LANGEVIN

Claude Langevin (1928-2016) nació en Angers en 1928. Atraído muy pronto por lo que él llamó la matière sonore, entró desde su temprana juventud en la música como cuando uno entra en la religión. Comenzó sus estudios musicales en Angers con Raphaël Fumet, luego en París en las clases de Noël Gallon y Pierre Lantier, profesores del Conservatorio Superior de Música de París, mientras seguía las lecciones de piano de la Ecole Normale de Musique.

Se convirtió en alumno de Marguerite Long, quien lo destinó a una carrera de concierto. Sin embargo, eligió la difícil profesión de compositor y decidió a la edad de treinta años vivir en el campo para escribir una obra directamente inspirada en la naturaleza.

Claude Langevin ha vivido desde 1960 cerca de Joigny en el Yonne, una antigua casa borgoñona del Siglo XVII, que su esposa Simone, ex periodista, transformó en una posada, "La Fontaines aux Muses" en Celle-Saint-Cyr. Con el paso de los años, esta casa se ha convertido en un lugar de encuentro para artistas internacionales.

La “Europa Sinfonía" Op.29 fue compuesta en 1976, a petición del Land de Renania-Palatinado. Langevin había mostrado muy pronto un verdadero entusiasmo por la Europa de los ciudadanos. Ha sido interpretada por la Rheinische Philharmonie y por la Orchestre de la Radio Télévision de la Belgique Francophone.

Escrita en un lenguaje moderno en un movimiento empieza con una introducción lenta, que aumenta su intensidad hasta llegar a un primer clímax marcado por la percusión. Continua desarrollando un tema de características épicas, que nos conduce a una sección rítmica, terminando en la parte central con un nuevo breve clímax. Alterna secciones rítmicas con otras más líricas. Aparece un tema ternario con características que nos recuerdan al Ravel de La Valse. Una lírica coda termina la sinfonía.

También debemos a Claude Langevin obras para piano, incluyendo la Opus 1, escrita cuando tenía 18 años, una rapsodia orquestal llamada "Le Chant des Ailes" dedicada a la memoria de los pilotos desaparecidos, Mermoz y Saint-Exupéry y un "Concierto para piano y orquesta".

Escribió melodías para las voces, una "Messe Brève", para solistas, coros, metales y percusión, un "Aleluya", un "Veni Creator", una "Entrée" para órgano y un "Réquiem para dos solistas y orquesta de cámara".

Claude Langevin es también el autor de una suite sinfónica "Les Quatre Temps" de la cual se hizo una reducción para quinteto de viento, a petición del Quintette à Vent de Paris, luego de un quinteto de cuerda con dos violonchelos creado en 1972, después retomado por el Sexteto de Cuerdas de la Orchestre national de France y una suite para piano solo titulada "Méditations Symphoniques" Op.31 grabada por el autor.

La “Sinfonía Liberté" Op.33 fue compuesta en 1989 para la Comisión de las Comunidades Europeas y la Misión Francesa del Bicentenario. Se estrenó mundialmente en el Festival de Wiltz en Luxemburgo, un festival bajo el alto patrocinio de Su Alteza Real, la Gran Duquesa Heredera María Teresa de Luxemburgo.

Esta impresionante obra para soprano, barítono, coros y orquesta sinfónica, un verdadero encuentro de músicos europeos, se estrenó el 28 de julio de 1989, interpretada por una orquesta inglesa, la Manchester Youth Orchestra, el coro alemán Konzertchor de Darmstadt y dos solistas luxemburgueses, la soprano Carmen Welter-Jander y el barítono Fernand Koenig, dirigidos por el británico Victor Fox.

La sinfonía conmemora la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y el nacimiento de la Libertad. Escrita en un solo movimiento empieza con un himno para coro y orquesta, seguido por la entrada de los solistas vocales en un tono bastante épico. Menciones de marchas revolucionarias en la parte central. Termina con la interpretación del himno francés La Marsellesa en una versión original para coro y orquesta. Acaba con la intervención del barítono y coro interpretando el conocido himno.

La "Symphonie pour cordes" (Reconciliations) Op.36 fue estrenada por les Solistes de Bourgogne dirigidos por Paul Kuentz y Philippe Langlois como violín solista. El primer movimiento, andante giocoso. El segundo movimiento, moderato. El tercer movimiento, largo con calore. El cuarto movimiento, andante maestoso, finale allegretto scherzando.

Consiste en una música muy expresiva y llena de energía. Las cuerdas de la sinfonía desarrollan relieves formidables y están brillantemente orientadas hacia gráciles estallidos de valentía.

El director Paul Kuentz opina lo siguiente sobre el compositor. Langevin escribe con su estilo. Si escuchas tres compases de Mozart, reconoces a Mozart y si escuchas tres compases de Langevin, puedes reconocer a Langevin. Su música si bien es moderna, no se compara con la música de vanguardia.

Una idea de modernidad que se desmarca de la que se suele atribuir a las vanguardias, pero una modernidad que parece derivar de un mecanismo natural ligado a la poética de su tiempo, accesible y no sólo para un élite pedante, que se enorgullecen de ser los únicos en entender las intenciones del creador. El "Adagio para violín y piano" perpetúa esta modernidad accesible y alcanza su punto máximo en los compases finales.

Su "Ballade de la Fontaine au Muse" para violín y violonchelo delata un romanticismo engañosamente anticuado, mientras que su "Quinteto de cuerdas" es más atormentado, menos optimista que su Sinfonía Reconciliaciones.

También le debemos a Claude Langevin un arreglo muy hermoso de la "Oda a la alegría" de  Beethoven, el "Hymne Europeen" Op.34, en las versiones de Orquesta Sinfónica, Orquesta de Armonía y Fanfarria, Orquesta de Cuerdas, piano, con coros opcionales. Claude Langevin muere el 8 de septiembre de 2016 en La Celle Saint Cyr, departamento de Yonne en Borgoña