ZAPATA

Juan Antonio Zapata Escudero (1975-) nació en San Javier en la provincia de Murcia en 1975. A los 11 años empieza sus estudios musicales en la Escuela Municipal de su pueblo natal. Continúa con la realización de los estudios de grado medio y superior de trompeta en el Conservatorio Superior de Murcia.

Realiza cursos de perfeccionamiento con diversos maestros, siendo alumno durante varios años de Eric Aubier. Como intérprete ha colaborado con la Orquesta Sinfónica de Murcia, miembro del quinteto de metales Renaixer y del Collage Brass-Ensemble.

En el campo de la educación es profesor de trompeta en el Conservatorio Profesional de Música de Lorca y en la Agrupación Musical de La Unión.

Como compositor ha escrito música de cámara, fanfarrias para metales y una obra sinfónica para banda de la cual hablaremos a continuación.

“La máquina del tiempo" es una obra sinfónica escrita para banda, que consta de cinco movimientos. Puede ser considerada como una sinfonía o una suite. Se estrenó el 20 de diciembre de 2013 interpretada por la Banda del Conservatorio de San Javier en Santiago de la Ribera. Dejamos que el propio compositor nos cuente lo que desea expresar en su obra. La grabación que poseemos es incompleta, pues nos falta el primer movimiento.

Aunque su título pueda sugerir lo contrario, "La máquina del tiempo" no está basada en película o novela alguna. La idea de poder viajar en el tiempo fue, más bien, un pretexto para poder componer una obra para banda en estilos diferentes unos de otros. En este viaje temporal, traté de rendir homenaje a algunos de los compositores a los que admiro profundamente. Así, podemos escuchar, por ejemplo, melodías que nos hacen recordar a Haendel, Telemann o Bach en los “Tiempos Barrocos”, un lenguaje próximo al compositor norteamericano John Adams en los “Tiempos del Progreso Científico” y a lo largo de toda la obra, guiños más o menos descarados en no pocas ocasiones al genial Gustav Mahler.

El primer movimiento lleva el título Dentro del reloj. El tema con el que se inicia el primer movimiento representa “La máquina del tiempo”. Este tema lo escucharemos a lo largo de toda la obra y nos hace recordar que el acercamiento que realizamos a estos tiempos remotos, tanto pasados como futuros, lo realizamos como meros espectadores que navegan por el tiempo subidos en esta prodigiosa máquina. A su vez, el repiqueteo constante de la marimba en tempo giusto, trata de describir la maquinaria del reloj.

El segundo movimiento lleva el título Tiempos de las cruzadas. Aparecen dos temas principales. Por un lado, el tema del clero viene representado por una recreación de un organum primitivo contenido en el tratado medieval de música “Música Enchiriadis”. Este tema se expone por primera vez cantado en latín por los músicos de la banda. Por otro lado, podemos escuchar unas trompetas en la lejanía que, a modo de fanfarria, realizan un tema que nos recuerda a la 1ª Sinfonía “Titán” de G. Mahler y que representa la guerra propiamente dicha. También nos recuerda al mismo compositor la marcha fúnebre que viene a continuación.

El tercer movimiento, se titula Tiempos Barrocos, funcionando como una especie de interludio, ya que es el único momento en el que se interrumpe la continuidad del discurso musical. Comienza con una obertura a la francesa que termina con una cadencia al más puro estilo Bach, seguido de una fuga y recapitula con el tema de la obertura, pero esta vez tratado de una manera más contrapuntística.

El cuarto movimiento lleva como título Tiempos del progreso científico, percibimos el optimismo de un ser humano joven con una fuerza y vitalidad imparables. Se asombra por todo lo que es capaz de hacer, así como de todo lo que va descubriendo mientras vive y envejece. A lo largo de este movimiento y el siguiente irán reapareciendo temas ya tratados, y en ellos podremos sentir que el paso (y el peso) de los años no ha sido en vano.

El último movimiento es titulado Tiempos apocalípticos. Casi sin percatarse de ello, este ser humano se hallará en el ocaso de la vida, reflejado en los “Tiempos apocalípticos”, que como su propio nombre indica, representan la decadencia, el sufrimiento, la destrucción y la muerte.

Entre sus obras escritas para trompeta se encuentra el "Nocturno para trompeta y piano". También ha compuesto obras para piano como las "Siete bagatelas".