LÜHL

Enguebrand-Friedrich Lühl (1975-) nació en París en 1975 con antepasados familiares eslavos y germánicos, efectuando sus estudios musicales en la Schola Cantorum y luego a sus quince años ingresó en el Conservatoire National Supérieur de Musique et de Danse de Paris. Tres años después obtiene el Primer Premio de piano.

Junto con sus estudios de piano sigue cursos de análisis musical, jazz, música de cámara, dirección de orquesta, armonía y contrapunto. Terminados sus estudios se consagra en el mundo de los Concursos Internacionales, consiguiendo a partir de 1998 destacados premios en Roma, Pontoise y el Torneo Internacional de Música.

Como intérprete al piano viaja por toda Europa. Además de sus propias obras prepara una integral de las obras del compositor ruso Scriabin. Desde 2005 trabaja para el compositor americano John Williams transcribiendo para piano y dos pianos la música de sus bandas sonoras. Luego se dedica a la obra para piano de Rachmaninov.

Como compositor ha escrito hasta ahora una ópera, siete sinfonías, un Réquiem, tres conciertos para piano, diversas piezas para solista y orquesta, música de cámara, más de 140 obras para piano solo, orquestaciones y transcripciones. Su catálogo supera las 300 obras.

Cataloga sus obras mediante números de Opus cronológicos mediante las iniciales LWV (Lühl-Werke-Verzeichnis) o sea catálogo de las obras de Lühl. Como intérprete de piano sus primeras obras son destinadas a este instrumento, las cuales corrige posteriormente antes de editarlas. Pequeñas piezas de estilo clásico.

El estilo de su obra es esencialmente clásico, siguiendo la tradición de los contemporáneos de Brahms, Tchaikovski, Rachmaninov o Scriabin. Amante de l'Art Nouveau, de la pintura impresionista y de la arquitectura del Renacimiento italiano, escribe numerosas obras literarias en tres idiomas sobre variados temas, además de sus ensayos pictóricos.

La “Sinfonía Nº 5" (Die Macht) LWV 53 fue compuesta entre 1999 y 2001. Su título escrito en alemán puede traducirse como fuerza, poder o potencia. Su carácter simbolista y su creencia en el absoluto humano le impulsaron a la composición de cinco piezas sinfónicas, que llevan como títulos los nombres de las fuerzas que nos gobiernan en tanto nuestra estancia como hombres en la tierra. Destino, Voluntad, Paz, Sabiduría y Pasión.

Samuel Azencat realiza los comentarios de la obra en los que basamos nuestra propia lectura. Todas las piezas están escritas en la misma tonalidad, si menor, salvo la Fuerza de la Paz, la parte central de la obra que está en mi mayor. Las otras partes gravitan alrededor de esta sección central, que para Lühl sostiene el más sereno y eterno de los secretos, pues el que no haya encontrado su paz interior no tendrá acceso con plenitud, objetividad y serenidad a las otras fuerzas absolutas.

La obra está concebida de tal modo que los cuatro movimientos se puedan invertir alrededor del núcleo central en mi mayor según la elección de programación del director de orquesta. La tonalidad de los cuatro movimientos hace referencia al origen histórico de la evolución de la estructura del género sinfonía, pues en las suites barrocas de la época de Händel o Bach encontramos el mismo procedimiento de escritura, compuesto por una sucesión de danzas en la misma tonalidad.

El primer movimiento, Die Macht des Schicksals, nos presenta la fuerza del destino. Una extensa sección lenta introduce la obra, exponiendo la fuerte voluntad de enunciar una temática voluntariamente incompleta, como entrecortada por la fuerza de un malicioso destino trágico simbolizado por un motivo rítmico de cinco notas repetidas, cinco como el número de movimientos de la sinfonía. Es el destino que llama a la puerta de cada instrumentista involucrado. Está seguido por un segundo tema más patético de amplio vuelo con carácter épico. El movimiento termina con un sentimiento de poderosa fatalidad, con el motivo de cinco notas.

El segundo movimiento, Die Macht der Willensstärke, la fuerza de la voluntad, contrasta con el precedente por su carácter determinado, juguetón y vivo, por la actitud marcial de la temática, breve y precisa. Aquí también los dos temas se oponen. La Voluntad está representada por la continuidad de un ritmo implacable de semicorcheas que recorren la orquesta a través de una amplia paleta sonora.

