ESNAOLA

3 –  LA SINFONÍA EN ARGENTINA, SUS COMPOSITORES MÁS IMPORTANTES

 Juan Pedro Esnaola (1808-1878) nació el 17 de agosto de 1808 en Buenos Aires. cuando pertenecía al Virreinato del Río de la Plata. Inició sus estudios musicales de pequeño junto al presbítero José Antonio Picasarri, director musical de la Catedral de Buenos Aires y además tío de Esnaola. Las ideas férreamente monárquicas del tío, llevaron a ambos a emigrar a Europa entre 1818 y 1822.

Durante esos años, y todavía muy joven, Esnaola asistió al conservatorio de París, visitando también Madrid, Viena y Nápoles. Adquirió un destacado reconocimiento como niño prodigio en la interpretación del piano y también como compositor, pues en 1822, a los 14 años, compuso una colección de piezas para piano.

Gracias a la Ley de Amnistía impartida a los opositores de la Revolución de Mayo por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, general Martín Rodríguez, la familia Esnaola-Picasarri pudo regresar a la Argentina el 29 de junio de 1822.

En el transcurso de ese mismo año el presbítero tomó la iniciativa de fundar junto a su sobrino la Escuela de Música y Canto. Desde allí, Esnaola no dejó de estar ligado a la enseñanza, mediante clases particulares o en instituciones públicas. Entre sus alumnas figuraba Manuelita Rosas.

Juan Pedro Esnaola transitó durante sus casi setenta años de vida sin que los embates políticos le hicieran mella. Fue amigo personal de Juan Manuel de Rosas y de la hija de este, Manuelita, pero con la caída de Rosas después de la batalla de Caseros, continuó siendo reconocido socialmente.

En 1858 fue nombrado Jefe del Departamento de Escuelas por Sarmiento. Entre 1847 y 1849, Esnaola hizo una primera versión del Himno Nacional Argentino, cuya música original se había extraviado, sobre la base de lo que había escuchado en su juventud. Esta versión está hoy depositada en el Museo Histórico Nacional, en Buenos Aires, y formaba parte del álbum de música de su discípula Manuelita Rosas. En 1860 efectúa una revisión que es declarada versión oficial por el gobierno argentino en 1928.

También actuó como Presidente de la Escuela de Música de la Provincia, fundada en 1875. Desempeñó además cargos públicos no relacionados con la música. Fue director del Batallón de Serenos de Buenos Aires (1842), juez de paz (1852) y presidente del Club de la Prosperidad (1858).

Sus dotes de instrumentista unidas a su formación europea le permitieron destacarse con facilidad, interviniendo en memorables conciertos junto a celebridades de la época. Sin embargo, Esnaola fue un intérprete de salón que se negaba rotundamente a subir a los escenarios de los teatros de Buenos Aires.

Como creador, su prolífera labor estuvo destinada a la música litúrgica, los conjuntos orquestales, canciones de cámara y las piezas de salón. Su principal mérito radicó en que, sin escapar de la influencia de Rossini, imprimió en sus partituras características locales que constituyen un verdadero antecedente del nacionalismo y romanticismo musical argentino.

El ambiente musical de Argentina en la época de Esnaola permitía dos posibles actividades, el apoyo de la liturgia en la iglesia mediante la música sacra o la música de salón. Esta última respondía a los más estrictos dictados de la moda de la época y se centraba en la danza, aunque también era costumbre escuchar intermedios y fragmentos instrumentales. Las Polcas, Valses y Mazurkas de Esnaola fueron populares en Buenos Aires durante la segunda mitad del siglo XIX.

Compone la «Gran Sinfonía» en 1824, la «Sinfonía N.º 1» en 1826 y la  «Sinfonía Nº 2» en 1830. No sabemos si se trata de oberturas o de verdaderas sinfonías.

Para orquesta compone además la «Cavatina con acompañamiento de gran orquesta» en 1826 y un Vals espléndido para orquesta en 1837. Diversas canciones camerísticas, himnos y música para instrumentos solistas. Minues, polcas, valses para piano destacando las «Siete Contradanzas» de 1832 y el «Minué Federal o Montonero» de 1845 por su desarrollo formal, carácter nacional y virtuosismo.

Entre su música litúrgica destacamos su «Misa a 4 voces» compuesta en 1826, una monumental partitura al estilo de Rossini y la «Misa a 3 voces» de 1824. Murió el 8 de julio de 1878 en Buenos Aires.