ROSENBERG

Hilding Rosenberg (1892-1985) nació en Bosjökloster, pueblo ubicado entre el anillo de lagos, el Ringsjöarna, en Skåne, la provincia situada más al sur de Suecia. El origen de la ciudad es el convento construido en el siglo XII por la orden Benedictina. Su padre trabajaba como jardinero en el convento donde conoció a su madre que trabajaba en la cocina. Hilding empezó cantando como niño del coro de la iglesia, para luego estudiar solfeo y piano. A sus diez años empezó a practicar el violín. Estudió en escuelas locales pasando el examen de organista en 1909, el mismo año en que la familia se traslada a Trelleborg para un nuevo empleo de su padre. Hilding trabaja como violinista en el cine. Viaja a Copenhagen para asistir a una representación de una ópera de Wagner.

Estudia piano con John Heintze en Malmö, primero particularmente y luego en el Conservatorio de Música de Malmö. Da recitales y actúa como segundo violín en la Orquesta de Trelleborg. Luego trabaja como organista en las parroquias de Vemmenhög. El hijo de un granjero le presta dinero para que pueda viajar a Estocolmo para estudiar piano con Richard Andersson en 1914.

En Estocolmo estudia además armonía con Harald Frylöf y en 1915 composición en la Academia Musical. Estudia contrapunto y composición con Ernst Ellberg entre 1915 y 1917. En esta época, entre 1915 y 1916 escribe su primera sinfonía, la que se podría llamar como “Sinfonía Nº 0” Op.2. Wilhelm Stenhammar visita la Escuela de Música de Richard Andersson, para hablar con el joven Hilding sobre su sinfonía. Esta obra se ha perdido con excepción del Adagio. Stenhammar prefería el primer movimiento.

ROSENBERGPeter Lyne, un compositor británico-sueco, nacido en 1946, ha elaborado la lista completa de las obras de Rosenberg publicadas en el libro “En bok till Hilding Rosenberg” aparecido en 1977. Las obras clasificadas en orden cronológico llevan el número como Lyne XX. Así su primera sinfonía perdida corresponde al Lyne 2.

En el mes de marzo de 1917 Rosenberg escucha la cuarta sinfonía de Sibelius, encontrando la intensidad de su movimiento lento como la síntesis del éxtasis y el ascetismo. Se siente muy impresionado por dicha música. Durante el verano del mismo año empieza a trabajar en la que será realmente su primera sinfonía.

La “Sinfonía Nº 1” Op.5, terminada en 1917 en su primera versión. Realizó nada menos que cuatro versiones de la misma. La segunda versión fue realizada en 1919.  La tercera versión   fue revisada en 1919 y en 1932. Finalmente la cuarta versión de la obra de 1917 se revisó en 1932, en los años 1950 y en 1971. No se dispone de ningún registro discográfico de dicha obra.

Vera Josephson empezó siendo una alumna privada de Richard Andersson a sus trece años. Estudió mas tarde armonía con Harald Frylöf, donde conoció a Rosenberg. El 23 de febrero de 1918 se celebra un concierto interpretado por los alumnos de la Escuela de Música de Richard Andersson. En el concierto participa Vera y Rosenberg compone un “Quinteto para piano”. Vera Josephson interpreta un arreglo para dos pianos de las Variaciones Golberg de Bach junto con su compañera Siri Holmgren.

El 25 de mayo de 1918 Richard Andersson muere. Rosenberg había pasado sus últimos cuatro años junto al maestro. La Sociedad de Compositores Suecos se funda el 29 de noviembre de 1918, siendo Rosenberg uno de sus primeros miembros.

El 26 de febrero de 1919 debuta como director de orquesta en Norrköping interpretando sus propias “Tres piezas de Fantasía”. Conoce en la ciudad de Nora a Elsa Bomgren, otra de las antiguas alumnas de Richard Andersson. Durante un par de años la familia Bomgren lo ayudará financialmente y socialmente. Le alquilan una casita de campo en Born, cerca de Nora, donde se traslada en el mes de abril de 1919. Allí escribe una gran cantidad de obras. En el mes de septiembre regresa a Estocolmo para trabajar como profesor en la antigua Escuela de Música de Richard Andersson. Una beca de la Academia Musical junto con un préstamo de la familia Bomgren le permiten ampliar sus estudios en Dresden.

Durante mucho tiempo pide a Elsa Bomgren que queme las obras compuestas durante su estancia en Nora, pero no lo realiza. Después de su muerte reaparecen, estando actualmente depositadas en la Biblioteca Musical Sueca de Estocolmo.

A principios de 1920 Rosenberg parte para Dresden, donde le esperan Vera Josephson y Siri Holmgren, que se encontraban allí estudiando piano. Estudia dirección de orquesta con Kurt Striegler, director de la Opera de Dresden y a partir de marzo piano con Richard Buchmayer.