Esta sinfonía es la obra orquestal que precede su "Réquiem en memoria de Vauban" conteniendo ciertos elementos temáticos que se repiten en las obras dedicadas al gran Maréchal de France. Así los intervalos del ritmo marcial del primer tema anuncian ya el tema de Louvois de su poema sinfónico "La Chamade" para coro y orquesta.

El tercer movimiento, Die Macht des Friedens, como se ha comentado anteriormente constituye el núcleo principal de la obra. La fuerza de la paz nos hace pensar en las grandes oberturas de la ópera romántica. El tiempo se detiene, el sonido efímero y pasajero de la música parece durar una eternidad. Cuando el compositor pudo escuchar la primera interpretación de esta obra se sintió afectado por una gran emoción y no pudo evitar las lágrimas a la llegada del majestuoso tema coral interpretado por los metales. Este coral nos conduce a un acorde en do mayor de una potencia sin igual, evocando simbólicamente la luz blanca, divina, inaprensible, eterna.

El cuarto movimiento, Die Macht der Weisheit, la fuerza de la sabiduría. En este movimiento el compositor añade una originalidad instrumental desacordando los violoncelos y contrabajos de un medio tono. Esta pieza extremadamente lenta y pausada representa la fuerza de la edad, de la madurez, de la reflexión interior.

Lühl había compuesto esta parte algunos meses antes para piano con el título de "Schicksal" LWV 37. Es posible atribuir una infinidad de sentidos a una misma ilustración musical, algunas veces radicalmente opuestos los unos a los otros, pues la música puede estar sujeta a muchas interpretaciones metafísicas sin jamás deformarse.

El quinto movimiento, Die Macht der Leidenschaft, la fuerza de la pasión. Este movimiento de una gran complejidad estructural lleva la orquesta hacia una turbulenta fuga que nos recuerda los grandes vuelos del Roméo et Juliette de Berlioz. En el orden sugerido por el compositor esta parte cierra la sinfonía, mediante un impulso virulento, desencadenando las pasiones del hombre hasta llegar a la rabia y a la desesperación más profunda.

La longitud y la complejidad estructural de este movimiento anuncian el final de su sexta sinfonía, no menos trágica y apasionada en su desarrollo. Lühl compuso este movimiento al mismo tiempo que el segundo, de un solo bloque durante una estancia de tres semanas del verano de 2001 en el Tirol del Sur italiano.

Su ópera "Unvergessen", que se puede traducir como inolvidable, en tres actos sobre un drama histórico se estrenó en enero de 2004 en la capital del Tirol del Sur, Bolzano.

La Asociación Vauban, destinada a conservar la memoria del Mariscal de Francia y el principal ingeniero militar de su tiempo, Sébastien Le Prestre de Vauban (1633-1707), le encargó una serie de obras conmemorativas para los actos de los 300 años de su muerte. Además de las obras citadas a continuación compuso un cuarteto de cuerdas, ilustrando cartas originales de Vauban y la "Suite Royal" LWV 87 b para cuerda o solo de flauta, de estilo neobarroco.

El "Requiem In memoriam Vauban" LWV 61, para coro y orquesta sinfónica fue estrenado en el mes de marzo de 2007 en la Cathédrale Saint Louis des Invalides, interpretado por 200 músicos y coristas bajo la dirección de Philippe Barbey-Lallia.

"La Chamade" LWV 73 es un poema sinfónico basado en la obra del Maréchal Vauban, Traité d’attaque des places en douze temps de 1703.

La “Sinfonía de cámara Nº 1" (Vauban) LWV 86 para orquesta de cuerda Constituye una orquestación de su cuarteto de cuerda del mismo nombre. El "Cuarteto de cuerda Nº 1" (Vauban) LWV 80 compuesto entre octubre de 2003 y enero de 2004. La sinfonía utiliza unos veinte instrumentos de cuerda.

El primer movimiento, langsam, allegro vivace, comienza introduciendo al oyente en una atmósfera totalmente estática. Pero de repente el carácter enérgico de Vauban se manifiesta. La música es movida, directa y ardiente. El segundo tema es de carácter lírico. Las voces se mezclan en los diferentes timbres e instrumentos, dando la impresión de un continuo hormigueo.

En la recapitulación la viola interpreta el tema de Vauban en su totalidad, sobre el torbellino de los demás instrumentos. El ritmo desenfrenado no se termina hasta el último compás de este movimiento, culminación de una inmensa progresión.

