BALADA

Leonardo Balada (1933-) nació en Barcelona el 22 de septiembre de 1933. Hijo de una familia liberal catalana, con sus padres casados por el derecho civil durante la República, ni siquiera recibió el sacramento del bautismo. Su nombre completo, Nardo Balada Ibáñez, nos revela que por las creencias familiares no recibió un nombre cristiano. Su padre, Josep Balada, ejercía el oficio tradicional de su familia, el de sastre, con un negocio propio en la Ronda Universidad que además servía de vivienda familiar, algo normal en aquella época en que la gente acudía a vestirse a las sastrerías.

                                               Can Freixas

Su madre, Llucia Ibáñez, era natural de Sant Just Desvern, municipio de la comarca del Baix Llobregat, cercano a la capital catalana. Por motivos de salud, buscando un ambiente menos contaminado, la familia se trasladó muy pronto, en 1934, a Sant Just Desvern, donde residían los abuelos maternos, que ocupaban una parte de la masía Can Freixas[1], en la parte alta de la localidad. Este hecho ocasiona la confusión que en algunos textos se diga que Balada nació en Sant Just Desvern. Aunque lo cierto es que su infancia y primera juventud transcurrió como la de un vecino de dicha localidad, pudiendo ser considerado como hijo adoptivo.

Durante la Guerra Civil Española, aunque era un niño, vivió momentos traumáticos, como fueron los bombardeos. Terminada la guerra siguieron años de depresión, donde la familia encontró en la profesión de sastre su medio de subsistencia. Un incendio de un almacén de papel arruinó la sastrería situada en uno de los pisos superiores, empezando una nueva vida en la calle Pelayo.

Su padre que era amante de la música, asistiendo especialmente al Teatre del Liceu de Barcelona, deseaba que su hijo también se aficionase a la música clásica y a la ópera, para contrarrestar la influencia del pop en aquella época. Pero nunca había pensado en la música como profesión. Pensaba que su hijo seguiría la tradición familiar trabajando en la sastrería.

Simultaneando con sus estudios primarios, el niño empezó a los ocho años clases de piano en el Conservatori del Liceu de Barcelona. Al no encontrar ninguna escuela apropiada a los pensamientos liberales de su padre, el niño realizó sus estudios de Bachillerato con profesores de modo libre y pasando los exámenes en centros oficiales.

En 1950 junto con un grupo de amigos formó parte de una agrupación coral, el Orfeó Enric Morera, de Sant Just Desvern que acababa de formarse. Pertenecer a una coral era considerado como una válvula de escape para los jóvenes opuestos al régimen. En una época en que el opresor régimen del General Franco había prohibido la prensa libre y otras formas de libre expresión.

Enlazando con mi propia historia personal se da la circunstancia de que esta coral fue dirigida entre 1956 y 1974 por Antoni Coll Cruells (1929-2001). En 1946 el maestro Coll tomó la dirección de l'Escolania de l'Escola Pia de Balmes, colegio en el que realicé mis estudios primarios y secundarios, en aquella época en que el maestro dirigía los estudios musicales y la coral. Esta escolanía se convirtió en la práctica en el coro infantil estable del Gran Teatre del Liceu.

Balada terminó en 1953 sus estudios de piano y teoría de la música en el Conservatori del Liceu de Barcelona, especializándose en piano, después de pasar una corta instrucción en el ejército, por tener la suerte de salir en el sorteo como excedente de cupo. Pero estos pocos meses de Servicio Militar Obligatorio le ocasionaron un cambio de nombre, al no permitirse nombres no cristianos, pasando de llamarse Nardo a Leonardo, además de una enfermedad respiratoria.

El joven empezó ayudando a su padre como sastre, pero lo que le interesaba realmente era la música. Un primo de un cliente de su padre, profesor de la Manhattan School de New York, al comprobar el interés del muchacho por llegar a ser un compositor le consiguió una beca para ampliar sus estudios en los Estados Unidos. Debido a la enfermedad contraída durante los meses pasados en la montaña en sus prácticas militares, necesitó esperar un año para recuperarse.

Finalmente el 3 de marzo de 1956 toma el avión que le conducirá al continente donde podrá realizar sus sueños. Empieza sus clases en la Manhattan School de New York. Entre sus profesores se encuentran los compositores Nicolas Flagello (1928-1994) y Vittorio Giannini (1903-1966). Entre que las clases de composición eran colectivas y su poco dominio del inglés poca cosa pudo aprovechar de aquel curso.

Deseando buscar un lugar más apropiado para sus fines, al final del verano de 1956 empieza sus clases en el New York College of Music. Entre sus maestros se encuentran Erich Katz (1900-1973) y Siegfried Landau (1921-2007) durante el curso 1957-58.

Decide completar sus estudios de composición en una de las más prestigiosas escuelas, la Juilliard School con Vincent Persichetti en composición e Igor Markevitch en dirección orquestal. Además realiza cursos de verano en Tanglewood con Aaron Copland y con Norman Dello-Joio en la Mannes School of Music.

Una de las maneras que tenía para ganar algún dinero era tocar el órgano en iglesias y colaborando con artículos en revistas hispanas. En 1960 en un trabajo efectuado en New York para la revista Temas entrevista a Salvador Dalí. Surge una amistad que pronto se convierte en colaboración en un proyecto conjunto, un film satírico para la Televisión americana. Se trata de la música para el film Chaos and Creation creado y realizado por el excéntrico pintor de Figueras. Una sátira de la obra del pintor abstracto Piet Mondrian (1872-1944). En 1967 Balada volverá a trabajar con Dalí en un happening en el Lincoln Center.

Termina sus estudios en 1960 y regresa a España, pero con la intención de regresar, por lo cual deja abierta su matrícula para estudios de postgrado en la Mannes School of Music. Asiste a los cursos de verano Música en Compostela siguiendo las clases de composición que impartía Alexandre Tansman.

Viendo la situación en que se encontraba la música en España, en febrero de 1961 Balada toma la gran decisión, regresar a los Estados Unidos para fijar su lugar de residencia. Terminada su estancia como estudiante busca recomendaciones como compositor. En una nueva entrevista efectuada en el mes de abril a Dalí, consigue su carta de recomendación para pedir la condición de residente.

Por la época en que termina su formación puede asimilarse a la Generación del 51 que busca nuevos lenguajes de expresión. Por su lugar de residencia no tiene contactos directos con los representantes de este grupo, pero se identifica con ellos tanto estéticamente como ideológicamente.

