VASKS

Peteris Vasks (1946-) nació en Aizpute en el sur-oeste de Letonia el 16 de abril de 1946. Hijo de un pastor Baptista estudió violín en la Academia de Música Lituana Jazeps Vitols. Debido a la represión contra los Baptistas por parte de los soviéticos en Letonia, se trasladó al país vecino Lituania.

Estudió contrabajo con Vitautas Sereikaan en la Academia de Música y Teatro de Lituania. Después de tocar en diversas orquestas de Letonia se trasladó a Lituania entrando en el Conservatorio Estatal en Vilnius para estudiar composición con Valentin Utkin.

Sus primeras obras fueron de estilo experimental siguiendo los pasos de Lutoslawsky y Penderecki, pero luego empezó a incluir elementos folclóricos de Letonia, como en su pastoral "Concierto para corno inglés" compuesto en 1989.

Durante la década de 1990 empezó a ser conocido mundialmente, especialmente por la difusión de sus obras por Gidon Kremer.

La “Sinfonía Nº 1 para cuerdas" (Voices) fue compuesta entre 1990 y 1991 según nos indica el compositor que añade los siguientes comentarios. Escrita en el punto máximo de los desórdenes de un Imperio Soviético moribundo y de la resistencia pacífica de los países bálticos. Carros de combate, sangre, víctimas en Lituania y en Letonia. Noches y días inolvidables en las barricadas. Cuando terminé la partitura, el 14 de junio de 1991, los Estados Bálticos, los tres, tienen sus banderas a media asta.

Cincuenta años antes, el 14 de junio de 1941, empezaron las deportaciones en masa ordenadas por el régimen soviético. Detrás de las rejas de los vagones de mercancías, centenares de miles de bálticos partían hacia los campos de la muerte en Siberia.

Balsis (voces), se estrenó el 8 de septiembre de 1991 en Finlandia, interpretada por la Orquesta de Cámara de Österbotten dirigida por Juha Kangas. El mismo día, los colores nacionales bálticos adornaban los diarios finlandeses. La URSS acababa finalmente de reconocer nuestra independencia. Mi sinfonía se compone de tres partes.

El primer movimiento, voces de silencio, según explica el compositor, escuchando el espacio infinito de una noche estrellada. Coral de cuerdas del eterno silencio. Percepción de una ligera tristeza ante la inexorable marcha del tiempo, una obertura para lo que sigue.

La música parte del silencio para llegar a una lenta coral, que va creciendo hasta llegar a su clímax para luego continuar de un modo más expresivo, teñido por un sentimiento de tristeza que se desvanece.

El segundo movimiento, voces de vida, según Vasks se trata de una tentativa de realización de un grandioso cuadro musical del despertar de la naturaleza. Cantos de pájaros. Los pájaros como símbolo de la belleza, de la existencia. El sol se levanta, es posible que un niño esté naciendo. Alegría, pero en modo menor, ¿se debe a mi naturaleza personal, o más bien es un rasgo del carácter de mi pueblo que ha conocido tan poco la libertad?.

Cantos de pájaros dan paso a un amanecer con una nostálgica alegría, que va creciendo hasta llegar a un silencio en la parte central. Luego desde el silencio vuelve a surgir un himno que va creciendo en intensidad, hasta llegar a un punto donde múltiples voces nos conducen a una vibrante y expresiva coda enlazando con el siguiente movimiento.

El tercer movimiento, la voz de la conciencia, como nos cuenta el compositor, es un retorno a la realidad. Vivimos a finales del Siglo XX. Las catástrofes ecológicas nos amenazan. Hay carros de combate, misiles, pueblos oprimidos. Preguntas directas se dirigen a ti y a mí, a todos nosotros. Se hace la obscuridad. Visión de aniquilación.

Después se escucha de nuevo, o puede ser se continúa escuchando, la coral de las voces de silencio. Reconfortante e interrogador. La bóveda celeste, repleta de estrellas nos envuelve y en contrapunto se empieza a percibir, en los bajos muy graves, un latido de corazón.

Una dolorosa coral nos habla de la vida real. La música se vuelve más agresiva, aumentando el sentimiento dramático mediante largas notas sostenidas y disonancias. Después de un disonante clímax llega el silencio. Reaparece el himno coral del primer movimiento, continuando con una gran serenidad hasta la coda, disolviéndose la música hasta llegar nuevamente al silencio inicial.

Siguiendo el estilo de muchos compositores bálticos, los temas usados son simples basándose en formas de himnos expresivos, mediante crescendos dentro de una base tonal. Algo parecido a lo que ocurre con la música de Pärt.

El "Concierto para violoncelo" fue compuesto entre 1993 y 1994, expresando de nuevo sus sentimientos contrastantes entre los sufrimientos de pasadas épocas bajo el régimen soviético y la fuerza espiritual de su pueblo.

El "Concierto para violín" (Tala gaisma), Luz Distante, fue compuesto entre 1996 y 1997 para Gidon Kremer y su nueva formación Kremerata Baltica. Un concierto para violín y orquesta de cuerda de estilo meditativo y etéreo sobre un fondo dramático. Música poseedora de un lirismo de carácter romántico y además de un gran poder expresivo.