El segundo movimiento, adagio, malinconico, nos presenta un gran contraste con el anterior. De un lirismo épico recuerda el gran adagio clásico de sinfonía, con riqueza en su encadenamiento armónico y amplias progresiones melódicas.

El tercer movimiento, scherzo, de carácter dinámico y alegre, después de unos compases de introducción, sorprende por su ritmo obstinado de tarantella de modo regular, frenéticamente sólido y decidido. La parte central correspondiente al trío, de carácter lento, recuerda algunos pasajes de su Réquiem. El movimiento termina con una agitada coda.

El cuarto movimiento, fugue, es el más corto pero el más complejo, por la concisión de su lenguaje. Representa el símbolo de la arquitectura musical con sus construcciones, como un homenaje al gran arquitecto militar del rey Luis XIV. Vauban ama, Vauban venera, Vauban respira hasta su último suspiro la alegría de vivir. La disciplina y el amor son las palabras claves de este final.

Lühl compone una serie de siete cuartetos de cuerda, los cuales posteriormente orquesta para cuerda como hemos visto en la obra anterior. De este modo permite aumentar las posibilidades de interpretación.

La "Sinfonía de cámara Nº 2" corresponde a la orquestación de su "Cuarteto Nº 2 en fa menor" LWV 85, compuesto entre marzo y octubre de 2005. Sin ninguna connotación literaria su atmósfera más sombría y apasionada traza un hilo conductor a lo largo de los dramáticos cuatro movimientos. Lühl escribe las siguientes frases respecto a su cuarteto.

El objetivo de mi estética creativa es intentar que cada pieza trascienda la precedente por su calidad y belleza. Esta quimera queda solo como una ilusión provisional, pero arrastra al artista a mantener la exigencia cualitativa de su trabajo. No es cuestión de querer ir siempre más lejos, es cuestión de buscar la belleza verdadera sin ser nunca capaz de encontrarla verdaderamente con el material de trabajo disponible.

Esta búsqueda constante de la belleza conduce al deseo y a la necesidad de crear una nueva obra que pueda aceptar este desafío. Para ello la obra necesita una estructura, un molde, un cuadro bien delimitado, gracias al cual pueda desarrollar con más eficacia, que si las barreras estuvieran constantemente bajadas. Se encuentra su propia libertad, su propia belleza, que corresponde a la "melodía que está dentro de sí" según frase de Henri Sauget, mediante los límites que nos fijamos. La belleza estará más concentrada.

La mayores obras maestras son igualmente las más concisas en su arquitectura. Es precisamente esta concisión lo que lleva al oyente hacia un mundo superior, que hace que el arte sea Arte, una deformación artificial de la naturaleza humana intentando acceder a las esferas inaccesibles por medio de lo concreto y material. Esta es para mí la misión del arte y de mi trabajo.

El primer movimiento, largo - breit, allegro con brio, più lento, tempo I (allegro con brio), empieza mediante unas notas graves, que pocos compases después nos conducen a un allegro de carácter rítmico intenso, seguido por un segundo tema más lírico y melódico, Después de la sección de desarrollo bastante dramática, con una parte central seria y pensativa, empieza la recapitulación del allegro inicial.

El segundo movimiento, agitato, adagio, corresponde al movimiento lento de la sinfonía. Un adagio expresivo de carácter dramático, que se desarrolla extensamente, llegando a contenidos momentos de tensión

El tercer movimiento, scherzo, allegro vivace, trio, poco più lento, tempo I (Allegro vivace), quasi cadenza, presto, contrasta con el anterior por su carácter rítmico acentuado y obsesivo. La sección correspondiente al trío es un poco más lenta, pero continuando su carácter rítmico. Luego se repite la primera parte terminando con una especie de breve cadenza antes de la coda.

El cuarto movimiento, finale, presto, presenta un primer tema rítmico nervioso en forma de rondó que se irá repitiendo interrumpido por temas más líricos, hasta terminar con una conclusiva coda. Una obra que utiliza una armonía clásica basada en la tonalidad.

La "Sinfonía Nº 6" LWV 93 fue empezada en enero de 2005 y entonces no terminada por falta de tiempo. Actualmente no poseemos más referencias respecto a esta sinfonía.

La "Sinfonía de cámara Nº 3" es la orquestación de su "Cuarteto de cuerda Nº 3 en fa bemol menor" (Renovatio) LWV 100 compuesto durante el verano de 2006 y dedicado al Cuarteto Isé, que había estrenado los anteriores cuartetos. Después de un tiempo de pausa creativa, dedicado al arreglo de anteriores obras, intenta empezar una nueva etapa a la que da el nombre de Renovación.

