LA SINFONIA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

3- La sinfonía en la primera mitad del Siglo XIX

Los gustos del público de Francia estaban inclinados hacia la ópera. Alguno de sus compositores escribieron sinfonías, como Etienne-Nicolas Mehul (1763-1817) con sus cuatro sinfonías publicadas entre 1808 y 1810. También Luigi Cherubini (1760-1842) compositor italiano residente en París, compuso una sinfonía en re mayor, pero estas obras vivían a la sombra de la ópera.

Uno de los factores que más motivaron el auge de la música sinfónica, fue la creación de la Orquesta de la Société des concerts du Conservatoire de París. Fue fundada en el año 1828 bajo la dirección de François-Antoine Habenek (1781-1849), introductor en Francia de las sinfonías de Beethoven, ejecutando una audición íntegra de sus nueve sinfonías. Su primer concierto tuvo lugar el domingo 9 de marzo de 1828.

La orquesta transformó la vida musical de Francia, presentando junto a Beethoven, las obras de Weber, Mendelssohn y Schubert. En 1829 el propio Wagner alabó las interpretaciones de la orquesta especialmente la de la novena de Beethoven. La orquesta se conservó hasta el año 1967, en que nació su heredera, la Orquesta de París bajo la dirección de Charles Munch.

La “Sinfonía fantástica” de Berlioz fue un éxito memorable en la temporada 1830-31. También fueron bien acogidas por el público las cuatro sinfonías de Georges Onslow, escritas entre 1829 y 1846. Onslow es un compositor proveniente de una familia anglo-francesa establecida en Francia. Contrariamente a Berlioz, cuyas obras salieron del academicismo del género, Onslow respetó los cánones establecidos por la tradición clásica.

Así empezó la tradición de la sinfonía en Francia, cuyas raíces se remontan a François-Joseph Gossec (1734-1829). Esto culminaría hasta llegar a Cesar Franck y Camille Saint-Saëns de los cuales nos ocuparemos en los capítulos correspondientes. Entre los compositores de esta época encontramos también a Louise Farrenc (1804-1875) y a Henri Réber (1807-1880).