LA ESCUELA DE MANNHEIM

stamitz

 2 – La escuela de Mannheim

Bajo el Elector Carl Theodor von der Pfalz (1724-99), la corte de Mannheim se convirtió en una de las más brillantes de Europa. Su interés por la música la convirtió en un centro musical. El origen de la orquesta de Mannheim fue en 1720, cuando al disolverse las orquestas de los Electorados de Innsbruck y Düsseldorf, muchos de sus componentes se unieron en Mannheim. En 1723 la Hofkapelle, orquesta de la corte de Mannheim, contaba con 55 músicos, de los cuales 16 provenían de Innsbruck y 26 de Düsseldorf. No todos eran de la Europa del Este, algunos provenían de Bélgica, otros de Austria y de Italia. El conjunto de músicos que se había reunido en Mannheim era una verdadera orquesta europea.

La orquesta de Mannheim interpretaba sus conciertos semanales, las llamadas academias en el Palacio del Elector, en la Ritterssaal. Tan grande era su fama, que muchos de los invitados debían quedarse escuchando fuera de la sala. Pero durante sus primeros 20 años su reputación era solo de carácter local.

Necesitamos una pequeña aclaración sobre lo que significaba la corte de Mannheim. En aquella época Alemania estaba dividida en varios estados soberanos, cuyo príncipe tenía voto para elegir al emperador. Uno de ellos era el de Renania Palatinado (Rheinpfalz). Debido a ello a su príncipe se le llamaba Elector. En 1777 el Electorado de Baviera se unió con el de Palatinado, en cuyo momento desapareció la corte de Mannheim y con ello su famosa orquesta. El trono de Baviera fue ocupado por el Elector palatino. Muchos de los músicos le siguieron, trasladándose a Munich. Allí se fusionaron con la capilla de la corte de Munich. Esta orquesta es la que empleó Mozart para el estreno de su “Idomeneo” en 1781.

La orquesta de Mannheim alcanzó la fama bajo la dirección de Johann Stamitz y continuó durante veinte años después de su muerte. Allí se desarrolló la orquesta clásica. Su influencia llegó a la escuela de Viena.

Desapareció el bajo continuo, con lo cual ya no se necesitaba el clave. La cuerda se independiza. La armonía estaba establecida por los instrumentos de viento, entre los que se encontraban primeramente oboes, fagots y flautas, además de trompas y trompetas. El clarinete, aparecido a mediados de siglo, le dio un color sensacional, como recordaba el propio Mozart durante una visita que realizó a Mannheim.

Una de las características de esta música eran los famosos crescendos, que en aquella época hacían levantar al público de sus asientos. Si las escuchamos, suenan a Haydn de su primera época, con una estructura y desarrollo de los temas perfectamente clásicos.

En el siglo XVIII se produce una gran emigración de compositores bohemios, como ya habían emigrado en el siglo pasado Biber y Zelenka. Uno de los centros donde fueron fue Mannheim, como el propio Stamitz y Richter. Otros se establecieron en Alemania, como los hermanos Benda y otros en Viena como Vanhal o Kramer.

Su estilo se adapta al lugar donde trabajan. Podemos decir que aun no existe una música checa, pues no exportaron ningún estilo nacionalista. Esto no ocurriría hasta el siglo XIX en la época del Romanticismo.

  

Johann Stamitz (1717-1757) nació en Nemecky Brod (Bohemia) en el mes de junio de 1717. Después de realizar sus estudios musicales entra en contacto con la corte de Mannheim, posiblemente a fines del año 1741. Músico muy completo, dominando todos los instrumentos de cuerda, es nombrado en 1743 primer violín de la corte, llegando al rango de director musical en 1750. Además tenía la responsabilidad de su anterior cargo como Konzertmeister, preparando las academias. Bajo su dirección la orquesta se transformó, llegando a ser la mejor formación europea. En la orquesta participaban destacados músicos que también aportaban sus obras. Entre ellos podemos citar a Franz Xaver Richter, Ignaz Holzbauer, Innocenz Danzi, Anton Filz y Johann Wendling.

Como dice el historiador inglés Dr. Charles Burner, “allí se encontraban mas solistas instrumentales y buenos compositores, que quizás en ninguna otra orquesta europea; era un ejército de generales preparados tanto para planificar una batalla como para llevarla a cabo”.

Sus sinfonías más precoces son las llamadas de Mannheim, posiblemente escritas en 1741 para la orquesta de la corte. Una de ellas la “Sinfonía en sol”, primera de la serie, parece según los musicólogos, ser atribuida a Antoine Mahaut, contemporáneo del compositor.

