SINFONIA Nº 7 EN DO MAYOR

La “Sinfonía Nº 7 en do mayor”  Op.60 (Leningrado) fue empezada en el mes de julio de 1941, terminando sus tres primeros movimientos hacia finales de septiembre. Las autoridades le obligan junto con su familia a abandonar Leningrado, para pasando por Moscú reunirse con otros evacuados y dirigirse a la provinciana ciudad de Kuibyshev. Desde 1991 la ciudad se denomina Samara, estando situada en la orilla izquierda del Volga, a 880 Km al sudeste de Moscú. Allí termina su sinfonía el 27 de diciembre de 1941.

Se estrenó el 5 de marzo de 1942 en Kuibyshev, interpretada por la orquesta del Teatro Bolshoi dirigida por Samuil Samosud, siendo retransmitida a través de toda la Unión Soviética. Poco después se estrena en Moscú, siendo enviada la partitura a los Estados Unidos en forma de microfilm. Arturo Toscanini la dirige en New York con la NBC Symphony Orchestra el 19 de julio. Karl Eliasberg la dirige el 9 de agosto de 1942 en la propia Leningrado, con solo quince miembros de la antigua orquesta de la Radio de Leningrado, completada por todos los músicos que habían podido reunir, en un acto propagandístico. Potentes altavoces difundieron la obra por toda la ciudad y sobre las tropas alemanas que la asediaban. Este difícil acontecimiento logístico demuestra la importancia que daban los soviéticos a esta obra.

Está orquestada para tres flautas, doblando piccolo y flauta baja, dos oboes, corno inglés, tres clarinetes, doblando clarinete piccolo, clarinete bajo, dos fagots, contrafagot, ocho trompas, seis trompetas, seis trombones, tuba, triángulo, caja, bombo, platillos, bloques de madera, xilófono, dos arpas, piano y cuerda ampliada con un mínimo de 16 violines primeros, 14 segundos, 12 violas, 10 violoncelos y 8 contrabajos.

SINFONIA 7El primer movimiento, allegretto, empieza con un amplio tema de carácter épico. El segundo tema es de carácter lírico con cierta ternura. La exposición se termina mediante un sereno pasaje. Cuando se espera que se inicie el desarrollo aparecen temas totalmente nuevos. Destaca un ostinato de la caja clara que abarca dos compases. Sobre el motivo repetido se interpreta una melodía de marcha banal. Es el llamado tema de la invasión. Se repite en una serie de variaciones al estilo del Bolero de Ravel, que van aumentando de intensidad. El estilo va volviéndose cada vez más grotesco. Después de once variaciones entra con fuerza el metal cambiando la tonalidad. El material temático se hace cada vez más violento hasta alcanzar un potente climax. En este momento reaparece el primer tema transformado en una pesada marcha fúnebre. En la reexposición el segundo tema es transformado en una sombría lamentación. Luego vuelve a repetirse el primer tema de un modo más sereno, recobrando el carácter que tenía al principio. Termina con una serena coda en el registro agudo, que es interrumpida por el siniestro redoble de la caja clara y un recuerdo del tema de la invasión.

El segundo movimiento, moderato, poco allegretto,  es un scherzo en forma de rondó. El tema principal es enigmático, estando acompañado por un segundo más lírico con un carácter de danza en su armonía. La sección central que correspondería al trio, es fuertemente contrastante. Una vez más podemos hablar de la influencia de Mahler. Continúa con una fuerte sección rítmica, enfrentando el sonido de la madera con el del metal. Luego vuelve tranquilamente el primer tema del scherzo. El segundo tema es interpretado por el clarinete bajo acompañado por las flautas y arpas. Una elegíaca coda termina el movimiento.

El tercer movimiento, adagio, también tiene forma de rondó. Empieza con unas frases recitativas de tipo coral. La orquesta suena como la imitación de un gran órgano. El debido contraste lo encuentra en episodios en forma de danza lenta, interpretados por la madera. En la parte central el tema principal es acompañado por síncopas de la cuerda, en un nuevo recuerdo mahleriano. El punto máximo culmina con gran violencia, como una parodia cruel de los grandilocuentes temas corales. Después de disiparse el coral, se retorna al material inicial, pero de una forma más noble, como si se hubiera purificado por los acontecimientos anteriores. La coda nos devuelve a la fría atmósfera del comienzo.

El último movimiento,  allegro non troppo, empieza calmadamente enlazando con el anterior movimiento con una melodía para el violín. El allegro comienza con la potente energía rítmica de su tema principal. La música se calma cuando retorna el tranquilo tema inicial. Continua con una especie de lenta zarabanda con un carácter general más introvertido. El desarrollo de este tema nos lleva a una transformación del tema principal. Finalmente reaparece el tema principal del primer movimiento, acompañado de un modo resplandeciente por el tutti orquestal, como una feliz resurrección. La sinfonía termina con una potente coda de modo triunfal.SOLDADOS 3

Como gran parte de las obras de Shostakovich también se pueden realizar dos lecturas de la misma. La primera la más directa, era la reconocida por los dirigentes del realismo socialista. Una obra de tiempos de guerra, con un carácter propagandístico para dotar de moral a los defensores de la patria en peligro. El tema repetido doce veces en el primer movimiento, el llamado tema de la invasión, representa a los invasores fascistas, una columna de militares robotizados en marcha. Según un artículo escrito por Shostakovich el primer movimiento simbolizaba la guerra, el segundo expresaba recuerdos de tiempos pasados, el andante lo definía como los grandes espacios de mi patria y el movimiento final como victoria. Leningrado renace de sus cenizas siendo reconstruida simbólicamente.

La obra fue muy popular durante la guerra, tomándola como símbolo de la resistencia antifascista, tanto en la Unión Soviética como en los Estados Unidos. Después de la guerra la sinfonía era contemplada como mera propaganda soviética, siendo poco interpretada. En la actualidad ha recuperado su valor, tomando un nuevo significado.

Según la versión oficial la obra fue empezada como respuesta a la invasión nazi. Rostislav Dubinsky defiende junto con otros musicólogos que el primer movimiento fue compuesto con antelación. En las memorias escritas por Salomon Volkov se encuentran comentarios que parecen confirmar esta idea y por consecuencia, no se la puede considerar simplemente como una reacción al ataque de Hitler.

Según comentó el propio compositor, que retiró los títulos de los diversos movimientos, la ausencia de subtítulos no debe privar a los espectadores de descubrir mi programa. Más tarde confesó a Volkov, el tema de la invasión no tiene nada que ver con el ataque. Pensaba en otros enemigos de la humanidad cuando compuse este tema. No tengo nada en contra de denominar a la séptima sinfonía Leningrado, pero no se trata del Leningrado asediado, se trata del Leningrado que Stalin ha destruido y que Hitler no ha hecho más que acabar su obra.

Con estos precedentes podemos pensar que la interpretación anti-nazi de esta sinfonía fue un invento de los propios dirigentes soviéticos con fines evidentes de propaganda, pero para los rusos que habían vivido bajo el yugo del estalinismo antes de la guerra el mensaje era claro.

La obra puede ser entendida como una pintura de la brutalidad del totalitarismo de forma general. Una obra escrita contra todo tipo de fascismos, parece ser la intención real, adecuadamente oculta por Shostakovich debido a las presiones políticas, presentando una condena del estalinismo.

En el mes de abril de 1943 Shostakovich se establece en Moscú, aceptando el cargo que le habían ofrecido en el año anterior de Profesor de Composición en el Conservatorio de Moscú.