En una fiesta conoce a su futura esposa, Monica McCormack, una aspirante a actriz, con la que se casa pocos meses después en el mes de junio de 1962. Con ello terminaba su problema para la obtención de su permiso de residencia, al haberse casado con una persona de nacionalidad norteamericana.

El matrimonio realizó su viaje de novios a Europa, visitando en primer lugar Barcelona. Aprovechó para volver a Santiago de Compostela para el curso de verano, dándose definitivamente cuenta que la música oficial española no era la que él deseaba. Después de la visita a Irlanda para conocer a la familia de su mujer, regresaron a New York.

Su primer período compositivo sigue el estilo neoclásico, abandonando la rutina obligatoria en aquella época del dodecafonismo. El "Concierto para violoncelo y nueve instrumentos" compuesto en 1962 para el violoncelista Gaspar Cassadó pertenece a la primera época del compositor de estilo neoclásico pero bastante cromático.

Busca un trabajo más estable y mejor remunerado, empezando su trabajo como profesor en la Walden School, y luego en la United Nations International School, una institución dependiente de Naciones Unidas, donde impartía clases de español además de música, puesto que conservó hasta 1970 cuando se trasladó a Pittsburgh.

El matrimonio Balada tenía la costumbre de pasar los veranos en Europa. Pero durante el verano de 1963 había un nuevo motivo para ello. Monica estaba embarazada y quería que su hijo naciera en Irlanda para que como ella tuviera la doble nacionalidad. Allí fue donde nació su hijo Dylan.

"Guernica" compuesta a finales de 1966 en New York pertenece a la segunda época del compositor en el que adopta un estilo vanguardista que seguirá hasta 1975. Se inspira en el famoso cuadro de Picasso del mismo título[2]. En esta obra el músico refleja las experiencias traumáticas que sufrió de niño durante los bombardeos de Barcelona.

La “Sinfonía Nº 1" (Sinfonía en Negro: Homenaje a Martin Luther King)  fue compuesta en el año 1968, estrenándose en el Teatro Real de Madrid el 21 de junio de 1969, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio TV Española dirigida por Enrique García Asensio.

Su estreno americano se realizó en el emblemático 12 de octubre de 1971 en el Carnegie Hall de New York durante una gira de la Orquesta de la Radio y Televisión Española. Luego se interpretó también en México.

Balada había conocido personalmente al gran defensor del pueblo de color. Su asesinato el 4 de abril de 1968 le produjo una gran conmoción. Entonces le llegó un encargo desde España. Enrique Franco director de Radio Nacional de España le pidió una obra sinfónica. Buscando un nuevo estilo que integrara las técnicas vanguardistas con la música étnica, le pareció perfecto realizar una obra en homenaje al gran defensor de la libertad. Sería su Sinfonía en negro. 

La obra no es del tipo descriptivo pero sugiere la lucha del pueblo negro, desde la esclavitud hasta su total libertad. Para ello utiliza técnicas vanguardistas atonales mezclándolas con ritmos étnicos, una técnica que no había utilizado hasta entonces.

El primer movimiento, opresión, empieza con largas notas que expresan la tristeza del esclavo totalmente sometido a los deseos de sus amos. Escuchamos los chasquidos del látigo que intentan abortar todo intento de sublevación. Los ritmos étnicos interpretados por la percusión representan el despertar del poder de la raza.

El segundo movimiento, cadenas, se interpreta sin interrupción con el anterior. Corresponde al movimiento lento de la sinfonía. Continúa la atmósfera opresiva hasta la aparición de un motivo temático de raíces populares. Sigue su desarrollo de un modo más vivo que nos lleva a la coda.

El tercer movimiento, visión, empieza con un motivo rítmico en la cuerda, que nos hace pensar en una forma de scherzo. Los ritmos populares vuelven a la percusión. Una sección reflexiva lenta se une sin interrupción al movimiento final.

El cuarto movimiento, triunfo, es muy breve, caracterizado por su continuo ritmo de inspiración folclórica, en forma de ostinato, simbolizando la victoria de la raza negra en su proceso de liberalización. En contrapunto aparecen notas sostenidas para terminar incrementándose el ritmo que nos conduce a la coda.

Es la primera obra en la que usa motivos afro-americanos combinándolos con técnicas de vanguardia. Esta simbiosis entre folclore y texturas contemporáneas será ampliamente utilizada en su última fase del proceso compositivo.

En 1966 Balada conoció al escritor Camilo José Cela durante una de sus conferencias realizada en el Departamento de Filología Hispánica de la Universidad de New York. Le dijo que deseaba componer una ópera y cuando le confesó que el libreto lo escribiría el propio compositor el literato le aconsejó que buscara a un profesional.

El matrimonio Balada visitó a Cela durante el verano de 1967 en su residencia mallorquina de Son Armadans. El escritor tenía casi terminada su primera obra teatral basada en la famosa curandera mexicana María Sabina. Propuso realizar una obra en la que se integraran sus textos con la música del compositor.

"María Sabina" tomó la forma de una cantata escénica terminada en 1969 sobre los textos de Camilo José Cela. Está basada en la famosa hechicera india o chamán, practicante del culto de los hongos alucinógenos de Oaxaca en México, que murió por causas naturales. Pero en esta tragedia sinfónica o tragifonía como la llama su autor, muere condenada a la horca por brujería. Está compuesta usando técnicas modernistas pero combinándolas con líneas de índole étnico.

Se estrenó el 17 de abril de 1970 en New York, pero la obra era extremadamente larga debido a los largos recitativos de los textos escritos por Cela que impedía abreviarlos. El 28 de mayo se presentó en Madrid donde el público conservador que asistía al espectáculo la recibió con tales signos de desaprobación que obligó a su interrupción diversas veces. Las crudas palabras de Cela chocaron con aquellos reprimidos burgueses, el público habitual. Actualmente se ha realizado una versión reducida de la cantata.

Durante el verano de 1970 trabaja como compositor residente en el Aspen Institute, una prestigiosa institución privada situada en las montañas de Colorado, famoso centro deportivo de invierno. Allí conoció al violinista Sydney Harth, director de la sección musical de la Carnegie Mellon University, que le ofrece un puesto como profesor de composición.

La Carnegie Mellon University, CMU, se ubica en la ciudad de Pittsburgh en Pensilvania y es uno de los más destacados centros de investigación superior de los Estados Unidos en el área de ciencias de la computación y robótica. Una de sus divisiones corresponde al College of Fine Arts.

La Carnegie Mellon School of Music fundada en el año 1912 es una de las cinco divisiones  del College of Fine Arts. Es una de las más prestigiosa escuelas de música de los Estados Unidos, además de poseer diversas orquestas y conjuntos musicales para la interpretación de sus obras.

