GENERALIDADES BRASIL

1- GENERALIDADES

La República Federativa de Brasil está compuesta por entidades subnacionales autónomas en forma de 26 estados y un Distrito Federal. El mapa nos muestra las unidades federativas.

La República Federativa de Brasil es el país más grande de América Latina comprendiendo la mitad oriental del continente en la parte Atlántica.

Tras el descubrimiento de América por parte de los españoles, se le comenzó a llamar Brasil a la región en la cual existía un árbol (Caesalpinia echinata) que usaban los amerindios de las selvas del litoral brasileño (Mata Atlántica), llamado por los portugueses árbol pau-brasil. Este árbol desprendía un color rojizo al hervirse en agua, que recordaba las llamas de un fuego, o las brasas del carbón ardiendo. De ahí el nombre a la terra do pau-brasil (tierra del palo brasil).

La región del actual Brasil, hasta entonces habitado por indígenas, tuvo su primer contacto con los europeos en el año 1500 a través de una expedición portuguesa liderada por Pedro Álvares Cabral. Tras el Tratado de Tordesillas, el territorio brasileño fue el segmento del continente americano que correspondió al reino de Portugal.

                                                    Mujer yanomami

La población amerindia se encontraba dividida en grandes naciones indígenas, a su vez compuestas por varios grupos étnicos, entre los que se destacaban los tupí-guaraníes, los macro-jê y los aruacos.​ Los primeros se subdividían en guaraníes, tupiniquines y tupinambás, entre otros. Los tupís se extendían entre los actuales territorios de los estados de Río Grande del Sur y Río Grande del Norte.​

Los portugueses encontraron a los nativos aún en la Edad de Piedra y divididos en varias tribus, la mayoría de las cuales pertenecían a la familia lingüística tupí-guaraní, y que constantemente luchaban entre sí.​

La colonización se inició oficialmente en el año 1534, cuando Juan III dividió el territorio en doce capitanías hereditarias, pero debido a varios problemas en 1549 el rey Juan III nombró a un gobernador general para administrar toda la colonia. Su primera capital fue Salvador de Bahía,

La historia de los pueblos indígenas de Brasil ha estado marcada por la brutalidad, la esclavitud, la violencia, la enfermedad y el genocidio. Cuando los primeros colonizadores europeos llegaron en el año 1500, lo habitaban unos 11 millones de indígenas de alrededor de 2.000 pueblos indígenas diferentes. Durante el primer siglo de contacto el 90% resultó aniquilado, principalmente a causa de las enfermedades portadas por los colonizadores, como la gripe, el sarampión o la varicela. En los siglos siguientes, miles más murieron esclavizados en las plantaciones de caña de azúcar y caucho.

El tamaño de la población indígena comenzó a crecer gradualmente pero en las décadas de los años 60, 70 y 80 el ejército abrió la Amazonia al desarrollo y una nueva oleada de presas hidroeléctricas, haciendas ganaderas, minas y carreteras supusieron para miles de indígenas la pérdida de sus tierras y sus vidas. Decenas de pueblos indígenas desaparecieron para siempre.

Veintidós años de dictadura militar llegaron a su fin en el año 1985 y se redactó una nueva Constitución. Los indígenas y sus simpatizantes hicieron una gran labor de incidencia para el reconocimiento de más derechos. Es mucho lo que se ha logrado, aunque los indígenas todavía no disfrutan de los derechos territoriales colectivos de los que son titulares en virtud del derecho internacional.

A mediados del Siglo XVI, el azúcar se convirtió en el producto de exportación más importante de Brasil lo cual incrementó la necesidad de mano de obra aumentando la importación de esclavos africanos por parte de los portugueses.

Mediante varias guerras contra los franceses, los portugueses expandieron lentamente su territorio En 1680 extendieron el territorio controlado en el extremo sur del país al fundar la Colonia del Sacramento en la orilla izquierda del Río de la Plata, en el actual Uruguay. No obstante, la expansión territorial hacia el sur provocó múltiples conflictos, entre ellos la guerra con las misiones jesuíticas, que poseían una organización semiautónoma y la posterior Guerra Guaranítica.