Estilísticamente, la obra está escrita en un solo movimiento, agitato, allegro vivace, a diferencia de las otras dos obras, pero de gran densidad contrapuntística. El compositor parece haber condensado en una sola pieza todos los elementos estructurales más complejos que se pueden encontrar en un cuarteto tradicional en cuatro movimientos.

Forma sonata, fugato adicional en lugar del puente entre los dos temas principales en la reexposición, atmósferas variadas que van desde el scherzando hasta las fórmulas cadenciales y el presto decisivo, todos escritos en un ritmo frenético,  intercalado con pausas cortas y finamente dosificadas, que sirven solo como un trampolín para recuperarse en una nueva progresión dinámica y no como un cambio de atmósfera, rompiendo con el movimiento escuchado anteriormente.

Al componer este cuarteto el compositor tenía un proyecto en mente, el de reagrupar los tres cuartetos con números simbólicos significativos, 3, 5, 7, en una trilogía con el nombre de Saülen der Zeit, los pilares del tiempo, una obra que duraría una hora sin interrupción.

Cada uno de los tres cuartetos va progresando sucesivamente con respecto al número de movimientos. Así el tercero tiene un solo movimiento, el quinto dos y finalmente tres el séptimo.

La "Sinfonía de cámara Nº 4" es la orquestación de su "Cuarteto de cuerda Nº 4 en fa bemol menor" (Aus der alten Welt) LWV 106. El cuarteto fue empezado el 28 de septiembre de 2005 en Budapest en ocasión de un concierto dedicado a Liszt, que debía protagonizar como pianista en el Palacio de las Artes de la capital húngara.

Atrapado por la fiebre creativa, no salió de su hotel, aunque podría haber aprovechado la corta estancia para visitar la ciudad, que ya conocía, habiéndose enamorado del idioma y del país durante su última estancia en 1996 como competidor en el Concurso Internacional Liszt. Luego vinieron una serie de interrupciones, tanto que no pudo terminar el trabajo hasta finales de febrero del año siguiente y durante este tiempo, gimió: "¡Mi Sexta Sinfonía se pudre en mi piano!". Al mismo tiempo, completó una docena de piezas aisladas para piano solo, incluida su formidable "Segunda sonata en fa menor" LWV 105, un desafío interpretativo para cualquier pianista.

Fue con un encuentro inusual que comenzó la historia del cuarto cuarteto. Por una feliz coincidencia, Lühl conoció a Guy Helfertz, violinista y alumno de Nathan Milstein, quien le encargó componer la música para un texto de una de sus amigas, Antoinette Tostivint, relatando sus recuerdos durante una estancia en China. Lühl logró convencer a su patrocinador para que lo convirtiera en un cuarteto de cuerdas independiente del texto, pero inspirado por el contexto y la atmósfera que surgió.

El Cuarto Cuarteto, que tomó el enigmático título Aus der Alten Welt (del Viejo Mundo haciendo aquí una clara referencia a la Sinfonía "del Nuevo Mundo" de Antonìn Dvorák), es particularmente difícil para los instrumentistas, debido a la extrema duración de los pasajes rápidos y virtuosos. La malla del tejido musical, de acuerdo con el estilo de su autor, es en esta ocasión también muy densa y no deja espacio para la improvisación cadencial. A través del texto describiendo una aventura extraordinaria, Lühl detecta cuatro etapas del viaje que podrían servir de marco para los cuatro movimientos del cuarteto y el material musical que resultaría del mismo.

Xinjiang, la Provincia Occidental, situada a más de 3.500 km de la capital Pekín, Urumqi y El Lago Celestial, el Pico de Dios, una montaña de 5.500 m de altitud, halcones, cascadas, caballos salvajes ...

El primer movimiento, allegro energico, está precedido por un motivo pentatónico, que hace referencia a la música folclórica asiática y sirve de leitmotiv para que todo el cuarteto recuerde el motivo, enmascarado por técnicas de escritura específicas de un compositor occidental. La siguiente parte rápida extrae su material temático del motivo de la introducción.

