PONS

Josep Pons (1768-1818) nació en Girona hacia el año 1768. Entre 1780 y 1784 fue niño del coro de la catedral de Girona formándose con Jaume Balius y Manel Gónima. Hacia 1790 se traslada a Córdoba como ayudante del maestro de capilla de su catedral Jaume Balius.

En 1791 consigue el cargo de maestro de capilla de la Catedral de Girona. Se presentó en 1793 a las oposiciones para el cargo de maestro de capilla de la Catedral de Valencia que fueron muy concurridas. El organista Rafael Anglés era el encargado de dictaminar los ejercicios a realizar por los participante. Se les encargó la composición de un himno para Santo Tomás de Villanueva dándoles un plazo de veinte días. Después de examinar las obras la plaza fue concedida a Pons que tomó posición de ella, conservándola hasta su muerte el 2 de agosto de 1818 en Valencia.

La catalogación de sus sinfonías fue iniciada por Joán Trillo y José López-Calo. Su numeración no sigue un orden cronológico. Josep Dolcet ha continuado este trabajo.

La “Sinfonía Nº 1 en sol mayor” (Oriental) está orquestada para dos flautas, dos oboes, dos fagots, dos trompas y cuerda. Se supone que fue compuesta en Valencia en las primeras décadas del siglo XIX.

Moreno CdEl primer movimiento, andantino maestoso, empieza con una introducción lenta que prepara el tema principal del siguiente movimiento sin separación.

El segundo movimiento, allegro, presto, contiene un tema de carácter ligero similar a los empleados en la ópera italiana de Rossini populares en España en las primeras décadas del siglo XIX. Las sinfonías de Pons están construidas como oberturas sin respetar las convenciones clásicas. Los temas se van repitiendo con retornos al presentado en la introducción, terminando alegremente.

La “Sinfonía Nº 2 en re mayor” está orquestada para dos flautas, dos fagots, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 3 en si bemol mayor” escrita en forma de obertura está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 4 en re mayor” escrita en forma de obertura está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 5 en fa mayor” escrita en forma de obertura está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 6 en re mayor” escrita en forma de obertura está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 7 en re mayor” escrita en forma de obertura está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda.

La “Sinfonía Nº 9 en si bemol mayor” está editada para una instrumentación de banda. Escrita en un solo movimiento tiene la estructura de una obertura italiana. Dividida en diferentes secciones sus temas se van repitiendo.

La “Sinfonía Nº 10 en la mayor” se conserva en forma de manuscrito en la Biblioteca Municipal de Madrid, entre los fondos procedentes del antiguo Teatro de la Cruz. Está orquestada para flauta, dos oboes, fagot, dos trompas y cuerda. Su característica más peculiar es el solo para trompa que presenta diversas dificultades para su intérprete.

pons tr_00482Esta obra se encuentra junto a otras oberturas y sinfonías del mismo Pons y de Sor, también publicadas y grabadas, Pablo del Moral y Francisco Javier Moreno, así como de Haydn, Pleyel o Mozart y de autores europeos menos conocidos como Rosetti, Winter, Witt, Méhul, Paër, Paisiello, Salieri, Sarti, Spontini, Mercadante, etc.

Es la primera ocasión en que se encuentran sinfonías u oberturas de Pons en archivos procedentes de teatros, y ello demuestra que, aparte del uso en actos religiosos que implica su conservación en archivos catedralicios, esta música también sonaba en salas de concierto o como preludio para las obras dramáticas representadas a principios del siglo XIX.

Su obra tuvo gran difusión en Cataluña, donde se conservan muchas de sus partituras en distintos archivos, sobre todo de su repertorio vocal, aunque la mayor parte de su obra son sinfonías y oberturas pensadas para uso eclesiástico. Estas tienen una clara influencia italiana y acostumbran a estructurarse en dos movimientos enlazados, donde el primero puede funcionar como introducción o no tener ninguna relación.

Las sinfonías estaban destinadas principalmente a un uso religioso. Como en muchas catedrales españolas, en Valencia durante las fiestas importantes después de la misa solemne de mediodía se realizaban conciertos de música sacra conocidos como siestas. En los respectivos archivos se encuentran muchas obras interpretadas durante estos conciertos, especialmente de Haydn y de su alumno Pleyel, junto con las obras de Pons.