Alquila una habitación y un piano. Aprende alemán con Anna Goetze, camarera de la casa de huéspedes donde se encuentra Vera. Juntos van a conciertos, teatros, divirtiéndose en la ciudad que se recupera de la guerra. Escuchar la “Sinfonía de cámara Nº 1” de Schónberg le produce una profunda emoción.

En el mes de mayo de 1920 Vera y Rosenberg se prometen. Durante el verano junto a Siri y otro antiguo alumno de Andersson, Harald, que estudiaba en Berlín, practican el senderismo en Suiza. Luego se traslada a Berlín para encontrarse con la madre de Vera, Ann Sofi y anunciarle su compromiso.

La “Sinfonía en mi bemol mayor” Op.17, fue escrita durante este período, entre los años 1919 y 1920, pero nunca será publicada, quedando solamente como un ensayo.

Rosenberg viaja a París en el otoño de 1920. Allí estudia francés, entra en contacto con el director del Conservatorio Henri Rabaud, consultando las partituras de autores franceses en su biblioteca. Conocerá a otros artistas suecos, recibiendo la influencia de la cultura francesa. Durante las navidades regresa a Suecia, pasando por Trelleborg para luego volver a Estocolmo. A principios de 1921 se traslada a Göteborg, trabajando en un periódico local. Vera le hace una visita y más tarde se encuentra con Wilhelm Stenhammar.

En el mes de mayo de 1921 viaja a Viena, volviendo durante el verano a Suecia, trabajando como pianista en un restaurante de Gävle. Estos fueron los días más negros de su vida según escribirá en uno de sus diarios. Se siente fracasado como compositor y como músico, sin embargo continúa componiendo.

Vuelve a Estocolmo en el mes de agosto, para casarse el día 30 civilmente con Vera Josephson. Entra a formar parte de una familia con un nivel cultural superior a la de sus humildes orígenes. Desde el mes de enero de 1922 trabaja como músico de cine, tocando el órgano en un local de Estocolmo. Forma parte de una orquesta de 20 músicos dirigida por Rudolf Sahlberg, para acompañar a las películas mudas.

Según parece, su primer hijo muere al poco tiempo en 1922. En el mismo año realiza un viaje con su esposa visitando Alemania y el norte de Italia. La visita de las catedrales italianas le inspirará para la realización de su primera Sinfonia da Chiesa.

La “Sinfonía da Chiesa Nº 1” Op.15, para pequeña orquesta fue compuesta en 1923, siendo posteriormente revisada en 1950. El 16 de enero de 1925 fue estrenada por Wilhelm Stenhammar en la Opera Real de Estocolmo. No existen grabaciones de dicha obra. El compositor Gösta Nystroem, que asistió al concierto, quedó asombrado por el progreso efectuado por la música contemporánea local.

Su primer trabajo como director de un concierto orquestal completo lo realiza el 17 de diciembre de 1922 en Gävle, con obras de Berwald, Sköld y sus propias “Tres piezas de Fantasía”.

La “Sinfonía de cámara en do mayor” Op.18, escrita en 1923 nunca será publicada. Rosenberg trabaja en la sección sueca de la ISCM, International Society for Contemporary Music, interesándose en la música más progresista. Así la “Sinfonía de Cámara Nº 1” de Arnold Schönberg se interpreta por primera vez en Suecia el 11 de abril de 1924, siendo dirigida por el propio Rosenberg.

Entre la primavera de 1923 y el otoño de 1924 realiza una serie de conciertos de cámara acompañando al violinista Charles Barkel. Durante este periodo escribe el “Concierto Nº 1 para violín y orquesta” Op.22 dedicado a Charles Barkel, que lo estrenaría en Estocolmo.

La “Sinfonía da Chiesa Nº 2” Op.23, fue compuesta en 1924. El 7 de julio de dicho año había nacido su hija Margita, participando el propio compositor, auxiliado por una comadrona en el acto que tuvo lugar en su casa. La sinfonía fue escrita como una expresión de la felicidad de Rosenberg por el nacimiento de su hija.

El 30 de diciembre de 1924 participa en la primera transmisión radiofónica de Suecia. La primitiva orquesta de la Radio formada por Nils Grevillius era muy reducida, debida al tamaño de los estudios y Rosenberg actuaba como pianista.

Entre 1923 y 1925 estudia contrapunto con Wilhelm Stenhammar, cuando éste vivía en Estocolmo. En el mes de abril de 1925 Rosenberg colabora como pianista en la primera audición sueca de “Petrushka” de Stravinsky.

