GOUVY

Louis Théodore Gouvy  (1819-1898) nació el 3 de julio de 1819 en Goffontaine, actualmente Scheidt-Schafbrücke, cerca de Saarbrücken, en el territorio del Sarre. Su familia era francófona procedentes originariamente de Bélgica. Su bisabuelo se había establecido en el Sarre constituyendo una fundición en 1751 al este de Saarbrücken, a la que dio el nombre de Goffontaine en memoria de su pueblo natal belga.

Poco antes del nacimiento de Gouvy, después del Congreso de Viena y por el Tratado de París, en 1815 el Sarre cayó en poder de Prusia, convirtiéndolo en ciudadano alemán, lo que ocasionó que el compositor no pudiera obtener la nacionalidad francesa hasta cumplir los 32 años.

El negocio metalúrgico de su padre pasó a su hermano Alexandre, que cuando cambiaron las fronteras la empresa se trasladó de Goffontaine que pasó a Prusia, para instalarse en el territorio francés de Hombourg-Haut, con lo cual evitaba tener que pagar derechos de aduana al tener la mayoría de clientes en Francia.

Gouvy empezó a tomar lecciones de piano con un tutor particular a los ocho años y fue educado en Francia, primero en Sarreguemines, luego en Metz, desarrollando un gran interés por la cultura clásica griega y los idiomas modernos, no solo el alemán, que hablaba con fluidez, sino también el inglés e italiano. Al no poder ingresar en el Conservatorio de París por no tener nacionalidad francesa, estudió de forma particular.

En 1837 marchó a París para estudiar leyes, pero después de la muerte de su padre decidió ser compositor y continuó sus lecciones de piano con Billiard, discípulo del pianista y compositor Henri Herz (1803-1888) y entabló amistad con Adolphe Adam. Esto lo llevó a seguir estudios musicales en París, teoría de la música con Antoine Ewart y piano con Pierre Zimmermann y después en Berlín, donde publicó sus primeras obras estudiando con Carl Friedrich Rungenhagen. También pasó un año en Italia entre 1844 y 1845, algo casi obligatorio durante el romanticismo.

La “Sinfonía Nº 1 en mi bemol mayor” Op.9 fue compuesta entre 1845 y 1846 presentándola de forma particular el 7 de febrero de 1846 con una orquesta amateur bajo la dirección de Tilmant, el director del Teatro Italiano de París. Después de realizar un arreglo del scherzo la sinfonía se estrenó públicamente el 7 de abril de 1847, interpretada por la Orquesta del Teatro Italiano dirigida por Tilmant, siendo recibida con éxito.

Al contrario que muchos compositores de su época Gouvy no se dedicó a la música de salón ni a la ópera, que atraía a la mayor parte del público. Su destino era la música sinfónica y la seriedad de su música de cámara.

El primer movimiento, allegro maestoso, compuesto en forma sonata presenta un primer tema rítmico con cierto carácter heroico, que empieza en fanfarria, seguido por el segundo de naturaleza lírica y carácter melódico. Se repite la exposición con variaciones para pasar a la sección de desarrollo basada en dichos temas, para terminar después de una breve reexposición con una coda en diminuendo en la cual la música va desapareciendo.

El segundo movimiento, scherzo, allegro, empieza con un motivo rítmico presentado por la cuerda a la que luego se añaden los diversos elementos de la orquesta. La sección del trío consiste en otro tema de carácter elegíaco presentado por el clarinete y el fagot. Después de un diálogo entre la flauta y el oboe el tema se presenta mediante nuevas combinaciones. En los últimos compases reaparece bruscamente el primer tema interpretado por la flauta y primeros violines, para terminar este movimiento de danza de forma circular.