Aprovechamos estos párrafos para presentar algunas ventajas de la enseñanza privada sobre la pública en los Estados Unidos. La principal es la competitividad. Para lograr el mayor número de matrículas se deben contratar los mejores profesores, lo cual dará fama a la escuela. El considerable precio pagado por los alumnos reducirá su número a los verdaderamente interesados, alejando a los que lo tomen como excusa o diversión.

Esto resulta más efectivo si la matrícula es pagada por el propio alumno, muchas veces mediante préstamos a devolver durante su vida profesional. Podemos pensar que la ventaja de la enseñanza pública es su carácter social. Pero si se diseña un sistema de becas que sea justo y que pueda ser aprovechado por los alumnos más motivados, se puede realizar un sistema de enseñanza que cubra las necesidades sociales.

Después de diversas discusiones familiares, en agosto de 1970 Balada se traslada a Pittsburgh iniciando su actividad como profesor de composición en la Carnegie Mellon University, plaza que ha mantenido hasta la actualidad.

La “Sinfonía Nº 2" (Cumbres: Sinfonía breve para banda)  fue compuesta en 1971 por encargo de la Banda Sinfónica de la Carnegie Mellon University, dedicada a sus miembros y a su director el Dr. Richard Strange. Para un español música de banda significaba algo festivo y popular. Al escuchar la música que interpretaba la banda americana su concepto cambió radicalmente.

Se estrenó en el Carnegie Hall de New York el 18 de abril de 1971 interpretada por la Carnegie Mellon Symphonic Band dirigida por Richard E. Strange. Está escrita en un solo movimiento. Se puede discutir si realmente se trata de una sinfonía o meramente una obra sinfónica. El propio autor nos lo aclara.

Cumbres es una sinfonía pues ésta era la intención y su carácter cuando la compuse. Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura, dijo que "una novela es un libro cuya cubierta dice Novela.

                                         Carnegie Hall New York

Es una obra de música progresista experimental. Primeramente llevaba el título de Mosaico, pasando luego al de Entrelazos para terminar con Cumbres. Balada nos lo comenta con sus propias palabras. Mosaico pretendía describir las distintas secciones que se suceden entre sí de manera contrastante formando un auténtico mosaico musical. Entrelazos describía el hecho de que en cada sección de la obra existe el germen de la idea principal de la siguiente sección, hecho que acontece a lo largo de la composición. 

Cumbres, alturas, sin embargo refleja mejor el carácter de la obra, su insistente exploración de los registros agudos de los instrumentos y la dirección ascendente de la música en sus culminaciones y sobretodo en su carácter dramático.

La obra utiliza un lenguaje atonal propio de esta fase experimental del compositor. Contiene secciones de tipo aleatorio con resultados semejantes a la música electrónica, que producen efectos de gran dramatismo. También aparecen clústeres que van de lo agudo a lo grave a nivel pianísimo.

Alterna entre momentos tranquilos y potentes clímax, como cumbres de sonidos. En la parte final un ritmo irregular nos conduce hasta la cumbre definitiva. Partitura característica de la segunda época del compositor buscando un medio de expresión propio.

En la vida familiar de Balada se produjeron en 1971 dos noticias nefastas y prácticamente simultaneas. La muerte de su madre Llúcia Ibáñez, y el proceso de disolución de su matrimonio con Monica, que culminaría en 1976.

La “Sinfonía Concertante para guitarra amplificada y orquesta" (Persistencias)  fue compuesta en 1972 para el guitarrista español Narciso Yepes a quién está dedicada. Después de diversos aplazamientos por el propio guitarrista, finalmente Yepes la estrenó en 1987 primero en Madrid y luego en Tokio, con la Orquesta Nacional de España dirigida por Jesús López-Cobos.

El 23 de noviembre de 1990 fue presentada en el Palau de la Musica de Barcelona con Narciso Yepes acompañado por la Orquestra Simfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya dirigida por el propio compositor.

Escrita en un lenguaje atonal parecido al de su anterior sinfonía, se basa en un motivo único, con un carácter realmente complicado, que se va repitiendo a lo largo de toda la obra. Esta reiteración que da estructura a la obra es lo que se refleja en su título, persistencias.

Compuesta en un solo movimiento su autor nos presenta la oposición entre la guitarra amplificada electrónicamente  y el masivo sonido orquestal. Empieza mediante un ritmo persistente en la cuerda de una manera obsesiva hasta la entrada del primer solo de la guitarra de manera tranquila.

Continúa con un diálogo, acompañada rítmicamente por la orquesta. Un delicado solo de la guitarra contrasta con las agresivas entradas de los metales y los clústeres orquestales que culminan en un poderoso clímax. En la parte central aparece un tranquilo y reflexivo solo de la guitarra que constituye la parte lenta de la sinfonía.

Sigue con un nuevo ritmo persistente que formaría parte de un hipotético scherzo. La guitarra alterna con la orquesta aportando nuevos motivos rítmicos. Con ellos se inicia la última sección de la sinfonía. La guitarra inicia un largo solo con un carácter rítmico más asentado pronto acompañado por la orquesta, ahora de un modo menos agresivo, de una forma más armónica. El ritmo se va acentuando a manera de un ostinato, realzado por metales y percusión en un poderoso clímax, que nos conduce a la coda en la que la guitarra tiene la última palabra.

La “Sinfonía Nº 3" (Steel Symphony)  fue compuesta en Pittsburgh en muy poco tiempo, entre el 10 de septiembre y el 12 de noviembre de 1972. La ciudad está situada en Pensilvania en el norte de los Estados Unidos. Cerca de importantes yacimientos de carbón pronto tomó importancia como ciudad industrial, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del mundo en producción de acero, lo que le valió el título de Steel City, la ciudad del acero.

William Steinberg, el director de la Pittsburgh Symphony Orchestra le propuso la composición de una obra que fuera una especie de saludo musical a la ciudad. Para ello contaría con una gran orquesta y un director especializado en la música contemporánea, el maestro Donald Johanos.

Cuando Balada se trasladó a dicha ciudad como residente quedó impresionado por la enorme cantidad de fundiciones que existían, decidiendo componer una sinfonía que reflejase alguno de los sonidos que se podían escuchar en estas fábricas. Sería su Sinfonía del acero.

Se estrenó el 12 de enero de 1973 interpretada por la Pittsburgh Symphony Orchestra dirigida por Donald Johanos. La primera grabación discográfica la realizó Lorin Maazel para el sello New World Records, publicado en 1987. La obra está dedicada a los obreros del mundo de la industria del acero.