El 19 de abril de 1927 nace su segunda hija, Ann Sofi, también en su casa. Durante el verano alquilan una casa en Tullingesjön, un lago cercano a Estocolmo. Al año siguiente se trasladan a una nueva casa en el barrio de Bromma de la capital sueca.

La “Sinfonía Nº 2” (Sinfonia grave) Op.62, fue escrita en 1928, sufriendo una revisión en 1934. No poseemos información sobre dicha obra que no ha sido nunca grabada.

Durante los últimos años de la década, Rosenberg se dedica más a la dirección de orquesta. En el verano de 1930 asiste a un curso dado por el gran director Hermann Scherchen en Königsberg. Entre 1932 y 1934 Rosenberg trabaja como director de la Opera Real Sueca en Estocolmo, para la cual compone la ópera “Resa till Amerika”, viaje hacia América, sobre los emigrantes suecos, estrenada a finales de 1932.

La “Sinfonía concertante para violín, viola y conjunto orquestal” fue compuesta en 1935. Se estrenó el 9 de enero de 1936 en Göteborg. Está orquestada para violín solista, viola solista, oboe, fagot, dos trompas, dos trompetas y cuerda. Se encuentra dividida en dos secciones, cada una subdividida en dos partes que se interpretan sin interrupción

ROSENBERG CDLa primera sección empieza con un allegro vivace, insinuando una forma de sonata. Un tema principal compacto da paso a los solistas, que presentan un tema con cierto aire folclórico. Esta primera parte da paso a un andante molto alla ballata, en el cual los motivos de las trompas con efecto de eco se imponen sobre un tema homofónico de la cuerda. Las interjecciones de los solistas interrumpen varias veces el tema, que crece hasta su climax. El tema principal del allegro regresa uniéndose al tema de la cuerda.

La segunda sección empieza con un molto moderato, un recitativo libre con cadencias del violín y la viola, uniéndose a momentos líricos. Una serie de escalas lo conducen a un allegro vivace ma non troppo, con un tema agitado interrumpido por las notas picantes del oboe. Un segundo tema de carácter lírico presenta el debido contraste. El tema principal en fortissimo cierra la obra.

Su oratorio de Navidad “Den heliga natten” fue escrito en 1936, narrando la santa noche. Su estilo es clásico, con melodías simples algunas veces naïves, inspirándose en canciones populares.

En el año 1937 viaja con su esposa Vera a París para asistir a la Feria Universal y a un Festival de Música en el cual dirige su “Sinfonía concertante” en el día de su aniversario, 21 Junio 1937.

El 19 de noviembre de 1938 se estrena en la Opera Real de Estocolmo su ballet “Orfeus i stand” Op.75(Orfeo en la ciudad), del cual extrajo una suite orquestal. El ballet se inspira en el grupo escultural de Carl Mills situado en la entrada de la sala de conciertos de Estocolmo, inaugurado en 1936. La obra posee influencias rítmicas de Stravinsky y de la música americana.

Rosenberg escribe 49 partituras entre 1926 y 1952 como música de escena y también compone música para la radio a partir de 1930, solicitada por la Radio Sueca. Una de estas obras dará lugar a su siguiente sinfonía.

La “Sinfonía Nº 3” (De fyra mansåldrarna) Op.80 fue terminada en 1939, como una obra radiofónica para narrador y orquesta. La parte literaria correspondía a fragmentos de la novela “Jean Christophe” escrita por Romain Rolland (1866-1944), escritor francés ganador del Premio Nobel de Literatura de 1915. Amante de la música fue además de novelista profesor de Historia de la Música en la Sorbona.

JEAN-CHRISTOPHELa novela “Jean Christophe” escrita entre 1904 y 1912 fue uno de los principales motivos para ganar el Nobel. El héroe es un músico alemán Jean-Christophe Krafft, con el cual el escritor puede mostrar su naturaleza pacifista, buscando una complementariedad entre Francia y Alemania. La vida del héroe romántico, como el Werther de Goethe, pasa por una serie de pruebas en busca de la sabiduría. Aprende a controlar sus pasiones antes de dominar su vida y alcanzar la Armonía, coincidiendo con el ritmo de la Vida universal. En su relato va recorriendo todas las edades del hombre. Rosenberg toma como subtítulo original de su sinfonía, Las cuatro edades del hombre. El compositor protagonista de la novela tiene cierta semejanza con Beethoven.

La novela había impresionado a Rosenberg desde los años de su publicación en diez volúmenes, pensando en los temas musicales apropiados. El pedido de la Radio Sueca le ayudó a llevar al papel pautado sus ideas. La sinfonía se estrenó en 1939 en su versión radiofónica para narrador y orquesta, uniendo los mundos de la literatura y la música.