El tercer movimiento, andante, con moto, corresponde al movimiento lento, empezando con la cuerda en sordina presentando un tema dulce en forma de lied, que se desarrolla en la sección central con la adición de un nuevo tema de características románticas. El movimiento fue especialmente admirado por Hector Berlioz

El cuarto movimiento, finale, allegro con brio, empieza con la cuerda presentando tres temas figurativos agitados, que contrastan con el tema melódico interpretado por el viento. Después de esta especie de intermezzo volvemos a la bravura inicial. Luego reaparece el tema calmado antes de la recapitulación del tema inicial. En los últimos compases se presenta un nuevo tema en forma de himno, que en la coda se va disolviendo hasta que tres potentes acordes ponen punto final a la sinfonía.

Una sinfonía de características germánicas con influencias notables de la música de Mendelssohn y de Schumann.

La “Sinfonía Nº 2 en fa mayor” Op.12 compuesta en 1848 se estrenó en la Salle Sainte-Cécile de París el 16 de abril de 1849 interpretada por la Société de l'Union musicale, bajo la dirección de Louis Manéra. El 24 de enero de 1850 se presentó en Alemania en la Gewandhaus de Leipzig con su famosa orquesta dirigida por el propio compositor, logrando un resonante éxito.

El primer movimiento, introduction, allegro, nos recuerda el comienzo de la novena sinfonía de Beethoven por sus quintas que siguen al acorde inicial. La atmósfera del movimiento está marcada por un sentimiento de alegría, de vivir tranquilo, que progresivamente se va animando. El segundo tema de carácter lírico está presentado por el clarinete y luego es repetido por los violoncelos y el viento. Escrito en un rigor de estilo alemán el compositor le aporta también características de la música francesa mediante su refinamiento rítmico.

La sección de desarrollo empieza con un pianissimo de la orquesta en las cuerdas graves para trabajar el tema inicial con nuevos registros y armonías. Un potente crescendo nos conduce a la recapitulación y a la coda, en la cual los temas se mezclan antes de terminar con un brillante tutti.

El segundo movimiento, scherzo, allegro assai, escrito en ritmo binario y modo menor también nos recuerda a Beethoven, siguiendo el ambiente alegre del primer movimiento. La sección correspondiente al trío es más reservada, con un motivo lírico introducido por la trompa y luego repetido por las maderas, los primeros violines y los violoncelos en diversas variaciones. Acabado en un pianissimo que se une con la repetición del tema inicial de modo enérgico y sin repeticiones, terminando con una radiante stretta.

El tercer movimiento, andante, con moto, nos presenta una melodía lenta de belleza clásica presentada por violoncelos, violas y clarinetes antes de ser retomada por los primeros violines. Un segundo tema también lírico pero con un acompañamiento más enérgico aparece a continuación. El oboe y la viola toman la dirección antes de que el primer violín apoyado por la trompeta transforme el idilio en una escena heroica.

Después de una pausa general regresa a la tranquilidad inicial con su primer tema presentado difusamente mediante el clarinete y el oboe, luego por los primeros violines. Los violoncelos retoman el tema con comentarios de violines y flauta, terminando el movimiento en pianissimo. Música de un estilo delicado y melódicamente refinado.

El cuarto movimiento, finale, allegro con fuoco, después de una primera versión fue convertido en una forma de rondo con ritmo de tarantela e influencia de Mendelssohn, que podría ser un reflejo del viaje a Italia realizado por el compositor en 1844. Las partes intermedias como los couplets de la canción popular son contrastantes, de una forma elegíaca o de modo dramático. El éxito conseguido por la sinfonía la convirtió en una de las más interpretadas en su época.

En 1850 escribe una "Sinfonía en si menor" que no se estrenó ni publicó nunca. Actualmente se ha perdido. El musicólogo Fetis nos habla también de una obra perdida en su catálogo pero sin concretar.

La “Sinfonía Nº 3 en do mayor” Op.20 fue compuesta en 1852 en Goffontaine, donde se retiraba los veranos para componer en tranquilidad. Para poder escucharla organizó un concierto pagado por su bolsillo el 10 de enero de 1853 en la Salle Herz de París. La sinfonía fue interpretada por la orquesta de la Société Sainte-Cécile dirigida por François Seghers a quién dedicó la obra. Por desgracia esta excelente orquesta tuvo una vida muy breve.

