Lucio Bruno-Videla (1968-) nació en Buenos Aires en 1968 y cursó estudios en el Conservatorio Manuel de Falla, en el Instituto Profesorado Consudec, en el Conservatorio Nacional y en la Universidad de las Artes, en donde obtuvo su licenciatura con nota superior. Su actividad docente ha abarcado cátedras de violín, composición, morfología, instrumentación, lenguaje musical avanzado, análisis de la ópera e historia de la música argentina.
En la ciudad de Viena donde se trasladó en 2002 ha compartido escenarios y trabajado junto a músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena, la Orquesta Sinfónica de Viena, la Orquesta de la Volksoper de Viena, etc. como compositor, director coral y orquestal, preparador vocal y violinista.
Ha realizado actividades musicales en 14 países de Europa, América y Asia como violinista y director de orquesta. En Austria, entre otros organismos, integró la orquesta Strauss Festival Orchester – Wien, siendo el primer latinoamericano en acceder a sus filas en la historia de la orquesta desde su fundación en 1978. A su vez Bruno-Videla fundó y dirigió en Viena su propia orquesta, la Orquesta Clásica Latinoamericana integrando a músicos de 16 países de Europa, América y Asia.
Como compositor en 2009 fue el primer argentino en presentar y dirigir un concierto enteramente dedicado a sus propias composiciones en la Sala Gläsernersaal del Musikverein de Viena. Ha sido incluido en festivales en Inglaterra (Crwth Festival) y Austria (Musica delicata) y sus arreglos musicales y obras originales han sido interpretados además en Canadá, Brasil, EEUU, Irlanda, Singapur y Turquía.
En 2011 fue nominado al Grammy Latino por un CD producido en Austria que incluyó su «Trío para piano, violín y violoncelo» Op.10. En 2014 su obra «Danza salvaje» Op.26 para guitarra eléctrica y orquesta fue nominada como la mejor obra argentina estrenada en 2013, por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.
Entre su música sinfónica destacamos sus cuatro sinfonías para instrumentos de cámara, que describimos a continuación. Son obras con orquestaciones características que les proporcionan un interesante color orquestal.
La “Sinfonía de cámara Nº 1” Op.20 está orquestada para dos violines, dos violoncelos, bandoneón, piano, güiro, triángulo, maracas, vibraslap, pezuñas, campanas de madera y campanas de metal. Con una duración de unos 20 minutos fue compuesta en 2009.
El güiro es un instrumento de percusión clasificado dentro de los idiófonos, o sea que suenan por sí mismos, sin cuerdas ni parches, en la rama de raspadores. Los güiros tradicionales provienen del calabazo seco, igual que la cabasa y las maracas que se construían con este fruto. Instrumento musical típico de varios países de América Latina.
El vibraslap, también conocido como trafaplás o Turrum, es un instrumento de percusión consistente en una pieza de alambre duro, doblado con forma de manija, que conecta una bola de madera con un bloque de madera que dentro posee dientes de metal. Cuando el percusionista sostiene la manija en una mano y golpea la bola, generalmente contra la palma de su otra mano, los dientes del metal vibran contra el bloque de madera, causando un repiqueteo distintivo:
Las pezuñas, como se pueden ver en la imagen lateral, llamadas chajchas, chachas o chas-chas, son un instrumento de percusión andino muy utilizado en su folklore y presente en sus ritos y ceremonias. En un inicio para su elaboración se usaban las pezuñas de auquénidos sudamericanos, principalmente de llama y alpaca. Con la llegada del europeo y la introducción y difusión de ovinos por todo el territorio virreinal, se hizo común el uso de pezuñas de animales más domésticos como la cabra y oveja.
El primer movimiento, allegro, empieza con una disonancia después de la cual se presenta un tema bastante cromático. Un segundo tema de carácter rítmico le da un carácter argentino mediante el uso del bandoneón.
El segundo movimiento, evocación, lento, corresponde al movimiento pausado de la obra. Iniciado por el violoncelo nos presenta un tema lánguido que se desarrolla pasando al bandoneón y después de alcanzar un breve apogeo, termina desvaneciéndose con las notas del piano y el violoncelo.
El tercer movimiento, rondó, allegro, iniciado por el piano presenta un tema principal de carácter rítmico con reminiscencias folclóricas, interrumpido por elementos melódicos que se va repitiendo con diferentes variaciones.
La “Sinfonía de cámara Nº 2” (Académica) Op.28 está orquestada para cuarteto de saxofones, en sus voces de soprano, tenor, alto y barítono y siete percusionistas. Compuesta entre 2012 y 2014 tiene una duración de unos 15 minutos, dividida en cuatro movimientos que se interpretan sin interrupción.
El primer movimiento, Sonata, empieza con un tema rítmico característico, que nos introduce en el ambiente argentino. Siguiendo la forma sonata el segundo tema es de características líricas.
El segundo movimiento, Invención, continúa sin interrupción mediante una especie de intermedio con un solo de los instrumentos de percusión.