La sinfonía sufrió dos revisiones, primero en 1943 y finalmente en 1950. Suprimió el subtítulo y las partes habladas, convirtiendo la obra en música abstracta. Pero nunca pudo librarla de sus orígenes literarios.

Actualmente no se posee una grabación de la primera versión, pero sí una grabación efectuada en 1948, dirigida por el propio compositor, de la segunda versión, antes de que en 1950 revisara el tercer movimiento. Por suerte, durante una presentación radiofónica de la obra en 1977, el propio compositor leyó los fragmentos más importantes de la parte recitada. Estos fragmentos se han unido con la segunda versión, realizando una aproximación a la versión original.

El primer movimiento, moderato, allegro, lleva el subtítulo Barnet, el niño. Empieza con una sección para narrador hablando de la infancia de Jean Christophe. Un tema amplio es presentado por el violoncello, usando los doce tonos de la escala cromática, con su forma repetida a la inversa. Pero Rosenberg no es un compositor dodecafónico. Sus formas nunca son puras, utiliza las técnicas modernas para formar melodías. Su estilo se puede comparar a los de Frank Martin, Honneger o Hindemith. Su estilo es ampliamente expresivo, como se puede comprobar en su segundo grupo temático, un tema lírico de carácter elegíaco interpretado por la madera. Durante el desarrollo aparecen líneas melódicas sumamente delicadas. El movimiento termina con un dramático climax que nos conduce a una tranquila coda.

El segundo movimiento, andante sostenuto, lleva el subtítulo Gossen, el adolescente. Empieza el narrador con una lectura de la parte dedicada a la adolescencia de Chistophe. La música es sumamente poética, llegando a momentos apasionados. Muestra la felicidad de la juventud, los primeros amores. La madera inicia un tema cálido, sensual. El tema va ganando en intensidad, con la intervención de solistas de la sección de viento. La cuerda lo toma con fuerza para llevarlo a su apogeo. Una sección de delicada belleza lo conduce a la tranquila coda.

El tercer movimiento, allegro con fuoco, molto marcato, lleva el subtítulo Ynglingen, el joven. Después de las palabras del narrador relativas a la juventud del héroe, la orquesta entra con un tema explosivo señalando la fuerza arrolladora de la juventud. Corresponde al scherzo de la sinfonía. Un amplio tema lírico es interrumpido por la fuerza de los elementos rítmicos. Los temas agitados del principio se tranquilizan en la parte del trio, que contiene una sección fugada. Luego se reanuda con fuerza el scherzo inicial. Rosenberg revisó este movimiento en sus nuevas versiones, suprimiendo además de los subtítulos, la parte de la fuga.

El último movimiento, andante semplice, lleva el subtítulo Mannen, el hombre. Después de la parte leída por el narrador, relativa a la madurez del hombre, la orquesta introduce suavemente, por medio de la flauta, un tema ampliamente lírico, que se desarrolla lentamente. En la parte final el tema se engrandece, tomando el aspecto de un himno, que nos lleva a los acordes de la  breve coda.

En la versión revisada, que es la que se interpreta actualmente, no interviene el narrador. La obra adquiere más pureza sinfónica, pero conservando sus sentimientos. Puede considerarse como la sinfonía más importante de su autor. Una obra escrita en un estilo moderno que conserva su fondo romántico.

La “Sinfonía Nº 4” (Johannes uppenbarelse)  fue terminada en 1940, como una obra con parte literaria, como su anterior sinfonía, destinada a la radio. Esta primera versión estaba preparada para narrador, coro y orquesta. Entre los años 1945 y 1947 realizó una segunda versión para narrador, coro y órgano. Finalmente entre los años 1948 y 1949 llegamos a la versión definitiva, para barítono, coro mixto y orquesta.

El actor del Teatro Dramático Real de Estocolmo, Anders de Wahl, era el narrador elegido para las primeras audiciones, semejándose la obra más a un oratorio que a una sinfonía. Cuando la obra se presentó en Chicago en 1948, en su versión inglesa, el actor que tenía la narración a su cargo, no siguió las pausas marcadas en la partitura, empezando a leer el fragmento correspondiente al siguiente movimiento. Después de esta audición el compositor modificó la obra, sustituyendo la parte narrada por recitativos cantados por un barítono.

BIBLIAActualmente no se dispone de ninguna grabación completa de la versión original. Solamente poseemos fragmentos grabados el día de su estreno, el 6 de diciembre de 1940 en la Sala de Conciertos de Estocolmo, interpretada por la Orquesta y coros de la Radio Sueca, dirigida por Hilding Rosenberg con Anders de Wahl como narrador. Además se encuentra un fragmento del ensayo general dirigido por Carl von Garaguly realizado en la Iglesia de Engelbrekt en 1944.