El segundo tema, apasionado, que recuerda a las grandes frases mahlerianas de las primeras sinfonías, contrasta en velocidad de ejecución, pero no en intensidad. Aquí, Lühl dibuja todos los registros de su dominio de la escritura contrapuntística, superponiendo appogiaturas y retardatos a voluntad, creando así un clima tenso continuamente hasta la cadencia salvadora. Este segundo tema fue compuesto íntegramente en una esquina de la mesa en los palcos del Museo de Bellas Artes de Budapest, cuando pocos minutos después debía entrar en escena.

                               Lago Karakul en Tajikistán

El lago Karakul, en la frontera de Pakistán, un panorama salvaje bordeado de picos nevados, gravitando a más de 6500 m sobre el nivel del mar, difundiendo una misteriosa luz reflejada por el agua estancada del inmenso lago, las yurtas de los kirguises ...

El segundo movimiento, largo patetico, es un adagio de gran belleza emocional, inspirado en los paisajes enunciados, alterna la fluidez del discurso del primer tema con pequeños toques intercalados con silencios en el segundo tema. De gran originalidad armónica, el compositor nos lleva a un mundo que va de sorpresa en sorpresa, sin perder el hilo de la construcción global de la pieza.

El tercer movimiento, scherzo, fuga, allegro vivace, posee sus temas inspirados en paisajes con caballos en las estepas, cruces de ríos, paseos apasionados descubriendo un paisaje mágico que se extiende hasta el infinito... Un scherzo lúdico, exigiendo a los instrumentistas una resistencia infalible frente a sí mismos, como los caballos de las estepas salvajes, enfrentando obstáculos de todo tipo dentro de la partitura. Comienza en forma de fuga en si menor, revelando sucesivamente los cuatro instrumentos y continuando con un desarrollo turbulento y furioso, digno de las grandes oberturas de Héctor Berlioz. El trío está construido sobre el leitmotiv del comienzo del cuarteto en imitaciones, decorado por un hormigueo en semicorcheas de los otros instrumentos. Luego retorna nuevamente el scherzo inicial. El final termina la obra en una agitación virulenta y desatada.

El cuarto movimiento, allegro con brio, representa finalmente a China, con todas sus tradiciones e identidad nacional. Lühl mostró originalidad en el movimiento final al confiar musicalmente en el tema del himno nacional chino, recordando que China en la actualidad no solo pertenece al Viejo Mundo, sino que está viva y bien viva entre nosotros. Estructuralmente, retoma como a menudo a los últimos movimientos de sus obras en varios secciones, a los elementos temáticos mencionados anteriormente en los tres movimientos anteriores y deja al oyente en una impresión de gran homogeneidad dibujada a lo largo de la obra.

La "Sinfonía de cámara Nº 5" es la orquestación de su "Cuarteto de cuerda Nº 5" LWV 123, compuesto entre el 1 y el 6 de marzo de 2008. Está dividido en dos movimientos. Empieza con cinco sostenidos, el tercer cuarteto tenía tres, mediante la repetición del comienzo del tercer cuarteto. La temática musical de toda la obra gira alrededor de un motivo de cinco notas tratado bajo todas las formas.

El primer movimiento, agitato, schnelle Halbe, se distingue en su forma original por cinco viajes musicales en forma de variaciones temáticas, en cuya clave van perdiendo sucesivamente un sostenido y doblando cada vez el número de compases.

El segundo movimiento, äusserst langsam, innig und empfunden, es una meditación elegíaca, siempre encuadrada por las cinco notas principales, cuyo retorno al cromatismo recuerda simbólicamente la cruz de Cristo. En la parte final de la obra se escuchan citas del tercer cuarteto, terminando en un punto de interrogación que cede el lugar al siguiente cuarteto.

La “Sinfonía de cámara Nº 6" (Madame Elisabeth) LWV 127 consiste en la orquestación y adaptación de su "Cuarteto de cuerda Nº 6" LWV 124 del mismo título. El sexto escrito entre julio y noviembre de 2008 ilustra la vida de Madame Elisabeth. Poco después lo convirtió en una sinfonía de cámara.

Élisabeth Philippine Marie Hélène de France, conocida como Madame Élisabeth, nació en Versalles el 3 de mayo de 1764. Era hermana de los Reyes de Francia Luis XVI, Luis XVIII Y Carlos X. Durante la época del Terror tuvo que comparecer delante del Tribunal Revolucionario  y fue condenada a muerte. El 10 de mayo de 1794 fue guillotinada.

Apasionada por el arte, en especial el dibujo para el cual muestra buenas disposiciones. En el museo de Versalles se encuentran algunas de sus obras. A pesar de las apariencias era una mujer de carácter, madura y reflexiva que se había enfrontado a su hermano y a María Antonieta sobre estrategias políticas.

