ENRIQUEZ

Manuel Enríquez (1926-1994) nació el 17 de junio de 1926 en Ocotlán, en el estado de Jalisco, donde inició sus primeros estudios a través de su padre, integrante de una familia donde la práctica musical formaba parte de su vida.

manuel enriquezSe trasladó a la capital del estado, Guadalajara, ingresando en la escuela de música Áurea Corona donde estudió violín con Ignacio Camarena y armonía y contrapunto con Miguel Bernal Jiménez y Domingo Lobato. Más tarde asistió a cursos en Morelia con Bernal Jiménez.

Entre sus primeras obras se encuentra la "Suite para violín y piano" compuesta en 1949. Una obra de estilo neoclásico con una evidente influencia de Paul Hindemith, que ya marcaba su distanciamiento del nacionalismo.

Gran violinista, consiguió la plaza de concertino de la Orquesta Sinfónica de Guadalajara, entonces dirigida por Abel Eisenberg. Estrena en 1954 el "Concierto Nº 1 para violín y orquesta".

En 1955 recibe una beca del Instituto México-Americano para estudiar en la Juilliard School of Music de New York. Allí estudió violín con Ivan Galamian, música de cámara con Louis Persinger y composición con Peter Mennin.

La “Sinfonía Nº 1" fue compuesta en 1957 siguiendo todavía la línea de la música nacionalista.

Al regresar a México en 1958 fue invitado por Luis Herrera de la Fuente, para ocupar la plaza de director de segundos violines de la Orquesta Sinfónica Nacional.

En 1961 obtiene una beca de la Fundación Guggenheim, trabajando junto a Stefan Wolpe en el Centro de Música Electrónica de las Universidades de Columbia y de Princeton.

La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta en 1962, marcando claramente su evolución hacia la atonalidad y el serialismo selectivo. En la actualidad no se encuentra ninguna grabación de sus sinfonías.

suajeMEOK"Pentamúsica para quinteto de alientos" compuesta en 1963 es una obra de cámara de carácter atonal con alguna referencia al mundo del jazz. Rompe con la música tradicional en busca de un nuevo lenguaje sonoro. Una música abstracta en su camino hacia la música concreta. De esta época encontramos el "Móvil I" compuesto en 1968 para piano, con un estilo formado por disonancias.

A su regreso a México en 1967 funda el Cuarteto México con el cual realiza giras por México y los Estados Unidos y durante los años 1973 y 1974 un recorrido por Europa, visitando Estocolmo, Colonia, Moscú, París, Praga y Varsovia.

Para la promoción de la música de compositores mexicanos contemporáneos participó en la fundación de Nueva Música de México en 1959, en el Grupo Proa en 1970 y en la Sociedad Mexicana de Música Contemporánea en 1972.

Se dedica a la investigación de la música electroacústica desde 1974, siendo director del CENIDIM, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical entre 1978 y 1982.

El "Concierto barroco para dos violines, orquesta de cuerda y clave" compuesto en 1978 inicia la última etapa del compositor. Regresa a una escritura más convencional mezclada con su lenguaje aleatorio.

En los últimos años de su vida se dedicó a realizar arreglos de canciones folclóricas latinoamericanas. Así encontramos el "Tríptico Mexicano" compuesto en 1982 basado en las canciones tradicionales Adiós mariquita linda, Rayando el sol y El carretero.

Música LatinamerPero su obra más conocida es la "Rapsodia Latinoamericana", escrita en 1987 para la Cumbre Latinoamericana, en la que participaron los presidentes de Argentina, Brasil, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. En la partitura se encuentran referencias a conocidas obras populares de los citados países, como La Comparsita para Uruguay, La Flor de la Canela para Perú, o Alma Llanera para Venezuela. México está representado por la Canción Mixteca.

Sin embargo no abandona la música experimental, como se puede comprobar con las "Tres instantáneas para guitarra" compuestas en 1988 o las obras más moderadas integradoras de estilos como su "Concertino para orquesta" de 1990.

Enríquez muere en la Ciudad de México el 26 de abril de 1994. Ganador del Premio Nacional de Bellas Artes en 1983, su obra abre México a la vanguardia musical. Desde 1964 trabajó con técnicas aleatorias. Entró en el mundo de la música electroacústica. Usa la atonalidad y el serialismo buscando estructuras formales libres. Su obra recibió comentarios de críticos de todo el mundo y su lenguaje expresivo ha formado escuela entre sus seguidores.

Enríquez cartelGran promotor de la música contemporánea sus partituras fundamentales son poco conocidas, tanto en México como a escala mundial. No se encuentran grabaciones y apenas se interpretan. Esto nos invita a realizar a continuación una serie de reflexiones relacionadas con la música contemporánea..

La música conocida por el gran público no son sus partituras intelectuales usando las técnicas más modernas, sino lo que podríamos llamas sus pecados de vejez, las adaptaciones para orquesta sinfónica de canciones populares. Su mayor éxito es la "Rapsodia Latinoamericana" en la que podemos reconocer fácilmente los sones más populares.

La reflexión es la siguiente. Debe ser valorado un artista que con sus obras produce placer a un público mayoritario o sea quien produce obras llamadas comerciales, porque son vendibles, que la crítica soberbia intelectual calificará como deleznables o hasta como obras basura, o debe serlo aquel que realiza toda su producción dirigida a una minoría culta selecta formada por intelectuales musicólogos, snobs y público entendido o que aparenta serlo para no ser denominado como repelente conservador.

Para qué sirve realizar obras que nadie desea escuchar o cuando son programadas mediante subvenciones pagadas por el propio pueblo los auditorios quedan vacios. ¿Necesitamos un público más culto, realizar tareas apropiadas de reeducación o deben los compositores adaptarse a su público?.

¿Cual es en definitiva la función del arte? Presentarnos la belleza en todas sus formas, pero también hacernos meditar, algo que muchos hemos olvidado. Invitamos a nuestros lectores a realizar una profunda meditación sobre estos temas, a pesar de que nunca lograremos llegar a una conclusión definitiva. Pero esto, lo podemos asegurar, será siempre un ejercicio saludable para nuestra higiene mental.