DEBUSSY

Claude Debussy (1862-1918) es uno de los compositores más importantes de la música francesa. Creador de un nuevo estilo se apartó del academicismo del Conservatorio y realmente no compuso ninguna sinfonía. Solamente escribió una obra de juventud que nunca llegó a orquestar.

Nació en Saint-Germain-en-Laye, ciudad ubicada al oeste de París, el 22 de agosto de 1862. En 1870 empezó a recibir lecciones de piano y dos años después entraba en el Conservatorio de París. Estudió piano con Antoine François Marmontel y composición con Ernest Guiraud. Su personal estilo no se ajustaba con los métodos conservadores y tuvo diversos problemas durante sus estudios.

En 1880 fue contratado por Nadezhda von Meck, la protectora de Tchaikovsky, para que enseñara música a sus hijos y durante varios años siguió a la familia en sus viajes veraniegos a Rusia, Florencia y Viena entre otros lugares.

La “Sinfonía en si menor” fue compuesta entre 1880 y 1881. Escrita para piano a cuatro manos nunca fue terminada ni orquestada por el compositor. Consta de dos movimientos, allegro ben marcato y andante cantabile, permaneciendo inédita hasta 1933 La envió a Nadezhda que esperaba ver terminada la obra. El manuscrito de la única parte terminada fue encontrado en Rusia. Parece que el compositor tenía la idea de componer otros tres movimientos, andante, air de ballet y finale, siguiendo el estilo de Tchaikovski.

El primer movimiento, allegro ben marcato, es de un claro carácter romántico, apasionado y lírico. El segundo movimiento, andante cantabile, continua en el estilo anterior pero posee un carácter más tierno y reservado. No está terminado.

El primer movimiento fue orquestada por el compositor y arreglista estadounidense Tony Fino en una forma sonata en tres partes, allegro ben marcato, un poco lento, cantabile y primo tempo. Añadimos el comentario escrito por nuestro colaborador Sergio Cánovas sobre este movimiento.

Este intento juvenil de seguir la forma sinfónica muy tradicional llama la atención de todos los que lo ven como un crítico, precisamente, de las formas tradicionales. La obra, de la que tenemos un solo movimiento, un Allegro en forma sonata modificada está fuertemente influenciado por el romanticismo ruso y alemán. El movimiento comienza con los vientos presentando el primer tema; una melodía lírica y soñadora de sabor nocturno. Los ecos de los compositores rusos, específicamente Tchaikovsky son bastante evidentes. Durante el desarrollo adquiere un aire más dramático, con algunos clímax espontáneos. Tras lo cual el ambiente se calma, dando paso a la sección siguiente.

Un segundo tema, en forma de vals lento, emerge en el clarinete, las cuerdas retoman este tema y lo desarrollan con delicadeza y exquisito lirismo. Cada instrumento aporta su matiz en ese ambiente pero la belleza del arpa resuena especialmente. Trémolos sobre las cuerdas nos llevan a un nuevo desarrollo del primer tema, en lugar de la tradicional recapitulación de los dos temas. Una transición suave nos conduce a la tercera sección. Las majestuosas llamadas de la trompa inician una variada recapitulación del primer tema. Entonces una hermosa y brillante marcha en si mayor emerge de la atmósfera vaporosa. Una marcha que nos recuerda a las famosas marchas de Pompa y Circunstancia de Elgar. La fuerza pomposa y majestuosa de la marcha nos lleva a la conclusión de la obra.

Después de pequeñas disonancias en la orquesta, la marcha termina la obra en un tono victorioso. Un trabajo interesante que hubiera merecido ser completado. Su estilo anticipa el impresionismo que se vería en obras posteriores de madurez. A pesar de la juventud del compositor y su desprecio por las formas clásicas, esta "Sinfonía en si menor" es de una particular belleza.

En 1884 gana el Prix de Roma con su cantata "L'enfant prodigue" para soprano, barítono, tenor y orquesta. Pasa los dos años siguientes en Roma alojado en la Villa Médicis. Durante esta época compone la suite sinfónica "Printemps" escrita en 1887, que fue calificada con el término peyorativo de impresionista por su exótica coloración musical y la "Fantaisie para piano y orquesta".

El "Prélude à l'après-midi d'un faune" compuesto en 1894 es su primera obra escrita en el nuevo estilo impresionista, que causó un gran impacto. Seguida al siguiente año de la primera versión de su innovadora ópera "Pelléas el Mèlisande" sobre un texto del escritor simbolista Maurice Maeterlinck, que se estrenó en 1902 en la Opéra-Comique de París dirigida por André Messager.

