DUBOIS

Théodore Dubois (1837-1924) nació el 24 de agosto de 1837 en Rosnay, en la campiña de la Champagne cerca de Reims.  A los 10 años regresando de la catedral de Reims anuncia que desea ser organista. Su abuelo le compra un harmonio y le hace recibir clases del organista de Gueux, que además ejercía como fabricante de toneles.

Cuando no pudo enseñarle más, el niño tomó clases en Reims, primero de Mlle. Charpentier y después del organista de la catedral, Louis Fanart. Dos veces por semana hacia el recorrido a pie entre su casa a Reims, distante unos 12 km. Pronto consigue el puesto de organista de Gueux.

En 1853 ingresa en el Conservatorio de París siguiendo los cursos de piano de Marmotel, de órgano de François Bazin y composición con Ambroise Thomas. Obtiene el primer premio de armonía y acompañamiento práctico en 1856, el primer premio en contrapunto y fuga en 1857 y el primer premio en órgano en 1859.

Gana en 1861 el primer gran premio Roma con su cantata "Atala". Después de su estancia en la villa Médicis al regresar a Francia se convierte en maestro de capilla de la Iglesia de Sainte Clotilde, de la que había sido anteriormente organista, cargo que mantiene hasta 1869 cuando pasa a la Iglesia de La Madeleine hasta 1877, al suceder a Camille Saint-Saëns en el cargo de organista de dicha iglesia.

El 20 de agosto de 1872 se casa con la pianista Jeanne Duvinage (1843-1922), cuyo padre había sido segundo director de la orquesta de la Opéra-Comique antes de entrar en la administración de los ferrocarriles París - Lyon -Mediterráneo. Tuvieron dos hijos, el primero muerto a los nueve años y el segundo Charles nacido en 1877, que fue miembro de la École française de Roma.

Dubois compone el "Concerto-capriccioso para piano en do menor" en 1876, siendo estrenado en el mes de abril por su esposa Jeanne Duvinage. Un concierto escrito en un claro estilo romántico.

Profesor de armonía y composición desde 1871 del Conservatoire de Paris fue elegido en 1894 miembro de l'Académie des Beaux-Arts, en el puesto de Charles Gounod. Sucede a su antiguo maestro Ambroise Thomas en 1896 como director del Conservatoire, conservando este cargo hasta su dimisión en 1905.

El caso de su dimisión es polémico al coincidir con la exclusión de Maurice Ravel del concurso para ganar el Prix de Rome. Se conocía que Dubois era un compositor conservador, al que no le gustaban las novedades de la joven generación. Pero por otra parte deseaba el retiro para poder dedicarse exclusivamente a la composición.

El "Concierto para violín en re menor" compuesto en 1896  es una gran obra del estilo romántico francés y que merecería ser más interpretado, tanto por la belleza de sus temas como para el lucimiento del solista.

El "Concierto para piano Nº 2 en fa menor" está escrito en 1897 en un monumental estilo postromántico. "Adonis" es un poema sinfónico compuesto en 1901, basado en la mitología griega sobre los amores entre Afrodita y Adonis.

La “Symphonie française en fa menor” fue terminada en 1908 según las propias palabras escritas en sus Souvenirs, que traducimos a continuación. Esta sinfonía fue interpretada en Bruselas en noviembre de 1909, bajo la magistral dirección del gran Ysaye. Prefería estrenarla en el extranjero, temiendo con razón el rechazo que el público de los conciertos Colonne y Lamoureux reserva muy a menudo a los compositores que no tienen miedo de afrontarlo. Y lo hice bien. No solamente mi obra tuvo un gran éxito en Bruselas, sino que después también triunfó en París, en La Haya, en muchas ciudades de Alemania, en Nancy y en Boston.

Este año, 1912, que la he dirigido personalmente en los Concerts Colonne, por enfermedad de Pierné, logró un gran triunfo. Pues pensad, ¡volver del extranjero! ¿No dije ya que la audiencia parecía verme con mejores sentimientos? Lo mismo pasa con la prensa, tan dura frecuentemente, maliciosa, injusta en el pasado. Puede ser que recoja finalmente el fruto de mi perseverancia y de mi sinceridad artística.

Como vemos algo que no ha cambiado en la actualidad. Para ser reconocido en tu patria debes primero triunfar en el extranjero.

El primer movimiento, largo, allegro, empieza con un tema grave, en un estilo parecido al de su maestro Cèsar Franck dentro de un clima inquietante. El allegro escrito en forma sonata de carácter atormentado, posee un primer tema sinuoso y un segundo más calmado presentado por el clarinete. Los temas se reparten entre los diversos grupos orquestales durante su desarrollo. La recapitulación empieza con la afirmación del tema principal, para terminar con la conclusiva coda.

El segundo movimiento, andantino, se basa en un tema folclórico francés presentado por el oboe en forma de solo, seguido por una serie de variaciones contrastantes en las que emplea grandes recursos orquestales incluidos la celesta de una manera delicada hacia la parte final, antes de finaliza tranquilamente.