El estreno en España hubo de esperar hasta el 16 de octubre de 2003, interpretada por la Orquesta de la RTVE dirigida por Adrian Leaper. Su recepción fue bastante fría.

Para realizar los efectos especiales el compositor utiliza una batería de 48 instrumentos de percusión, que además de los tradicionales incluye frenos de tambor de automóvil, cubos de basura, máquinas de trueno, sirena y una gran pieza de madera. Tanto la cuerda como el viento y el piano utilizan todos sus recursos técnicos.

Empieza con el típico ritual de afinación de la orquesta, que termina con un la al unísono. Luego lentamente nos va introduciendo en la fundición de acero, reflejando de un modo artificial los sonidos de la industria. Los ritmos son bruscos moviéndose sobre masas de sonoridades disonantes. Para ello utiliza sonidos y ritmos onomatopéyicos, poliritmos y clústeres. Aparecen secciones casi minimalistas mediante collages de figuras en ostinato.

En la parte final un ritmo en ostinato va creciendo hasta escucharse una sirena, pero el ritmo no se interrumpe, pues la fundición nunca duerme. La sinfonía termina con el la inicial indicando que podría volver a empezar en un ciclo sin fin.

En ningún concierto se ha realizado, pero el compositor indica que el final de la obra podría servir para la afinación de la próxima obra en un concierto que se interpretaría sin interrupción. De forma semejante a un centro siderúrgico cuyos procesos se realizan sin descanso las 24 horas del día, los 365 días del año.

El compositor visitó numerosas fundiciones para captar sus sonidos. Según sus propias palabras, quería reflejar los sonidos de la fundición de acero de un modo sofisticado. La sinfonía no tiene un carácter programático, no representa cosas concretas. Escribí algunas notaciones o ideas orquestales que me habían sugerido los sonidos de aquellas industrias y luego compuse la sinfonía con total libertad. Podríamos decir que es una interpretación poética de los sonidos.

Con el "Concierto para piano, vientos y percusión" compuesto en 1973 continúa en su búsqueda de nuevas formas de expresión durante su período vanguardista.

En 1974 compone una nueva cantata, "No-res" a la memoria de su madre que había fallecido en 1971, subtitulándola Un Réquiem Agnóstico. Una tragifonía para narrador, coro, orquesta y sonidos electroacústicos. Con esta obra gano el Premio Internacional de composición Ciudad de Barcelona en 1981.

En 1975 empieza un nuevo período en la música de Balada. Un nuevo estilo en el cual los sonidos abstractos vanguardistas se unirán de modo simbiótico a ideas étnicas y tradicionales. Algo que había experimentado anteriormente pero que ahora se afirmará.

En un principio este procedimiento fue criticado, por parecer un recurso para que las obras fueran más fáciles y asequibles. El propio compositor nos lo aclara. Decían que había sacrificado austeridad por confortabilidad. Sin embargo estoy convencido de que no es así, siempre y cuando el elemento folclórico sea tratado dentro de un contexto fresco y distinto al convencional, cosa que en todo momento he tratado de hacer con las obras de este periodo.

Al comienzo de este periodo se encuentra el "Homenaje a Sarasate" de 1975, una reinterpretación de su zapateado en un estilo cuya referencia visual sería como Las meninas de Velázquez reinterpretadas por Picasso. Otra de las obras sinfónicas de esta época es el "Homenaje a Casals", también de 1975, en el que recrea el famoso Cant dels Ocells adaptándolo a su estilo. Pau Casals había muerto en Puerto Rico en octubre de 1973.

En un principio estas dos obras llevaban el título de Dos transparencias para orquesta. Al ser publicadas se buscó un título que fuera menos abstracto con fines comerciales. Una transparencia significaba partir de un recurso conocido para realizar un juego de variaciones personales mediante la aplicación de técnicas vanguardistas. Con ello se realizaba la unión de la música del pasado, con lo cual se humanizaba, con la música contemporánea.

El "Concierto para cuatro guitarras y orquesta" aunque compuesto en 1976 se corresponde estilísticamente a su período anterior al derivar de un cuarteto de cuerdas "Apuntes" del año 1974, escrito en un estilo de ensayos vanguardistas, su contenido es abstracto.

En la "Sonata para diez instrumentos de viento" compuesta en 1979 alternan sonoridades tradicionales con las modernistas. Aunque la partitura está escrita con precisión existen momentos aleatorios.

En la "Sardana" también compuesta en 1979 introduce referencias a la cobla, interpretada claramente por el viento, mientras la cuerda realiza comentarios con mayor libertad. Una nueva muestra de su estilo étnico vanguardista.

El matrimonio con Monica había terminado definitivamente en 1976. Balada conoció a la mujer que le ayudaría en su trabajo, su compañera hasta la actualidad, Joan. Trabajaba como directiva en el Leasing Department del Mellon Bank de Pittsburgh. Joan y Leonardo se casan en Washington, donde la esposa se había trasladado por motivos de trabajo, el  28 de junio de 1979. En 1981 Balada adquiere la doble nacionalidad.

En el verano de aquel año 1979, desde Radio Nacional de España, Enrique Franco le propone la escritura de una obra que se estrenaría en la radio. De este modo nace la cantata "Torquemada" terminada en 1980, que fue el ensayo para la escritura operística. Durante su período vanguardista estricto no le permitía el uso de la melodía, solamente declamaciones y texturas corales. Por ello no se había internado en el mundo de la ópera.

Continuando con su nuevo estilo integrador, "Quasi un pasodoble" de 1981 contiene líneas armónicas de índice tradicional, ritmos claros de pasodoble, junto a técnicas vanguardistas como clústeres y consonancias complejas.

En el "Concierto para violín Nº 1" de 1982 utiliza tres melodías populares catalanas que somete a tratamientos complejos, mediante procesos de integración y desintegración. Las canciones empleadas son tan conocidas como el fill de la mare, utilizada en el movimiento lento o fum, fum, fum, popular navideña en el final.

"Hangman, Hangman!", ¡Verdugo, Verdugo!, compuesta en 1982 es su primera producción operística. Una ópera de cámara trágico-cómica, una libre adaptación de una canción americana cowboy. Una sátira social sobre el egoísmo y la mezquindad.

Su segunda ópera es "Zapata" compuesta en 1984. Un fresco mexicano en el que de un modo surrealista, al parecer influenciado por el pintor Salvador Dalí con quién había colaborado en New York durante sus años vanguardistas. Debido a las dificultades para su estreno, en 1987 realizó una suite "Zapata: Imágenes para orquesta" basada en la música de la ópera, en la que se puede observar el uso de la técnica del collage, empleando conocidas melodías.