La “Sinfonía Nº 2" fue compuesta en 1999 para la BBC y la Orquesta Sinfónica de Bournemouth, siendo estrenada bajo la dirección de Yakov Kreizberg durante los conciertos Proms de 1999. Según el compositor se trata de su obra más personal y más íntima.

Escrita en un solo movimiento empieza con una obertura en fortissimo maestoso. El compositor indica, estamos todos inmersos en este drama intenso. Pero la segunda idea es silenciosa, una imagen de la eternidad, del sueño. La música siempre ha tenido la suerte de expresar un mundo ideal, permite lanzar una mirada sobre una belleza que es difícil de ver en la vida cotidiana.

Como ocurre en sus anteriores conciertos la música está dividida en partes contrastantes, que van desde intensos episodios dramáticos a otros de un gran lirismo, separados por bruscas rupturas.

Después de la intensa obertura continúa con una sección lírica de gran tranquilidad. como una imagen del infinito Una segunda sección es más violenta, recordando episodios de lucha, pero bruscamente pasa casi al silencio. Continúa con una sección lírica que se va ensombreciendo hasta llegar a una nueva explosión dramática, que termina en un nuevo silencio. La parte central es pensativa y nostálgica, con un desarrollo que nos hace pensar en Bruckner. Después de un intenso clímax se escuchan cantos de pájaros representando las fuentes vírgenes de la naturaleza y también como símbolo de la libertad.

Continúa con una agitada sección evocando las luchas pasadas contra la dictadura soviética al estilo de Shostakovich. Después de una brusca pausa empieza la sección final, en la cual partiendo del silencio aparece una melodía que se parece al himno nacional de Letonia. La sinfonía termina en una absoluta calma. Una imagen de nostalgia llena de luz, es la mejor manera de presentarla. No puedo dejar a mis oyentes sin un momento de esperanza, un momento de eternidad.

"Lonely Angel" compuesta en 1999 es una meditación para violín y orquesta de cuerda con un gran valor sentimental. Otra meditación la podemos encontrar en "Plainscapes" compuesta en 2002 para coro mixto sin palabras, violín y violoncelo

La “Sinfonía Nº 3" fue compuesta entre 2004 y 2005 para la Filarmonía de Tampere. Se estrenó el 25 de noviembre de 2005, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Tampere dirigida por John Storgårds a quién está dedicada.

Como otras obras de Vasks también encierra un mensaje. El propio compositor nos lo dice, ¿De qué quería hablar en esta sinfonía? De la belleza del mundo creado por Dios. Del destino del hombre y del camino del pueblo. Del amor y de la lealtad a los ideales. De las pérdidas y de la capacidad de superarlas y de sobrevivir. En resumen, de un combate infinito entre la luz y las tinieblas. Puede ser que debería añadir algo más. He pensado en todo esto al escribir mi sinfonía. Pero cada oyente tomará naturalmente su propio camino sonoro. Escrita en un solo movimiento, que para su análisis lo podemos dividir en tres partes.

La primera parte, andante cantabile, posee un fuerte carácter basado en acordes menores y en impresiones líricas. La orquesta nos presenta un tema lírico casi en forma de himno, que va creciendo hasta interrumpirse bruscamente, iniciando entonces un episodio de profunda calma. Nuevamente el tema va creciendo en expresión hasta llegar a su clímax. Continua mediante una marcha rítmica fuertemente acentuada con ayuda de la percusión. El ambiente se vuelve más dramático.

La segunda parte, moderato, allegro, andante, está dominada por una expresión más dramática y violenta, que el compositor caracteriza con las palabras, colisiones, conflictos. La música empieza presentándonos un ambiente desolado, como el de llanuras heladas barridas por un viento glacial. Luego aumenta el aspecto dramático con escenas de lucha. El ambiente se vuelve más violento hasta terminar en un silencio. Aparece un episodio calmado en un ambiente presentando un paisaje desértico.

Un nuevo tema desolado aparece regresando el viento glacial. El tema va creciendo en intensidad hasta llegar a un nuevo intenso clímax. La sección termina con una dramática sección final donde podemos escuchar potentes llamadas del destino.

La tercera parte, adagio, andante, empieza con un canto intimista del corno inglés seguido después por el clarinete. La orquesta crece recuperando el tema inicial de la obra. Los sonidos de la naturaleza con cantos de pájaros inician la sección final. La flauta emite sus figuras en un paisaje desolado que termina en el silencio. Según dice el compositor, la calma de un llano y un pájaro solitario.

El "Concierto para flauta y orquesta" terminado en 2008 y revisado en 2011 es otra de sus grandes obras concertantes. "Vox Amoris" compuesta en 2008 es una fantasía para violín y orquesta, una expresión del amor en música, como escribe el compositor, ¿Cuál es el mensaje que deseo anunciar? Es sobre el mayor poder en este mundo, el del amor. El amor es, fue y será así, tanto tiempo como nosotros existamos.

Entre sus últimas obras se encuentran "Epifanía para orquesta de cuerda" compuesta en 2010, el "Concierto para violoncelo Nº 2 y orquesta de cuerda" (Presence) de 2012, las obras de carácter espiritual "The Fruit of Silence" de 2013, "Musica Serena" de 2015 y "Da Pacem, Domine" de 2016.

Su último concierto, en el momento de escribir estas líneas, es el "Concierto para oboe y orquesta" compuesto en 2018. Continúa en la línea de sus grandes obras líricas.