El tercer movimiento, allegro vivo, scherzando, después de una breve introducción aparece el tema principal del scherzo de carácter vivo. La sección correspondiente al trío es de carácter pensativo algo grave y breve, antes de reanudarse el ritmo del tema del scherzo.

El cuarto movimiento, allegro con fuoco, cita el canto triunfal de La Marseilleuse. Empieza con la entrada de los metales exponiendo un tema de carácter triunfal, seguido por un segundo eminentemente lírico. El tema principal inicia la sección de desarrollo que termina con las notas de la Marsellaise citadas de un modo ligero, iniciando una recapitulación variada que nos conduce a una coda de carácter triunfal con la participación de metales y percusión.

La “Sinfonía Nº 2 en si menor” fue escrita en 1912 en un estilo bastante parecido a la anterior, pero el recibimiento en el día de su estreno, el 10 de noviembre de 1912, fue dramático, como contó en sus memorias el propio compositor, fragmento que por su interés histórico traducimos a continuación.

Primera audición de la sinfonía. La primera parte es aplaudida cori fuerza, quizás demasiado para el gusto de determinados energúmenos situados en las galerías superiores, pues han empezado a hacer ruido, que han continuado hasta el final, a silbar, a cantar, a hacer broma hasta durante la interpretación, de manera de no poder escuchar correctamente la música por sus intervenciones. ¡Una vergüenza! Esta banda de caníbales no quiere saber nada de lo que no salga de su tienda y no creo equivocarme que su tienda es la Schola cantorum. Me lo dicen por todas partes. Mi nombre en un anuncio les basta para enfurecerlos. ¡Un viejo que todavía escribe! Esto les avergüenza.

En fin, pasé una bastante mala tarde, al saber además que mi mujer se encontraba en la sala. Ha sido muy valiente suportando la algarada. Durante los primeros gritos de protesta he distinguido desde el sitio en que me encontraba en bambalinas, la palabra "Institut", por lo cual he llegado a la conclusión que lo que se deseaba era reprochar a Pierné el interpretar una obra de un miembro del "Institut", haciéndome la corte en vista de las futuras elecciones. ¿Pierne se ha dado cuenta? Lo creería con mucho gusto, porque su actitud ha sido bastante suave. No ha tenido la energía necesaria para enfrentarse a la tormenta.

Si hubiera interrumpido la interpretación, girándose hacia los alborotadores, algo que hubieran hecho Colonne o Lamoureux en su tiempo, diciendo. "Señores, continuaré cuando permitáis escuchar al público", las cosas hubieran ido de otra manera. Pero no, tenía el ceño fruncido y dejaba, no sé porqué, un tiempo interminable entre cada parte de la obra

Al siguiente día añadió las palabras que siguen a continuación referentes a la crítica.

La prensa no es del todo mala. Debo confesar que toda la crítica condena enérgicamente la actitud de esta banda de apaches, que tan bien y tan vergonzosamente practican el sabotaje artístico. He podido entender que lo que sirvió de pretexto a estos malvados fue un parecido con las tres primeras notas de "Vision Fugitive" de Massenet. Es verdad que existe una pequeña reminiscencia involuntaria, pero que me tire la primera piedra el compositor que no le haya pasado alguna vez.

Otros más célebre que yo han tenido reminiscencias en sus obras:  ¿le han reprochado nunca a César Franck la absoluta similitud del tema inicial de su hermosa sinfonía con uno de los temas de "La Walkiria"? ¿Le han reprochado a Ambrroise Thomas el haber citado nota a nota todo el principio de los versos de "Songe d'une nuit d'été" de un célebre lied de Schubert? ¿Y a Richard Strauss en el que la mayoría de motivos de "Elektra" parecen plagiados, salvadas ligeras modificaciones, de los de una ópera italiana, totalmente desconocida "Cassandra" de Gnocchi? ¿Quién ha jamás pensado en hacer un crimen a los maestros? Pero en mi caso es diferente. ¡Yo soy este pelacañas, este sarnoso!

Esto nos ilustra de como se vivía el ambiente musical en aquella época. Si lo comparamos con la seriedad de los conciertos actuales nos damos cuenta del gran cambio de actitud del público. Algo que ha ido cambiando paulatinamente. Recuerdo los primeros concierto que asistí durante mi juventud en el Palau de la Música de Barcelona. Sería en la década de 1960. Cuando una obra no gustaba era fuertemente pateada y silbada por el público asistente.

Recuerdo la primera audición de una obra actualmente tan aceptada como "La consagración de la Primavera" de Stravinsky, con los comentarios de gran parte del público, diciendo que aquello era una degradación de la música. En las clases de Historia del Arte en las escuelas los profesores nos decían, que el arte progresista del Siglo XX era la señal de decadencia de la humanidad, la corrupción del arte, la música degenerada.

En el Gran Teatro del Liceo de Barcelona existía la llamada claca, situada en las galerías superiores del teatro, un conjunto de gente pagada que acudía a una representación teatral o a cualquier espectáculo para aplaudir y asegurar el éxito. También se podía utilizar en el caso opuesto.