El texto está tomado de la Biblia, junto con poemas de Hjalmar Gullberg (1898-1961), que fue director del Teatro de la Radio Sueca entre 1936 y 1950. Su título La Revelación de San Juan corresponde al último libro de la Biblia, conocido como Apocalipsis. En el libro se dice que su autor es Juan desterrado en Patmos, afirmándose que es testigo de Jesucristo. La tradición lo atribuye al Evangelista San Juan, pero su estilo e ideas parecen no ser del mismo autor. El número siete aparece continuamente en el libro, como las siete cartas dirigidas a las siete iglesias o el candelabro de los siete brazos. El significado del número siete es el de totalidad. Las siete iglesias significan toda la Iglesia, como los siete mares, significa todos los mares. Los siete días de la semana son toda la semana, como toda la música tonal se agrupa sobre las siete notas.

Según explica su autor no se trata de un oratorio en su verdadero sentido. Es una obra sinfónica con recitativos y coro. La música no sigue un programa describiendo los hechos narrados, sino que los propios hechos generan una fuerza, que se expresa mediante formas musicales abstractas.

El primer movimiento, largamente, es una introducción para orquesta y coro. Las fanfarrias orquestales dan paso al coro que canta el prólogo con que se abre el relato del Apocalipsis, Esta es la revelación de Jesucristo.... Apoc. 1,1-3. Luego continúa con un recitativo sin música. En la versión revisada los recitativos son cantados por un barítono, acompañado por los metales. Es el relato de Juan sobre su visión del Señor bajo los siete candelabros de oro, como Cristo glorioso. Apoc. 1, 9.

El segundo movimiento, allegro moderato, es una amplia sección orquestal que empieza en forma de coral. En su parte final entran los coros cantando alabanzas al Señor. Apoc. 4. Luego un pequeño coro a capella canta una coral de Hjalmar Gullberg en un estilo arcaico. Rosenberg invierte los estilos. Para los textos bíblicos usa una escritura más moderna, mientras que para los textos contemporáneos es arcaica. La coral canta unas palabras apocalípticas escritas por el poeta Gullberg en tiempos de guerra. Sus poemas fueron publicados en 1942.

APOCALIPSISEl tercer movimiento, allegro con brio, empieza con la intervención de la orquesta de modo agitado. Luego el barítono empieza con la narración sobre la mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies. Apoc. 12, 1. Tiene forma de melodrama con el coro y orquesta dialogando con el narrador. Nos habla del dragón rojo que quiere devorar al hijo que a dado a luz la mujer. Apoc. 12, 3. Luego de la lucha de Miguel y sus ángeles contra el dragón. Terminan victoriosos expulsando al dragón y su corte del cielo. Apoc. 12, 14 -16. Luego interviene el pequeño coro femenino a capella cantando un nuevo poema de Gullberg, con palabras que se refieren a la función de la mujer. Finalmente el narrador toma el texto bíblico sobre las dos bestias, acompañado por el metal, refiriéndose al número de la bestia. El que presuma de inteligente pruebe a descifrar el número de la bestia, que es número humano. El seiscientos sesenta y seis es su cifra. Apoc. 13, 11-18.

El cuarto movimiento, allegro moderato energico, empieza con música de violenta expresión, uniéndose el coro en su parte central. El que esté destinado al cautiverio, al cautiverio irá. El que haya de morir a filo de espada, a filo de espada morirá. Apoc. 13,10. Luego la orquesta interpreta una coral, que se vuelve violenta en su parte final, martilleada por la percusión. Es seguida por una coral a capella cantando emocionadas estrofas, en forma de meditación sobre las palabras anteriores.

El quinto movimiento, lento, es una tranquila meditación sobre las palabras de la Biblia. Está formado por partes orquestales, recitativos y corales. Empieza con un tema pastoral interpretado por el corno inglés. Luego el barítono empieza su relato, interrumpido por el tema que pasa a la orquesta. El coro se le une cantando tranquilamente. Nuevamente se repite el tema por el corno inglés dando paso a las palabras del barítono. La sección se repite interviniendo la orquesta, coros y barítono. En la última parte del movimiento se interpreta un nuevo coral cantado a capella, seguido por un recitativo del barítono, sobre la visión del juicio. Apoc 14,14-16.