En Alemania se estrenó en Leipzig el 26 de enero de 1854 interpretada por la famosa orquesta de la Gewandhaus dirigida por el compositor. Al contrario que en París aquí cobró por el concierto, que alcanzó un extraordinario éxito, consagrándolo como uno de los mejores compositores extranjeros de Alemania. A pesar de ello fue considerado como un compositor conservador frente a los grandes innovadores como Liszt y Wagner. Pronto se añadiría Brahms al grupo conservador.

El primer movimiento, allegro, escrito en forma sonata presenta un primer tema de carácter optimista al estilo de Mendelssohn. El segundo tema por contraste es de carácter elegíaco. En la sección de desarrollo aparece una nueva idea rítmica con un carácter más meridional. La recapitulación nos conduce a la conclusiva coda.

El segundo movimiento, larghetto con moto, usa como novedad en su instrumentación el arpa, que solamente era utilizada en la música operística. Acompaña a los temas eminentemente melódicos del movimiento. Como anécdota del día del estreno diremos que era la primera vez que una mujer formaba parte de una orquesta sinfónica. La arpista proveniente de Dresde temblaba como una hoja rodeada de hombres seriamente uniformados.

El tercer movimiento, scherzo, allegro vivace, presenta una cierta gracia rítmica separándose de la dureza de los de Beethoven. En su parte central la melodía no acaba de desprenderse del ritmo del scherzo, por lo cual el compositor no la califica como trío. Termina con el retorno del tema inicial.

El cuarto movimiento, finale, allegro assai, escrito en forma sonata nos presenta un tema principal con evidentes influencias de Schubert. Un tema marcial rodeado de fanfarrias. El segundo tema posee carácter melódico. Un movimiento escrito en modo menor que no se libera hasta el final de una atmósfera bastante tenebrosa.

La “Sinfonía Nº 4 en re menor” Op.25 compuesta en 1855 se estrenó en el mes de enero de 1856 en París. La Orquesta de la Société des Concerts du Conservatoire estaba centrada en la interpretación de los clásicos y no quería saber nada de los nuevos compositores.

Jules Pasdeloup para buscar una solución a esta situación fundó la Société des Jeunes Artistes du Conservatoire, formada por los mejores diplomados que salían de la escuela. Esta orquesta fue la que estrenó la obra bajo la dirección de Pasdeloup. Gouvy se llevó el director a Leipzig para el estreno de su obra en 1856 en la Gewandhaus. A pesar del éxito logrado el compositor no quedó satisfecho realizando una nueva versión de los dos movimientos finales.

El primer movimiento, allegro, muestra las características trágicas de la sinfonía. Escrito en forma sonata con clara influencia de Beethoven presenta unos temas bastante sombríos. Los dos temas se combinan en la sección de desarrollo

El segundo movimiento, scherzo, allegro vivace, posee una peculiar melodía interpretada por la cuerda, que se desarrolla sobre las pulsaciones del viento, antes que los dos conjuntos instrumentales intercambien sus papeles.

El tercer movimiento, intermezzo, larghetto, está sacado de un movimiento de su "Sonata para piano" Op.36. Una melodía al estilo de una barcarola va tomando nuevos colores durante su desarrollo, para al final terminar desapareciendo en pianissimo.

El cuarto movimiento, finale, allegro con brio, también escrito en forma sonata presenta dos temas rítmicos con carácter de marcha. En su desarrollo juega con la instrumentación. La coda termina la obra en forma de stretto.

La “Sinfonía Nº 5 en si bemol mayor” Op.30 publicada en 1868 se estrenó el 21 de diciembre de 1865, interpretada por la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig con el título de Allegro, Sicilienne, Menuett et Epilog, como una forma de mezcla entre sinfonía y suite de danzas, sin alcanzar el éxito esperado. Entonces el compositor decidió realizar una nueva versión. La siciliana fue reemplazada por un movimiento lento nuevo y el epílogo por un rondó en tempo de allegretto, con lo cual recobraba la estructura de una sinfonía clásica en cuatro tiempos.