Las primeras sinfonías de Stamitz están escritas en tres movimientos, los clásicos Allegro, Andante y Allegro. Su instrumentación es para cuerdas, oboes y trompas. En su madurez añade un cuarto movimiento después del adagio, como minuetto.

Al final del verano de 1754, Stamitz viajó a París. Su primer concierto fue en un Concert spirituel. Estos conciertos públicos se ofrecían en París desde 1725 y a pesar de su título terminaron convirtiéndose en conciertos orquestales. En el año 1751 esta orquesta ya contaba con 38 instrumentistas.

Estas primeras orquestas abrían un mundo nuevo para la música, que ya no estaba sujeta al mecenazgo de la nobleza. Empezaba el negocio de la música, la música escuchada por un público que pagaba por ello. Pero para los instrumentistas se presentaba un nuevo problema para vivir de la música. Dependían de un sueldo muchas veces escaso. Por ello muchos necesitaban el pluriempleo. Dieciséis de los treinta y ocho instrumentistas del Concert spirituel tocaban además en la orquesta de la Opera de París.

Stamitz triunfó con las seis sinfonías que componen su opus 4, las cuales fueron publicadas en París en 1758. Parecidos a las sinfonías pueden considerarse sus Tríos que podían ser interpretados tanto mediante un trio instrumental, como por una pequeña orquesta de cuerda. Estaban escritos en cuatro movimientos con la misma estructura que sus sinfonías de madurez.

Su muerte en 1757 interrumpió precozmente una brillante carrera. Stamitz dejó una importante producción orquestal, 58 sinfonías y 10 tríos para orquesta.

  

Franz Xaver Richter (1709-1789) parece ser de origen moravo, pero en 1747 se encuentra también en la corte de Mannheim formando parte de la orquesta del Elector. Antes había estado en Viena y en Kempten. También se habían publicado en París seis de sus sinfonías en 1744. Richter compuso unas 80 sinfonías.

Entre sus alumnos más importantes se encuentran J.M. Kraus y Carl Stamitz. La música desarrollada en Mannheim es demasiado moderna para su estilo conservador. Su música es mejor recibida en el norte de Alemania y Londres que en el sur. En su “Sinfonía en si bemol mayor” no se encuentra este presentimiento de un nuevo universo de expresión.

El Dr. Charles Burney considera a Richter como uno de los principales compositores de Mannheim a pesar de que evitó conscientemente el estilo que allí estaba de moda.

  

Ignaz Holzbauer (1711-1783), nació en Viena, donde cursó estudios musicales. Viajó a Italia y posteriormente tuvo un cargo de Kapellmeister en Moravia. En 1751 trabaja como director orquestal en Stuttgart. Entró en la corte del Elector Karl Theodore en 1753 como Kapellmeister de la corte, permaneciendo a su servicio durante 25 años. Escribió unas 70 sinfonías contribuyendo al prestigio de la institución. Cuando la corte se trasladó a Munich ya tenía 70 años, prefiriendo quedarse en Mannheim hasta su muerte, pero continuando su labor como compositor y en el campo de la enseñanza.

Holzbauer usa un estilo natural, a veces llegando a ser descriptivo, caso del último movimiento de su “Sinfonía en mi bemol mayor”, al que titula “La tempestà del mare”.

Pertenece a la época del Sturm und Drang, una época en que la razón está subordinada al corazón. Más adelante las aguas se calman y se llega a un clasicismo más apaciguado, hasta que hacia 1820 esa exaltación del sentimiento de la existencia verá la luz, siendo lo que se llama Romanticismo.

  

Franz Ignaz Beck (1734-1809) nació en Mannheim de una familia con antecedentes musicales y fue alumno de Johann Stamitz. A pesar de la influencia ejercida por la escuela de su ciudad natal, estuvo poco tiempo en ella. Su vida fue bastante aventurera, según los relatos de su alumno Henry Blanchard. Beck se había convertido en el favorito del príncipe elector del Palatinado. Esto ocasionó los celos de sus rivales, tanto que fue obligado a batirse en duelo, lo cual estaba prohibido por la corte. En el transcurso del mismo su oponente fingió teatralmente su muerte. Beck tuvo que abandonar Mannheim y se dirigió a Italia donde para ampliar sus estudios posiblemente estudió con Galuppi.

Pero sus aventuras continúan en Venecia, donde trabaja como profesor particular de un secretario del Dux. Rapta a su hija para huir a Francia, embarcándose en Nápoles para trasladarse a Marsella, donde ocupó el cargo de director de su teatro, pasando finalmente al Gran Teatro de Burdeos hacia 1764, cargo que conservó durante toda su vida. A finales de la década de 1750 sus primeras sinfonías fueron publicadas en París. La mayoría de ellas fueron escritas en el periodo comprendido entre 1757 y 1766. Luego se interesó en la música teatral. Había escrito 24 sinfonías, la mayoría de ellas agrupadas en los Op.1 al Op.4.