El sexto movimiento, allegro con fuoco, empieza de manera impetuosa y agitada. A modo de scherzo contiene una parte central mas tranquila. Al repetirse el tema interviene el coro con un nuevo canto de alabanza al Señor. Luego el coro a capella canta una sección mas reposada de modo polifónico. Termina con una nueva sección para el narrador, sobre el texto bíblico que se refiere al jinete del caballo blanco. Apoc. 19,11-15

NUEVA JERUSALENEl séptimo movimiento, tempo de marcia moderato, empieza en pianissimo con fanfarrias distantes. Luego entra el coro cantando una nueva coral a capella. La orquesta interrumpe en forma de una enérgica marcha, con intervención del coro en un nuevo canto de glorificación. Redobles de la caja y campanas nos conducen hacia una breve lírica sección. Un nuevo recitativo del barítono cierra el movimiento. Nos habla de la visión de un nuevo cielo y una nueva tierra, la nueva Jerusalén. Apoc. 21, 1-4.

El último movimiento, maestoso, andante, empieza con una majestuosa coral, seguida por un comentario orquestal. El coro repite en dos nuevas secciones la coral, refiriéndose a la construcción de la Nueva Jerusalén. Corresponde a la parte final del relato apocalíptico. El coro a capella se une a la orquesta y al coro principal en el conclusivo Amen.

Se trata de una obra escrita en tiempos de guerra. Hitler había invadido diversas naciones del norte de Europa, creando un terror en algunos aspectos, apocalíptico. Pero la obra de Rosenberg es optimista. Partiendo de situaciones de terror y angustia se desarrolla hacia pasajes más luminosos y alegres, terminando con un himno al nuevo cielo y a la nueva tierra.

Mientras trabajaba en su obra apuntó las notas trascritas a continuación. Si existe oscuridad en nuestro entorno, ¡creemos la luz!. Si se pierde la fe en el hombre, ¡cread una nueva fe!. Si estáis rodeados de dolor, ¡cread alegría!.

La “Sinfonía Nº 5” (Örtagårdsmåstaren) Hortulanus, fue terminada en 1944, siendo otra obra que usa textos procedentes de la Biblia. Se estrenó en Estocolmo el 17 de octubre de 1944, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca y sus coros, con Lorri Lail como contralto solista, dirigida por el propio compositor. En el año 1973 se descubrió una grabación realizada en el estreno de dicha obra, durante un inventario de la Radio Sueca, usando la mas sofisticada grabadora de cinta magnética de la época, unas cintas que eran reusadas continuamente. Por suerte se encontraba en la parte final de una de ellas. Esta grabación se digitalizó en 1992 para el sello Caprice, siendo además de una grabación histórica, la única que poseemos en la actualidad de dicha obra.

La sinfonía está orquestada para dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagots, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, dos percusionistas, piano, cuerda, contralto solista y coros.

Los textos cantados pertenecen a la Biblia, tomados de los Evangelios y del libro de Isaías. De los comentarios escritos para la Radio en 1944 por Rosenberg, escogemos el siguiente párrafo:

La necesidad y el deseo de escribir una obra del tipo que se ha materializado como “Hortulanus”, proviene de hace muchos años. Creo que la relación entre jardín e iglesia establecida durante mi infancia, forma las profundas raíces que sostienen todo el proyecto. El caso de que la obra haya sido completada ahora es, me parece a mí, una consecuencia lógica de la Sinfonía Divina, La Revelación de San Juan, que quizás posea un carácter dramático más escénico de lo que pide una sinfonía más contemplativa, más introspectiva, como su antitesis y diría complemento.

SEMBRADOREl primer movimiento, poco allegro tranquillo, lleva el subtítulo con profunda sinceridad. Empieza con una introducción orquestal serena, con un sentimiento bucólico descriptivo de un jardín, con las campanas que nos recuerdan a la iglesia. El coro entra cantando los primeros versículos del Evangelio de Lucas 8.1, con Jesús predicando la buena nueva, como sembrador esparciendo las semillas. Una nueva reflexión orquestal separa esta sección, de la intervención de la contralto continuando con la parábola de la semilla, Marcos. 4-26, 27, 29. En la parte final del movimiento intervienen los coros nuevamente cantando el texto de Isaías 52-7 y 61-11, un canto de alabanza sobre la llegada del mensajero de la paz, comparándola con la germinación de la semilla.

El segundo movimiento, adagio, empieza con un pensativo solo del violoncello, antes de que la contralto cante los versículos Mateo 6-28, 29, 26 que nos hacen la comparación de los lirios del campo y de las aves, en busca de lo esencial de la vida. El coro se une a la soprano en la parte final repitiendo los primeros versículos. Forma el clásico movimiento lento de la sinfonía en forma de lied.

El tercer movimiento, allegro comodo, corresponde al scherzo. Una agitada entrada orquestal nos conduce hacia una especie de alegre danza, recordando el gozo de la cosecha. La contralto canta un texto de Juan 4-35, 36 y 15-1, 5, 17, que nos habla de la cosecha, de la vid y los sarmientos, con el pensamiento de Jesús como la verdadera vid y el mensaje final de amaros los unos a los otros. En la parte final la orquesta repite parte del scherzo.