El tercer movimiento, Recitativo, coincide con el retorno de los saxofones mediante un tema melódico pensativo coloreado por la percusión, que nos conduce sin pausa a la parte final.
El cuarto movimiento, Fuga, como dice su título consiste en una fuga iniciada por los saxofones acompañados por la percusión, desarrollándose hasta finalizar la obra.
La “Sinfonía de cámara Nº 3” (Ecléctica) Op.37a está escrita para orquesta de cuerda, con primeros y segundos violines, violas, violonchelos y contrabajos. Con una duración de unos 22 minutos fue compuesta en 2017.
El primer movimiento, preludio, fuga y coral, dividido en tres partes, empieza con un motivo lírico que nos conduce al inicio de una forma fugada, terminando en un coral al estilo neobarroco.
El segundo movimiento, lento, nos presenta un tema cálido acompañado rítmicamente por los acordes de los contrabajos. Posee una sección central con un carácter más variable terminando desvaneciéndose.
El tercer movimiento, allegro molto, posee un estilo más ecléctico con un primer tema disonante que nos conduce a una melodía tonal. Después de una pausa la sección central presenta un tema rítmico disonante, terminando con una agitada coda a la que se suman los gritos de los intérpretes.
La “Sinfonía de cámara Nº 4” (Concertante) Op.41a está escrita para violonchelo solista y un pequeño conjunto formado por flauta, violín, contrabajo, guitarra eléctrica, acordeón y piano. Con una duración de unos 20 minutos fue compuesta entre 2017 y 2018.
El primer movimiento, Introducción y passacaglia, se inicia mediante una introducción por el piano para seguir con el violoncelo solista presentando un tema pronto adornado por las florituras de la flauta, hasta que el violín inicia la tranquila passacaglia a la que se unen el resto de instrumentos. El violoncelo presenta pasajes concertantes. Después de una sección más agitada un solo del violoncelo nos traslada sin pausa al siguiente movimiento.
El segundo movimiento, Interludio lírico, iniciado por el violoncelo es una especie de intermedio que emplea un tema lírico desarrollado por los diversos instrumentos, que sin transición pasa al movimiento final.
El tercer movimiento, Finale: allegro, presenta un tema rítmico iniciado desde el piano con característicos golpes sobre la madera. El conjunto instrumental interpreta el agitado tema con algunas disonancias, terminando con el marcado ritmo de las manos del pianista sobre la madera, que nos conduce a una dinámica coda.
Bruno-Videla está componiendo desde 2017 dos sinfonías, una la «Sinfonía Nº 1» (La noche y la poesía) para soprano, mezzosoprano y orquesta y la «Sinfonía Nº 2» para mezzosoprano, orquesta, órgano y coro.
Especializado en la recuperación de obras poco difundidas, especialmente de autores argentinos, desde hace varios años viene haciendo una tarea pionera en este sentido. Ha gestado y participado además en la grabación de unos 20 CDs de música argentina recuperada, y presentado en conciertos nacionales e internacionales la música de autores argentinos de todas las estéticas, desde el siglo XIX al XXI.
Bruno-Videla fue el director titular del Coro Polifónico y la Orquesta del Congreso de la Nación y ha dirigido además la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Tucumán, la Orquesta Sinfónica de Antofagasta (Chile), la Orquesta de Cámara de Rosario, la Orquesta Sinfónica Provincial de Corrientes, la Orquesta Sinfónica Municipal de Avellaneda y la Orquesta Sinfónica Municipal de San Martín.
Ha compuesto hasta la actualidad una gran cantidad de obras de todos los géneros, entre las cuales encontramos las «Tres canciones» Op.1, la «Sonata para piano» Op.3, el «Tango-Fantasía» Op.7 para piano, el «Quinteto con piano» Op.8 de estilo clásico, destacando su scherzo basado en un tema de mambo de Pérez Prado, o la «Fantasía onírica» Op.9b para orquesta de cuerda compuesta en 2002.
El «Trío para piano violín y violoncelo» Op.10, el «Concierto para corno y orquesta» Op.12 compuesto en 2005 y revisado en 2021. La «Suite Coreográfica» Op.14, la «Sonata para violín y violoncelo» Op.16.
La «Toccata Festiva» Op.36 compuesta en 2016 es una nueva muestra de la inclusión de música popular. La «Fantasía para violín» Op.57, el «Concierto para contrabajo y cuerdas» Op.61 compuesto en 2021.
En 2022 compone la banda sonora para el film «Hedy Crilla, maestra de actores». Sobre la vida de la actriz austríaca exilada en 1940 en la Argentina. Basada en sus temas realiza las «Escenas de Hady Crilla» Op.65, una suite para cuarteto con piano y la «Suite» Op.68b en 2023.
Entre sus últimas obras se encuentran «Almas antiguas de Belgrano» Op.69 para violín y electroacústica compuesta en 2023, «Epifanía» Op.70, pieza electroacústica y la «Elegía a Luis de Tejada» Op.72 Esperamos revisar pronto esta página de un compositor que todavía no ha dicho su última palabra.