Esta nueva versión se estrenó el 7 de noviembre de 1868 en Colonia invitado por su amigo Hiller. Con ella acababa la primera serie de sus sinfonías.

El primer movimiento, allegro, escrito en forma sonata conserva la estructura primitiva de la suite en forma de una festiva marcha de obertura. El rítmico tema principal se repite mientras que el secundario forma una especie de trío melódico en su interior. La sección de desarrollo se basa especialmente en el tema principal. Finalmente la recapitulación sigue la estructura de la exposición, terminando con una dinámica coda.

El segundo movimiento, minuetto, allegro moderato, también acusa la estructura anterior en forma de un minueto, pero se aleja con su ritmo obstinado de los clásicos minuetos de Haydn. Se parece más a los utilizados posteriormente por Mahler. El cromatismo melódico del trío nos hace pensar en la erótica de los salones del Segundo Imperio. Finalmente se reanuda el ritmo inicial con un recuerdo del trío en la coda.

El tercer movimiento, larghetto cantabile, empieza con una exaltada melodía, uno de los mayores logros del compositor, un tema que reutilizará en su "Octeto para viento" de 1879, lo mismo que hará con el tema principal del último movimiento. Escrito en forma tripartita un nuevo tema melódico se encuentra en la parte central del movimiento.

El cuarto movimiento, rondo, allegretto, nos presenta un tema principal con ritmo de gavotte seguido por una marcha guerrera. En el desarrollo los instrumentos parecen lanzarse los motivos del tema principal unos contra otros, en una situación bastante cómica. El espíritu jovial del movimiento hace que sea uno de los más atractivos del compositor.

El fracaso de su primera versión unido al de su ópera "Le Cid", que en 1865 había sido retirada del programa en Dresde por la súbita muerte del tenor protagonista, lo apartó de la música sinfónica, dedicándose a la música de cámara, al lied y el oratorio. Se dio cuenta de que su última sinfonía no se interpretaba y que la ópera evolucionaba hacia el camino abierto por Wagner algo que no compartía.

La “Sinfonía breve en sol menor” Op.58  con el subtítulo de Variations et Rondo pour orchestre, fue compuesta en Hambourg-Haut, donde Gouvy vivía en un pequeño apartamento en la casa de su hermano Alexandre, el director de las fábricas metalúrgicas Gouvy. La sinfonía se estrenó el 23 de marzo de 1873 en el Odéon de París por la Société Nationale dirigida por Edouard Colonne.

El compositor no asistió al estreno pensando que sería un nuevo fracaso, pero fue recibida con gran éxito. Se repitió el 4 de mayo de 1873 esta vez con presencia del compositor que pudo presenciar su nuevo éxito y el 7 de diciembre del mismo año fue presentada por Jules Pasdeloup. Se recuerda que el director se volvió de cara al público diciendo Et c'ést d'un Français, messieurs, y es de un francés señores. En su instrumentación utiliza una gran orquesta sinfónica con cuatro trompas, pero una sola trompeta y sin trombones.

El primer movimiento, variations, está compuesto por un tema seguido por seis breves variaciones. Presenta un tema de carácter elegíaco que en la variation I, toma un ritmo más agitado. La variation II. es de carácter rítmico.

La variation III, es lenta con carácter melódico, la variation IV, es muy breve con interesantes cambios de ritmo y la variation V, algo trágica tiene carácter expresivo.

El segundo movimiento, rondo, presenta el tema con ritmo de gavotte de un modo desinhibido. A pesar de hacer alusión al tema elegíaco, es presentado de manera alegre, dando término a esta pequeña obra de refinada instrumentación y contrapunto.

En 1879 compone una "Fantaisie pour deux pianos" Op.69, una obra notable dividida en tres movimientos, que después orquestó con el nombre de "Fantaisie symphonique", siendo interpretada solamente en una ocasión en Wiesbaden el 26 de diciembre de 1881.

El oratorio "Oedipe à Colone" Op.75 fue compuesto en 1881 y estrenado en Leipzig en el mes de diciembre del citado año. logrando un gran éxito en una época en que la resurrección del género entre otros por Mendelssohn atraía al público.