La “Sinfonía Pelléas et Mélisande” como en el caso de la sinfonía "Mathis der Maler" de Hindemith, consiste en partes orquestales de la obra, que el compositor rumano Marius Constant (1925-2004) convirtió en una obra sinfónica en 1983.

     "Pelléas et Mélisande" Edmund Blair Leighton (1910)                                    Williamson Art Gallery & Museum

La ópera evoca un misterioso universo medieval de un modo onírico separado de la realidad, lo que caracteriza la corriente literaria surgida a finales del Siglo XIX conocida como simbolismo.

El simbolismo se opone al realismo en todas sus formas, y busca expresar aspectos de la realidad que no son evidentes. En lugar de representar los aspectos superficiales de la experiencia humana, se concentra en las impresiones que transmiten estas experiencias y las emociones subliminales que liberan.

Se crea una atmósfera íntima basada en la duda el anhelo y el misterio. En lugar de centrarse en los acontecimientos más importantes de la historia, se despliegan situaciones cotidianas aparentemente intrascendentes, que a través de su alto contenido simbólico revelan la realidad subyacente de la trama.

El libreto presenta un país legendario donde reina Arkel, rey de Allemonde. Su nieto Golaud se pierde en un bosque mientras caza jabalíes. Junto a un arroyo encuentra a una misteriosa y bella muchacha luciendo una larga cabellera, que solo le dice su nombre, Mélisande. Dentro del agua hay una corona, pero la joven amenaza con ahogarse si intenta recuperarla. Golaud persuade a la muchacha que se vaya con él.

En una sala del castillo de Arkel la madre de Golaud, Geneviève lee una carta de su hijo diciendo que se ha casado con Mélisande y que lo perdone por no cumplir sus deseos de casarse con la princesa Ursula.

Golaud regresa al castillo acompañado por Mélisande. Mientras la muchacha pasea con Geneviève frente al castillo aparece Pelléas, el hermanastro de Golaud. Los tres bajan a contemplar el mar. A su regreso Pelléas anuncia que pronto se irá del castillo lo cual parece afectar a la muchacha.

Pelléas y Mèlisande pasean por el parque llegando a una fuente. Jugando con su anillo de boda por un descuido se le cae al agua en el momento que se escuchan las campanadas de las doce del mediodía en el mismo momento en que Golaud cae del caballo mientras cazaba.

Al regresar al castillo Mèlisande encuentra a Golaud tendido en la cama debido a su caída. Se da cuenta de que no lleva su anillo y la muchacha le dice que lo ha perdido en una gruta cerca del mar. Golaud le dice que vaya junto con Pelléas a buscarlo. Ambos penetran en la gruta aunque saben que allí no se encuentra el anillo pero deben satisfacer a su hermano.

En la ventana de una torre del castillo Melisánde está peinando sus largos cabellos mientras canta. Pelléas le pide que se asome pues quiere despedirse porque marchará a la mañana siguiente. Al asomarse la muchacha deja que su larga cabellera se deslice llegando hasta Pélleas que la ata a un árbol cercano para retenerla. Aparece Golaud y viendo lo que está sucediendo entre su esposa y su hermanastro lo califica de juego de niños, tratando de acallar sus celos.

En los sótanos del castillo Golaud obliga a Pelléas a asomarse al precipicio, sosteniéndolo de la mano para evitar que se caiga. Intenta no darse cuenta del mensaje dado por Golaud, y este le dice claramente: que debe alejarse de Mélisande que está a punto de ser madre y necesita tranquilidad.

Golaud y su hijo Yniold están debajo de la ventana de Mélisande. Golaud quiere que su hijo le cuente lo que sabe de la relación de su hermanastro con su mujer. El niño le cuenta lo que sabe desde un punto de vista infantil, y el padre lo levanta para que mire por la ventana, y le dice que ambos están en la habitación y que miran la luz.

Pelléas cita a Mélisande en la fuente esa misma noche, pues debe marchar y quiere despedirse. Arkel está fascinado por la belleza de Mèlisande y hablando con Golaud se apena cuando le habla mal de ella. En un arranque de celos toma a Mélisande del cabello y la maltrata delante de su abuelo.

Mientras Yniold busca una pelota en el parque aparece un rebaño de corderos. Le pregunta al pastor por qué no hablan y este le responde que es porque no regresan al redil. Entra Pelléas y se encuentra con Mélisande, y ambos declaran su amor y se besan, pero son observados por Golaud que enloquecido por los celos con su espada mata a Pelléas además de herir a Mélisande.