El Op. 3 se compone de seis sinfonías divididas en cuatro movimientos, excepto la “Sinfonía en re mayor” Op.3 Nº 6 que tiene tres, sin minuetto. Fueron publicadas en París en 1762 y las compuso durante su estancia en Marsella. La “Sinfonía en fa mayor” Op.3 Nº 1 como todas las de esta serie, tiene el movimiento lento interpretado por la cuerda con expresivos temas. El minuetto posee un trio interpretado por los dos oboes y las dos trompas.

La “Sinfonía en si bemol mayor” Op.3 Nº 2 posee una estructura semejante a la anterior. En el último movimiento, prestissimo, encontramos una gran secuencia de agitadas quintas descendentes, durante su desarrollo.

Parece que se adaptó perfectamente a los cambios producidos por la Revolución Francesa, escribiendo varias obras de música patriótica y entrando a formar parte del Instituto de Francia, con el nuevo gobierno.

Una de sus características es el empleo de instrumentos de viento en los movimientos lentos de algunas de sus obras. Se aprecia el estilo de Mannheim de la primera época, empleando una orquesta de cuerda con dos oboes y dos trompas. Sus acentos dramáticos anuncian la época del Sturm und Drang.

En los principios del siglo XX se había visto a Beck como un precursor de Haydn, con lo cual se quería demostrar una influencia de la escuela de Mannheim sobre la de Viena, pero actualmente se ha determinado que esta influencia es escasa. Es más importante la influencia de Beck sobre la música francesa, donde contó con numerosos discípulos.

  

Christian Cannabich (1731-1798) nació en Mannheim, siendo alumno de Johann Stamitz. El propio Elector al comprobar sus cualidades artísticas le pagó los estudios en Roma con Jommelli. A la muerte de Stamitz en 1757, fue nombrado director de la orquesta de Mannheim. En 1766 se encontró con Mozart y su padre, con el que más tarde en 1774, pasó un tiempo en su casa. Consideraba a Cannabich como el más grande director de orquesta que había conocido, logrando espectaculares efectos con sus crescendos.

La figura de director de orquesta, konzertmeister, era una función nueva. Antes este trabajo estaba atribuido al clavecinista encargado del bajo continuo. Al desaparecer éste, cambió el modo de dirección de los conjuntos instrumentales.

En 1774 fue nombrado director musical de Mannheim. Acompañó a la corte cuando se trasladó a Munich. Para que nos demos cuenta del desarrollo de la orquesta en esta época, diremos que la orquesta de Munich en su pleno, estaba formada por 34 violines, 7 violas, 8 violonchelos, 6 contrabajos, 7 flautas, 5 oboes, 4 clarinetes, 5 fagots y 8 trompas. Además se podían agregar trompetas y timbales.

Además de su faceta de director, con la que alcanzó la fama, fue un brillante compositor. Entre sus obras se encuentran unas 70 sinfonías, muchas de ellas publicadas en París.

Sus sinfonías fueron criticadas por Leopold Mozart por ser demasiado afectadas por el estilo de Mannheim. Su hijo Wolfgang decía que todas empezaban de la misma forma, al unísono con notas largas y amplios saltos, a pesar de que admitía una elegante instrumentación. Pero Mozart empleó un buen número de recursos del antiguo compositor, para sus propias obras, como se puede comprobar en su “Sinfonía Paris” y en la “Sinfonía Concertante” KV 364.

Dio gran importancia a los instrumentos de viento, que se pudieron liberar del poder de las cuerdas. Se puede constatar que muchas melodías se dejan para los instrumentos de viento. La escuela de Mannheim estaba preparando el terreno al esplendor de la música clásica.

  

Joseph Martin Kraus (1756-1792) nace en Alemania, en Miltenberg am Main. Debido a su trabajo en Suecia y haber muerto joven, se le conoce como el Mozart sueco. A partir de los doce años trabaja como músico en Mannheim. Además de la música, dominaba las artes literarias, estudiando en las universidades de Mainz, Erfurht y Göttingen, en la cual dentro de un círculo literario, nacido de la corriente del Sturm und Drang, encontró al estudiante sueco Carl Strindsberg, que en 1778 le convence para que lo acompañe a Suecia, en busca de suerte en la corte de Gustavo III.

La subida al trono de Suecia de Gustavo III en 1771 constituye una fecha decisiva para lanzar un gran impulso a la vida artística sueca. Funda la Academia de la Música y la Opera Real Sueca. Este desarrollo musical no tiene suficiente con los artistas locales y necesita importar músicos extranjeros, en general germánicos, entre ellos Kraus.

