VERHULST

Johannes Verhulst (1816-1891) nace en La Haya el 19 de marzo de 1816.  Canta en el coro de la iglesia y su interés por la música llama la atención de Heinrich Lübeck, director de la Escuela de Música Real. Convence a sus padres, pequeño burgueses, que deseaban que su hijo trabajara como litógrafo, consiguiendo que le dejen estudiar teoría de la música y violín.

En 1831 trabaja como violinista en la Orquesta de la Capilla Real, la orquesta de la corte de Guillermo I. Mientras estudia composición con Christiaan Hanssens, director del Teatro francés de La Haya.

Mendelssohn se encuentra en el año 1836 en Scheveningen, la estación balnearia cerca de La Haya. Lübeck le presenta una partitura de las que el joven Verhulst había escrito. Su entusiasmo es tan grande que lo invita a Leipzig, para que pueda estudiar con él. Así, en el mes de enero de 1838 marcha para estudiar en Alemania, donde pasará cinco años. Allí conoce a los grandes compositores de su época.

Verhulst es nombrado director de la sociedad musical Euterpe, muy popular en Leipzig, siendo la competencia directa de la Orquesta del Gewandhaus.

La “Sinfonía en mi menor” Op.46 fue compuesta en Leipzig entre los meses de abril y octubre de 1841. El 17 de noviembre empezaron los ensayos, estrenándose el 24 de enero de 1842 en uno de los conciertos de la institución Euterpe,  dirigido por el mismo compositor. La crítica y el público alabó su arte, excepto una crítica que señalaba la monotonía de sus temas. Cuando regresó a Holanda dirigió varias veces la sinfonía. En 1854 se estrenó en Ámsterdam con un éxito triunfal. Se siguió interpretando hasta la muerte del compositor, luego se olvidó.

El primer movimiento, introduction, largo maestoso, allegro agitato, muestra múltiples influencias de la música germánica, especialmente de Beethoven y Mendelssohn. Debe pensarse que se trata de una obra de juventud, sin tener todavía un estilo determinado. Después de una corta introducción lenta se presentan dos temas poco contrastados, que tomarán parte en un amplio desarrollo de variada coloración orquestal.

El segundo movimiento, andante, se compone de un tema sencillo con variaciones. Posee una armonía que podría ser de Schumann junto a detalles de Haydn, especialmente en su comienzo.

El tercer movimiento, scherzo, presto, nos ofrece un tema provisto de gran empuje rítmico, con un trío poco contrastado que sigue el mismo ritmo.

El cuarto movimiento. finale, con brio, está lleno de fuerza mediante su tema principal, con influencias de Mendelssohn en su tratamiento, principalmente durante el desarrollo. Unas notas solemnes inician la coda que cierra la obra con determinación.

Cuando Verhulst regresa a los Países Bajos se presenta como un notable director de orquesta y compositor. Dirige sus propias obras y el rey Guillermo II lo nombra caballero, ofreciéndole la dirección de la Capilla Real. En 1848 toma el cargo de director musical de la delegación de Rotterdam de la MBT, Maatschappij tot Bevordering der Toonkunst, la Fundación para la promoción de la música en los Países Bajos. Por ello se hace responsable del festival de música de Rotterdam, con Liszt y Anton Rubinstein como invitados en 1854.

En el año 1860 sucede a Lübeck como director de los conciertos Diligentia en La Haya y en 1864 de la orquesta Felix Meritis y de varias sociedades corales. Su trabajo de director le impide dedicarse a la composición, lo cual se puede deducir al comprobar que la mayor parte de sus obras pertenecen a su primer período.

Verhulst se convierte en la figura cumbre de la vida musical holandesa, especialmente en su faceta de director de orquesta. Así en el mes de mayo de 1879, celebrando el cincuentenario de la Fundación MBT, dirige una importante serie de conciertos en la gran sala del Paleis voor Volksvlijt, el palacio de cristal de Ámsterdam. “Joshua” de Haendel, la novena de Beethoven y su propia misa, “Mass” Op.20, además del estreno en los Países Bajos del “Concierto para violín” de Brahms con Joachim como solista.

El trabajo como director es muy importante, especialmente por sus grandes interpretaciones de la obra de Beethoven, Schumann, Gade y Brahms. Pero pronto empiezan las críticas negativas al no querer interpretar la nueva música, las obras programáticas de Berlioz, Liszt y especialmente de Wagner. Debido a ello, en 1883 debe dejar su plaza de director de la Orquesta Diligentia, puesto que recae sobre su colega de Utrecht, Richard Hol.

Disgustado por el trato recibido, Verhulst decide retirarse de la vida pública, dimitiendo de sus cargos en Ámsterdam y refugiándose en la casa de su hija mayor en Bloemendaal, cerca de Haarlem donde muere el 17 de enero de 1891. Según la información que me ha enviado la Doctora Sabine Lichtenstein del Departamento de Musicología de la Universidad de Ámsterdam murió en La Haya, al haber consultado su certificado de defunción.