En una habitación del castillo. Mèlisande yace en su lecho de muerte, junto a la cuna de su hija recién nacida. Golaud, Arkel y el médico la observan, y cuando despierta Golaud les pide que los dejen solos. Golaud la interroga acerca de su relación con Pelléas, pero ella le asegura que no son culpables de nada. Vuelven Arkel y el médico y entran los sirvientes. Mélisande ha muerto y Arkel ordena que se lleven a la niña de la habitación.

Podemos observar las siguientes correspondencias simbólicas. Mélisande pierde su anillo en la fuente a la misma hora que Golaud cae del caballo, un presagio de la tragedia que se avecina. Significativamente Golaud le reclama a Mélisande en su lecho de muerte que le diga la verdad. Otra referencia simbólica se presenta cuando Yiold ve pasar las ovejas y el pastor le dice que no van al redil. Lo que se sugiere es que las ovejas van al matadero. Todo esto acontece mientras anochece y preanuncia el destino al que inexorablemente se acercan Mélisande y Pelléas. La luz y la sombra tienen también un claro significado simbólico.

En su sinfonía Constant emplea la misma orquestación que la ópera, ensamblando los distintos episodios sinfónicos de la misma. Tomando la forma de un poema sinfónico empieza con la música de la obertura, evocando el lejano universo medieval y el bosque en que se inicia la acción. Continua con la entrada de Golaud y la escena de su encuentro con Mélisande encadenándola con la escena entre Geneviève y Pélleas.

Continua con la música que sigue al encuentro entre Pélleas y Mélisande, cuando deciden decir la verdad a Golaud sobre la pérdida del anillo. Sigue la breve introducción a la escena de Mélisande y Golaud en el castillo de Arkel, pasando luego a la página en que Mélisande peina su larga cabellera en la torre junto a Pélleas, mientras la pareja es observada por Golaud.

Sigue con la escena en que ambos hermanos se encuentran en el subterráneo del castillo, pasando a la escena de la fuente, en la que Golaud espía el acto de amor entre su mujer y su hermanastro, al que acaba asesinando con su espada.

Termina con la escena del lecho de muerte de Mélisande. Suenan las campanas mientras que las trompas acompañan las palabras de Arkel, no he sentido nada y Mélisande muere dulcemente.

Debussy logra crear a través de la música la atmósfera de intimidad y sugestión que requiere la leyenda. La luz y la sombra están delineadas musicalmente a través de sendas tonalidades, fa sostenido y do respectivamente. Uno de los motivos principales es el tema de Golaud formado solamente por dos notas, re, mi, que aparece frecuentemente con distintas variaciones y en general en el registro grave de la orquesta, lo que le da un carácter sombrío. Su omnipresencia parece indicar que Golaud simboliza la fuerza que fatalmente se interpone entre los amantes y por eso tiene tanto peso en la música, aún más que los motivos de Pelléas y Mélisande.

Además de los instrumentos habituales de la orquesta, donde se destaca el uso sutil y refinado de los vientos que dan un color muy particular, Debussy utiliza el arpa, con su movimiento ondulante y la sugerencia de transparencias.

La vida amorosa de Debussy durante esta época fue bastante movida. Después de haberse relacionado con Gabrielle Dupont durante casi siete años y haberse prometido en 1894 con la cantante Thérèse Roger, se casa finalmente en 1899 con la modelo Lily Texier.

A partir de 1903 mantiene una relación con Emma Bardac, cantante casada con un banquero. En 1904 abandona a su primera mujer Lily instalándose en un apartamento con Emma Bardac, lo cual provoca una tentativa de suicidio de Lily y la pérdida de muchos amigos. En 1905 tiene una hija de Emma con la cual finalmente se casa en 1908.

Compone piezas para el piano en su estilo propio que se conoce como impresionismo, parecido al estilo pictórico del mismo nombre. Es una reacción contra la música académica alemana y contra el wagnerismo. Considerando la sinfonía como un género del pasado, no compone ninguna dedicándose a la escritura de impresionistas pinturas sinfónicas como "La Mer" compuesta entre 1903 y 1905.

En 1909 acepta el cargo de consejero administrativo del Conservatorio de París, que le propone Gabriel Fauré. En el mismo año empiezan a manifestarse los primeros signos de su enfermedad. Continúa viajando, escribiendo artículos y críticas para revistas, pero dejará muchas obras inacabadas. Completó sin embargo sus dos libros de "Préludes" escritos para piano en 1910 y 1913.

Una de sus últimas grandes obras es la música escénica compuesta para la obra de Gabrielle d'Annunzio (1863-1938) "Le Martyre de Saint Sébastian", que se estrenó en el Théâtre du Châtelet de París el 22 de mayo de 1911.

Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la Primera Guerra Mundial y el cáncer, que le llevaría a la muerte en su casa de París el 25 de marzo de 1918.