Estos aspectos del carácter de la hermana del Rey Luis XVI son los que utiliza Lühl en su cuarteto, pintando su vida en cuatro movimientos.

El primer movimiento, allegro con brio, de carácter enérgico en su tema inicial describe el carácter de la mujer, contrastando con el segundo tema de un carácter más dulce. Siguiendo una forma sonata libre, después de la sección central de desarrollo termina con la recapitulación y una solemne coda.

El segundo movimiento, thème et variations sur un thème original de Marie-Antoinette, merece una explicación particular. El compositor escribe sobre el manuscrito, libremente según la Ariette en sol mayor de María Antonieta. La esposa austríaca del Rey  como mujer de la corte había recibido una extensa educación en el campo de las artes y la cultura. También se dedicó a la composición dejando algunas piezas para canto y piano. Lühl tomó una de estas melodías sobre la cual realizó siete variaciones. Es la única pieza con esta estructura de su ciclo de cuartetos.

Corresponde al movimiento lento de la sinfonía pero las diversas variaciones, usando procedimientos clásicos, le otorgan distintos caracteres, algunas agitadas y otras más moderadas. Termina mediante una tranquila coda.

El tercer movimiento, scherzo, es de carácter agitado y nervioso mediante un tema rítmico enérgico. La sección central correspondiente al trío también posee carácter rítmico formando un movimiento bastante homogéneo.

El cuarto movimiento, finale, adagio, escrito entre julio y noviembre de 2008, procede de otro proyecto anterior, siendo la parte más extensa. Paralelamente a la composición de su cuarteto, orquesta su último movimiento en forma de poema sinfónico dándole el título de "Anna Karénine" según la novela de Tolstoi. Apasionado por las obras del escritor ruso describe la vida de la heroína en la misma pieza y la divide cronológicamente en cuatro partes.

El primer tema de carácter melancólico lo titula Du journal d'Anna, el segundo tema de forma apasionada, Aventuras con el Conde Vronsky, la sección de desarrollo de carácter trágico con pausas al estilo romántico de Tchaikovski, El sufrimiento del alma de Anna y la dramática coda, La redención de Anna. La obra fue adaptada para cuarteto de cuerda y finalmente para su versión como sinfonía de cámara.

De este modo Anna Karénine se convierte en el último movimiento del cuarteto Madame Élisabeth. Dos mujeres sin ninguna conexión histórica, realmente, pero las dos de carácter fuerte, que murieron prematuramente y trágicamente. Anna termina su vida arrojándose al paso de un tren de mercancías.

La "Sinfonía de cámara Nº 7" es la orquestación de su "Cuarteto de cuerda Nº 7" LWV 132 compuesto entre el 13 de junio al 18 de julio de 2009. Las dos últimas cifras de su número de opus están simbólicamente invertidas con respecto al cuarteto 5. Marca no solamente la culminación de la obra compuesta, sino la del ciclo entero de los siete cuartetos de cuerda de Lühl..

El primer movimiento, lento, wie ein Trauermarsch, recuerda todos los temas citados en los dos cuartetos anteriores Empieza mediante una marcha fúnebre y a pesar de la complejidad cíclica de la escritura, el compositor ha introducido sus motivos en un modelo más tradicional según los movimientos, en este caso un allegro de sonata.

El segundo movimiento, allegro agitato, de corta duración, nos presenta un tema serio y obstinado, que desarrolla con efectos algo dramáticos.

El tercer movimiento, allegro appasionato, enlazando directamente con el anterior, además de la inteligente mezcla de los elementos temáticos citados anteriormente en los dos cuartetos, gira esta vez alrededor de un tema de siete notas, articulándose en cuatro frases distintas interpretadas por la viola.

La "Sinfonía Nº 7" LWV 143 está escrita en un solo movimiento. Después de haber orquestado sus tres cuartetos de forma rápida, el compositor afirmó algún tiempo después. No pienso poder crear una cosa más exitosa.

Lühl trabaja en colaboración con las ediciones fonográficas Polymnie, para la realización de una integral de la grabación de sus obras, una tarea que todavía no está terminada.

Un compositor de estilo conservador que no abandona la tonalidad, sobre el cual no está dicho todo y seguramente merecerá una futura revisión dentro de unos años, cuando aparezcan nuevas publicaciones de su extensa obra.