Neville Marriner.

La orquesta y los solistas realizan la introducción seguida por un solo de la flauta, que luego será continuado por el oboe. Solistas y ripieno, por comparación con los conciertos barrocos, van alternando. Las actuaciones de los solistas son en forma de intermedios virtuosos. Finalmente se unen a la orquesta para cerrar la obra.

En la obra sobre un fondo de la folia expresada en los ritmos vivos, se une el trabajo de los instrumentos solistas, que se van sucediendo, todo rodeado por un lenguaje personal en el que mezcla el atonalismo con cierto aire caribeño.

La “Sinfonietta - concerto" fue compuesta en 2001 por encargo del Festival Internacional de Santander. Se estrenó en la clausura de dicho Festival, interpretada por la Orquesta de la Academia Santa Cecilia de Roma con Jaime Martín como flauta solista. Está orquestada para flauta solista, orquesta de cuerda, piccolo, arpa y un percusionista.

El primer movimiento, andante moderato, lo podemos considerar dividido en tres partes. Después de una introducción orquestal lenta la flauta solista inicia un recitativo de carácter impresionista. En la sección central la flauta aumenta su carácter rítmico realizando una música de carácter neobarroco. La última sección recupera el tono lírico inicial para conducirnos a una breve coda.

El segundo movimiento, scherzo leggero, se inicia con el eminente carácter rítmico de la cuerda hasta llegar a un solo de la flauta, que se acelera con la entrada del acompañamiento orquestal en la última sección, terminando con una coda notablemente rítmica.

El tercer movimiento, teneramente tranquillo, corresponde a la parte lenta de la sinfonía. La flauta inicia un tema lírico pensativo hasta que es interrumpido por una entrada de la orquesta. En la parte central el tema lírico se intensifica para regresar en la última parte a un lirismo más contenido, terminando con las notas del arpa.

El cuarto movimiento, animato capriccioso, es muy breve. La flauta interpreta un tema rítmico que en la parte central se vuelve más melódico. Finalmente recupera el ritmo inicial terminando con un fuerte agudo del solista.

Podríamos decir que la obra se acerca a un concierto para flauta y orquesta dominado siempre por el solista. La obra es una muestra del último estilo compositivo del autor, de un carácter más tonal.

"Tres reflexos sobre una pastoral d'hivern" compuesta en 2002 para Gerard Claret y la Orquesta Nacional de Cambra d'Andorra, cierra la historia de su labor creativa con unas páginas de gran lirismo. Albert Guinovart terminó su orquestación. Empezada en el mes de mayo de 2001 terminó de escribir lo que él llamaba la síntesis de la obra el 3 de febrero de 2002. Una obra póstuma que se estrenó el 5 de junio de 2003 en el Auditori Nacional d'Andorra interpretada por la orquesta a quién está dedicada.

El primer movimiento, andantino violeta, presenta la primera reflexión sobre el invierno humano, la parte final de la vida, empleando un modo que sin ser innovador resume el estilo de la obra del compositor.

El segundo movimiento, adagietto blanco, nos ofrece la sección más reflexiva de la obra, como la valoración de toda una vida dedicada al arte. El color blanco se entiende como unión y síntesis de todos los colores.

El tercer movimiento, spiritoso carmesí, nos presenta la última reflexión sobre la última etapa de la vida, mostrando que aun posee la energía suficiente para terminar su obra.

Montsalvatge muere en Barcelona el 7 de mayo de 2002. Considerado como uno de los compositores catalanes más importantes del Siglo XX, se caracteriza por su eclecticismo y sus cambios estéticos a lo largo de su vida.

Primero la influencia del impresionismo francés, luego su etapa antillanista, con sus ritmos de habanera debidos a la larga ligazón de Cuba con España. Pasando por el neoclasicismo hasta llegar a la música de vanguardia, con la adopción de las técnicas seriales y dodecafónicas. Pero siempre se comportó con un estilo independiente, añadiendo sus personales matices.

Crítico musical del periódico barcelonés La Vanguardia desde 1962, es recordado por sus críticas negativas a la música alemana post wagneriana, con autores como Bruckner o Mahler, a los que consideraba autores de obras de sobrecargada retórica, autores como decía de obras elefantasíacas. Todavía lo recuerdo sentado en uno de los palcos laterales del Palau de la Música en una época de mi juventud, cuando asistía a los conciertos de la Orquesta Municipal de Barcelona.

Su importancia en el mundo sinfónico catalán se resume en sus 109 interpretaciones de 36 obras diferentes, que la OBC ha realizado desde su fundación en 1944, siendo el compositor catalán más interpretado.[1]

[1]  Según información cedida por el Departament de Documentació i arxiu general de la OBC