3 – La Sinfonía en el siglo XIX
Después de la muerte de Purcell, Gran Bretaña se quedó dormida en el campo de la composición musical. No produjo ningún músico importante hasta la segunda mitad del siglo XIX. Esto no significa que no tuviese una gran actividad en el campo de la música coral y orquestal. Londres se convierte en un gran centro musical atrayendo a los más importantes compositores europeos.
La fundación de The Philharmonic Society of London en 1813 impulsó la composición de obras sinfónicas por compositores británicos. En 1814 se estrenaba una sinfonía escrita por William Crotch y otra de Lord Burghersh en 1818.
Uno de los primeros notables compositores de sinfonías fue Cipriano Potter (1792-1871), pero sus obras se interpretaron muy poco. El público de la época prefería escuchar las obras de los grandes maestros.
El éxito de las obras de Schumann fue notable y los compositores ingleses siguieron su línea, entre ellos Arthur Sullivan (1842-1900) con su “Irish Symphony” de 1866. Sterndale Bennett con su “Sinfonía en sol menor” de 1864 y la “Primera Sinfonía” de Cowen (1852-1935), publicada en 1869. Pero la primera sinfonía que se hizo famosa fue su tercera, la “Sinfonía Escandinava” de 1880. Para todos estos compositores la línea a seguir era la marcada por la obra de Beethoven, Mendelssohn y Schumann.
Durante esta primera época de la sinfonía inglesa aparecieron jóvenes compositores como Charles Stanford (1852-1924) y Hubert Parry (1848-1918), que crearon una notable obra sinfónica.
El verdadero lenguaje de la música inglesa llegó de la mano del gran compositor Edward Elgar (1857-1934), cuyas tres sinfonías son verdaderas obras de arte, pero esto formará parte del siglo XX. A continuación se analizan algunas de las obras escritas por los compositores de esta primera época.
Cliffe
Wallace
Bantock
McEwen