Para la celebración del Quinto Centenario del descubrimiento de América la agencia estatal creada para ello le encargó una nueva ópera. El resultado fue "Cristóbal Colón" terminada en 1986. En agosto de 1984 empezó su planificación con el escritor Antonio Gala en Madrid, que realizaría el texto. Siguiendo la línea de su proceso evolutivo, las líneas cantadas son líricas mientras que la orquesta, cuando lo cree oportuno, utiliza las técnicas anteriores para aumentar la tensión. Las líneas líricas se tuvieron que adaptar a las cualidades vocales de sus famosos intérpretes.

Previsto su estreno en 1987 con José Carreras en el papel protagonista se tuvo que aplazar a causa de su enfermedad. Finalmente se estrenó, con diversas alteraciones motivadas por las limitaciones del registro de Carreras tras su enfermedad y por cambios escenográficos, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona el 24 de septiembre de 1989, con José Carreras y Montserrat Caballé en sus papeles protagonistas. El compositor lamentó los cambios que habían alterado en parte su obra. Del mismo modo que había hecho con su anterior ópera realizó en 1991 una suite con el título de "Colón: Imágenes para orquesta".

"Fantasías Sonoras" compuesta en 1987 es una obra sinfónica escrita para la inauguración de un auditorio en Pittsburgh, el Benedum Center. Tiene un aire festivo, combinando técnicas vanguardistas con el lenguaje tradicional. Un parecido estilo, acaso más vanguardista, es el empleado en "Reflejos para cuerdas y flauta" de 1988.

Los "Divertimentos para orquesta de cuerda" compuestos en 1991 se estrenaron en el Festival Internacional de Música de Torroella de Montgrí de dicho año. "Celebració per a orquestra" fue escrita en 1992 para la celebración del milenario de Cataluña, encargada por la Generalitat de Catalunya y el BBV, banco de Bilbao-Vizcaya. En la obra emplea células del folclore catalán transformadas por los estilos contemporáneos.

La “Sinfonía Nº 4" (Lausanne)  fue compuesta en 1992 para el 50 aniversario de la Orquesta de Cámara de Lausanne. Se estrenó el 7 de diciembre de 1992 en el Theatre de Beaulieu en la ciudad suiza de Lausanne, interpretada por la orquesta a quién está dedicada dirigida por Jesús López-Cobos.

Escrita en un solo movimiento utiliza todas las técnicas vanguardistas de obras anteriores junto a citas del folclore suizo, en un estilo que podría llamarse como vanguardista étnico. Empieza con una sección lenta mediante sonidos atonales emergentes. Después de un par de clústeres de la percusión empieza una sección con elementos repetitivos en la cuerda y llamadas del viento. Un claro elemento folclórico aparece en un ritmo en forma de vals en la sección central. Se desarrolla de modo distorsionado en una sección de carácter rítmico. Estos elementos rítmicos son empleados en la última sección de manera continuada. Intervenciones bruscas del metal nos conducen a una coda de potente fuerza rítmica.

"La muerte de Colón" escrita entre 1992 y 1993 es una ópera  continuación de su anterior obra sobre Colón. Se estrenó en su versión revisada en el año 2005 en Pittsburgh. Un Colón enfrentado a su propia conciencia, una crítica sobre los daños efectuados por la civilización.

Algo similar ocurre con "The Town of Greed", El Pueblo de la Avaricia, una ópera breve compuesta como continuación de "Hangman, Hangman!", en 1997. Con un libreto al estilo de los dibujos animados posee una fuerte crítica social.

El "Concierto Mágico para guitarra y orquesta" compuesto en 1997 recoge la influencia de la música flamenca española en su estilo de fusión. Su resultado es una mezcla de técnicas modernas e inspiración folclórica.

"Folk Dreams" es una suite orquestal compuesta entre 1994 y 1998. En sus tres movimientos Balada utiliza melodías folclóricas de Letonia, Cataluña e Irlanda, realizándolo de un modo surrealista.

En el "Concierto para piano y orquesta Nº 3" compuesto en 1999 une de modo simbiótico el pasado, con el uso de melodías y ritmos españoles, como el pasodoble o la jota, con las técnicas de futuro. Con un estilo parecido escribe en el año 2000 la "Música para flauta y orquesta", que incluye una melodía catalana como base de cada movimiento. En su tratamiento armónico aparecen tanto armonías tradicionales del folclore catalán como armonías vanguardistas.

Pasando de su Cataluña natal a su América de adopción, en el "Concierto para violoncelo Nº 2" (New Orleans), compuesto en 2001 emplea junto a sus técnicas modernistas elementos melódicos y armónicos afro-americanos, además de ritmos de jazz.

La cantata "Dionisio: In Memoriam" compuesta en 2001 es un homenaje al político y poeta soriano Dionisio Ridruejo (1912-1975). Falangista que luchó al lado de Franco y luego como combatiente en la División Azul, al lado de los nazis contra los bolcheviques, en el frente de Rusia durante la Segunda Guerra Mundial. A su vuelta rompe con Franco y sus ideologías, considerándolo como un traidor a sus ideales. Desde entonces luchó para una España democrática, llegando a ser encarcelado por el régimen de la dictadura.

En la cantata un recitador lee los propios textos de Ridruejo, mientras el coro canta sus comentarios escritos por el escritor soriano Emilio Ruiz. Se expresan tanto los sentimientos por las tierras de Soria como las duras jornadas de combates en el frente de Rusia, utilizando el propio estilo modernista del compositor, donde encontramos junto a su música abstracta citas de himnos nacionalistas.

La “Sinfonía Nº 5" (Americana)  fue compuesta entre abril de 2002 y abril de 2003, como encargo de la Pittsburgh Symphony Orchestra durante la época en que Mariss Jansons era su director musical. Contó con la ayuda de The Heinz Endowment Creative Heights Artist Residency Program en colaboración con la Carnegie Mellon University.

Se estrenó el 30 de octubre de 2003 en el Heinz Hall for the Performing Arts en Pittsburgh, interpretada por la Pittsburgh Symphony Orchestra dirigida por Hans Graf. Está dividida en tres movimientos. La sinfonía en su versión original incluía efectos electrónicos que no resultaron demasiado efectivos el día del estreno. En la grabación efectuada para el sello Naxos fueron suprimidos.

El primer movimiento, 11 de septiembre: In Memoriam, se inspira en los trágicos acontecimientos ocurridos en New York durante el 11 de septiembre de 2001, con la destrucción de los edificios del World Trade Center, conocidos como las Torres Gemelas, efectuado por terroristas yihadistas.

