JOHANSON

Sven-Eric Johanson (1919-1997) nació el 10 de diciembre de 1919 en Västervik, en la provincia de Småland en el sur de Suecia. Creció en el seno de una familia perteneciente a la iglesia libre y aficionados a la música. A sus once años empezó a interesarse en la música, estudiando piano, violín y composición. Durante nueve años vivió en Forshaga en el Värmland, siendo miembro de la banda de la Congregación Misionera, tocando la corneta. En 1938 empezó a estudiar en la Escuela de Música Popular de Ingesund, la Folkliga musikskolan.

Continuó sus estudios en el Conservatorio de Música de Estocolmo, graduándose en 1943 como profesor de música y en 1946 como organista. Estudió composición con Melcher Melchers y con Hilding Rosenberg. Fascinado por la música dodecafónica y la puntillista, fue uno de los fundadores del Måndagsgruppen, el grupo de los lunes, una asociación de compositores que deseaban realizar un cambio en el estilo musical conservador, escribiendo un tipo de música progresista. Entre 1944 y 1950 trabajó como organista y director de coro en la Iglesia Misionera de Uppsala. También estudió composición con Fartein Valen en 1951 y en Florencia con Luigi Dallapiccola en 1957.

JOHANSONUna de sus primeras obras estrenadas fue el “Concierto para órgano y cuerdas” compuesto en 1946 y estrenado en Uppsala. La “Sinfonía Nº 1” (Sinfonia ostinata) fue compuesta en 1949, siendo revisada en 1954.

En 1952 se trasladó a Göteborg siendo el organista de la Iglesia de Älvsborg hasta el año 1977.  Tomó parte activa en todos los aspectos musicales de la ciudad, tanto docentes como colaborando con el teatro. En 1971 fue nombrado miembro de la Real Academia de la Música. Como curiosidad comentamos que Johanson adopta en su madurez una apariencia personal parecida a la de Salvador Dalí.

La “Sinfonía Nº 2” (Duinoelegi nr 7) compuesta en 1954 se basa en textos de Rilke.

La “Sinfonía Nº 3” fue compuesta en 1956. Debido a la poca difusión de su obra sinfónica, solo mencionaremos brevemente algunas de sus doce sinfonías.

La “Sinfonía Nº 5” (Elementsymfonin) escrita entre 1965 y 1968 lleva el subtítulo Etemenanki, el templo identificado por algunos como la Torre de Babel. Sus movimientos, Vagues, Fotia, Vienti y Terra, los cuatro elementos, pueden ser interpretados de forma separada.

La “Sinfonía Nº 6” (Sinfonietta pastorella) fue compuesta en 1972, sin que tengamos más información sobre la misma.

La “Sinfonía Nº 7” (Spelmanssymfoni), sinfonía del músico, escrita en 1974 está compuesta para orquesta de cuerda.

La “Sinfonía Nº 8” (En Frödingsymfoni), está escrita para solistas vocales, coro y orquesta, estando compuesta entre 1983 y 1984.

La “Sinfonía Nº 9” (Sinfonia d’estate) fue compuesta en 1987.

La “Sinfonía Nº 10” (Symphonie Chez nous)  fue terminada en 1990, siendo una de sus obras que ha tenido más éxito. Se estrenó en Göteborg en 1991, siendo muy bien recibida por el público. Es una obra autobiográfica, una afectuosa y tierna descripción de la familia del compositor, con un gran sentido del humor.

Escrita en un solo movimiento, sin que tengamos referencias sobre sus aspectos descriptivos. Empieza utilizando la música atonal, hasta llegar a un solo de la madera presentando una melodía politonal. La entrada de la percusión nos traslada a un tema tonal en forma de un clásico vals, que se desarrolla acompañado de una peculiar armonía. Aparece un nuevo motivo en los agudos de la orquesta en un ambiente cambiante, con florituras de la madera y acompañamiento rítmico de la percusión. Los elementos rítmicos y melódicos se combinan hasta llegar a un solo de la percusión.

La cuerda inicia un motivo atonal que culmina en un climax de la percusión. Nuevamente aparece el elemento melódico en la madera. La entrada del metal nos conduce a una nueva sección apoyada rítmicamente por la percusión, deteniéndose con un golpe de gong. Continúa con una fantasmagórica secuencia, hasta la recuperación de la parte rítmica. Solos de la trompeta nos llevan hasta un nuevo climax, que se transforme mediante secuencias en forma de música de órgano. Un solo de la percusión nos lleva hacia la parte final. El repicar de las campanas nos conduce a una entrada del órgano, con un tema melódico soñador totalmente dentro de la tonalidad. La orquesta lo desarrolla hasta la aparición de una violenta sección que forma la coda de la obra.

Una obra muy original que combina todos los estilos de música que han formado parte de la vida del compositor, sin olvidar su trabajo como organista. Una muestra de la sinfonía contemporánea utilizando todos sus recursos.

La “Sinfonía Nº 11” (Sinfonia d’autunno) fue compuesta en 1991.

La “Sinfonía Nº 12” (Sinfonia da camera, Arnold Schönberg in memoriam) fue compuesta en 1992, siendo la última de sus sinfonías.

Johanson tiene un amplio catálogo de obras, óperas, ballet, música infantil como “Nalle Puh”, el osito Puh, un bastante atonal cuento musical para narrador y orquesta, además de música de cámara, con ocho cuartetos de cuerda. El “Cuarteto de cuerda Nº 7” está escrito bajo el impacto emocional, creado por la desaparición en Argentina de la muchacha sueca Dagmar Hagelin. Una adolescente herida y secuestrada en 1977 por el ejército de la dictadura, al ser confundida con otra persona y no reconocer el error cometido.

Johanson escribe también música coral en un estilo progresista y se interesa por la música electroacústica. Muere el 29 de septiembre de 1997 en Göteborg.