PAINE

John Knowles Paine (1839-1906) nació el 9 de enero de 1839 en Portland (Maine). Su padre era propietario de una tienda de instrumentos musicales y pronto se interesó por la música. Su primer maestro fue un emigrante alemán llamado Hermann Kotzschmar, el cual inculcó el estilo germánico en su música. El 6 de agosto de 1857 Paine fue elegido como organista de la Sociedad coral Haydn Association. En una visita a Boston, un alumno de Beethoven Alexander Thayer, lo convenció para que siguiera sus estudios en Berlín. Juntos se embarcaron hacia Europa.PAINE

Estudió en la Hochschule für Musik de Berlín aficionándose a la música del Barroco, especialmente Bach. Paine recibió la influencia de los compositores alemanes contemporáneos. A su regreso a los Estados Unidos se instaló en Boston, aceptando un puesto de organista. Más tarde logró el cargo de director de música en la Universidad de Harvard.

En 1866 regresó a Europa para dar a conocer sus obras, pero a causa de la guerra Austro-Prusiana tuvo dificultades para organizar conciertos. A pesar de todo logró interpretar su Misa con un gran éxito de público y crítica. El 14 de marzo de 1867 volvía a Boston. Junto con un nuevo cargo en el New England Conservatory of Musik, continuó enseñando en Harvard, donde fue el primer profesor americano de música. Su crédito se tituló “Teoría de la Música” y con el tiempo se convirtió en una parte importante en los programas educativos de las Universidades Americanas.

La “Sinfonía Nº 1 en do menor” Op.23, fue empezada en 1872 y terminada en 1875. Se estrenó en Boston el 26 de enero de 1876 bajo la dirección de Theodore Thomas, con un éxito notable. Era la primera sinfonía escrita por un americano que podía rivalizar con las europeas, siguiendo el estilo de la música alemana. Se puede considerar realmente como el principio de la tradición sinfónica de los Estados Unidos.PAINE 2

Beethoven era también en América el punto con el que se comparaba la música sinfónica. Por ello no es de extrañar que Paine hiciera un homenaje al maestro, especialmente a su Quinta Sinfonía, cuyos ritmos característicos incorpora en su primer movimiento.

Empieza con un allegro con brio, un movimiento de gran energía construido en forma sonata. Uno de los temas es característico de Beethoven, empleando similares construcciones durante la sección de desarrollo.

El segundo movimiento allegro vivace corresponde al scherzo de la sinfonía. Un movimiento vigoroso que contrasta con el melodismo de su trio. Luego se repite el scherzo terminando con una breve coda.

El adagio construido en forma de lied empieza con una romántica melodía en la cuerda. La parte central es más agitada, pero pronto regresa el cálido lirismo del tema principal. El movimiento finaliza dulcemente con las últimas notas de la melodía.

Termina con un allegro vivace lleno de fuerza y vigor. El tema principal, que es de gran nobleza, contrasta con el melodismo del segundo. Una obra que sigue la escuela de Beethoven y Mendelssohn.

La “Sinfonía Nº 2 en la” (Im Frühling) Op.34, fue compuesta en 1879. Se estrenó el 10 de marzo de 1880 en el Sanders Theater de Cambridge, interpretada por la Boston Philharmonic bajo la dirección de Bernard Listemann, consiguiendo un notable éxito.

La obra se sitúa en la línea de la música programática, pero sin renunciar a la pureza musical. Así en su publicación no aparece ninguna línea explicativa. En un análisis de la obra realizado por un contemporáneo del compositor, encontramos subtítulos para cada movimiento, acaso sugeridos por el propio autor. En la descripción de los diferentes movimientos los mencionaremos. Como indica su subtítulo, la sinfonía pretende ser una descripción del espíritu de la Primavera.

El primer movimiento se subtitula “El despertar de la naturaleza”. Empieza con una introducción lenta andante sostenuto. Un tema grave aparece en las cuerdas, es el tema que representa el invierno. El allegro ma non troppo da paso a la primavera, después de una sección para los primeros violines solos, que en una especie de ostinato de cuatro notas representa el deshielo. En el desarrollo el optimista tema del allegro y el del invierno se presentan en contrapunto. Termina con una coda en la que emplea todos los temas.

El segundo movimiento es un scherzo que se subtitula “Fantasía de una noche de mayo”. Un movimiento lleno de vigor con empleo del juego de las maderas. El trio es de acusado contraste, con el lirismo expresado por la madera sobre el trémolo de la cuerda. Luego se repite el scherzo como marcan las normas. Finaliza con una breve pero enérgica coda.FLOR ALMENDRO

El adagio lleva el título “Un romance en Primavera”. Como indica la notación se trata de un pasaje de alto melodismo romántico. Un tema apasionado al estilo de Schumann se va repitiendo, cada vez aumentando más el sentimiento. Después de una parte central más contemplativa, renace el lirismo con expresivas frases de la orquesta.

Termina con un allegro giocoso con el título de “La Gloria de la Naturaleza”. Un alegre tema derivado del invierno del primer movimiento, nos presenta el esplendor de la primavera. También se encuentran motivos derivados del scherzo. Culmina con la presentación de un himno, como acción de gracias por la llegada de la radiante estación. Sigue un elaborado desarrollo, en el cual no se emplea el himno. En la recapitulación aparece nuevamente el himno a la Primavera de una forma más majestuosa, que finalmente en la coda llega a su climax.

Paine empleó las últimas décadas de su vida en la finalización de su ópera Azara” que nunca llegaría a escuchar y a su trabajo como profesor. Entre sus alumnos encontramos a John Carpenter, Frederik Converse, Arthur Foote, Edward Hill y Daniel Mason.

En los últimos años de su vida experimentó el desacuerdo con la crítica debido a su estilo compositivo, perdiendo interés su obra. Murió el 25 de abril de 1906 de una pulmonía.

Intentaremos explicar el motivo por el cual unas obras tan importantes como esta Segunda Sinfonía de Paine fueron olvidadas. Escritas en una época dominada por las corrientes germanófilas, llevadas al Nuevo Mundo por compositores e intérpretes europeos, lograron amplios triunfos. Pero esta situación cambiaría dramáticamente al terminar la primera guerra mundial. Surge una nueva generación de compositores, liderados por Aaron Copland, que imponen el sonido “Americano”. Todo lo que sonaba a música centroeuropea es rechazado, perdiéndose una gran cantidad de notables obras, escritas por compositores americanos, por el simple motivo de ser seguidores del romanticismo europeo. Por suerte actualmente, olvidados los resentimientos del pasado, estas obras han sido rescatadas del olvido.