Siguiendo a una breve introducción, vivas explosiones sónicas en forma de clúster se escuchan sobre un repetitivo intervalo de tercera menor, que está formado por dos notas con un tono y un semitono de distancia entre ellas, interpretado por la cuerda y luego por los teclados de la percusión, arpa y piano, que nos recuerdan el tañido de campanas. El ambiente se hace cada vez más opresivo y angustioso. Después de unos compases más calmados empieza una atormentada sección final, que mediante tríadas sugiere el ulular de las sirenas. Sin pausa se pasa al siguiente movimiento.

Sin tratarse de una música descriptiva, el compositor expresa sus sentimientos al producirse los terribles acontecimientos, que le recuerdan el trauma vivido en su niñez durante los bombardeos de Barcelona durante la Guerra Civil Española.

El segundo movimiento, Reflexión, está basado en un canto espiritual negro. Para ello utiliza de modo insistente nuevamente el intervalo de tercera menor, enlazando con el anterior movimiento. El clima es tranquilo, respirándose un ambiente de resignación, nos atreveríamos a decir casi de esperanza, insinuándose el tema melódico, utilizando para ello los instrumentos de teclado. En la parte central después de unas notas repetitivas, los motivos temáticos van apareciendo en diversos instrumentos, terminando mediante una tranquila coda.

El movimiento expresa una profunda reflexión sobre los acontecimientos que se puede expandir a la historia americana. También se puede observar un aire de resignación frente al dolor con la esperanza de que llegarán tiempos mejores.

El tercer movimiento, Square Dance, también utiliza el intervalo de tercera menor. Pero en este caso la música adquiere el carácter de danza. En muchas danzas folk americanas se usa este intervalo. Empieza de modo atonal, pero muy pronto aparece un tema rítmico de modo repetitivo. El violín imitando a la música country añade sus notas eminentemente folclóricas. Los ritmos van incrementándose aumentando el ambiente folclórico de una fiesta popular.

La sinfonía nos ofrece una visión de los Estados Unidos contemporáneos, expresando sus tragedias, que a lo largo de la obra evolucionan hacia una optimista visión. Una evolución que se puede comparar con la propia del compositor, que desde la música atonal abstracta del primer movimiento va transformándose, hasta llegar mediante una simbiosis a la unión con los sonidos tradicionales étnicos.

La “Sinfonietta Praga" (Prague Sinfonietta) fue terminada en el mes de abril de 2003. Encargada por el Festival Internacional de Música de Torroella. Cuando Balada se enteró de que su obra sería estrenada por una orquesta procedente de Praga decidió que tuviera relación con aquella ciudad. Por ello tomó como referencia la Sinfonía Praga de Mozart.

Por otro lado deseaba que también tuviera referencias con el lugar del Festival, Torroella de Montgrí, localidad del Baix Empordà en la provincia de Girona, cercana a la desembocadura del rio Ter. Para ello escogió la obra de Vicenç Bou (1885-1962), un compositor de sardanas natural de dicha población.

La sinfonía se estrenó durante el mes de agosto de 2004 en Torroella de Montgrí, interpretada por la Sinfonietta Checa dirigida por Charles Olivieri-Munroe.

El Festival de Músiques de Torroella de Montgrí empezó su historia en el año 1981 con un ciclo de conciertos que se celebraban en su villa medieval y en sus edificios históricos. Actualmente se está preparando su 37 edición para el año 2017. El Festival se celebra durante el verano, en los meses de julio y agosto. Impulsor del Festival es el Presidente de Juventudes Musicales de Torroella, Josep Lloret, a quién Balada dedicó su sinfonía.

Quién escribe estas líneas tiene relación con esta localidad por ser durante muchos años su lugar de veraneo, escogido por sus paisajes costeros, l'Estartit con sus Illes Medes forma parte de este municipio, y por la posibilidad que ofrecía la asistencia a los conciertos efectuados durante dicho Festival. Inaugurado en el año 2013 posee un Auditorio propio con 630 localidades, el Auditori Espai Ter, alcanzando un prestigio internacional y desde el año 1992 es miembro de la Asociación Europea de Festivales, EFA.

La breve sinfonía, que utiliza una plantilla orquestal similar a la sinfonía de Mozart, empieza con las notas de la famosa sinfonía mozartiana interpretadas por el viento. El lenguaje se va volviendo más cromático, politonal y en momentos llega a densas armonías. Notas de la música a ritmo de sardana del maestro Bou aparecen primero tímidamente y luego con más claridad, especialmente en la sección final. La música de Mozart ha evolucionado hasta convertirse en una sardana.

El compositor introduce en su propio estilo la música de dos compositores relacionados con sus intérpretes y con el lugar de su estreno. Los distintos estilos musicales se integran formando una visión surrealista, tan peculiar en el estilo de su autor.

La cantata "Ebony Fantasies" compuesta en 2003 para coro mixto y orquesta está basada en cuatro cantos espirituales negros, que son alterados mediante los tratamientos armónicos vanguardistas propios de la última época del compositor.

A partir de 2003 Balada compone una serie de suites a las que denomina Caprichos. La primera obra de la serie es "Caprichos Nº 1 para guitarra y orquesta de cuerdas: Homenaje a Federico García Lorca". En ella siguiendo su estilo de fusión utiliza canciones populares andaluzas armonizadas por García Lorca, como los cuatro muleros o la tarara.

En "Caprichos Nº 2", compuesto en 2004 para violín solista y cuerdas, utiliza tres danzas latinoamericanas, la samba brasileña, el tango argentino y el jarabe mexicano, transformándolas con el uso de su propio lenguaje vanguardista.

"Caprichos Nº 3" (Homenaje a las Brigadas Internacionales) compuesta en 2005, para violín y orquesta de cámara es un homenaje al ejército de voluntarios procedentes de diversos países, que vinieron a España a luchar en defensa de la República contra la sublevación fascista del General Franco. Estos voluntarios cantaban canciones de sus países a los que se unían temas folclóricos españoles. Balada utiliza estos temas en su suite.

La “Sinfonía Nº 6" (Sinfonía de las Penas)  fue terminada en el mes de abril de 2005 encargada por la Orquestra Simfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya,  que la estrenó el 26 de febrero de 2006 dirigida por Salvador Mas. En los Estados Unidos se presentó en el mes de noviembre de 2013 interpretada por la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh dirigida por Rafael Frühbeck de Burgos.