La “Sinfonietta en re mayor” Op.80 fue compuesta durante una época de intensa creatividad en la primavera de 1885, mientras se encontraba en su ciudad de adopción Leipzig, donde pasaba la temporada de conciertos y se encontraba mejor que en París.

Aunque inicialmente la presentó con el nombre de Sinfonía, sin conocer el motivo fue persuadido antes del estreno por sus amigos Carl Reinecke y Salomon Jadassohn para que cambiara el nombre de sinfonía por el más modesto de sinfonietta. Pero por su construcción y motivos se trata de una verdadera sinfonía.

Se estrenó durante el otoño de 1885, interpretada por la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig. Una obra de carácter optimista con tres de los movimientos escritos en modo mayor, que forma parte de las dos obras tardías de su ciclo sinfónico.

El primer movimiento, adagio, allegro, nos recuerda a los clásicos vieneses y a la segunda sinfonía de Brahms. Escrito en forma sonata nos presenta un cuadro idílico. En una introducción lenta se expone el tema principal interpretado por la cuerda grave, evocando la atmósfera llena de paz de una mañana de verano en el campo. El tema se intensifica en el allegro representando el pleno día, con un carácter jovial. El tema secundario lírico es de carácter pastoral. La sección de desarrollo está dominada por el tema inicial. La intensificación de dicho tema inicia la recapitulación terminando con una conclusiva coda.

El segundo movimiento, scherzo, allegro, escrito con una brillante orquestación nos presenta un tema de ritmos variados y caprichoso humor. La madera inicia el trío de carácter lento y de frágil melodía, seguido por la repetición abreviada del tema inicial.

El tercer movimiento, tema con variazioni, andante. es de estilo clásico con un tema principal sobrio. Se desarrolla en forma de una marcha lenta con reminiscencias de Schubert. Diversas variaciones del tema, alguna de un modo más exaltado y expresivo, constituyen la continuación del único movimiento de la sinfonía escrito en modo menor.

El cuarto movimiento, finale, allegro, en fuerte contraste con el anterior nos presenta una marcha festiva de carácter triunfal. Una especie de saltarello al estilo de Mendelssohn se opone al tema de la marcha. Una posible influencia de la sinfonía italiana que había impresionado al compositor.

La “Sinfonía Nº 6 en sol menor” Op.87 fue compuesta en su primera versión en 1889 pero la versión definitiva no fue acabada hasta 1892. La parte central utiliza temas de obras de música de cámara escritas anteriormente.

El primer movimiento, poco adagio, allegro, empieza con una introducción lenta de carácter melancólico, una melodía con cierto carácter modal, interpretada por la madera como un canto gregoriano evocando una escena medieval. El tema principal del allegro siguiente en forma sonata consiste en una marcada marcha, que nos introduce en el mundo de los combates entre caballeros seguida por un tema lírico contenido.

El desarrollo con ciertos pasajes de ritmo agresivo tiene el carácter de una música de batalla. La melodía de la introducción lenta se mezcla con la del allegro. Los trombones interpretan finalmente la melodía de esta especie de coral en su totalidad durante la coda.

El segundo movimiento, scherzo, allegro con brio, cambia totalmente de ambiente. Procede de un septeto para viento inédito compuesto en 1887, escrito en el tono alegre del clasicismo vienés. Reaparece uno de los temas del anterior movimiento, al comienzo como una especie de trío inicial seguido pronto por el rítmico tema del scherzo. El verdadero trío aparece en la sección central con una melodía en la que participan las trompas, pero pronto se reemprende el tema rítmico.