A sus 22 años ya tenía en su haber varias sinfonías y una ópera. En 1780 entra en la Academia de la Música Sueca. Becado por el propio monarca realiza durante cinco años viajes para perfeccionarse, conociendo a Gluck y Haydn, los cuales marcaron sin duda su estilo. Sus obras, compuestas muchas durante este periodo, fueron conocidas en París y en Viena. En 1787 regresó a Estocolmo y al año siguiente es nombrado Kapellmästere de la Opera Real y director de la Academia de la Música. Pero sus sinfonías no son conocidas por el público sueco. Gustavo III es asesinado en el mes de marzo de 1792. Una sinfonía será compuesta conmemorativa al monarca. Kraus muere el 15 de diciembre del mismo año de tuberculosis.

De las sinfonías de Kraus actualmente solo se conservan catorce. Conocedor del estilo de Mannheim, el contrapunto de Bach y Richter, además del estilo dramático de Gluck, C.P.E.Bach y Gréty, sus obras se colocan dentro del movimiento literario del Sturm und Drang.

La “Sinfonía en do mayor” VB 138 fue escrita en Estocolmo entre 1778 y 1779. Utiliza a un violín como solista. Encontraremos mas tarde en Berlioz con su “Harold en Italia”, un procedimiento parecido. Además del violín intervienen la flauta y el violoncello, creando una especie de concerto grosso.

La “Sinfonía fúnebre en do menor” es la obra de Kraus mas dramática. En el mes de marzo de 1792, durante un baile de máscaras, Gustavo III fue herido mortalmente. Kraus que estaba muy unido al monarca escribió una sinfonía, ejecutada durante la ceremonia del entierro. Todos sus movimientos son lentos y lúgubres. Consta de dos partes que encuadran dos interludios. Empieza con una triste intervención de los timbales acompañados por los cobres en sordina. El primer interludio en tono menor es de resignación. El segundo interludio está constituido por un coral, que durante la ceremonia cantaron las personas presentes. La obra termina con una doble fuga al estilo de Bach y el siniestro tema acompañado por los timbales del principio.

  

Peter von Winter (1754-1825) nace en el mes de agosto de 1754 en Mannheim. A sus diez años toca el violín en la orquesta de la corte de Mannheim. Parece que su formación como compositor fue autodidacta. Solo tuvo una corta relación con el célebre abad Vogler. Su padre murió en 1772 dejándolo en una situación financiera muy precaria. En 1778 se aficiona al contrapunto y a la hija de un sastre, Marianne Grosser con la cual finalmente se casa. El mismo año que por motivos políticos como se ha narrado anteriormente, se fusionan las orquestas de Mannheim y de Munich. Winter es nombrado director de la nueva orquesta. Entonces empieza a interesarse por la música escénica.

En 1780 consigue un largo periodo de vacaciones, lo cual le permite poder ir a Viena para estudiar con Salieri. En 1796 consigue su primer gran éxito teatral en Viena con su ópera “Das unterbrochene Opfer-fest” (El sacrificio interrumpido). En 1798 recibe el cargo de Kapellmeister para la música vocal de la orquesta de Munich.

Winter reparte sus horas de composición entre la música vocal y la instrumental. Sus obras son interpretadas frecuentemente hasta el año 1815 por la orquesta de la corte de Munich, que en esta época había conseguido una sólida reputación con el nombre de Musikalische Akademie. El 23 de marzo de 1814 celebra el jubileo por sus cincuenta años de servicio en la orquesta de Munich, con un gran concierto. Su fama es inmensa, recibiendo la Ritterkreuz del Rey de Baviera Max Joseph.

Vive sus últimos cinco años en Munich componiendo todavía música para la iglesia. Muere el 17 de octubre de 1825, recibiendo unas honras fúnebres que acreditan su fama. Pero el rápido cambio de estilos musicales hace que pronto su nombre quede olvidado, como el de tantos otros compositores.

Alrededor de los años 1780 compone “Trois sinfonies à grand orchestre” que fueron publicadas en 1795 por el editor de Offenbach, Johann André. Dos de ellas se comentan ligeramente a continuación.

La “Sinfonía Nº 2 en fa mayor” escrita en tres movimientos empieza por un allegro assai escrito en forma sonata con temas al estilo de Mannheim. Después de un breve adagio ma non troppo termina con un rondo allegro.

La “Sinfonía Nº 3 en si bemol mayor” posee una estructura semejante a la anterior. Después de un expresivo movimiento lento central, termina con un rondo allegro en estilo fugado, con intervenciones solistas del oboe y el fagot.