Está orquestada para dos flautas, tres oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, cuatro percusionistas, piano, arpa y cuerdas

La sinfonía está escrita en un solo movimiento. Empieza mediante un potente cluster simbolizando la brutalidad de la guerra. Seguidamente se escuchan ritmos de marchas militares y luego angustiosos compases expresando lucha y terror. Rumores de sirenas nos recuerdan los aterradores bombardeos. De un modo someramente esbozado e incompleto primeramente y luego de una forma más clara, escuchamos el Himno de Riego que representa a los republicanos y luego el Cara al Sol, el himno de los sublevados franquistas. Mediante el empleo de música atonal y potentes clústeres se simboliza la violencia del campo de batalla.

El violín en la sección central interpreta angustiosos compases, seguidos luego por marchas militares. Una dualidad entre el sufrimiento del pueblo y el militarismo dominante. Formando un impresionante collage, las marchas y los himnos se reanudan. Doloridas notas sostenidas empiezan la última sección mientras continúa el ritmo sostenido, un intervalo melódico de dos notas que aparece a lo largo de toda la obra. La última aparición del Himno de Riego nos conduce a una angustiosa coda que trágicamente cierra la obra, como señal de derrota de los ideales republicanos.

En inglés conocida como Symphony of Sorrows, está dedicada a las víctimas inocentes de la Guerra Civil Española. Ilustra el drama tanto físico como psicológico de la tragedia de la guerra. El uso de dos himnos, el Cara al Sol y el Himno de Riego, los símbolos de los dos bandos enfrentados le proporciona tanto el necesario dramatismo como sus señas identitarias. El estilo del compositor empleando técnicas atonales y fragmentos tonales se utiliza perfectamente para ilustrar los sentimientos y emociones.

Asistí personalmente a su estreno en l'Auditori de Barcelona en la sesión del 25 de febrero de 2006. Una foto del programa del concierto se puede observar en la fotografía adjunta. Los comentarios del público estaban centrados especialmente en la aparición de los mencionados himnos.

El "Concierto para tres violoncelos y orquesta" (Concierto Alemán) fue terminado en el mes de junio de 2006. Siguiendo su estilo donde realiza una síntesis entre melodías populares y técnicas modernas, en este caso utiliza una conocida canción alemana, Die Moorsoldaten, que llegó a España de la mano de los voluntarios alemanes que lucharon en las filas republicanas durante la Guerra Civil. En la obra también se desea simbolizar la recuperación del pueblo alemán después de las tragedias vividas durante el Siglo XX.

"Una Pequeña Música Nocturna en Harlem" compuesta en 2006 para orquesta de cuerdas, se inspira en la famosa obra de Mozart, realizando una transformación surrealista de la misma a la que acompaña un ritmo de jazz. Una nueva fusión de la música contemporánea con la tradicional.

"Caprichos Nº 4" (Quasi Jazz) terminada en junio de 2007, para contrabajo solista, clarinete, piano y orquesta de cuerdas, mezcla técnicas modernas con las propias del jazz, en las que aparecen tanto el espiritual negro  como el ritmo del swing.

"Caprichos Nº 5 para violonchelo y orquesta de cuerdas: Homenaje a Isaac Albéniz"  compuesta en 2008 por encargo del Festival de Música Española de León, está basada en la obra pianística de Albéniz. El compositor la utiliza en forma de transparencias, como indica en sus notas. Realizando un símil pictórico, son como imágenes vistas a través de un cristal que las distorsiona y solamente deja entrever lo que existe al otro lado.

La ópera "Faust-bal" con textos de Fernando Arrabal se estrenó el 13 de febrero de 2009 en el Teatro Real de Madrid.

El "Concierto para viola" compuesto para conjunto de viento y viola solista entre noviembre de 2009 y febrero de 2010 es un encargo de la Banda Municipal de Barcelona para la conmemoración de su 125 aniversario. El tema en que se basa de un modo muy velado es la melodía popular catalana La Gata i el Belitre. Solamente aparece de manera clara en breves apariciones en ritmo de sardana. Esta popular canción se ha utilizado también en forma de arreglo para conjuntos de jazz.

Uno de sus últimos conciertos compuestos hasta ahora es el "Doble concierto para oboe, clarinete y orquesta" terminado en 2010 y estrenado por la Orquesta Sinfónica de Querétaro de México en julio de 2011. En este caso la música está basada en dos melodías populares mexicanas.

Para celebrar el centenario de Isaac Albéniz, Leonardo Balada compuso "Caprichos No 8: Abstracciones de Albéniz" en 2010, basada en temas de este compositor. En cinco cortas abstracciones, el compositor improvisa libremente sobre los ritmos y melodías de Albéniz para incluir el resultado en su propio lenguaje compositivo.

Una nueva cantata sobre la temática de la Guerra Civil española es "La Pasionaria: La despedida a las Brigadas Internacionales" compuesta en 2011, para coro mixto, mezzosoprano y orquesta. Un encargo del Concell Nacional de la Cultura y de les Arts de Barcelona. La cantata es una interpretación libre del histórico discurso de despedida de La Pasionaria a las Brigadas Internacionales en Barcelona en 1938.

"La resurrección de Colón" compuesta en 2012, una ópera en un acto, con unos cincuenta minutos de duración, es una secuela de “La Muerte de Colón”. A los mil años de la muerte de Colón la tierra es plana. Dios resucita a Colón y culpa a su civilización de tecnologías incontroladas por la destrucción de la tierra. A su vez Colón critica a Dios por su creación imperfecta. La conclusión de la ópera es inesperada.

"Memorias Nº 1 - Barcelona 1938" compuesta en 2012 es una breve obra que consiste en impresiones del compositor cuando era un niño durante la Guerra Civil Española.

"Caprichos Nº 10" para violín, violoncelo y piano compuesta en 2013, es otra breve composición basada en la melodía catalana de La Pastoreta.

"Caprichos Nº 11: Abstracciones de Granados" escrita para guitarra en 2013 es un homenaje a Granados basándose en algunas de sus Danzas Españolas.

"Memorias Nº 2" - New York 1956" compuesta en 2014 es una breve pieza para orquesta en la que recuerda su llegada a New York para efectuar sus estudios musicales.

"Caprichos Nº 13: Transparencias de España" para guitarra, violín, clarinete y piano toma como base temática melodías de Andalucía, Cataluña y Castilla. Encargada por el Quantum Ensemble, la estrenó en Tenerife, Islas Canarias, en el mes de febrero de 2016. 

Esperamos que su extenso catálogo de obras continúe creciendo pues se encuentra todavía plenamente dedicado a la composición. Nos parece interesante para finalizar este trabajo, que continuará por dicho motivo siendo provisional, insertar unos fragmentos de sus propias frases para clarificar su pensamiento.