El tercer movimiento, andante con moto, también utiliza un tema escrito en una obra precedente. Pertenece al movimiento denominado Aubade de la "Petite suite gauloise" compuesta en 1890. Se inicia con una melodía calmada casi en forma de himno, recuperando la atmósfera del segundo tema del primer movimiento. Este canto, exaltado durante su desarrollo es confiado principalmente a la cuerda grave. Al no emplear trompetas ni trombones se aumenta el carácter íntimo del movimiento,

El cuarto movimiento, finale, allegro risoluto, al contrario del inicio melancólico de la sinfonía nos confirma por su dinamismo, que no se trata de una obra de vejez. Su tema principal consiste en una fogosa tarantella seguida por un motivo secundario en forma de marcha. El segundo tema, de carácter lírico, nos presenta un ligero motivo casi de opereta a lo Offenbach. La sección de desarrollo termina con una fuga para demostrar toda la maestría del compositor. La recapitulación nos conduce a una coda, que cierra con euforia la sinfonía.

Las "Paraphrases symphoniques" Op.89 terminadas en 1896 son la última obra sinfónica del compositor, que se publicó en 1898 después de su muerte. Están compuestas por un tema seguido por doce variaciones y una fuga.

Gouvy fue un hombre con dos culturas, dividido entre Francia y Alemania, de donde sacó su inspiración, sus características y su fuerza. Si bien fue conocido y reconocido hasta cierto punto mientras vivió, cayó en la oscuridad tras su muerte. Gouvy, inclinado hacia la música instrumental pura en oposición a la ópera, se planteó la poco envidiable tarea de convertirse en un sinfonista francés.

Era poco conocido porque los franceses y en especial los parisinos, a lo largo de la mayor parte del siglo XIX vivían una locura por la ópera y no estaban particularmente interesados en la música instrumental pura. Fue este desprecio por la música instrumental en general lo que llevó a Gouvy a vivir el último tercio de su vida casi siempre en Alemania, entre Leipzig y Berlín, donde era mucho más apreciado.

A lo largo de su vida sus composiciones y en especial su música de cámara, fueron muy apreciadas, en países como Alemania, Austria, entre otros, donde interesaba este tipo de música. Pero en Francia nunca consiguió un verdadero éxito; su Primera Sinfonía, por ejemplo, fue interpretada en 1846 por una orquesta de aficionados y en años posteriores él mismo sufragó los gastos de algunas de estas interpretaciones.

Se reconocía a Gouvy por ser un maestro de la forma y por su hábil sentido del timbre instrumental. Mendelssohn y Schumann fueron sus modelos.

Músicos de primera fila como Johannes Brahms, Carl Reinecke o Joseph Joachim, que conocieron la música de Gouvy, la tuvieron en gran estima. Héctor Berlioz escribió en el Journal des débats el 13 de abril de 1851: El que un músico de la importancia de M. Gouvy aún no sea muy conocido en París y que tantos moscardones molesten al público con sus obstinados zumbidos es suficiente para confundir e inflamar los espíritus ingenuos que aún creen en la razón y en la justicia de nuestros modales musicales.

Las críticas favorables de Berlioz tuvieron poco efecto y la música de Gouvy siguió olvidada hasta el final del siglo XX. En 1994 se recuperó su Réquiem, con su vigoroso Dies irae, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Lorena bajo la dirección de Jacques Houtmann. Estilísticamente, la composición debe algo a Mendelssohn, algo a Gounod y algo a Verdi, pero sigue siendo discretamente original a pesar de estas influencias.

La música de cámara abarca una gran parte de la obra de Gouvy, contando con cuatro sonatas en forma de dúo, cinco tríos, once cuartetos, siete quintetos, un enorme repertorio para piano, partituras para conjuntos de instrumentos de viento, además de muchas mélodies y lieder.

También conocemos cinco grandes cantatas dramáticas Aslega, Œdipe à Colone, Iphigénie en Tauride, Électre y Polyxène, dos óperas Der Cid y Mateo Falcone así como algunas grandes obras religiosas, entre ellas un Réquiem, un Stabat Mater y la cantata Golgotha.

Gouvy murió en Leipzig el 21 de abril de 1898. Está enterrado en Hombourg-Haut, en Francia. François-Joseph Fétis y Arthur Pougin recopilaron una lista de sus obras. Gran parte de sus composiciones no se publicaron durante su vida. Esta es ahora la principal ocupación del Instituto Théodore Gouvy.