En la actualidad todo se respeta, se acepte o no, guste o no guste, por respeto a compositores e intérpretes. Pero esta muchas veces frialdad del público hace que la música se convierta en algo accesorio, perdiendo la vitalidad de antaño. Un tema que deberíamos estudiar más detalladamente.

Volviendo nuevamente a la sinfonía diremos que Dubois realizó un revisión de la obra, evitando todas las citas y realizando cortes en el adagio, pero por sorpresa al principio de la obra encontramos una nueva reminiscencia.

El primer movimiento, allegro con moto, empieza con cierto parecido con uno de los temas de "Una noche en el monte pelado" de Moussorgsky, un tema cromático disonante. El movimiento está basado en cuatro temas, que son trabajados durante el desarrollo.

El primero emerge de los bajos de la orquesta. El empleo del clarinete bajo y del contrafagot dan al movimiento un color especial. Las notas de Mussorgsky nos señalan el inicio de la recapitulación en la que reaparecen los cuatro temas.

El segundo movimiento, andante grave, quasi adagio, empieza con un motivo en la cuerda al estilo de Franck con sus cromatismos. El segundo tema es de carácter melódico Termina con la superposición de ambas melodías.

El tercer movimiento, allegretto, escrito en un estilo ligero recordando a Mendelssohn es el scherzo de la obra. Un tema ligeramente danzante nos conduce a la soleada Italia. Un tema melódico ocupa brevemente el lugar del trío. Se reanuda el ritmo terminando con unas notas de la flauta.

El cuarto movimiento, allegro con moto, se inicia con un noble tema recordando esta vez el estilo de Schumann. Un segundo tema de carácter melódico completa la exposición. La recapitulación adquiere un carácter cíclico, reapareciendo el tema grave del primer movimiento, seguido por el motivo de las violas, esta vez en manos de la trompeta. El tema del movimiento lento emerge interrumpiendo la música bruscamente. El tema principal termina con fuerza la sinfonía.

La sinfonía en 1913 fue presentada con éxito en Bélgica, lo cual el compositor lo relata en su diario con las siguientes frases.

La independencia belga constata mi evolución. Soy Franckista, Indyista, y tiendo la mano a los jóvenes. De pasar a ser un reaccionario, aquí soy muy popular. Es divertido. En París he sido silbado como si mi música fuera banal y desfasada. Aquí he sido aclamado como progresista. Simplemente soy independiente y no quiero formar parte de ningún bando.

La “Sinfonía Nº 3 en la menor” fue compuesta en 1915 y publicada en 1923, a la memoria de su amigo Camille Saint-Saëns, fallecido en 1921. Está orquestada para dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, clarinete bajo, dos fagots, contrafagot, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales y cuerda.

El primer movimiento, allegro, escrito en forma sonata presenta un primer tema dramático, suponemos en la época de su publicación en memoria de su amigo Saint-Saëns, seguido por el segundo de carácter lírico. La sección de desarrollo utiliza el carácter intensamente dramático del tema inicial. Después de la clásica recapitulación una coda de carácter trágico basada en el tema inicial cierra el movimiento.

El segundo movimiento, andante molto espressivo, presenta un tema lento de carácter lírico, cuya melodía de cierto carácter elegíaco va aumentando en expresividad, especialmente en su parte central, para regresar finalmente a la tranquilidad inicial.

El tercer movimiento, allegretto, corresponde al scherzo siendo muy breve. Un corto tema rítmico es seguido por la sección melódica del trío, para terminar sin regresar a la parte inicial ni mostrar ninguna muestra de alegría.

El cuarto movimiento, largo, allegro maestoso, sans lenteur e chaleureux, después de una introducción dramática con determinada solemnidad sigue con un allegro, cuyos temas continúan dentro del carácter serio de la obra. La sección final aumenta el dramatismo para terminar con una solemne coda.

Una sinfonía de carácter sombrío escrita antes de la muerte de su amigo y que suponemos aprovecho luego como un homenaje póstumo, expresando la tristeza por su pérdida y además la grandiosidad de su obra.

La "Suite para piano y orquesta de cuerda" compuesta en 1917 es una de sus últimas obras, demostrando que en aquella época tardía de su vida todavía conservaba las dotes para la composición.

Dubois fue nombrado Chevalier de la Légion d'Honneur el 4 de agosto de 1883 y finalmente Commandeur en 1903. Su obra escénica se encuentra actualmente olvidada. De su extensa obra vocal y religiosa, solamente se recuerda su oratorio "Les Sept Paroles du Christ" compuesto en 1867, que todavía se canta en la Semana Santa, especialmente en Quebec y en los Estados Unidos.

Clément François Théodore Dubois murió el 11 de junio de 1924 en París. Autor de una importante obra religiosa en la que se encuentran muchas misas destacando la "Messe Pontificale" compuesta en 1862. A pesar de su jubilación voluntaria en 1905 continuó sus tareas de composición hasta el final de su vida.