PINZON URREA

Jesús Pinzón Urrea (1928-2016) nació en Bucaramanga, la capital del departamento de Santander, el 10 de agosto de 1928 en una familia de raíces musicales. Se trasladó a Bogotá en 1949 después de haber realizado sus primeros estudios musicales con Luis María Carvajal y Martín Alberto Rueda en la Academia Departamental de Música de Santander.

Estudió composición con Fabio González Zuleta, dirección de orquesta con Olav Roots y piano con Tatiana Gonscharova; además de morfología e historia con Andrés Pardo Tovar, armonía con Roberto Pineda Duque, e instrumentación para banda sinfónica con José Rozo Contreras en el Conservatorio Nacional de Música, institución en la cual se graduó en 1965 con el título de Maestro en Composición Musical y Dirección de Orquesta,

Siendo estudiante ingresó en el Centro de Estudios Folclóricos y Musicales, CEDEFIM, donde desarrolló algunos trabajos de etnomusicología bajo la tutela de Andrés Pardo Tovar. Participó entonces en la Expedición Folclórica al Chocó de la que salieron dos trabajos monográficos Rítmica y melódica del folclore chocoano (1961) y La heterofonía en la música de los indios cuna del Darién (1965).

Pinzón Urrea dirigió el Departamento de Música de la Universidad de América entre 1968 y 1971 y el Departamento de Bellas Artes de la Universidad Pedagógica Nacional entre 1972 y 1982. Además fue profesor de composición del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia entre 1983 y 1991 y miembro del CEDEFIM hasta 1970. Asimismo, fue director de la Banda Sinfónica de la Policía Nacional, director invitado de la Orquesta Sinfónica de Colombia entre 1967 y 1972 y fue fundador y primer director de la Orquesta Filarmónica de Bogotá entre 1967 y 1970.

Jesús Pinzón tuvo dos matrimonios, el primero con la teóloga y psicóloga chilena Lilian Antonieta Gruter y el segundo con Linda Lucía Muñoz contraído unos años después del fallecimiento de su primera esposa.

Como compositor reflejó su religiosidad en obras como "Pasión y resurrección de Cristo", "Cantata por la paz del mundo", "Tres momentos en la vida de Cristo", "Te Deum por la paz", "Todo está cumplido" o "La muerte de Cristo con el sonido la".

También compuso música nacionalista mediante sus pasillos de concierto. Basado en su investigación musicológica cultivó el indigenismo y el africanismo, como se refleja en sus obras  "Bico Anamo" de 1979, "Ñeé Iñati" de 1981, "Rítmica 3" de 1982, "Rito cubeo" de 1983, "Goé Payari" de 1983, "Mitología negra" de 1989 y "Rítmica 5" de 1995.

En 1993 con motivo de la celebración de sus treinta años de vida artística, Colcultura le comisionó su "Concierto para violín y orquesta", que fue incluido en la producción discográfica Desde Rusia: notas sinfónicas de Colombia, siendo notable el empleo de la percusión.

La "Sinfonía Nº 1" fue compuesta para la Orquesta Sinfónica de Colombia que realizó su estreno. No poseemos más datos sobre la misma actualmente.

La misma orquesta estrenó sus obras "Contrastes para orquesta de cuerdas", "Concertante para trompeta y orquesta", "Estructuras", "Estudio para orquesta" y "Exploración para clarinete y cinco cuartetos de cuerdas".

Del mismo modo, la Orquesta Filarmónica de Bogotá realizó el estreno de "Estilos" dedicada a Blanca Uribe, "La revolución de los comuneros", "Disertación filarmónica", "Concierto para cinco timbales y orquesta", "Movimiento", "Tripartita", "Relato de Sergio Stepansky" y "Rito cubeo", entre otras piezas.

Dicha orquesta le encargó "Las voces silenciosas de los muertos" con motivo del centenario de la muerte de José Asunción Silva. Asimismo, el Banco de la República le encargó en 2005 la obra "Visiones" estrenada en 2006.

Otras de sus obras son el "Himno de Santander" compuesto en 1988 con letra de Pablo Rueda Arciniegas, el "Concierto para piano", "Creación Vallenata", "Evocación Huitota" y "Los niños que no nacen" escrita por su sentimiento católico en contra del aborto.

En su trayecto como compositor recibió cuatro premios nacionales de composición otorgados por Colcultura. Adicionalmente la Fundación Arte de la Música lo premió en 1978 y 1979 por "Exposición" y "Tripartita". En 1993, fue nuevamente reconocido por su obra "Variaciones sin tema" para viola, violonchelo y contrabajo.

Pinzón Urrea empezó a desarrollar un lenguaje que él mismo llamó pluralista, en el sentido de que nunca se adscribió a una escuela creativa, a pesar de que compuso piezas en clave indigenista, andina, nacionalista y electrónica, de la mano de su maestro en esa tendencia, Fabio González Zuleta y también exploró con nuevas grafías musicales para la composición de su música endógena y sonóptica.

Su música contemporánea está circunscrita a la indeterminación y la no repetición, de tal forma que la obra musical siempre es diferente a consecuencia de la libre interpretación que permite su grafía. Sumado a esto, está la abstracción del mundo sonoro indígena que lo ubica en un punto intermedio entre la tradición indigenista de los años treinta y el paisaje sonoro. No obstante, sus partituras establecen contacto con las herramientas más enfáticas de la música moderna: grafías, pasajes aleatorios, modos ingeniosos de ejecución instrumental, politonalidad , que él llama poliatonalidad, ritmos cruzados y racimos de sonido.

El 1 de febrero de 2016 falleció en Bogotá después de padecer una penosa enfermedad por la cual lo venia aquejando días atrás.