Alrededor de 1693, el descubrimiento de yacimientos de oro en la región que más tarde sería llamada de Minas Gerais, así como la explotación de otras minas en Mato Grosso y Goiás en las décadas siguientes, salvaron económicamente a la colonia.​ Miles de inmigrantes provenientes de la costa de Brasil y de Portugal se desplazaron hacia las minas.

En 1808, la familia real y la nobleza portuguesa huyeron de las tropas del emperador francés, Napoleón Bonaparte, que estaba invadiendo Portugal y la mayor parte de la Europa Central, y se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, que de esta manera se convirtió en la capital de facto del Imperio portugués

En 1815, Juan VI, entonces príncipe regente de Portugal en nombre de su madre María I, elevó al Estado de Brasil a un Reino soberano en unión con Portugal.​ Juan VI regresó a Europa el 26 de abril de 1821, dejando a su primogénito, Pedro de Alcántara, como príncipe regente.​ Apoyado por el pueblo Pedro  declaró la independencia el 7 de septiembre de 1822.​ El 12 de octubre fue declarado el primer emperador del Brasil y coronado como Pedro I el 1 de diciembre. Después de diversas batallas contra las tropas portuguesas, la independencia fue reconocida por Portugal el 29 de agosto de 1825, en el tratado de Río de Janeiro.

                                              Pedro II

El 7 de abril de 1831, Pedro I abdicó cuando regresó a Europa para recuperar el trono de su familia, dejando a su hijo de cinco años como sucesor, Pedro II.​ Como el nuevo emperador no podía ejercer sus funciones, se creó una regencia. Pedro II fue declarado emperador prematuramente y Brasil disfrutó de casi medio siglo de paz interna y un rápido progreso económico.

Durante el reinado de Pedro II, Brasil resultó victorioso en tres guerras internacionales, la Guerra Grande, la Guerra contra Aguirre y la Guerra de la Triple Alianza, además de que logró la consolidación de la democracia representativa, principalmente debido a la realización de elecciones sucesivas y a la libertad de imprenta.

La esclavitud se extinguió en un proceso que terminó con la total abolición de la esclavitud en 1888. Cuando el Imperio fue derrocado, el 15 de noviembre de 1889, hubo poco interés por parte del pueblo brasileño para cambiar la forma de gobierno de una monarquía a una república,​ ya que Pedro II estaba en el auge de su popularidad entre sus súbditos.

El golpe militar republicano fue apoyado por los antiguos propietarios de esclavos que se negaban a aceptar la abolición de la esclavitud pactada por el gobierno monárquico.

Durante el primer periodo de gobierno republicano, Brasil mantuvo una política exterior pacífica y neutral, que solo fue interrumpida por la Guerra del Acre y la Primera Guerra Mundial. Internamente, se inició un ciclo prolongado de inestabilidad financiera, política y social que se extendería hasta la década de 1920, manteniendo al país asolado por diversas rebeliones que poco a poco minaron el régimen.

En 1930 Getúlio Vargas, lideró un golpe de Estado y asumió la presidencia de la república con el apoyo de los militares, donde permanecería por quince años estableciendo una dictadura.​Con la victoria aliada y el fin de los dos regímenes totalitarios europeos, la posición de Vargas se tornó insustentable y fue rápidamente depuesto por otro golpe militar.​

En 1946 la democracia fue restablecida y el general Eurico Gaspar Dutra fue elegido presidente.​ Vargas regresó al poder a finales de 1950 al ser democráticamente elegido, pero se suicidó en agosto de 1954, en medio de una crisis política.​

Después de varios gobiernos provisionales Juscelino Kubitschek se convirtió en el nuevo presidente en 1956 y asumió una postura conciliadora con la oposición política que le permitió gobernar. La economía y el sector industrial crecieron considerablemente, pero su mayor conquista fue la construcción de la nueva capital, Brasilia, inaugurada en 1960.​

Su sucesor, Jânio Quadros, renunció en 1961, menos de un año después de asumir el cargo.​ Su vicepresidente, João Goulart, tomó la presidencia, pero suscitó una fuerte oposición política siendo depuesto por el Golpe de 1964 que terminó en un régimen militar.

