LA SINFONIA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

6 - La Sinfonía en la segunda mitad del siglo XIX

Después de Berlioz, la música instrumental en Francia fue decayendo en beneficio de la ópera. Así el mayor éxito de Gounod fue una ópera. La misma línea siguieron compositores como Massenet, Thomas, Delibes o Bizet.

Uno de los impulsores de la música sinfónica francesa fue el director Jules Pasdeloup. Nacido en una familia de músicos en 1819, intentó romper el monopolio de la gran orquesta que estaba firmemente establecida en París, la Orquesta de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio de París. Desde 1828 estaba especializada en las sinfonías de Beethoven.

En 1848 Pasdeloup funda la Societé Saint-Cecile con la cual interpretaría las primeras sinfonías de Saint-Saëns. Más tarde, en 1852, fundará la Societé des jeunes artistes, con el propósito de presentar las obras de los nuevos músicos. Una de sus frases preferidas era, “componed sinfonías como Beethoven y yo las interpretaré”. Era una frase de tipo comercial para poder rivalizar con los conciertos del Conservatorio. Esta Sociedad se convertirá diez años mas tarde en la Societé des Concerts populaires, les Concerts Pasdeloup.

Estos conciertos de carácter popular tenían lugar en el Circo de Invierno, un edificio preparado para la presentación de espectáculos circenses. A partir del año 1861 cada domingo el maestro Jules Pasdeloup presentaba sus Conciertos populares de Música Clásica. El nombre oficial del local era el de Circo Napoleón hasta convertirse en 1870 en Circo Nacional, tomando definitivamente en 1873 su nombre actual Circo de Invierno.

            Charles Lamoureux en los Concerts d'Hiver

Pronto apareció la competencia con Edouard Colonne y Charles Lamoureux. Edouard Colonne, nacido en Burdeos en 1838 empieza como violinista en el Teatro de la Opera. Más tarde funda el Concert National de l’Odeon y L’Association Artistique instalada en el Châtelet. Dirigirá su orquesta hasta su muerte en 1920. Su sucesor será Pierné.

Charles Lamoureux también nace en Burdeos en 1834. Violinista en la Opera y en la orquesta del Conservatorio. Funda los Nouveaux Concerts creando un estilo propio tanto de dirección como de auditorio. Pide un silencio total durante las interpretaciones. Impide silbar al público. Los transgresores serán expulsados de la sala. Se especializa en la música de Wagner, interpretando sus óperas hasta su muerte en 1899.

Volviendo a los conciertos de Jules Pasdeloup, diremos que intentó introducir la música alemana en Francia, interpretando a Schumann y a Wagner. Recibe feroces críticas de los anti wagnerianos. En el año 1870 se declara la guerra franco-prusiana y las cosas se complican enormemente. El debate musical se convierte en un debate nacional. Cuando los conflictos se apaciguan, la competencia con los conciertos de Lamoureux y de Colonne se hace tan intensa, que Pasdeloup deberá abandonar su negocio en 1884, desapareciendo les Concerts populaires. El Cirque d’Hiver recuperará sus espectáculos circenses.

Entre los músicos franceses que escribieron sinfonías en esta época, encontramos a Félicien David que compuso una, Théodor Gouvy cuatro, que han desaparecido de los programas actuales, Edouard Lalo, Georges Bizet y Charles Gounod. Su estilo buscó el clasicismo, remontándose a Mozart, Beethoven, Mendelssohn y Schumann.

Saint-Saëns intentó renovar la música sinfónica, aunque de modo diferente a lo que había conseguido Berlioz. Se dejó influenciar en parte por la música alemana, aunque reconoció que su orquestación la debía a Berlioz.

Veamos cómo eran los conciertos en aquella época. El Teatro de la Opera era además de un lugar para representaciones líricas, un sitio de reunión de carácter social. Predominaba un público elegante de la clase alta de la burguesía.

Otro lugar donde se celebraban conciertos en los años 1830 eran las salas de baile, provistas de galerías donde el público podía pasear mientras escuchaba la música, hasta que los directores prohibieron estas promenades durante la interpretación de las Sinfonías, apareciendo los primeros conciertos populares.

                                        Cirque d'Hiver

Nos encontramos en el Cirque d’Hiver en el año 1873. El público vestido con el traje de los domingos entra en el circo, reinando una igualdad democrática. La música no es para unos privilegiados, es para el pueblo. Pero todos entran con la cabeza cubierta. Los hombres se quitan el sombrero, las damas el suyo, mientras se acomodan, si así puede llamarse, sobre los incómodos bancos de madera. La acústica no es buena, pero tampoco puede decirse que sea mala. La gran ventaja es que la visibilidad es muy buena y si la música tiene la calidad deseada, se olvidan todos los problemas.

Estamos en una época en que la música era interpretada en todos los lugares posibles. La música sinfónica se ha separado de la danza y de las representaciones líricas, expresando toda su plenitud. En estos conciertos sinfónicos se impone un silencio absoluto, naciendo la expresión silencio religioso de la pluma de los críticos musicales, sin referirse a los actos celebrados en las iglesias.