El cuarto movimiento, poco lento, empieza con los coros cantando las palabras del Sermón de la Montaña. La soprano continúa con las Bienaventuranzas, acompañada por el coro. Mateo 5–1 a 9.

El último movimiento, allegro risoluto, empieza con una fanfarria que da paso a los coros con la proclamación de la Nueva Jerusalén según los textos de Isaías 62-11, 10, 9 y 60-1. Termina en forma de un himno triunfal.

Una obra que nos recuerda la infancia de Rosenberg en el convento, donde su padre trabajaba como jardinero. Una obra complementaria de su anterior sinfonía sobre la guerra, entendiéndola como su continuación religiosa optimista. Jesucristo es el jardinero que cultiva las almas para hacerlas germinar, fructificando, para llevarlas a la vida eterna.

En el año 1947 Lars-Erik Larsson es elegido como primer profesor de composición de Suecia. Por su mayor experiencia en el campo de la docencia se esperaba que Rosenberg hubiera accedido al cargo, pero era nueve días demasiado viejo para ello, según el máximo estipulado en la convocatoria.

Viaja a Roma para la boda de su hija Ann Sofi y el 9 de abril de 1948 se traslada a New York con su hija mayor Margita, realizando un recorrido por los Estados Unidos, de Chicago a Los Angeles, de New Mexico a Minneapolis. Durante su estancia en Chicago se presenta su cuarta sinfonía con los problemas que hemos descrito anteriormente. Durante su larga gira americana se encuentra con destacadas figuras de la cultura como Thomas Mann o el escultor Carl Milles.

En el año 1949 realiza un viaje de tres meses de duración por Italia, visitando a su hija que vivía en Roma y acompañado por el resto de su familia. En la primavera de 1950 visita a Sibelius en su mansión de Ainola.

La “Sinfonía Nº 6” (Sinfonia Semplice) fue terminada en 1951. Compuesta para satisfacer un pedido de la Gävleborgs orkester-förening, la actual Orquesta Sinfónica de Gävleborg, se estrenó el 16 de enero de 1952, dirigida por Stig Westerberg. Se trata de una obra escrita en una forma más tradicional que sus anteriores sinfonías.

ROSENBERG S6A pesar de encontrarse dividida en cuatro movimientos, puede entenderse como una construcción en un simple movimiento. La simplicidad se refiere a su estructura unitaria temática. Su estilo se encuentra entre la expresividad de Hindemith y el tratamiento de la madera por parte de Nielsen.

El primer movimiento, adagio, empieza con la introducción de un tema meditativo mediante tres violoncellos. Se desarrolla en forma de un diálogo con la madera. Las líneas cantables de la cuerda contrastan con los arabescos de la madera, en un estilo que a veces nos recuerda a Nielsen. Se llega a un climax con poderosas entradas del metal. La segunda parte del movimiento está constituida por una fuga de la cuerda, que nos conduce hacia un nuevo climax. Termina con una desconsolada coda interpretada por la cuerda, acompañada por arabescos de la madera en su parte final.

El segundo movimiento, alla marcia, allegro, empieza con una melodía interpretada por el corno inglés. El tema de la marcha desarrollada a continuación es una transformación rítmica de la primera parte del movimiento anterior. Un motivo interpretado por el metal se une en su desarrollo. El tema del corno inglés reaparece en la recapitulación, antes de la reanudación de la marcha que nos lleva a una brillante coda.

El tercer movimiento, recitativo, allegro, empieza con unos motivos cambiantes, que contienen sombríos acordes del viento, partes rápidas de la cuerda y elementos elegíacos folclóricos. Este breve movimiento hace de puente hacia la parte final de la obra, que se interpreta sin interrupción.

El último movimiento, Inno, allegro moderato, se basa como indica su título en un himno. Pero no se trata de una interpretación en forma de canción. El tema es desarrollado desde el principio del movimiento, conteniendo expresivas explosiones sonoras. La obra no termina en un modo triunfal, si no con una gran simplicidad como sugiere su título.

Rosenberg divide sus obras sinfónicas entre sinfonías y conciertos sinfónicos. La diferencia entre ellos es clara, según el compositor. Las sinfonías son obras mas profundas que contienen un mensaje. Los conciertos, a pesar de poseer también considerables dimensiones, expresan una parte más ligera del arte sinfónico, conteniendo música más extrovertida. Esto se puede comprobar en su “Louisvillekonserten” escrito en 1953. Sus conciertos contienen pequeñas partes solistas de diversos instrumentistas, pero sin dominar nunca un solista, como se acostumbra en los conciertos clásicos.

