MANRIQUE DE LARA

Manuel Manrique de Lara (1863-1929) nació en Cartagena, provincia de Murcia en 1863. Su padre era un general de la Marina Española destinado a dicha plaza militar. Era lógico que su hijo siguiera la carrera militar, pero lo realizó conjuntamente con estudios de pintura y de música.

Manuel Manrique de Lara, oficial de infantería y diplomático, fue el mayor colecor de romances (textos y melodías) en las primeras décadas del siglo XX
Manuel Manrique de Lara, oficial de infantería y diplomático

Se trasladó a El Ferrol, en la provincia de La Coruña, siendo Ayudante de Campo de su padre. Terminados sus estudios musicales se interesó por la música que se interpretaba en Madrid, donde Wagner y Strauss eran las grandes figuras, pero además por la figura de Ruperto Chapí, tanto que logró ser su único alumno de composición. Chapí siempre se había negado a ejercer como maestro.

En el mes de abril de 1890 la Orquesta de la Sociedad de Conciertos de Madrid dirigida por Tomás Bretón estrenó una obra de Manrique de Lara con el nombre de "Orestes" que fue muy bien recibida por el público. Era un fragmento de la trilogía estrenada en el mes de marzo de 1894, también dirigida por Bretón, que llevaba el título de "La Orestiada" empleando un estilo musical wagneriano.

Se compone de tres poemas sinfónicos con los títulos de "Agamenón", "Las Coéforas" y "Las Euménides", que se pueden interpretar de modo separado o formando un ciclo. La crítica lo atacó de imitar descaradamente la música de Wagner. El autor se defendió diciendo que el gran compositor había creado una escuela de la que participan en Alemania compositores tan notables como Richard Strauss, Pfitzner o Schillings.

La “Sinfonía en mi menor” fue compuesta en la misma época que sus poemas sinfónicos. Durante el verano de 1893 la Orquesta de la Sociedad de Conciertos dirigida por Bretón realizó una gira por el norte de España. Para el concierto ofrecido en el Teatro Cofre de El Ferrol ofreció a Manrique de Lara el estreno de alguna de sus partituras.

En esta ocasión se presentó únicamente el tercer movimiento, scherzo, de su Sinfonía. No sabemos si el motivo fue que todavía no había terminado enteramente la obra o la imposibilidad por falta de tiempo en el programa del concierto.

El estreno total de la sinfonía no se realizó hasta el mes de diciembre de 1915, en los conciertos que ofrecía en su gran vestíbulo el Hotel Ritz de Madrid, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de Arturo Saco del Valle. El director titular era el famoso Enrique Fernández Arbós.

El primer movimiento, maestoso, allegro ma non troppo, se inicia con unos compases de carácter dramático, que dan paso a un tema trágico. Una pausa lo separa del allegro. Construido en forma sonata empieza con un tema rítmico de carácter clásico, contrastando con el amplio melodismo de su segundo tema, que nos conduce a la sección de desarrollo. Después de una serie de compases más dramáticos el segundo tema inicia la recapitulación.

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         Retrato realizado por su amigo Joaquín Sorolla en 1919

El segundo movimiento, andante, nos presenta un tema lírico de carácter brahmsiano. Un tema melódico amplio que experimenta un notable desarrollo, alternando con un contra tema. Después de llegar a su punto culminante termina con una tranquila coda.

El tercer movimiento, scherzo, se basa en un tema rítmico clásico de estilo europeísta. El trío nos presenta un nuevo tema más reposado, pero sin abandonar el citado estilo. La repetición de la primera parte de forma abreviada cierra el movimiento.

El cuarto movimiento, allegro molto agitato, es en el que se puede apreciar más claramente la influencia de Beethoven. Consiste en un rondó en forma sonata con un desarrollo central. Su tema principal de carácter rítmico vivo cierra con brillantez la sinfonía.

Una extensa sinfonía de estilo clásico romántico que sigue la línea iniciada por Beethoven y seguida por Brahms. Está totalmente alejado de los rastros del wagnerismo que impregnan sus poemas sinfónicos.

En sus primeros momentos esta sinfonía llevaba el título "Sinfonía en estilo antiguo", pero Manrique de Lara no se refería a lo que hoy en día entendemos como música antigua, sino que su estilo seguía al clasicismo centroeuropeo, apartándose de las novedades aparecidas en su época.

Una vez más debemos agradecer al maestro José Luis Temes, que con la Orquesta Filarmónica de Málaga dio vida nuevamente en el año 2007 a esta obra olvidada.

Otra de las obras recuperadas es el "Cuarteto de cuerda en mi bemol" (En estilo antiguo) compuesto en 1893, que ha sido editado e interpretado por el Cuarteto Bécquer el 24 de marzo de 2015 en la Sociedad Filarmónica de Oviedo, donde en 1910 había sido escuchado por última vez. Una nueva obra escrita en el estilo clásico romántico preferido por su autor.

Manrique de Lara también compuso la música de la zarzuela "El ciudadano Simón" en 1900 y la ópera "Rodrigo de Vivar" en 1906, durante el poco tiempo que le quedaba entre sus múltiples ocupaciones.

Debía especialmente repartir su tiempo entre su carrera militar, su vocación y la música, su afición. Su estancia en la mar lo alejaba muchas veces de su tierra. Así en 1898 participó directamente en la guerra de Cuba contra los Estados Unidos, como responsable del acorazado Pelayo.

Su carrera militar pasa por ser adjunto al Ministro de Marina, Gobernador de Pontevedra, alto mando durante la guerra de África, entre otros diversos cargos. Intervino representando a la neutralidad española en los tratados al final de la Primera Guerra Mundial.

Manrique CuartetoEn 1925 alcanzó el grado de General de División en el arma de Marina, participando en numerosas misiones de paz en Europa. Al regresar de una de estas misiones en 1929 falleció en un hospital de St. Blasien, Friburgo, en el estado de Baden-Wurtemberg, en el sur de Alemania, junto a la frontera suiza.

Además se dedico a tareas de musicología folclórica, recogiendo romances literarios y musicales de la tradición popular,  tanto de tierras españolas como de otros lugares del mundo. También ejerció como crítico y articulista, especialmente en El Mundo. En 1917 ingresó como académico de la Real de Bellas Artes.

También fue amigo y colaborador de Marcelino Menéndez y Pelayo. Debido a tantas ocupaciones le faltó tiempo para la composición. Como estamos observando a lo largo de esta obra, la música sinfónica española se vio reducida por múltiples causas ajenas a la propia música.

La musicóloga Diana Díaz realizó una tesis doctoral en el año 2014 sobre Manrique de Lara. De este trabajo deriva el libro Manuel Manrique de Lara. Militar, crítico y compositor polifacético en la España de la Restauración, publicado en Madrid en el año 2015. Una gran ocasión para poder aumentar nuestros conocimientos sobre este destacado compositor.

Con este autor terminamos los capítulos dedicados a los compositores de sinfonías del Siglo XIX. Solo se han relacionado los autores cuyas obras se pueden escuchar en grabaciones. En un próximo capítulo se analizarán otros compositores de los que conocemos que han compuesto alguna sinfonía.