Mediante la promulgación de la Ley Institucional Número Cinco de 1968 se convirtió en una dictadura plena.​ La represión de los opositores a la dictadura, incluyendo la guerrilla urbana,​ fue dura.​ El régimen militar fomentó la colonización de los territorios de los pueblos indígenas, dilapidó recursos naturales, armó campos de concentración de pueblos indígenas asesinando a muchos de ellos.​ Debido al extraordinario crecimiento económico, conocido como el milagro brasileño, el régimen alcanzó su nivel más alto de popularidad en los años de mayor represión.

El general Ernesto Geisel asumió la presidencia del país en 1974 empezando un proyecto de redemocratización en 1978, después de anular la Ley Institucional Número Cinco, Sin embargo, el régimen militar continuó con su sucesor, el general João Figueiredo, para completar la plena transición hacia la democracia.​

Los civiles regresaron al poder en 1985, inaugurando la llamada Nueva República, con la elección del opositor Tancredo Neves, quien, sin embargo, no asumió debido a su muerte por una grave enfermedad. Su vicepresidente, José Sarney, asumió la presidencia, tornándose impopular a lo largo de su mandato debido al recrudecimiento de la crisis económica

José Sarney continuó el programa de gobierno de Tancredo Neves al establecer, en 1987, una Asamblea Nacional Constituyente, que promulgó la actual Constitución Federal de Brasil. El fracaso del Gobierno de Sarney en el terreno económico y el consiguiente desgaste político permitieron la elección en 1989 de Fernando Collor, que luego sufrió un juicio político por parte del Congreso Nacional de Brasil en 1992. Como consecuencia asumió el cargo su vicepresidente Itamar Franco.

Fernando Henrique Cardoso se destacó como Ministro de Hacienda trayendo estabilidad a la economía brasileña, logrando por ello ser elegido presidente en las elecciones de 1994 y nuevamente en 1998.

Luiz Inácio Lula da Silva

La transición pacífica del poder a su principal oponente, Luiz Inácio Lula da Silva, elegido en 2002 y reelegido en 2006, perteneciente al Partido de los Trabajadores, demostró que Brasil finalmente había logrado alcanzar la estabilidad política.

En las elecciones de 2010, Dilma Rousseff se convirtió en la primera mujer elegida presidenta. En junio de 2013 estallaron manifestaciones populares. Sin embargo después de las polarizadas elecciones de 2014, Rousseff fue reelegida, aunque en 2015 era rechazada por casi el 70% del pueblo, al mismo tiempo que varios políticos eran investigados por la Policía Federal.

En abril de 2016 la Cámara inició juicio político contra la presidenta, que fue ratificado por el Senado en mayo. Rousseff fue depuesta el 31 de agosto y su vicepresidente, Michel Temer, asumió el cargo. En 2018, el ex presidente Lula fue condenado y encarcelado por corrupción y lavado de dinero.

En las elecciones de ese año resultó elegido presidente el candidato Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal. En la segunda vuelta de las elecciones de 2022, el ex presidente Lula da Silva fue elegido por tercera vez con el apoyo del 50,9 % del electorado en una reñida elección. El 8 de enero de 2023, partidarios de Bolsonaro intentaron un golpe de Estado que fue condenado por la Comunidad Internacional.​

La constitución actual, aprobada en 1988, define a Brasil como una república federativa presidencialista. La federación está formada por la unión del Distrito Federal, los 26 estados y los 5570 municipios. Una unión indisoluble de tres entidades políticas distintas: los estados, los municipios, y el Distrito Federal.​

El idioma oficial y el más hablado es el portugués.​ Por su parte, la religión con más seguidores es el catolicismo. La sociedad brasileña es considerada una sociedad multiétnica al estar formada por descendientes de europeos, indígenas, africanos y asiáticos.

Brasil es una república democrática con un sistema presidencial.​ El presidente es el jefe de Estado y el jefe de gobierno de la Unión, y es elegido para un mandato de cuatro años, con la posibilidad de reelegirse para un segundo mandato consecutivo. El actual mandatario del país es el presidente Lula da Silva desde el 1 de enero de 2023.