Rosenberg compone cuatro Conciertos, los primeros en 1946, 1949 y 1953, durante un período que se acerca a composiciones más camerísticas. El “Concierto de Louisville” es el tercero, estrenado por la orquesta que lo pidió, la Louisville Orchestra en 1954. Esta orquesta americana del estado de Kentucky emplea fondos de la Rockefeller Foundation para la composición de música contemporánea. Rosenberg fue el primer compositor sueco que pudo aprovecharse de esta ayuda.

En el otoño de 1960 Rosenberg recibe una beca de la Corporación de la Radio Sueca y del Lions Club valorada en 20000 coronas suecas, una pequeña fortuna en aquella época. Junto a él reciben becas Gösta Nystroem, Karl-Binger Blomdahl, Sven-Erik Bäck y Bo Nilsson.

En 1963 compone “Dagdrivaren”, el pastor de días, un ciclo de canciones para barítono y orquesta, utilizando un lenguaje vocal cercano al usado por Schönberg, con gran fuerza expresiva.

La “Sinfonía para viento y percusión” fue compuesta en 1966, procedente de una partitura escrita para un ballet de la Radio Sueca, “La Torre de Babel”, con coreografía de Cullberg. Poco tiempo después la música se convertía en la actual sinfonía.

Está formada por seis breves movimientos que se interpretan sin interrupción, con una estructura más semejante a una suite que a una sinfonía, pero debe ser considerada como una obra compacta escrita en un solo movimiento.

El primer movimiento, andante, empieza con fragmentos melódicos presentados por la madera. Su desarrollo toma rasgos de la música escrita para viento de Nielsen y algo del estilo sarcástico de Kurt Weill. Burlonas llamadas militares nos conducen al siguiente movimiento

El segundo movimiento, andante moderato, se interpreta sin interrupción con el anterior. Sigue en el mismo estilo con intervenciones puntuales de los solistas, presentando fragmentos melódicos de carácter ondulante.

El tercer movimiento, alla marcia, se inicia con el acompañamiento rítmico de la caja, en forma de una marcha irónica, interrumpida por los arabescos de la madera, que nos conducen como siempre sin interrupción al siguiente movimiento.

El cuarto movimiento, moderato, se caracteriza por una mayor variación rítmica, con el empleo de la percusión mas acentuado. Sus motivos son despreocupados, con múltiples cambios. El ritmo se acentúa en su parte final, que nos conduce a una coda que sirve de puente al siguiente movimiento.

El quinto movimiento, andante misterioso, empieza con sonidos graves, construyendo el clima sugerido por su título. El ambiente alegre del anterior movimiento se ha enrarecido. Una serie de escalas nos conducen al movimiento final.

El último movimiento, allegretto, introduce unos motivos rítmicos en forma de danza surrealista, con evidente influencia de Stravinsky. En la parte final vuelve al carácter meditativo.

La “Sinfonía Nº 7”, fue escrita en 1968, sin que tengamos ninguna referencia sobre la misma. Es una lástima constatar el abandono en que se encuentra la música de este compositor en la propia Suecia.

La “Sinfonía Nº 8” (Sinfonia serena), fue escrita en 1974 con el subtítulo In candidum, basada parcialmente en la obra escrita el mismo año para coro mixto y orquesta. La sinfonía fue revisada en el año 1980.

A partir del año 1982, el 90 aniversario del compositor, la Sociedad de Compositores Suecos otorga el Premio Rosenberg a un compositor sueco que haya mostrado su importancia y originalidad. Los últimos premios han recaído en Karin Rehnqvist en el año 2006 y en Rolf Martinsson en el 2007.

Durante sus últimos años Rosenberg está prácticamente ciego, siendo incapaz de componer. En la primavera de 1984 realiza la donación de sus partituras y su biblioteca musical a la Biblioteca Musical de Suecia. Su última salida en público la efectúa el 10 de mayo de 1984 en el Kulturhuset de Estocolmo, durante el estreno de su cuarteto de cuerda compuesto en 1942 que se había extraviado, terminado por sus antiguos discípulos Bäck, Börtz y Lidholm. Rosenberg muere el 19 de mayo de 1985 y su mujer Vera al siguiente año.

La música de Rosenberg ha sido prácticamente olvidada en su país natal. Durante la celebración de su centenario en 1992, ninguna de sus obras se interpretó en el Festival Barbican de Escandinavia. Tampoco fue mencionado en los programas culturales de la BBC británica. Para muchos jóvenes aficionados a la música solo representa un nombre. Nunca se ha realizado la grabación integral de sus sinfonías.

Comprobamos que no solamente en España ocurren estos despropósitos. Países tan avanzados socialmente como Suecia carecen del orgullo nacionalista suficiente para recordar a uno de sus compositores más ilustres.