En una entrevista realizada por Bruce Duffie el 19 de abril de 1998 en Chicago, durante las interpretaciones de su Concierto Mágico, entre otras cuestiones le preguntó qué razones había para que una música fuera considerada como buena. Su respuesta la transcribimos a continuación.

Bueno, esto sí que es una pregunta difícil. Para mi música buena es aquella que llega al espectador, pero que posee unos estandars un poco superiores de los que uno esperaría normalmente. En otras palabras una música que llega, pero no de un modo abierto. El público tiene que hacer un poco de esfuerzo por lograrlo, pero no demasiado. Además naturalmente debe tener emoción. Siempre creo en la emoción. Creo en el drama. No me gusta la música intelectual en un cien por cien, pero creo que la intelectualidad es también importante para el compositor. Es una combinación. En catalán, cuando hablamos decimos que lo hacemos con raonament. Es una palabra que significa que lo hacemos con la razón, con el entendimiento. Somos libres de hablar como queramos, pero siempre lo tenemos que confrontar con nuestra razón. De algún modo esto es algo a lo que se llega con la edad en la cultura catalana. No sé porque ocurre esto, pero significa no solamente hablar, sino siempre hablar pensando en lo que decimos, lo cual no es exactamente lo que siempre ocurre.

De este modo su música debe tener siempre razón. ¿Es su razón o es la razón de la música?

Es mi razón. Actualmente la música es mi razón. Refleja mi pensamiento. Soy muy sincero con la música, muy sincero. No hago música porque sepa que debe ser hecha de esta manera, sino porque siento que debe de ser hecha de esta manera. Así es realmente mi música, y el razonamiento llega aquí a través de mi improvisación mental de la música. Estoy verificando continuamente. Concebimos el ajedrez como un deporte del intelecto, y planeamos jugadas. Jugué al futbol, que es espontaneo, fogoso y entusiasta. Básicamente mi música es una combinación de los dos mundos. En América no hay mucha afición al futbol. No soy particularmente un fanático del futbol, pero crecí en mi niñez jugando al futbol.

Veo que no tiene elección.

Si, no tengo elección. Vi un partido de futbol en New York a principio de los años sesenta, y desde entonces no he visto ninguno más aquí. El equipo empezó en uno de los extremos del campo, y fueron avanzando, avanzando, avanzando, maravillosamente, maravillosamente, maravillosamente, hasta llegar a la parte final en el otro extremo, y marcaron un gol. Fue perfecto, y quizás el entusiasmo fue tan increíble porque había generado más suspense que el que se podría llegar a crear en cualquier otro deporte. Allí se actuó con raonement, completado con raonement de talento, inteligencia, hasta que finalmente se remató marcando el gol. Quiero decir que intento recrear esta imagen en mi música. ¿De qué manera? No lo sé. Un gol significa para mí alcanzar un punto de dramatismo, de tensión, que diga, Esto es lo que es. Tanto si es drama como felicidad, siempre hay una dirección hacia la que voy, que empieza en cualquier lugar, y finalmente, si tengo suerte, lo logro de un modo explosivo.

También por su interés reproducimos una serie de frases escritas por Leonardo Balada sobre su obra, ilustrando la presentación de varias de sus obras pertenecientes a su tercera época, en defensa de su propio estilo.

Me asombra la actitud de algunos compositores y críticos cuando piensan en obras contemporáneas. Se preguntan: ¿Son estas obras atonales? ¿Usan ideas folclóricas? ¿Están pasadas de moda? ¿Son de vanguardia?, como si la música tuviera que ser juzgada por su técnica en lugar de su valor artístico. ¿Acaso en la historia los compositores realmente creadores estaban sujetos a las prescripciones teóricas o era al revés? Los teóricos concebían las técnicas basándose en las obras de los compositores, a posteriori. Schönberg con su teoría serial fue el único en crear un sistema a priori, que luego los compositores adoptaron. 

Asimismo me sorprende el concepto de eclecticismo, tan utilizado por críticos, significando varios estilos cuando en realidad debería atribuirse a varias técnicas. Una obra puede estar compuesta con la ayuda de varias técnicas y dar como resultado un estilo, dependiendo de la habilidad del compositor.

Cuando yo era todavía estudiante en la Juilliard School de New York en los años 50, el mundo del arte estaba dominado por el expresionismo abstracto y Salvador Dalí, con quien yo colaboraba en ese momento, era desdeñado por los "grandes cerebros" del momento. Lo mismo el "art deco". Sin embargo ahora valoramos altamente ambas expresiones artísticas. En aquellos años oí afirmar a bien conocidos compositores que la música tonal estaba obsoleta, del mismo modo que la música con afinación exacta. Sin embargo el compositor del presente sigue y seguirá utilizando tales procedimientos. Algunos compositores procuran establecer su preponderancia desdeñando a quien pudiera serles un reto. Incluso hoy en día, después de décadas de "democracia" creativa en las artes, esos compositores se creen poseedores de la verdad absoluta, proclamándose portadores de estandartes cuando en realidad lo que hacen se practicaba ya hace más de medio siglo. 

Cuando en el año 1960 colaboré con Salvador Dalí en el film satírico sobre el pintor Mondrian, nunca me olvidaré del comentario que me hizo mientras desayunábamos en su hotel, el Saint Regis's de Manhattan: "Lo que hizo Mondrian ya lo hacía yo de niño".

La verdad es que el mundo es mucho más abierto de lo que era hace no muchos años. A los indios ya no se les considera salvajes sino gentes desafortunadas víctimas de los europeos. Ya no se puede hablar de música en valores absolutos. Esta se extiende desde lo complejo a lo más simple e ingenuo. Desde mi punto de vista todo es válido. ¿ He dicho todo ? Esta parece ser la actitud social de este mundo libre en que vivimos. Pero la tomadura de pelo, el "gato por liebre" y la falta de profesionalismo están al orden del día. Para mí sin embargo la cosa es muy clara y simple al juzgar una obra: ¿Hay personalidad? ¿Existe oficio? ¿Crea la obra impacto?. En un mundo en que cada día se busca lo cómodo e inmediato, en que los músculos se atrofian debido al fácil vivir y la mente se mesmeriza con los espectáculos visuales y televisivos, la respuesta no es fácil, pues esos conceptos son con frecuencia desestimados.

[1]  Actualmente restaurada, forma parte del Patrimonio Arquitectónico, propiedad del ayuntamiento de Sant Just Desvern.

[2] Sobre el tema de Guernica véase  también Francisco Escudero